Se trata de uno de los alimentos consumidos desde épocas más remotas, ya que, según el estudio realizado en restos arqueológicos hallados en Escocia, se sabe que era consumido por los hombres del Neolítico.
El besugo abunda en las costas atlánticas europeas, aunque también se pesca en las aguas del Mediterráneo, si bien es cierto que con mucha menos abundancia. Vive agrupado en bancos, y es curioso observar que los ejemplares más jóvenes nadan normalmente a unos 40 metros de profundidad, y que, sin embargo, los ejemplares más adultos lo hacen mucho más abajo, incluso a 700 metros.
En nuestros mercados encontramos besugos durante todos los meses del año, aunque su mejor ápoca es desde el mes de noviembre hasta el de marzo.
Tienen forma ovalada, con el hocico chato, y son de color tirando a rojizo, con las zonas laterales y la del vientre gris plateado. Además tiene una mancha que lo caracteriza tras la cabeza, de color negro.
Su alimentación es a base de peces, y las medidas que alcanza comúnmente son de unos 40 centímetros y alrededor de los cinco kilos, aunque existen ejemplares de hasta 65 centímetros. Como curiosidad, cabe señalar que pueden vivir hasta 16 años.
La cantidad de grasa del besugo es baja, y cambia según la estación del año, pasando de no tener prácticamente en primavera a tener en invierno una media de unos 9 grs. por cada 100 grs. de su carne. Es una importante fuente de proteínas, y muy recomendado en las dietas de reducción de peso.
Es rico en vitaminas B3, B6 y B12, especialmente en esta última, cuya cantidad equivale a la que aportan los huevos, la carne y el queso. Son vitaminas que favorecen el funcionamiento del sistema nervioso y el de defensa, interviniendo también en la formación de las hormonas sexuales.
En cuanto a minerales abunda el magnesio, que favorece el funcionamiento tanto del intestino como el del sistema nervioso, así como el potasio, que es beneficioso tanto para la actividad muscular como para el sistema nervioso. También abunda el hierro, que favorece la creación de hemoglobina, y el fósforo, imprescindible como todos sabemos para huesos y dientes.
Hay que advertir, por otro lado, que el besugo es un pez que contiene purinas, componente que, al introducirse en nuestro organismo, sufre una transformación, convirtiéndose en ácido úrico, por lo que no es recomendable su consumo por parte de aquellas personas que padecen hiperuricemia o gota.
Propiedades nutritivas por cada 100 grs. de producto
Grasa 1,80 g.
Colesterol 56,50 mg.
Sodio 20 mg.
Carbohidratos 0 g.
Fibra 0 g.
Azúcares 0 g.
Proteínas 18,12 g.
Vitamina A 9 ug.
Vitamina B12 2,91 ug.
Vitamina B3 2,89 mg.
Vitamina C 0 mg.
Calcio 40,72 mg.
Hierro 0,80 mg.