La fresa (Fragaria vesca) es el fruto de la planta del mismo nombre de origen europeo (zonas de montaña), Asia y América del Norte y del Sur, que pertenece a la familia Rosaceae, subfamilia Rosoideae, género Fragaria, es una fruta caracteriza por un excelente aroma y un sabor dulce, que crece silvestre en los bosques.
La fresa que se consume actualmente, tiene orígenes muy antiguos: la primera variedad se cultivó a principios del siglo XVIII en Francia, luego de que un oficial francés, fura enviado a Chile, y a su regreso trajera consigo especies autóctonas de las que se derivaron las variedades actualmente cultivadas.
Fue un jardinero del rey Luis XIV, quien utilizó las fresas silvestres con fines ornamentales, quien comenzó a seleccionar las fresas para su consumo: la necesidad de conseguir ejemplares más grande y menos delicados, condujo a la selección de muchas variedades que hoy a menudo, se cultivan en invernaderos.
Cómo elegir las mejores
Al comprar las fresas, para elegir las mejores hay que comprobar que sean firmes y de un color rojo uniforme, sin manchas, abolladuras o partes blancas, señal de que todavía están verdes; por el contrario, si son de color rojo muy oscuro, es señal de que están muy maduras y tienen que ser consumidas de inmediato. También se debe prestar atención al pedúnculo, que debe estar unido a la fruta.
Cómo se conservan y se limpian las fresas
Las fresas son muy delicadas y perecederas. Pueden conservarse en el refrigerador durante 2-3 días a lo sumo, de preferencia sin encimarlas para que circule el aire y no se pudran. Antes de consumirlas deben lavarse cuidadosamente, ya que crecen en contacto con el suelo y por lo tanto pueden retener microrganismos y pesticidas. Después de lavar las fresas (sin remojarlas), quitar la roseta de hojas, sin romperla, con un movimiento giratorio. Evite, sin embargo, lavarlas o quitar los tallos si no van a ser consumidas inmediatamente, y aderezarlas en el último momento para evitar que se ablanden.
Propiedades de las fresas para nuestra salud
Las fresas son ricas en vitamina C, y también contienen vitaminas A, B1, B2, ácidos orgánicos y azúcar (fructosa y sacarosa, bien toleradas por las personas con diabetes). Tienen cualidades aperitivas, tónicas, laxantes y dietéticas debido a sus pocas calorías; también tienen una acción beneficiosa en los casos de gota, reumatismo y ciática, y son diuréticas debido a la presencia de potasio. Son también buenas contra las quemaduras solares hechas puré y aplicadas en la zona afectada.
Las hojas contienen taninos y flavonoides, son anti-diarreicas, antihemorrágicas y astringentes, mientras que el rizoma (tallo), es astringente, calmante y purificante. En personas predispuestas puede provocar alergias o desencadenar urticarias fuertes.
Usos de las fresas en la cocina y recetas
Las fresas son muy apreciadas por su forma, aroma y sabor, así como por su frescura; se utilizan en la preparación de cremas, confituras, mermeladas, jaleas, helados, sorbetes, jarabes, mousses, pudines y zumos de frutas; y también en platos agridulces.
Ya sean silvestres o cultivadas, se comen crudas en ensaladas, con azúcar o vino, tartas y pasteles, pero la preparación con crema chantillí es la más clásica y deliciosa.
Las hojas de las fresas salvajes también se utilizan para dar sabor a algunos preparados de carne. La producción de fresas se destina también a la congelación, y la producción de bebidas alcohólicas.
Información nutricional de las fresas por cada 100 gr .
Energía: 35.3 Kcal
Proteínas: 0.81 g.
Hidratos de carbono: 5.5 g.
Fibra: 1.6 g.
Lípidos: 0.4 g.
Colesterol: 0 mg.
AGP (Ácidos grasos polinsaturados): 0.24 g.
AGS (Ácidos grasos saturados): 0.032 g.
AGM (Ácidos grasos monosaturados): 0.063 g.
Vitamina A: 3 µg.
Vitamina B1: 0.031 mg.
Vitamina B2: 0.054 mg.
Vitamina B6: 0.06 mg.
Vitamina C: 54.9 mg.
Calcio: 21.5 mg.
Sodio: 1.4 mg.
Ácido fólico: 61.6 µg.
Yodo: 2.7 µg.
Potasio: 161 mg.
Fósforo: 26 mg.