Comer de manera saludable es 
fundamental para mantener un cuerpo fuerte y una mente clara. La alimentación equilibrada 
no solo influye en nuestro bienestar físico, sino también en nuestra energía, 
estado de ánimo y en la prevención de enfermedades. Incorporar alimentos 
frescos, variados y nutritivos en nuestra dieta diaria es una de las mejores 
formas de cuidar nuestra salud a largo plazoLa Facultad 
de Medicina de Harvard afirma 
que ningún comestible, por si solo, puede ofrecer toda la nutrición, 
los beneficios para la salud y la energía que 
necesitamos. Sin embargo, hay algunos que merecen un reconocimiento especial, y 
dentro de este enfoque resaltan los "superalimentos", 
los cuales han destacado por sus excepcionales propiedades, siendo una fuente 
inagotable de vitaminas, 
minerales y antioxidantes.
Los pescados con mayor contenido de estas grasas poliinsaturadas 
son el salmón, el atún, la caballa, el arenque, la trucha, las anchoas y las 
sardinas.
Aguacate
El aguacate es rico en vitaminas 
A, C y E, así como en electrolitos como el potasio y 
el magnesio. 
Estas vitaminas cumplen funciones esenciales en el organismo, como el 
mantenimiento de los tejidos musculares y óseos, la cicatrización de la piel, la 
producción de glóbulos rojos, y a reducir el "colesterol malo"
Debido a su alto contenido de fibra, 
antioxidantes y grasas saludables, ayuda en la absorción 
de nutrientes liposolubles presentes en otros alimentos que consumimos. 
Esto favorece a mantener una sensación de saciedad por más tiempo, siendo una de 
sus ventajas más significativas a la hora de perder peso.
Verduras de hoja verde
Estos vegetales son una buena fuente de vitamina 
A, C y calcio, así como de varios fitoquímicos (sustancias químicas 
producidas por las plantas que tienen un efecto positivo en la salud). También 
aportan fibra y carotenoides, 
favoreciendo la saciedad y el control del apetito.
Gracias a sus antioxidantes, resguardan las células, bajan la probabilidad de 
padecer cáncer y trastornos cardiovasculares. Además, contribuyen a regular el 
tránsito intestinal, constituyendo una excelente alternativa para prevenir el 
estreñimiento. Algunos de los mejores ejemplos son la espinaca, acelga y kale.
Legumbres
Esta amplia categoría incluye porotos blancos, rojos, negros, frijoles y 
garbanzos, así como soja y arvejas, y son una excelente fuente de fibra, 
ácido fólico y proteínas vegetales.
Ayudan a mejorar la digestión, regular los niveles de azúcar en sangre, y 
reducir el colesterol, lo que favorece la salud cardiovascular. Además, su alto 
contenido en antioxidantes contribuye 
a la protección celular y al fortalecimiento del sistema inmunológico. Se 
recomienda agregarlas a ensaladas, sopas y guisos.
Yogur
Cuenta con vitamina 
B12, proteínas y probióticos, y es rico en ácido fólico, minerales como 
potasio y calcio, que promueven un microbioma equilibrado. Contribuye al buen 
funcionamiento del sistema inmune, previene la osteoporosis, evita el 
estreñimiento, contribuye en el aumento de la masa muscular, protege a nuestro 
sistema digestivo y es ideal para quienes siguen una dieta para perder peso.
Frutos secos y semillas
Los mejores ejemplos son las nueces, almendras, castañas, pistachos y semillas 
de chía. Son grandes fuentes ácidos 
grasos insaturados, fibra, vitamina E y alto contenido energético, 
convirtiéndolos en una buena alternativa en proteínas y lípidos de origen 
vegetal.
Ayudan a mejorar la salud cardiovascular al reducir el colesterol malo y 
aumentar el bueno, además de ser ricos en antioxidantes que protegen el cuerpo 
del daño celular. Su consumo regular puede favorecer el control del peso, ya que 
son saciantes, y contribuir al bienestar cerebral gracias a su contenido de 
omega-3. Además, son una excelente opción para fortalecer los huesos, mejorar la 
digestión y mantener la piel saludable.
Arándanos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja comer arándanos dado que 
resalta su riqueza en fibras 
y vitamina C. Al mismo tiempo, aportan hierro, 
vitamina K y calcio. Estos versátiles frutos pueden ser consumidos 
solos o integrados en una variedad de recetas, como tostadas, batidos o tartas.
