09/06/2017 - Frank-olimpo-Juan y Ana Amigo
Llega el verano y de su mano aparecen en nuestros mercados unos frutos
rojizos de intenso color y de sabor algo ácido pero muy refrescante. Son
las cerezas y picotas. Muchas personas piensa que cereza y picotas es
el mismo fruto, pero esto no es así. Las principales diferencias son
que las cerezas se producen solamente en Extremadura, en la zona del Valle
del Jerte y con denominación de origen. La picota es una cereza
más pequeña, más dulce, con menos acidez y con la carne más tersa y
firme que el resto que las cerezas. Una de las características mas
fáciles para diferenciarlas es que la cereza tiene un pequeño rabito
leñoso porque este, a diferencia de lo que ocurre con las
picotas, no se queda en el árbol durante la recolección.
Tanto cerezas como picotas tienen beneficios evidentes para la salud.
Son frutos con alto contenido en agua, casi el 80% de su composición
total, y tienen muy pocas calorías (alrededor de 70 kilocalorías por
cada 100 gramos). En cuanto a los nutrientes que contienen, unos 22
gramos por cada 100 gramos consisten en hidratos de carbono. Contienen
también fibra (3%) por lo que pueden tener un pequeño efecto como laxantes.
Es importante saber que prácticamente no contienen grasa.
En cuanto al contenido de componentes de picotas y cerezas es importante
conocer que ambas contienen melatonina. En este caso, las picotas tienen
cierta cantidad mayor de melatonina que las cerezas. La melatonina es
una sustancia que entre otras muchas funciones se considera que hace las
veces de reloj biológico. La melatonina produce
sueño pero además tiene efectos antioxidantes muy interesantes para
proteger el organismo en general, pero sobre todo para el cerebro, los
vasos sanguíneos y también la piel. También la melatonina potencia el sistema
inmunológico.
Otro efecto importante beneficioso de cerezas y picotas es que son muy
beneficiosas para prevenir la anemia. Esta propiedad se ha atribuido a
su alto contenido en minerales como
hierro, potasio y sodio y en oligoelementos como zinc o manganeso.
También tienen efectos beneficiosos sobre las vías urinarias.
Las picotas y cerezas tienen un elevado contenido en polifenoles y antocininas.
Las antocianinas para explicarlo de forma sencilla es el pigmento que
proporciona a picotas y cerezas ese color rojizo. Pero lo importante
desde el punto de la vista de la salud es que a través del efecto
antioxidantes de las antocianinas a estas se les ha atribuido efectos
antitumorales, antidiabéticas o antiinflamatorios entre otros. También
se las ha atribuido efectos inhibitorios contra la actividad de las
plaquetas. Si recuerdan por otros artículos de esta serie en Teinteresa,
las plaquetas son las células que forman los trombos en el interior de
las arterias y provocan procesos isquémicos como el infarto
de miocardio. Pero hay un efecto muy interesante de las
antocianinas y es el poder que tienen de eliminar ácido úrico, acido que
interviene en el proceso de la
gota.
La gota es una enfermedad realmente muy dolorosa que ocurre por la
acumulación de cristales de ácido
úrico en las
articulaciones.
Dice la historia que Carlos
I de España y V de Alemania sufrió una intensa artritis que le
produzco grandes dolores de gota en su retiro en Yuste.
Carlos I desoyendo los consejos de sus médicos, comía elevadas
cantidades de carne, fuente importante de ácido úrico. Pero la gota no
solo afectó a Carlos I. Enrique
VIII (1491-1547), rey de Inglaterra también sufrió gota o al
propio hijo de Carlos I, Felipe
II, que le tuvo postrado en la cama en el Monasterio
de Escorial.
Dice una leyenda que los cerezos fueron llevado al Valle de Jerte por un Zar ruso. El Zar quiso que su esposa no tuviera añoranzas de la nieve y quiso que las flores de los cerezos que siguen tapizando cada año este maravillosos valle simularan la nieve de las lejanas tierras Rusas.