TECNICA DE NUTRICIÓN PARA PROTRECCIÓN DE ORGANOS EL HIGADO
El hígado es un órgano clave en nuestro cuerpo, es el
que se encarga de metabolizar nutrientes, detoxificar sustancias dañinas,
producir bilis y regular el metabolismo de grasas y carbohidratos, nos recuerda
la técnica en Nutrición y Dietética, Ana Luzón, por lo que cuidarlo a través de
la alimentación es fundamental. Una dieta desequilibrada puede contribuir a
problemas como el hígado graso, inflamación o incluso enfermedades más graves.
Como técnica en nutrición, especializada en salud integral y alimentación
intuitiva, Luzón explica los productos del supermercado que te recomienda
incluir en tu cesta de la compra una lista de 10 alimentos que te ayudarán a
apoyar la salud de tu hígado.
Las primeras de la lista son las cerduras crucíferas. "Como el brócoli, la
coliflor o las coles de Bruselas. Estas verduras contienen compuestos como el
sulforafano, que favorecen la detoxificación hepática y reducen el estrés
oxidativo. Además, son ricas en fibra, lo que beneficia al metabolismo de las
grasas", explica esta nutricionista.
Los segundos son el ajo y la cebolla. Luzón destaca que "estos alimentos
contienen compuestos sulfurados que estimulan las enzimas hepáticas responsables
de eliminar toxinas y también ayudan a reducir los niveles de colesterol,
aliviando la carga del hígado".
En tercer lugar, no se nos pueden olvidar las frutas cítricas, como el limón, el
pomelo o las naranjas. "Ricas en vitamina C y antioxidantes, estas frutas apoyan
la producción de glutatión, un compuesto clave para la detoxificación del
hígado", dice Luzón.
En cuatro lugar, nuestro querido aceite de oliva virgen extra. Esta técnica en
dietética nos recuerda que "este tipo de grasa saludable reduce la acumulación
de grasa en el hígado y mejora su función general". Y añade que un consumo
moderado de aceite de oliva se asocia con menores niveles de inflamación
hepática.
También hay que incluir alimentos ricos en omega-3, como el salmón, la caballa,
las sardinas, las nueces y las semillas de chía. Los omega-3 r"educen los
triglicéridos y mejoran la sensibilidad a la insulina, lo que alivia la
sobrecarga metabólica del hígado", resalta la nutricionista.
A continuación menciona la avena y cereales integrales, que son "ricos en fibra
soluble, los cereales integrales favorecen el metabolismo de grasas y azúcares,
ayudando a prevenir el hígado graso no alcohólico" y también el té verde. "Éste
contiene catequinas, antioxidantes que mejoran la función hepática y reducen la
acumulación de grasa. Intenta elegir té verde sin azúcar ni saborizantes
añadidos", añade Luzón.
En la lista también debemos incluir las drutas ricas en antioxidantes, según
esta experta, como los arándanos, frambuesas y moras, ya que "estas frutas
contienen polifenoles que protegen al hígado de daños oxidativos, reduciendo el
riesgo de inflamación crónica".
Y, finalmente, los dos alimentos que no podemos olvidar son las legumbres
(garbanzos, lentejas o alubias), que son "una excelente fuente de proteínas
vegetales y fibra, que ayudan a regular el azúcar en sangre y promueven la salud
hepática", así como las especias antioxidantes, como la cúrcuma y jengibre. "La
curcumina (de la cúrcuma) y los compuestos del jengibre ayudan a reducir la
inflamación y el estrés oxidativo en el hígado. Y, puedes añadirlos a guisos,
infusiones o sopas", aconseja la nutricionista.
También es recomendable reducir el consumo de alcohol, recuerda Ana Luzón, "ya
que éste es uno de los principales enemigos del hígado, incluso en cantidades
moderadas", advierte para acabar esta experta.
El experto señala que debemos incorporar más alimentos
vegetales a nuestras cenas y reducir las proteínas animales y los carbohidratos
refinados.
Más información: Estos son los tres alimentos populares en España que son un
'veneno' para el corazón
CORAZÓN 6 trucos
para no destrozar mi corazón con las cenas: desconocidos en España
El experto señala que debemos incorporar más alimentos vegetales
a nuestras cenas y reducir las proteínas animales y los carbohidratos refinados.
Más información: Estos son los tres alimentos populares en España que son un
'veneno' para el corazón
Si algo le pedimos a la cena es que sea fácil de preparar, pero muchas veces
esto entra en conflicto con que sea saludable. Las socorridas pizzas
precocinadas que se calientan en un santiamén o los bocadillos rápidos con algún
embutido que tengamos en la nevera son ejemplos de cenas que nos encantan, pero
que se deben reservar para de vez en cuando. En España es muy frecuente cenar
sólo un yogur y una pieza de fruta y, aunque a priori suena saludable, los
científicos también lo desaconsejan.
"La calidad de tus cenas puede afectar significativamente a tu salud
cardiovascular", explica Alan Rozanski, cardiólogo y profesor de la facultad de
Medicina en Mount Sinai. "Los platos que son ricos en azúcares o carbohidratos
refinados y los alimentos procesados con mucha proteína pueden llevar a
desarrollar factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares o a agravarlos".
Pero, además, Rozanski destaca que estos alimentos insanos impactan en el sueño
nocturno y dormir mal también afecta directamente al corazón.
Pero, ¿qué debemos tener en cuenta para elaborar nuestras cenas? Este cardiólogo
ha compartido seis trucos para elaborar una cena saludable todas las noches con
la revista Parade, de Estados Unidos. El primero de ellos tiene que ver con las
fuentes de proteína que elegimos para cenar. El experto explica que en su país
las opciones favoritas suelen ser la carne roja, el pollo, el pavo, los pescados
y las carnes procesadas, pero no todas ellas son recomendables para la hora de
la cena.
Añade verduras Rozanski explica que, de estas, deberíamos optar por los
pescados, el pollo, el pavo y, de manera ocasional, los cortes que tengan menos
grasa de las carnes rojas. Pero la proteína más interesante que podemos
introducir en nuestras dietas, según el cardiólogo, es la vegetal. "Las
proteínas vegetales son muy saludables debido a su alto contenido de fibra,
vitaminas, minerales y antioxidantes", explica Rozanski. Estas proteínas están
en las judías, los garbanzos, las lentejas, la quinoa, el tofu, el edamame o los
frutos secos y semillas.
