El dolor muscular o en las articulaciones es uno de los problemas de salud que los médicos atienden con mayor frecuencia. Aunque en muchos casos resulta de gravedad leve o moderada y puede resolverse con pequeños cuidados en casa, estas molestias dificultan las tareas del día a día y empeoran la calidad de vida del paciente.
La Organización Mundial de la Salud establece que unos 1.710 millones de personas de todo el mundo sufren trastornos musculoesqueléticos. El dolor muscular más frecuente se produce en las lumbares, llegando a afectar a más de 568 millones de personas.
¿POR QUÉ ME DUELEN LOS MÚSCULOS?
Una buena forma de entender las diferencias entre el dolor muscular y el articular es conocer las causas tras cada uno de ellos.
Así pues, el dolor en los músculos suele vincularse a la práctica de actividades físicas para las que el cuerpo no está preparado. Según los datos de la última Encuesta europea de salud en España realizada por el Instituto Nacional de Estadística, el origen de los dolores musculares se encuentra en:
-
La falta de actividad física, debido en gran parte a las largas jornadas laborales frente a un ordenador.
-
Las malas posturas corporales mantenidas durante un gran periodo de tiempo o de forma repetitiva, como puede ser el hábito de doblar el cuello para mirar el móvil.
-
Trastornos del movimiento, que se producen al forzar la espalda al levantar peso, por ejemplo.
-
La tensión y el estrés constante, que provocan una sobrecarga tanto en la espalda como en las cervicales.
-
Las contusiones o traumatismos musculares, derivados normalmente de un golpe en la zona.
-
La actividad física excesiva o mal realizada, especialmente cuando no se ha llevado a cabo un calentamiento o tras ejercicios más intensos de lo habitual.
-
Las lesiones musculares, contracturas y distensiones, que implican la rotura de las fibras musculares y requieren tratamiento médico.
¿QUÉ CAUSA EL DOLOR ARTICULAR?
Por su parte, el dolor en las articulaciones, también conocido como artralgia, suele asociarse a la existencia de otras enfermedades. También puede estar relacionado con infecciones causadas por virus, lesiones como una fractura, tendinitis o bien derivarse de un esfuerzo o sobrecarga inusual. Aunque las causas son muy diversas, este dolor puede llegar a ser muy molesto y es importante detectarlo para tratarlo de la forma correcta.
Dolores musculares
Los dolores musculares son comunes y pueden comprometer más de un músculo. El dolor muscular también puede involucrar ligamentos, tendones y fascia. Las fascias son los tejidos blandos que conectan los músculos, huesos y órganos.
El dolor muscular a menudo está muy relacionado con tensión, sobrecarga o lesión muscular por el ejercicio o el esfuerzo físico. El dolor muscular tiende a comprometer a músculos específicos, comienza durante o justo después de la actividad. A menudo la actividad que causa el dolor es bastante obvia.
El dolor muscular también puede ser un signo de enfermedades que afectan todo el cuerpo. Por ejemplo, algunas infecciones (incluso la gripe) y trastornos que afectan los tejidos conectivos en todo el cuerpo (como el lupus) pueden causar dolor.
Una causa común de dolores y molestias musculares es la fibromialgia, una afección que causa sensibilidad en los músculos y tejido blando circundante, dificultades para dormir, fatiga y dolores de cabeza.
Las causas más comunes de malestares y dolores musculares son:
- Lesión o trauma, incluso esguinces y distensión muscular
- Sobrecarga: usar demasiado el músculo, muy rápido sin calentamiento o con excesiva frecuencia
- Tensión o estrés
El dolor muscular también puede deberse a:
- Algunos medicamentos, como los IECA para bajar la presión arterial, cocaína y estatinas para disminuir el colesterol
Cuando se presenta dolor muscular por sobrecarga o lesión, descanse la parte afectada del cuerpo y tome paracetamol o ibuprofeno. Aplique hielo dentro de las primeras 24 a 72 horas posteriores a la lesión para reducir la inflamación y el dolor. Después de esto, la aplicación de calor a menudo se siente que ofrece más alivio.
Los dolores musculares producto de sobrecarga y fibromialgia suelen responder bien a los masajes. Los ejercicios de estiramiento suaves después de un período de descanso largo también son útiles.
El ejercicio regular puede ayudar a restaurar el tono muscular apropiado. Caminar, montar en bicicleta y nadar son buenas actividades aeróbicas que se pueden intentar. Un fisioterapeuta o entrenador atlético puede enseñarle ejercicios de estiramiento, tonificación y aeróbicos para ayudar a que se sienta mejor y no tenga dolor. Empiece lentamente e incremente las sesiones de ejercicios de manera gradual. Evite las actividades aeróbicas de alto impacto y el levantamiento de pesos cuando esté lesionado o mientras tenga dolor.
