Coliflor

 
 
La Coliflor (Caulis floris), es un vegetal que integra la gran familia de las Cruciferas. Se supone que la coliflor es nativa de Asia Menor y desde allí fue llevada a Europa donde ya se consumía y apreciaba en la época de los romanos. En tiempos más modernos, un gran impulso a su expansión vino de la corte de Francia, en la época de Luis XIV.

La evidencia arqueológica muestra que la coliflor es conocida desde hace 2.500 años y que fue cultivada en Egipto 400 años antes de Cristo. Actualmente los mayores productores son la India, Estados Unidos, China, Francia e Italia.

Es un vegetal típico de la estación invernal (aunque puede conseguírselo casi todo el año) y se presenta en variedades blancas, moradas y verdes.

Al momento de su compra debe presentar la cabeza muy firme y compacta, con un bonito color blanco, verde pálido o morado, dependiendo de la elección de la variedad, y con las hojas bien  frescas y de color verde brillante, señal de que la coliflor es fresca. Evitar la compra cuando tiene manchas oscuras o signos de floración.

La coliflor se puede comer cruda o cocida. Cruda en ensaladas o, como aperitivo; cocida, caliente o fría, se prepara en sopas, pastas, cocidas al horno con salsas, gratinadas, en pasteles o simplemente aliñada con aceite de oliva y limón.

Cuando se cocina, emana un olor intenso y desagradable debido a los compuestos de azufre que contiene y que tienden a evaporarse. Para evitar que este olor se propague por toda la casa, añadir al agua de cocción un trozo de pan empapado en vinagre. No debe recocinarse, su mejor punto es "al dente"; y, si agregan unas rodajas de limón al agua de cocción, se conservará mejor su color blanco.

La coliflor es naturalmente rica en vitamina C y vitamina B9, que es necesaria para la producción y la renovación celular. También cocida, aunque en menor medida, mantiene una buena concentración de ambas vitaminas.

Aporte nutricional cada 100 gr.

Energía: 28.1 Kcal
Proteínas: 2.4 g.
Hidratos de carbono: 2.3 g.
Fibra: 2.9 g.
Lípidos: 0.28 g.
Colesterol: 0 mg.
AGP (Ácidos grasos poliinsaturados): 0.14 g.
AGS (Ácidos grasos saturados): 0.042 g.
AGM (Ácidos grasos monosaturados): 0.006 g.
Vitamina A: 7 µg.
Vitamina B1: 0.088 mg.
Vitamina B2: 0.092 mg.
Vitamina B6: 0.24 mg.
Vitamina C: 58.8 mg.
Vitamina D: 0 µg.
Calcio: 19.3 mg.
Sodio: 13 mg.
Ácido fólico: 72.5 µg.
Yodo: 5.9 µg.
Potasio: 296 mg.
Fósforo: 52 mg.

Col

 
 
La col o repollo (Brassica oleracea), es una planta comestible de la familia de las Crucíferas.

Existen muchas variedades que se presentan en colores blanco, verde o morados; producidas a partir de la especie silvestre conocida desde hace siglos. Se sabe que celtas, griegos y romanos lo consumían y utilizaban en problemas intestinales y pulmonares; también era suministrado a las madres que estaban amamantando, ya que aseguraban que incrementaba la producción de leche.

Contienen gran cantidad de vitamina A, C (que se destruye parcialmente durante la cocción), ácido fólico, fibra, potasio, calcio y beta-caroteno, y algunas sustancias especiales, con efectos antitiróideo, y de protección contra el cáncer de intestino; además de propiedades antioxidantes.

Las coles son alimentos muy saciadores y bajos; en grasa, por lo que son muy útiles en una dieta baja en calorías también es rico en fibras de celulosa que ayudan al buen funcionamiento de los intestinos.

En la cocina se utiliza cruda en ensaladas o cocida como guarnición de distintos cortes de carne; muy utilizada para acompañar platos agridulces, una de sus preparaciuones típicas es el chucrut (col fermentada). La conservación de la col en el refrigerador no debe exceder de 5 días.