El segundo consejo del experto es que la mitad de nuestro plato esté ocupado por
verduras de muchos tipos. La Universidad de Harvard da este mismo consejo en su
esquema del plato para comer saludable: la mitad de nuestros platos siempre
tiene que estar compuesta por verduras y frutas, menos patatas "por su efecto
negativo en el azúcar en sangre", dice la universidad en su página web. El
cardiólogo subraya la importancia de los vegetales por ser alimentos muy densos
en nutrientes y haberse relacionado con un menor riesgo de enfermedades
crónicas.
El siguiente truco para hacer nuestra cena más saludable es que si vamos a tomar
cereales, o derivados como el pan, estos sean integrales. Harvard puntualiza
además que estos alimentos no deben representar más de un cuarto del plato. "Usa
cereales completos, como la quinoa, el arroz integral, la pasta de trigo
integral, la avena o la cebada en lugar de pan, arroz y pasta blancos de harinas
refinadas", destaca el experto. De esa manera, aumenta el aporte de fibra y se
reducen los niveles de inflamación y de azúcar en sangre.
Menos riesgo
Pero, ¿no sabes qué verduras consumir? Rozanski explica que lo mejor es que
intentemos que sean de todos los colores, cuantos más, mejor. "Cada grupo de
color aporta diferentes mezclas de vitaminas, minerales, antioxidantes y
flavonoides. Al comer todo el arcoíris estás mejorando el perfil nutricional al
completo y reduces también el riesgo general de enfermedades crónicas ya que los
diferentes colores se enfocan en la protección contra diferentes condiciones
específicas de salud".
El siguiente truco de Rozanski es todo un mandamiento para los españoles:
cocinar con aceites cardiosaludables, como el aceite de oliva. Esta grasa para
cocinar es, sin duda, uno de los componentes que hacen que la dieta mediterránea
sea tan conocida en el mundo entero por sus beneficios para el corazón. Este
aceite es rico en grasas monoinsaturadas y componentes antioxidantes y
antiinflamatorios. En este punto, Rozanski también aconseja utilizar hierbas y
especias para condimentar nuestros platos, en vez de usar salsas preparadas.
Por último, este cardiólogo añade un consejo enfocado a cómo comemos y no tanto
a qué. Muchos de nosotros solemos comer con la televisión encendida o intentando
terminar lo antes posible, pero Rozanski propone que utilicemos la hora de la
cena para comer de una manera más consciente. "Esto no sólo hará que la
experiencia de la cena sea más agradable, sino que también reducirá el riesgo de
que comas más de lo que debes porque da tiempo a tu cerebro para registrar la
sensación de saciedad que puede tardar unos 20 minutos", explica Rozanski.
EL COMO NOS DEBEMOS DE ALIMENTAR PARA PREPARAR NUESTRO
METABOLISMO A UN EQUILIBRIO BASE PARA EL MEJOR DE LOS FUNCIONAMIENTOS
Si algo le pedimos a la cena es que sea fácil de preparar, pero
muchas veces esto entra en conflicto con que sea saludable. Las socorridas
pizzas precocinadas que se calientan en un santiamén o los bocadillos rápidos
con algún embutido que tengamos en la nevera son ejemplos de cenas que nos
encantan, pero que se deben reservar para de vez en cuando. En España es muy
frecuente cenar sólo un yogur y una pieza de fruta y, aunque a priori suena
saludable, los científicos también lo desaconsejan.
"La calidad de tus cenas puede afectar significativamente a tu salud
cardiovascular", explica Alan Rozanski, cardiólogo y profesor de la facultad de
Medicina en Mount Sinai. "Los platos que son ricos en azúcares o carbohidratos
refinados y los alimentos procesados con mucha proteína pueden llevar
a desarrollar factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares o a
agravarlos". Pero, además, Rozanski destaca que estos alimentos insanos impactan
en el sueño nocturno y dormir mal también afecta directamente al corazón.
Pero, ¿qué debemos tener en cuenta para elaborar nuestras cenas? Este cardiólogo
ha compartido seis trucos para elaborar una cena saludable todas las noches con
la revista Parade, de Estados Unidos. El primero de ellos tiene que ver con las
fuentes de proteína que elegimos para cenar. El experto explica que en su país
las opciones favoritas suelen ser la carne roja, el pollo, el pavo, los pescados
y las carnes procesadas, pero no todas ellas son recomendables para la hora de
la cena.
Añade verduras Rozanski explica que, de estas, deberíamos optar por los
pescados, el pollo, el pavo y, de manera ocasional, los cortes que tengan menos
grasa de las carnes rojas. Pero la proteína más interesante que podemos
introducir en nuestras dietas, según el cardiólogo, es la vegetal. "Las
proteínas vegetales son muy saludables debido a su alto contenido de fibra,
vitaminas, minerales y antioxidantes", explica Rozanski. Estas proteínas están
en las judías, los garbanzos, las lentejas, la quinoa, el tofu, el edamame o los
frutos secos y semillas.
El segundo consejo del experto es que la mitad de nuestro plato esté ocupado por
verduras de muchos tipos. La Universidad de Harvard da este mismo consejo en su
esquema del plato para comer saludable: la mitad de nuestros platos siempre
tiene que estar compuesta por verduras y frutas, menos patatas "por su efecto
negativo en el azúcar en sangre", dice la universidad en su página web. El
cardiólogo subraya la importancia de los vegetales por ser alimentos muy densos
en nutrientes y haberse relacionado con un menor riesgo de enfermedades
crónicas.
El siguiente truco para hacer nuestra cena más saludable es que si vamos a tomar
cereales, o derivados como el pan, estos sean integrales. Harvard puntualiza
además que estos alimentos no deben representar más de un cuarto del plato. "Usa
cereales completos, como la quinoa, el arroz integral, la pasta de trigo
integral, la avena o la cebada en lugar de pan, arroz y pasta blancos de harinas
refinadas", destaca el experto. De esa manera, aumenta el aporte de fibra y se
reducen los niveles de inflamación y de azúcar en sangre.
