El ajo es considerado uno de los alimentos más versátiles cuando se trata de
curar al cuerpo. (Shutterstoxk*)
El ajo no es un alimento especialmente ‘sexy’ ni tiene muchos aficionados debido
a que a menudo hace que el aliento y olor corporal sea muy evidente. Sin
embargo, sería un grave error no incluir el ajo en su dieta,
debido a su fuerte efecto anti-bacteriano, viral y fungicidas, así como otras
propiedades que combaten la enfermedad. Es hora de dar a conocer los beneficios
curativos del ajo.
Perfil del ajo nutricional
El ajo es considerado uno de los alimentos más versátiles cuando se trata de
curar el cuerpo. Tiene fuertes propiedades antibacterianas, virales, y
fungicidas que apoyan al sistema inmunológico ayudando a destruir cualquier
invasor extraño que pueda causar enfermedades en el cuerpo.
¿Qué propiedades contiene el ajo para hacerlo tan poderoso? Eche un vistazo al
siguiente perfil nutricional:
• Contiene cantidades beneficiosas de vitamina B-6 y vitamina C, así como
tiamina.
• Es rico en manganeso, selenio, calcio, fósforo, cobre, potasio y zinc.
• Contiene antioxidantes poderosos.
• Es reconocido por la alicina, un fitoquímico que es un inmunizador muy potente
Los beneficios curativos del ajo son grandes, en parte, debido a su contenido de
la potente alicina.
Tiene fuertes propiedades antibacterianas, virales, y fungicidas que apoyan al
sistema inmunológico ayudando a destruir cualquier invasor extraño que pueda
causar enfermedades en el cuerpo
Acción curativa del ajo
Debido a sus notables propiedades estimulantes inmunizadoras, el ajo tiene un
poco de acción curativa increíble, difícil de superar. Se utilizó con éxito para
los siguientes casos:
• Aumentar poderes en las células del sistema inmunológico, (NK) asesino natural
• Disminuye tumores, inclusive en el estómago, colon, mamas y cáncer de próstata
• Desintoxica su cuerpo del plomo, mercurio y aluminio
• Promueve la salud cardiovascular
• Trata el sobre crecimiento de hongos (Cándida)
• Destruye la meningitis
• Reduce la presión arterial y el colesterol
• Destruye las bacterias patógenas
• Repele mosquitos, garrapatas y parásitos (también elimina parásitos internos
tales como la tenia o solitaria)
Con una amplia variedad de beneficios y la acción curativa que va a la raíz de
muchas enfermedades de hoy, (se compromete con la función inmune) el ajo, si se
usa, bien vale la pena su mal olor.
Cómo utilizar el ajo en su dieta
El ajo tiene una amplia variedad de usos en su dieta,
pero la clave de sus beneficios está en comerlo crudo y de 10 a 30 minutos
después de ser picado, prensado, masticado o en jugo. Esto asegurará que obtenga
los máximos beneficios del componente clave, la alicina.
El ajo puede agregarse a la mayoría de platos a base de cereales, aderezos,
pescado, carne de res, de pollo y verduras. También puede comerlo en jugo o
añadiendo limón, miel y agua para un té de fuerte apoyo antibacteriano e inmune.
Derek Henry, es entrenador holístico de la Salud para la curación del cuerpo
En las culturas antiguas del mediterráneo, también se utilizaba como medicamento. Durante la Edad Media, ristras de ajos y otros yuyos se suspendían de las puertas de las casas para que no ingresara "el mal" y curar enfermedades.
La medicina naturista avala muchas de sus propiedades curativas. La bromatología destaca sus atributos como un buen alimento, con valores energéticos. Pero su escasa presencia, en comparación con los volúmenes de otros productos de la huerta, le quita relevancia alimentaria.
Es rico en minerales y cuando se manipula -al pelarlo, picarlo- su aroma emerge con intensidad. Se recomienda quitar el brote central antes de consumirlo.
Hay dos grupos que se diferencian por el color de la cubierta: el ajo blanco o común y el ajo rosado o morado.
El blanco es carnoso, resistente y más grande que el morado. Es el que mas abunda en todo el mundo. El rosado, más pequeño, es más débil que el primero. Están todo el año y los mejores van apareciendo hacia el verano, en toda su plenitud.
Se eligen firmes, sin brotes y con su envoltura seca. Rechazar los amarillentos y huecos. Se conservan en lugares secos, frescos y con ventilación.
El ajo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas; los fanáticos lo llaman la penicilina natural. Es un buen diurético, combate bacterias y virus, resulta efectivo en casos de parásitos. Pero se recomienda disminuir su ingesta durante el embarazo y la lactancia.
Es un buen dilatador del diámetro de los vasos sanguíneos, motivo por el cual mejora la circulación de la sangre.
Así como no se conciben recetas mediterráneas sin aceite de oliva, es impensable una buena salsa española o italiana sin ajo. Entero, picado o pisado, durante la cocción sus aceites se confunden con los fondos y dejan una presencia que resulta en un plato con valor agregado.
Valor nutricional por cada 100 gr
Energía 150 kcal
Carbohidratos 33.06 g
Azúcares 1.00 g
Grasas 0.5 g
Proteínas 6.36 g
Niacina (Vit. B3) 0.7 mg
Ácido pantoténico (B5) 0.596 mg
Vitamina B6 1.235 mg
Vitamina C 31.2 mg
Calcio 181 mg
Hierro 1.7 mg
Magnesio 25 mg
Fósforo 153 mg
Sodio 17 mg
Zinc 1.16 mg
Azúcar: Energía contra las depresiones
Existe una relación entre el aumento de los niveles de serotonina (sustancia
que influye en el sueño, en el estado de ánimo y en el apetito) en el cerebro y
el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono.
En realidad se trata de energía para el organismo. En algunas situaciones, su
consumo alivia ciertos síntomas, como es el caso de las depresiones, asociadas
sobre todo a las estaciones del año en las que hay menos luz solar.