Aporte nutricional cada 100 gr.

Energía: 30.6 Kcal
Proteínas: 1.4 g.
Hidratos de carbono: 4.2 g.
Fibra: 3 g.
Lípidos: 0.2 g.
Colesterol: 0 mg.
AGP (Ácidos grasos poliinsaturados): 0.11 g.
AGS (Ácidos grasos saturados): 0.038 g.
AGM (Ácidos grasos monosaturados): 0.0041 g.
Vitamina A: 12 µg.
Vitamina B1: 0.043 mg.
Vitamina B2: 0.045 mg.
Vitamina B6: 0.19 mg.
Vitamina C: 48 mg.
Calcio: 45 mg.
Sodio: 12 mg.
Ácido fólico: 31 µg.
Yodo: 3 µg.
Potasio: 255 mg.
Fósforo: 36 mg.

Congrio

 
 
Congrio
El congrio es un pescado muy consumido en algunas zonas de nuestro país, y muy apreciado por su buen sabor.
 
Es muy abundante tanto en el Océano Atlántico como en el Mar Mediterráneo, y la mejor época para su pesca y, por consiguiente, para su consumo son los que van de septiembre a diciembre y de marzo a mayo.
 
No es pez de muchas profundidades, y normalmente se le encuentra nadando a unos 30 metros como máximo. Le gusta acudir a zonas donde haya restos de naufragios y guarecerse allí, cobijándose también frecuentemente en grietas o entre piedras. También le gustan los fondos con arena.
 
Existen dos tipos muy comunes de congrio, el gris y el negro. Este último tiene una carne de más calidad que el gris, con menos grasa y más blanca.
 
Se trata de un pez que en apariencia se asemeja mucho a una serpiente, largo y de forma cilíndrica, sin escamas y con una boca muy grande que le llega hasta los ojos. Su color es de una tonalidad entre el gris y el azul, con el vientre de color blanquecino.
 
En cuanto a sus medidas, lo corriente es que se encuentren entre los 90 y los 180 centímetros, y que pesen entre los 5 y los 15 kilos. Pese a ello, se han encontrado muchos ejemplares de hasta 3 metros de largo. Aquí cabe señalar que la hembra es de mayor tamaño que el macho.
 
En lo que se refiere a la alimentación, cabe comentar que es un pez que sólo come de noche, alimentándose especialmente de calamares, crustáceos y otros peces.
 
Está considerado un pescado semigraso, conteniendo 3 grs. de grasa por cada 100 grs. de carne. No tiene una cantidad importante de proteínas, pero las que tiene son de alto valor biológico.
 
Contiene una cantidad alta de vitamina B1, muy beneficiosa para el correcto funcionamiento de las neuronas. También tiene altas cantidades de B2, muy beneficiosa para la piel y para la vista, fortaleciendo asimismo el sistema inmunológico.
 
Especialmente significativa es la aportación que este pescado hace a nuestro organismo de vitamina A, siendo el pescado que más nos aporta después de las anguilas. Esta vitamina ayuda al mantenimiento y reparación de la piel y de otros tejidos, beneficia el sistema nervioso y la visión nocturna, y fortalece frente a las infecciones.
 
El congrio contiene también una cantidad importante de vitamina D, que favorece la fijación del calcio en el hueso.
 
En cuanto a minerales, el congrio es rico en fósforo, muy importante para los huesos y para los dientes, así como en magnesio, que ayuda al buen funcionamiento de los intestinos, así como de los músculos, fortaleciendo asimismo nuestra inmunidad.
 
Propiedades nutritivas por cada 100 grs. de producto
 
Calorías                          106,45
Proteínas (g)                    19
Grasas (g)                         2,8
Fósforo (mg)                  202
Magnesio (mg)                 30
B1 o Tiamina (mg)             0,17
B2 o riboflavina (mg)          0,37
B3 o niacina (mg)               5,5
Vitamina A (mcg)            500
Vitamina D (mcg)             22