Menos riesgo
Pero, ¿no sabes qué verduras consumir? Rozanski explica que lo mejor es que
intentemos que sean de todos los colores, cuantos más, mejor. "Cada grupo de
color aporta diferentes mezclas de vitaminas, minerales, antioxidantes y
flavonoides. Al comer todo el arcoíris estás mejorando el perfil nutricional al
completo y reduces también el riesgo general de enfermedades crónicas ya que los
diferentes colores se enfocan en la protección contra diferentes condiciones
específicas de salud".
El siguiente truco de Rozanski es todo un mandamiento para los
españoles: cocinar con aceites cardiosaludables, como el aceite de oliva. Esta
grasa para cocinar es, sin duda, uno de los componentes que hacen que la dieta
mediterránea sea tan conocida en el mundo entero por sus beneficios para el
corazón. Este aceite es rico en grasas monoinsaturadas y componentes
antioxidantes y antiinflamatorios. En este punto, Rozanski también aconseja
utilizar hierbas y especias para condimentar nuestros platos, en vez de usar
salsas preparadas.
Por último, este cardiólogo añade un consejo enfocado a cómo comemos y no tanto
a qué. Muchos de nosotros solemos comer con la televisión encendida o intentando
terminar lo antes posible, pero Rozanski propone que utilicemos la hora de la
cena para comer de una manera más consciente. "Esto no sólo hará que la
experiencia de la cena sea más agradable, sino que también reducirá el riesgo de
que comas más de lo que debes porque da tiempo a tu cerebro para registrar la
sensación de saciedad que puede tardar unos 20 minutos", explica Rozanski.
El síntoma recién descubierto que predice con acierto quién va a sufrir un
ataque al corazón en los próximos dos años
Se trata de una sencilla prueba que se puede realizar con una analítica y que
puede salvar vidas.
Más información: Estuve a punto de morir de un extraño infarto a los 26 años:
este fue el primer síntoma que tuve
Un nuevo estudio realizado por investigadores de Intermountain Health en Salt
Lake City (EEUU) ha descubierto que la proporción de calcio en la arteria
coronaria no solo son muy efectivos para identificar a aquellos en riesgo de
sufrir futuros ataques cardíacos, sino también de muerte, y se descubrió que la
predicción del riesgo era tan buena en mujeres como en hombres.
La puntuación de calcio en la arteria coronaria (CAC) se han convertido en una
forma no invasiva para que los médicos determinen fácilmente cuánta placa se ha
acumulado dentro de las arterias coronarias de un paciente, pero existían dudas
sobre su precisión para predecir un ataque cardíaco o la muerte en hombres y
mujeres.
Estas pruebas no son invasivas, utilizan tan poca radiación como una mamografía
y son relativamente económicas, especialmente en comparación con las pruebas de
esfuerzo PET, las angiografías coronarias por TC o la angiografía coronaria.
Los resultados del estudio Intermountain Health han revelado que, además de
predecir el riesgo de muerte por causas coronarias y ataques cardíacos no
fatales, los niveles de calcio en las arterias coronarias también se
correlacionaban con la mortalidad por cualquier causa. Los investigadores
descubrieron que las personas con un nivel de calcio de cero tenían tres
veces menos probabilidades de morir por cualquier causa.
"El nivel de calcio en la arteria coronaria parece ser un indicador excelente y
preciso de la salud y el pronóstico general, incluso más allá de la enfermedad
cardíaca", expone Jeffrey L. Anderson, investigador principal del estudio y
distinguido médico investigador de Intermountain Health.
Para el estudio los investigadores revisaron los registros médicos electrónicos
de 19.495 mujeres y 20.523 hombres que se habían sometido a exploraciones PET/CT
porque sus médicos sospechaban que tenían riesgo de enfermedad cardíaca, pero
que aún no habían tenido un evento cardíaco, como un ataque cardíaco.
De estos pacientes, 7.967 tenían una puntuación CAC de cero, lo que significa
que no tenían placa calcificada en las arterias coronarias. De este grupo, las
mujeres eran, en promedio, mayores que los hombres (60,5 años para las mujeres,
53,8 para los hombres), lo que se correlaciona con el hecho de que las mujeres
suelen desarrollar enfermedades cardíacas más tarde en la vida que los hombres.
Los investigadores hicieron un seguimiento de los pacientes unos dos años
después y descubrieron que una puntuación de CAC de cero predecía un riesgo bajo
de muerte coronaria o ataques cardíacos no fatales tanto en hombres como en
mujeres.
Limpiar las arterias
Tres comidas que 'limpian' las arterias, mejoran la salud vascular y alejan el
infarto
La flexibilidad de las arterias, un marcador protector contra el riesgo
cardiovascular, se puede restaurar con tres nutrientes principales.
Proteínas, zinc y niacina, una forma de la vitamina B3: una dieta rica en
estos tres nutrientes sería la clave para conservar la salud arterial y
restablecerla en caso de encontrarse dañada. Así lo plantea un nuevo estudio
israelí presentado en el Congreso Europeo sobre la Obesidad (ECO por sus siglas
en inglés) que se celebra en Maastricht, Países Bajos.
Las mejoras de la salud metabólica y cardiovascular de los pacientes con
obesidad o sobrepeso que se observan tras la pérdida de peso, apuntan los
investigadores, se tienden a atribuir a la propia eliminación de grasa
corporal. También a los cambios en la glucosa en sangre, la presión arterial o
al descenso de lípidos en el torrente sanguíneo tras el adelgazamiento.
Sin embargo, apuntan, la composición de la dieta durante el proceso de pérdida
de peso no se ha estudiado en toda su extensión, valoran. La mayoría se queda en
las categorías de macronutrientes -proteínas, carbohidratos y grasas- según los
investigadores del Centro Sagol para el Síndrome Metabólico del Instituto de
Endocronología, Metabolismo e Hipertensión del Centro Médico Tel Aviv-Sourasky,
y la Universidad Sackler, también con sede en Israel.