Asegúrese de dormir bien y trate de reducir el estrés. El yoga y la meditación son excelentes formas para ayudarlo a dormir y relajarse.
Si las medidas caseras no están funcionando, el proveedor de atención médica le puede recetar medicamento o fisioterapia. Usted puede necesitar acudir a una clínica especializada en dolor.
Si los dolores musculares se deben a una enfermedad específica, haga lo que le indicó su proveedor para tratar la afección subyacente.
Estos pasos pueden ayudar a disminuir el riesgo de tener dolores musculares:
- Estírese antes y después de hacer ejercicio.
- Caliente antes del ejercicio y permita que los músculos se enfríen después de la actividad física.
- Beba muchos líquidos antes, durante y después del ejercicio.
- Si trabaja en la misma posición, la mayor parte del día (como estar sentado frente a una computadora), estírese al menos cada hora.
Comuníquese con su proveedor si:
- El dolor muscular persiste por más de tres días.
- Hay un dolor muscular intenso e inexplicable.
- Se presenta cualquier signo de infección, como hinchazón o enrojecimiento, alrededor del músculo sensible.
- Se presenta circulación deficiente en la zona donde están los dolores musculares (por ejemplo, en las piernas).
- Tiene una picadura de garrapata o una erupción.
- El dolor muscular ha estado asociado con el comienzo o el cambio de dosis de un medicamento, como una estatina.
Llame al número local de emergencias o 911 en los Estados Unidos si:
- Presenta aumento repentino de peso, retención de agua o está orinando menos de lo usual.
- Presenta dificultad para respirar o para deglutir.
- Presenta debilidad muscular o no puede mover alguna parte del cuerpo.
- Tiene vómitos, cuello muy rígido o fiebre alta.
SÍNTOMAS DEL DOLOR MUSCULAR Y DE LAS ARTICULACIONES
Prestar atención a los síntomas es clave para determinar si el problema radica en los músculos o en las articulaciones, lo que permitirá actuar en consecuencia. Ambas afecciones se caracterizan por la inflamación de la zona afectada, junto al entumecimiento localizado, la sensación de hormigueo y el dolor durante el movimiento.
Sin embargo, los problemas musculares dan lugar a un dolor más punzante y que suele ir acompañado de fatiga. También pueden derivar en otros síntomas vinculados a un dolor intenso y persistente, enrojecimiento alrededor del músculo, mala circulación, vómitos, fiebre, cuello rígido, problemas para respirar e incluso mareos, en cuyo caso se debe acudir inmediatamente a un médico.
Por su parte, los problemas en las articulaciones generan un aumento de temperatura en la zona afectada, además de sensibilidad y sensación de picor. Los síntomas que se le asocian son fiebre, dolor de garganta y cansancio extremo, ante los que debe consultarse lo antes posible con un médico.
CONSEJOS Y CUIDADOS
Los dolores musculares y articulares pueden reducirse con algunos cuidados. El dolor muscular leve mejora al descansar y dejar reposar la zona dolorida, hacer estiramientos, realizar masajes con la ayuda de geles antiinflamatorios o aplicar calor. En el caso de que exista una lesión, sin embargo, es preferible decantarse por las compresas frías y el uso de un vendaje compresivo, a la vez que se mantiene el músculo en una posición elevada.
Por su parte, el dolor procedente de las articulaciones puede mitigarse mediante la inmovilización de la zona afectada y tratamientos de fisioterapia. También se recomienda el uso de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, que actualmente se comercializan en múltiples formatos para adultos y niños.
En Kern Pharma ofrecemos una amplia gama de productos tópicos para el alivio ocasional del dolor leve o moderado. Nuestro DicloKern®, con diclofenaco, sin receta médica, de nuestra línea de autocuidado Kern Pharma Consumer, pertenece al grupo farmacoterapéutico de productos tópicos para el dolor articular y muscular, preparados con antiinflamatorios no esteroideos para uso tópico. Está disponible en varias presentaciones:
-
Diclokern® Spray 39,2 mg/ml solución para pulverización cutánea. Este diclofenaco sódico, actúa como analgésico y antiinflamatorio y está indicado para el alivio sintomático local del dolor leve a moderado y la inflamación de las articulaciones pequeñas y medianas y las estructuras periarticulares tras un traumatismo agudo. Recomendado para adultos y adolescentes a partir de 14 años. Máxima concentración de la gama y rápida absorción. Fácil aplicación, no mancha las manos.