Además, al ser son una fruta llena de antioxidantes, especialmente antocianinas, 
ayuda a combatir el daño celular y protegen contra enfermedades cardiovasculares 
crónicas. Además, fortalece el sistema inmunológico, promueve la salud de la 
piel, mejoran la memoria y las funciones cognitivas. También son beneficiosos 
para la digestión y favorecen a controlar los niveles de azúcar en sangre.
Hábitos 
fáciles que mejorarán tu salud sin que te des cuenta desde por la mañana
Aunque la gente en España cada vez está más concienciada sobre la importancia de 
hacer ejercicio, mantener una buena alimentación y cuidar la salud mental, hay 
ciertos hábitos que todo el mundo puede seguir desde primera hora del día. La base 
de nuestra salud es 
el equilibrio entre un cuerpo sano y una correcta salud mental. Los hábitos 
saludables para 
alcanzarlo comienzan en el segundo uno en que abrimos los ojos y nos lanzamos a 
vivir una nueva jornada. Hábitos buenos que mejoran nuestra salud hay bastantes, 
pero hemos seleccionado cinco fáciles y mañaneros que nos van a ayudar sin que 
nos demos cuenta a mejorar nuestra salud. 
Al despertar un vaso de agua
Una buena hidratación 
es esencial. Uno 
de los hábitos más sencillos y que más pueden interferir en la salud del cuerpo 
y del cerebro es la hidratación. Beber dos litros de agua al día ayuda a regular 
la presión sanguínea y la temperatura corporal y previene el estreñimiento.beber 
agua es uno de los mejores hábitos a lo largo de todo el día, pero hacerlo en 
ayunas tiene aún más beneficios. Hay que beber 
un vaso de agua (no fría) al iniciar el día (en ayunas) y 
si es posible con un poco de zumo de limón. Hacerlo, además de hidratarnos, nos 
va a ayudar a regular el metabolismo y el sistema digestivo. Ese vaso de agua 
también favorecerá la salud del cerebro y de la piel.
Disfruta del Silencio.
Según la Organización 
Mundial de la Salud (OMS), 
el ruido es la segunda causa ambiental de problemas de salud. De modo que el 
silencio es uno de los mejores aliados a 
la hora de lograr una experiencia de paz y equilibrio; es el comienzo de la 
conexión con uno mismo.El silencio funciona positivamente al iniciar el día, 
pero también al acabarlo (al menos media hora antes de apagar la luz, permitirá 
que descansemos mucho mejor. Si la jornada comienza con un buen rato de silencio 
(en lugar del soniquete del móvil) aumentaremos 
la sensación de equilibrio y 
reduciremos los pensamientos repetitivos.
Ducha de agua fría
Ducharse con agua fría tiene muchos beneficios... bueno, tal vez no tantos como 
se ha dicho. Pero sí, una ducha a primera hora de la mañana es una rutina que va 
a ayudar a nuestro organismo. De entrada, tiene repercusiones 
positivas a nivel cardiovascular. 
Se contraen los vasos sanguíneos mejorando la circulación.Además, una ducha fría 
reduce la temperatura corporal, fortalece 
el sistema inmune e 
incrementa la capacidad de atención (porque el agua fría estimula la producción 
de noradrenalina).
También alivia los dolores, porque reduce 
la inflamación muscular. Finalmente 
esa ducha fría despeja la mente, activa el cuerpo y mejora el estado de ánimo.
Un desayuno saludable.
Las prisas, la accesibilidad a los alimentos preparados y ricos en grasas… son 
muchos los factores que nos 
impiden hacer un buen desayuno, 
que dicen es la comida más importante del día.
¿Dulce o salado? 
"El desayuno es 
la peor 
hora del día para tomar azúcar y almidón, 
porque coincide con el momento en el que nuestro cuerpo es más sensible a la 
glucosa", comenta Odile Fernández, autora del libro Hábitos 
que te salvarán la vida. 
Es mejor, asegura, un desayuno rico en grasas y proteínas, porque no produce 
picos de glucemia.El pan, integral mejor que blanco y de masa madre. Esta 
doctora aconseja desayunar las sobras 
saladas del día anterior. 
Y si no, salmón ahumado, aguacate o huevos en tortilla, revueltos o cocidos.