Para determinar el impacto de otros nutrientes en la mejora de la salud de las
arterias, los investigadores reclutaron a 72 voluntarios diagnosticados
con obesidad y síndrome metabólico, dos problemas de salud prevalentes en las
sociedades industrializadas. La edad media fue de 53 años y algo más de la mitad
eran hombres, que se sometieron a un programa multidisciplinar de pérdida
peso durante un año.
Los participantes tenían un Índice de Masa Corporal (IMC) de 34,28 kg/m2 al
comienzo del proyecto: este indicador se relaciona con el sobrepeso cuando es
igual o superior a 25 kg/m2, y con la obesidad cuando es igual o superior a 30
kg/m2. Se les pidió que rellenasen un cuestionario dietético en detalle antes de
comenzar con la dieta, y tuvieron que repetirlo nuevamente un año después.
El programa incluyó una alimentación pautada, ejercicios físicos, y entrevistas
regulares con un médico y un dietista. Se les tomaron muestras de tres
parámetros de flexibilidad arterial: velocidad de onda de pulso (PWV por sus
siglas en inglés), prueba de grosor de la íntima-media carotídea (IMT) y la
dilatación mediada por flujo (FMD). Si estos indicadores apuntan a una mayor
rigidez de las paredes arteriales, se considera que aumenta el riesgo de
morbilidad cardiovascular y muerte.
Al término del año de intervención, el IMC había descendido un 9,4% de media
entre los participantes, y las tres medidas de flexibilidad arterial habían
mejorado. La FMD se había optimizado considerablemente, un 47% de media. El
resto de incrementos fueron más discretos: la PWV mejoró un 13% y la IMT, un
1%.
Atendiendo a cada prueba, la velocidad de onda de pulso se benefició de
la reducción en la ingesta calórica y de grasas saturadas que brindó la mejora
en la dieta. Muy especialmente, fue el aumento del zinc lo que mejoró los
resultados: se trata de un mineral clave para mejorar la síntesis del óxido
nítrico en la sangre. Este compuesto ayuda a relajar los músculos internos que
llevan a las arterias a contraerse y les permite dilatarse.
Por otro lado, la mejora en el IMT se relacionó con las reducciones en las
calorías y grasas ingeridas, y el aumento de la proteína. Finalmente, los
beneficios a la FMD derivaron del aporte en niacina, un compuesto con la
capacidad de dilatar los vasos sanguíneos, en especial en el tronco superior del
cuerpo.
"Se ha observado que los cambios en determinados aspectos de la alimentación se
relacionan con una mejora en la estructura y la función vascular", explica
la Dra. Brurya Tal del Centro Médico Sourasky, e investigadora principal. "Las
comidas ricas en zinc fueron las pipas de calabaza, las pipas de girasol, las
nueces y la carne. La niacina fue proporcionada por el pescado y la carne.
"Una dieta mediterránea, rica en proteína -lácteos desnatados, pescado, pollo y
huevo-, rica en verduras, frutos secos y semillas, y complementada con frutas y
grano entero, puede contribuir a mejorar la flexibilidad arterial, protegiendo
de forma indirecta todo el sistema cardiovascular", concluye la especialista.
Estos son los 7 peores alimentos para el
riñón
Los embutidos, los lácteos o los caldos pre-cocinados.
19/10/2023 16:13
En la actualidad alrededor de 850 millones de personas en el mundo padecen algún
tipo de enfermedad renal. “El riñón es a menudo un traidor silente, de manera
que en muchas ocasiones el paciente no se da cuenta de que está dejando de
funcionar”, explica la doctora María José Soler, del servicio de Nefrología del
Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y miembro de la junta directiva de la
Sociedad Española de Nefrología. La doctora Soler señala que existen dos tipos
de insuficiencia renal, la aguda y la crónica. “La insuficiencia renal aguda
consiste en una alteración de la función del riñón de menos de tres meses,
precisa un tratamiento dirigido y evitar fármacos tóxicos para el riñón como los
antiinflamatorios y aminoglucósidos”, explica. La insuficiencia renal crónica,
por su parte, aparece “cuando se produce una alteración de más de tres meses en
la función del riñón y, por tanto, ya es irreversible, de manera que el
tratamiento debe ir enfocado a hacer que no progrese, cosa que se consigue
mediante medicación y cambios en la dieta y el estilo de vida”.
La doctora explica que la función del riñón es “eliminar las sustancias tóxicas
del organismo, de modo que si no se eliminan se acumulan. Esto provoca que
muchas personas necesiten una máquina que haga de forma artificial la función
del riñón: la diálisis”. La experta recuerda, además, que la patología de riñón
es compleja, puesto que puede afectar a otros órganos. En la actualidad, el
paciente que ingresa en un servicio de Nefrología es el que presenta mayor
complejidad y señala que “según las investigaciones, en 2040 la enfermedad renal
crónica será la quinta causa de mortalidad en el mundo”.
El riñón es a menudo un traidor silente, de manera que en muchas ocasiones el
paciente no se da cuenta de que está dejando de funcionar”
María José Soler
Doctora del servicio de Nefrología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona
El principal factor de riesgo para la insuficiencia renal es la diabetes y
algunos de los síntomas, en muchas ocasiones leves, que nos pueden indicar que
estamos ante una patología de riñón son el cansancio, la irritabilidad y la
hinchazón, entre otros. “La fatiga se produce porque el riñón interviene en la
síntesis de la eritropoyetina y su déficit produce anemia”, explica Soler. La
eritropoyetina es una hormona que producen los riñones y cuyo déficit provoca
que la médula ósea no produzca suficientes glóbulos rojos. A su vez, la
insuficiencia renal crónica produce una alteración del metabolismo mineral:
vitamina D, fósforo y calcio.
“Dejar de fumar, hacer ejercicio físico de forma regular, descansar bien,
hidratarse correctamente y llevar una dieta sana y equilibrada son pasos
fundamentales para una buena salud renal”, explica Soler, quien recomienda,
además, evitar el abuso de ciertos fármacos como los antinflamatorios. “Están
desaconsejados si tenemos insuficiencia renal, y tampoco debemos abusar de ellos
y consumirlos sin ton ni son si estamos sanos”, continúa la doctora. Es
importante, además, ser muy cuidadosos con el consumo de todos estos alimentos,
que pueden afectar a nuestra salud renal.
