Al momento de adquirirlos, elegirlos suaves al tacto (pero no blandos), perfumados, y con la piel suave y sedosa, sin abolladuras o pliegues, su color debe ser intenso pero no verde, (que es un indicador de maduración deficiente) ni tener manchas o puntos de color verde o amarillo, también señal de inmadurez.
En lo que respecta a los albaricoques secos, los más comunes vienen cortadas al medio y de color naranja muy vivo, debido a su tratamiento con dióxido de azufre. En las tiendas de productos naturales se encuentran albaricoques secos, orgánicos o naturales, no tratados con químicos, de color marrón.
Los albaricoques son ricos en fibras solubles por lo que presentan un índice de saciedad elevado y por tanto indicados para finalizar una comida ligera o como colación entre comidas. Tienen un buen contenido de proteínas, azúcares, calcio, potasio, carotenos y vitaminas A, B y C.
Son reconstituyentes y energéticos muy indicados en casos de debilidad, anemia, nerviosismo, insomnio y fatiga psicofísica; también en las convalecencias, en la hiperuricemia y en el período de crecimiento; posee además propiedades laxantes, debido a la presencia de un azúcar llamado sorbitol, y parece prevenir los efectos del envejecimiento. Es contraindicado para las personas que sufren de cálculos renales.
En la cocina, los albaricoques se utilizan para preparar tortas, mermeladas, cremas, helados y batidos; también se utilizan como guarnición de platos agridulces de carnes y en la preparación de chutneys. Con ellos también se producen jugos, jarabes, mermeladas, mostazas, etc.
Aporte nutricional cada 100 gr. (frescos)
Energía: 47.6 Kcal
Proteínas: 0.88 g.
Hidratos de carbono: 8.5 g.
Fibra: 1.5 g.
Lípidos: 0.3 g.
Colesterol: 0 mg.
Vitamina A: 280 µg.
Vitamina B1: 0.04 mg.
Vitamina B2: 0.053 mg.
Vitamina B6: 0.07 mg.
Vitamina C: 6 mg.
Calcio: 16 mg.
Sodio: 2 mg.
Ácido fólico: 5 µg.
Yodo: 0.5 µg.
Potasio: 279 mg.
Fósforo: 21 mg.