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1
Embutidos
Consumir un exceso de sal eleva la cantidad de sodio en sangre, cosa que reduce
la capacidad de los riñones para eliminar el agua. De hecho, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo diario de sodio en adultos
sea menor a 2 g (lo que equivale a unos 5 g de sal). “Los embutidos y carnes
procesadas tienen un exceso de sal por su propio proceso de elaboración, que
puede oscilar entre 1,9 y 2,3 g por cada 100 g”, señala Encarni Pérez,
nutricionista colaboradora de FullMusculo. La experta recomienda que nos fijemos
en la cantidad de sal que contienen los productos que consumimos y escojamos
siempre aquellos que lleven como máximo 1 g por cada 100 g. “En el caso de los
enfermos del corazón, esta cifra no debe superar los 0,25 g”, advierte Pérez.
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2
Caldos vegetales precocinados y cubitos
También contienen grandes cantidades de sal añadida y, para Pérez, es
fundamental sustituirlos por caldos de verduras caseros sin sal añadida. “La
idea es que, poco a poco, vayamos eliminando la sal que añadimos a los alimentos
que cocinamos en casa, algo relativamente sencillo a lo que el paladar se irá
acostumbrando progresivamente”, señala la experta, quien recomienda apostar por
el uso de especias y hierbas para dar sabor a nuestros platos. “Es importante
tener en cuenta que gran cantidad de productos que adquirimos ya llevan sales
añadidas, de manera que es muy fácil superar las recomendaciones de la OMS si
además cocinamos con sal también en nuestras casas”, explica el nutricionista de
Medicadiet Álvaro Sánchez.
Leche de vaca
3
Lácteos enteros
Si bien los lácteos enteros contienen ácidos grasos saturados de cadena corta,
que se han demostrado beneficiosos para el organismo, además de proteínas y
calcio, es conveniente consumirlos con moderación si no queremos que los riñones
trabajen en exceso. “Las proteínas se eliminan a través de los riñones en forma
de urea, de manera que les estamos obligando a hacer un sobreesfuerzo”, explica
Pérez. Esto no significa que debamos eliminar las proteínas de la dieta, puesto
que son fundamentales tanto para mantener la masa muscular como para otras
funciones del organismo, sino que no debemos abusar de ellas. “Este
macronutriente que se encuentra principalmente en productos de origen animal
como carnes, pescados, huevos o lácteos debe consumirse con moderación y
combinar siempre su ingesta con la de frutas, vegetales y hortalizas”. De hecho,
según el Plato Saludable de Harvard, la nueva biblia de la alimentación que ha
sustituido a la clásica pirámide, las proteínas no deben superar el 25% de la
ingesta diaria, y deben proceder preferiblemente de legumbres y alimentos de
origen vegetal. El Plato Saludable recomienda, asimismo, limitar el consumo de
carnes rojas y eliminar por completo el de carnes procesadas.
Horizontal
4
Bebidas envasasas
Zumos, refrescos y bebidas energéticas deberían eliminarse de la dieta por
numerosos motivos. En primer lugar, suelen llevar grandes cantidades de azúcares
añadidos, y además “desplazan el consumo de agua, que es lo que nos interesa
para mantener unos riñones sanos”, señala Pérez. Por su parte, Soler recomienda
a sus pacientes beber un mínimo de 2 litros de agua diarios, ya que es necesaria
para filtrar y excretar los productos de desecho de la sangre. “A las personas
mayores, que han ido perdiendo poco a poco la sensación de sed, les recomiendo
siempre duplicar su ingesta habitual en los casos en que beben muy poco”,
explica la doctora.
Horizontal
5
Alcohol
Según un artículo publicado en Alcohol Health and Research World, el consumo de
alcohol puede alterar los mecanismos de control hormonal que rigen los riñones,
además de que produce un desequilibrio en los electrolitos. De hecho, algunas
personas se quejan de dolor de riñones tras consumir alcohol. Esto se debe a que
los riñones filtran el agua con la ayuda de la hormona antidiurética, una
hormona producida por la glándula pituitaria que se puede ver afectada por el
alcohol.
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6
Encurtidos
Los encurtidos son falsos amigos que consumimos creyendo que son saludables
cuando, en muchas ocasiones, llevan grandes cantidades de sal añadida. “Al
añadirles sal para su conservación, los encurtidos deben tomarse con muchísima
moderación”, señala Pérez. Ocurre lo mismo con las conservas en general, de las
que la nutricionista recomienda fijarse en el etiquetado para saber exactamente
cuánta sal contienen y evitar todas aquellas que superen 1 g por cada 100 g. En
esta misma categoría, Pérez incluye algunos alimentos típicos del vermut como
las patatas de bolsa. “Muchas de las que se comercializan contienen hasta 3 g de
sal, una cifra desorbitada”, explica la experta, quien desaconseja también otros
snacks muy habituales, como las galletitas saladas.
Horizontal
7
Carne roja
Además de gran cantidad de proteínas, la carne roja, al igual que el pescado,
los lácteos y los huevos, es rica el fósforo, un mineral fundamental para la
formación de huesos y dientes, que además colabora en la activación de
determinadas enzimas y favorece la actividad celular, entre otras funciones.
“Unos riñones sanos son capaces de eliminar el exceso de fósforo, pero en el
caso de insuficiencia renal es importante moderar el consumo de este mineral, ya
que cuando el exceso de fósforo no puede ser eliminado este se puede acumular en
la sangre y producir daño en los huesos”, concluye Pérez.
Qué debes comer (y qué no) para cuidar tus
riñones
La principal función de este órgano es la eliminación de las sustancias de
desecho del organismo a través de la orina, así que vigilar la alimentación es
clave
Cada vez son más habituales los cálculos renales y otros problemas asociados a
la salud del riñón, con lo que es bueno plantearnos una dieta que tenga un
efecto positivo sobre este órgano, especialmente para las personas más mayores.
De hecho, los principales enemigos de nuestros riñones, como la tensión arterial
y el azúcar en sangre altos, son producto directo de lo que comemos. Aquí os
dejamos los mejores (¡y los peores!) alimentos para el riñón.
Alimentos buenos
Frutas y verduras: gracias a su contenido en vitaminas son estupendas aliadas
para nuestros riñones. Son los alimentos que más favorecen la función depuradora
de este órgano, ya que son ricos en potasio, que aumenta la producción de orina.
De todas formas, hay que tener cuidado con algunas como el plátano, la patata o
las algas, mientras que son buenos el kiwi y las uvas.
Agua de mineralización débil: es fundamental hidratarse bien, lo cual tiene un
efecto directo en los riñones. Lo recomendable son unos dos litros y medio
diarios.
Pescado azul, frutos secos y legumbres: son buenos para el correcto
funcionamiento del sistema renal porque tienen muchos beneficios de cara al
control del colesterol (el corazón y los riñones están estrechamente
relacionados) por su contenido en omega 3 y omega 6. También es recomendable
usar aceite de oliva para cocinar, porque mejora la circulación sanguínea y
disminuye la presión arterial.
También son aconsejables el queso, los cereales integrales y la soja.
Los productos que tenemos que evitar
Sal: reducir o eliminar el sodio y los alimentos ricos en ella es muy sano para
los riñones, de lo contrario tendrán cierta dificultad para eliminar el exceso
de sodio y eso generará retención de líquidos e hipertensión, que puede dañar
los vasos sanguíneos del órgano. El sodio no solo se encuentra en la sal común,
sino también en productos que debemos sacar de nuestra dieta a toda costa, como
los alimentos en conserva, quesos curados, comidas rápidas, embutido,
salchichas, fiambre…
El exceso de potasio: esto va desde algas, plátanos, chocolate, café
liofilizado, patatas y algunas verduras y hortalizas. Es aconsejable la doble
cocción de las verduras para disminuir el nivel de potasio de los alimentos
frescos.
Productos con demasiado fósforo: comidas en conservas, precocinados, aditivos
alimentarios, etc. También algunos refrescos, como los azucarados, las bebidas
con sabor a fruta o los tés embotellados.
Proteínas: lo más sano es limitar el consumo de carne roja, huevos, aves,
pescado y lácteos. Según la Organización Mundial de la Salud, solo el 10-15% de
las calorías diarias deben proceder de las proteínas, es decir, no es cuestión
de eliminarlos por completo, sino reducir las cantidades.
Qué comer cuando tienes piedras en el riñón
Los cálculos renales, más conocidos como 'piedras en el riñón', son uno de los
motivos más habituales por los que se consulta a un urólogo. Estos problemas los
padece entre el 5% y el 10% de la población y, según la Asociación Española de
Urología (AEU), su incidencia está al alza en España. Esta afección se da cuando
hay formaciones sólidas de sales y minerales que, en vez de eliminarse con la
orina, cristalizan y provocan cólicos nefríticos, que son muy dolorosos. Hay
múltiples causas por las que se pueden presentar estas piedras, empezando por un
ritmo de vida sedentario y una mala alimentación. “Lo más importante es beber
suficiente líquido”, defiende la Fundación Americana del Riñón
¿Qué deberíamos comer cuando tenemos piedras en el riñón? Lo más importante es
“beber suficiente líquido cada día. La mayoría de personas deberían tomar entre
8 y 12 tazas de líquidos al día. [...] Limitar el sodio y proteína de animales
en tu dieta puede ayudar a prevenir las piedras en los riñones”, aseguran desde
la Fundación Americana del Riñón. Además, es bueno reducir las cantidades de
café y té. Las proteínas también pueden ser perjudiciales, con lo que es bueno
no abusar de aquellas como la carne (mejor de pollo, conejo o pavo, por
ejemplo), los lácteos, los huevos, el pescado y el marisco. Estos, mientras el
paciente siga con la afección, se pueden sustituir por legumbres, alimentos de
soja, nueces y otros frutos secos (almendras, pistachos o anacardos).
¿Cómo puedo combatir la retención de
líquidos?
Lo primero es determinar si de verdad se trata de una retención de líquidos, ya
que en general suele confundirse con otros problemas
Si de verdad hay un problema de retención de líquidos, aparecerán edemas
Si de verdad hay un problema de retención de líquidos, aparecerán edemas Getty
Images/iStockphoto
Para recuperar un peso saludable, sobre todo después de un ingreso hospitalario,
es muy importante que la dieta esté compuesta por alimentos sanos.
Además, en casos como el que nos cuentas, se suele compaginar esa pérdida de
peso involuntaria con una pérdida de apetito, lo cual dificulta todavía más la
tarea. Hay que evitar introducir alimentos superfluos que llenen el espacio que
deberían ocupar otros alimentos de mayor interés. En este sentido, es importante
garantizar suficiente presencia de ingredientes ricos en proteína.
Los purés son una buena estrategia para introducir densidad energética y
nutricional en un bajo volumen de comida
Los purés son una buena estrategia para introducir densidad energética y
nutricional en un bajo volumen de comida Getty Images
Desgraciadamente cuando una persona mayor no tiene mucho apetito, se busca
completar la dieta a base de alimentos blandos y fáciles de deglutir como las
galletas, los purés de patata y la bollería.
Las grasas saludables, los alimentos proteicos magros, los frutos secos, las
cremas y purés caseros o preparaciones como la lasaña son buenas estrategias
para introducir densidad energética y nutricional en un bajo volumen de comida.
Te facilito por aquí una guía gratuita que solemos utilizar en consulta para que
las familias tengan recetas e ideas y así poder preparar platos nutritivamente
más densos e interesantes para sus familiares.
Con mucha frecuencia hablamos de retención de líquidos cuando en realidad no se
da ese problema, por lo que lo primero que deberíamos hacer es cerciorarnos que
verdaderamente corresponde a un diagnóstico de retención de líquidos.
El término "retención de líquidos" se empezó a popularizar hace unos años cuando
se vendían productos diuréticos o planes dietéticos que se basaban en una gran
cantidad de líquido, y tras los cuales la gente que los seguía iba con mucha
frecuencia al baño. Las personas identificaban este cambio rápidamente como una
confirmación de que "efectivamente tengo mucho líquido retenido que estoy
eliminando". En realidad, ese aumento de frecuencia a la hora de ir al baño se
debe a una mayor ingesta hídrica.
El edema es la hinchazón causada por la acumulación de una mayor cantidad de
líquido en tejidos blandos
El edema es la hinchazón causada por la acumulación de una mayor cantidad de
líquido en tejidos blandos Getty Images
Si de verdad hay un problema de retención de líquidos, aparecerán edemas. El
edema es la hinchazón causada por la acumulación de una mayor cantidad de
líquido en tejidos blandos y puede aparecer por diferentes motivos. Algunas
causas pueden ser un mal retorno de la circulación o un desequilibrio de
electrolitos o de los nutrientes que retienen agua dentro de nuestra
circulación, como podrían ser las proteínas.
El tratamiento de estos edemas va a depender mucho de cuál es la causa y del
lugar donde está la retención de líquido. Entre los abordajes dietéticos, lo más
común suele ser hacer una dieta controlada en sodio e intentar buscar un peso
saludable con una mejor circulación.
Por ejemplo, en el caso de que sea hidrógeno espirado (uno de los test más
frecuentes), hay algunas cuestiones como la limitación de hidratos de carbono
que no coinciden con las recomendaciones en la búsqueda que has hecho en
Internet.
Arroz blanco
Arroz blanco Getty Images/iStockphoto
Habría que limitar la cantidad de hidratos de carbono y de féculas para que no
tengamos distorsión con la prueba. En el caso de una dieta vegana, como la
fuente proteica de referencia son las legumbres, habría que buscar aquellos
derivados que no tengan tantos hidratos de carbono asociados, como es el tofu.
Para temas clínicos es mucho mejor preguntar directamente al equipo que te está
tratando y no hacer búsquedas en Internet, que muchas veces pueden ser poco
certeras.
Cena muy recomendada por los
nutricionmistas de un plato que requiere solo
tres ingredientes principales, todos ellos con beneficios importantes para la
salud. Huevo, espinacas y gambas son los protagonistas de esta receta que,
además de saciar, aportan vitaminas, minerales y ayudan a favorecer la
relajación, tan necesaria al final del día.
Ingredientes de la tortilla de espinacas y gambas
100 gramos de gambas peladas
50 gramos de espinacas frescas
2 huevos grandes
Pimienta blanca
Un diente de ajo
Aceite de oliva virgen
Tomate frito (opcional para decorar)
GRIPE El alimento que te evitará la gripe durante el invierno
Sus especiales propiedades antibacterianas ayudan a fortalecer las defensas de
cara al invierno.
Es bien sabido que algunos de los alimentos actúan como escudo para la buena
salud del organismo, fortaleciendo el sistema inmunológico y combatiendo
gérmenes y virus. Por ejemplo, las naranjas, por vitamina C; las espinacas, por
hierro, y las nueces sin sal, por los ácidos grasos, omega-3, vitamina E y zinc,
miel por sus propiedades antioxidantes y antibacterianas.
Pero hay uno especialmente importante en invierno porque es uno de los
principales parla prevención contra la gripe por sus propiedades
antibacterianas, además de antioxidantes. Se trata de la miel. Este manjar es
uno de los superalimentos naturales más conocidos, ya que aporta energía, es una
"medicina" para cuando estás enfermo, ya que suaviza la garganta y ayuda a
aumentar los anticuerpos para combatir enfermedades, a la vez que mejora el
sistema digestivo.
Pero, además, hay que destacar un tipo de miel que crea la mejor y más fuerte
defensa para el sistema inmunológico, según destacan algunos nutricionistas. No
se trata de la tradicional miel a la que estamos acostumbrados, sino la de
manuka o manuka (del árbol mānuka), que crece sin cultivo en todo el sudeste de
Australia y Nueva Zelanda.
Es una miel monofloral, producida a partir del néctar del árbol llamado mānuka,
es mucho más espesa que la griega, con un sabor mucho más fuerte que recuerda a
la nuestra, la miel de brezo. Dicen que ha sido utilizado por los indígenas
maoríes locales durante siglos como remedio tradicional.
Según los expertos, la manuka contiene los niveles más altos de enzimas
naturales con propiedades antibacterianas que cualquier otra miel: más de 200
compuestos diferentes que la miel tradicional, que ofrecen una importante
actividad antibacteriana, antiviral, antiinflamatoria y antioxidante.
En concreto, contribuye a la cicatrización de las heridas, favorece la higiene
bucal, alivia el dolor de garganta, ayuda a prevenir las úlceras gástricas,
mejora los síntomas digestivos, pero también los síntomas desde el acné hasta la
psoriasis, se recomienda para combatir infecciones bacterianas y para mantener
un buen nivel de inmunidad contra las infecciones.
El síntoma recién descubierto que
predice con acierto quién va a sufrir un ataque al corazón en los próximos dos
años
Se trata de una sencilla prueba que se puede realizar con una analítica y que
puede salvar vidas.
Más información: Estuve a punto de morir de un extraño infarto a los 26 años:
este fue el primer síntoma que tuve
Un nuevo estudio realizado por investigadores de Intermountain Health en Salt
Lake City (EEUU) ha descubierto que la proporción de calcio en la arteria
coronaria no solo son muy efectivos para identificar a aquellos en riesgo de
sufrir futuros ataques cardíacos, sino también de muerte, y se descubrió que la
predicción del riesgo era tan buena en mujeres como en hombres.
La puntuación de calcio en la arteria coronaria (CAC) se han convertido en una
forma no invasiva para que los médicos determinen fácilmente cuánta placa se ha
acumulado dentro de las arterias coronarias de un paciente, pero existían dudas
sobre su precisión para predecir un ataque cardíaco o la muerte en hombres y
mujeres.
Estas pruebas no son invasivas, utilizan tan poca radiación como una mamografía
y son relativamente económicas, especialmente en comparación con las pruebas de
esfuerzo PET, las angiografías coronarias por TC o la angiografía coronaria.
Los resultados del estudio Intermountain Health han revelado que, además de
predecir el riesgo de muerte por causas coronarias y ataques cardíacos no
fatales, los niveles de calcio en las arterias coronarias también se
correlacionaban con la mortalidad por cualquier causa. Los investigadores
descubrieron que las personas con un nivel de calcio de cero tenían tres veces
menos probabilidades de morir por cualquier causa.
"El nivel de calcio en la arteria coronaria parece ser un indicador excelente y
preciso de la salud y el pronóstico general, incluso más allá de la enfermedad
cardíaca", expone Jeffrey L. Anderson, investigador principal del estudio y
distinguido médico investigador de Intermountain Health.
Para el estudio los investigadores revisaron los registros médicos electrónicos
de 19.495 mujeres y 20.523 hombres que se habían sometido a exploraciones PET/CT
porque sus médicos sospechaban que tenían riesgo de enfermedad cardíaca, pero
que aún no habían tenido un evento cardíaco, como un ataque cardíaco.
De estos pacientes, 7.967 tenían una puntuación CAC de cero, lo que significa
que no tenían placa calcificada en las arterias coronarias. De este grupo, las
mujeres eran, en promedio, mayores que los hombres (60,5 años para las mujeres,
53,8 para los hombres), lo que se correlaciona con el hecho de que las mujeres
suelen desarrollar enfermedades cardíacas más tarde en la vida que los hombres.
Los investigadores hicieron un seguimiento de los pacientes unos dos años
después y descubrieron que una puntuación de CAC de cero predecía un riesgo bajo
de muerte coronaria o ataques cardíacos no fatales tanto en hombres como en
mujeres.
Limpiar las arterias Tres comidas
que 'limpian' las arterias, mejoran la salud vascular y alejan el infarto
La flexibilidad de las arterias, un marcador protector contra el riesgo
cardiovascular, se puede restaurar con tres nutrientes principales.
Proteínas, zinc y niacina, una forma de la vitamina B3: una dieta rica en estos
tres nutrientes sería la clave para conservar la salud arterial y restablecerla
en caso de encontrarse dañada. Así lo plantea un nuevo estudio israelí
presentado en el Congreso Europeo sobre la Obesidad (ECO por sus siglas en
inglés) que se celebra en Maastricht, Países Bajos.
Las mejoras de la salud metabólica y cardiovascular de los pacientes con
obesidad o sobrepeso que se observan tras la pérdida de peso, apuntan los
investigadores, se tienden a atribuir a la propia eliminación de grasa corporal.
También a los cambios en la glucosa en sangre, la presión arterial o al descenso
de lípidos en el torrente sanguíneo tras el adelgazamiento.
Sin embargo, apuntan, la composición de la dieta durante el proceso de pérdida
de peso no se ha estudiado en toda su extensión, valoran. La mayoría se queda en
las categorías de macronutrientes -proteínas, carbohidratos y grasas- según los
investigadores del Centro Sagol para el Síndrome Metabólico del Instituto de
Endocronología, Metabolismo e Hipertensión del Centro Médico Tel Aviv-Sourasky,
y la Universidad Sackler, también con sede en Israel.
Para determinar el impacto de otros nutrientes en la mejora de la salud de las
arterias, los investigadores reclutaron a 72 voluntarios diagnosticados con
obesidad y síndrome metabólico, dos problemas de salud prevalentes en las
sociedades industrializadas. La edad media fue de 53 años y algo más de la mitad
eran hombres, que se sometieron a un programa multidisciplinar de pérdida peso
durante un año.
Los participantes tenían un Índice de Masa Corporal (IMC) de 34,28 kg/m2 al
comienzo del proyecto: este indicador se relaciona con el sobrepeso cuando es
igual o superior a 25 kg/m2, y con la obesidad cuando es igual o superior a 30
kg/m2. Se les pidió que rellenasen un cuestionario dietético en detalle antes de
comenzar con la dieta, y tuvieron que repetirlo nuevamente un año después.
El programa incluyó una alimentación pautada, ejercicios físicos, y entrevistas
regulares con un médico y un dietista. Se les tomaron muestras de tres
parámetros de flexibilidad arterial: velocidad de onda de pulso (PWV por sus
siglas en inglés), prueba de grosor de la íntima-media carotídea (IMT) y la
dilatación mediada por flujo (FMD). Si estos indicadores apuntan a una mayor
rigidez de las paredes arteriales, se considera que aumenta el riesgo de
morbilidad cardiovascular y muerte.
Al término del año de intervención, el IMC había descendido un 9,4% de media
entre los participantes, y las tres medidas de flexibilidad arterial habían
mejorado. La FMD se había optimizado considerablemente, un 47% de media. El
resto de incrementos fueron más discretos: la PWV mejoró un 13% y la IMT, un 1%.
Atendiendo a cada prueba, la velocidad de onda de pulso se benefició de la
reducción en la ingesta calórica y de grasas saturadas que brindó la mejora en
la dieta. Muy especialmente, fue el aumento del zinc lo que mejoró los
resultados: se trata de un mineral clave para mejorar la síntesis del óxido
nítrico en la sangre. Este compuesto ayuda a relajar los músculos internos que
llevan a las arterias a contraerse y les permite dilatarse.
Por otro lado, la mejora en el IMT se relacionó con las reducciones en las
calorías y grasas ingeridas, y el aumento de la proteína. Finalmente, los
beneficios a la FMD derivaron del aporte en niacina, un compuesto con la
capacidad de dilatar los vasos sanguíneos, en especial en el tronco superior del
cuerpo.
"Se ha observado que los cambios en determinados aspectos de la alimentación se
relacionan con una mejora en la estructura y la función vascular", explica la
Dra. Brurya Tal del Centro Médico Sourasky, e investigadora principal. "Las
comidas ricas en zinc fueron las pipas de calabaza, las pipas de girasol, las
nueces y la carne. La niacina fue proporcionada por el pescado y la carne.
"Una dieta mediterránea, rica en proteína -lácteos desnatados, pescado, pollo y
huevo-, rica en verduras, frutos secos y semillas, y complementada con frutas y
grano entero, puede contribuir a mejorar la flexibilidad arterial, protegiendo
de forma indirecta todo el sistema cardiovascular", concluye la especialista.