Para hacerlos sólo necesitas una colchoneta y toda tu atención puesta en lo que estás haciendo.
Repeticiones: haz 3 series de 10 repeticiones.
Variante: cruza una a pierna y mantén la otra
estirada.
Repeticiones: 3 series de 8 repeticiones a cada
lado.
Variante: estira las piernas, eleva el tronco y
toca con la mano la parte externa del pie contrario.
Repeticiones: 3 series de 8 repeticiones.
Variante: cuando hayas subido el tronco, toca ambas
rodillas, vuelve a colocar las manos en la nuca y baja.
Tiempo: Al menos 10 segundos en cada posición.
Esto provoca que los músculos que realmente queremos trabajar más no se esfuercen tanto, y los que deberíamos aislar, trabajen demasiado. Además, implicar en el trabajo abdominal el músculo psoas-ilíaco puede provocar dolor lumbar si no tenemos suficiente control postural.
Otro gran error es sobreentrenar los abdominales pensando que así conseguiremos más resultados. Hacer muchos abdominales todos los días carece de sentido, ya que sólo conseguiremos tirar del cuello, hacernos daño en la espalda y sobrecargar los músculos. Si normalmente alternamos el trabajo de otros grupos musculares, ¿por qué no dejamos descansar a los abdominales?
Además, éstos intervienen de forma complementaria en todo tipo de deportes, por lo que muchas veces no sería necesario entrenarlos a no ser que realicemos actividades físicas que requieran ese gesto específico (como un futbolista, por ejemplo).
Tener unos abdominales tonificados es el “talón de Aquiles” de hombres y mujeres. Ellos suelen buscar la tableta de chocolate y ellas una tripa plana que cuesta mucho conseguir aunque se hagan muchos ejercicios abdominales. ¿Cuál es el entrenamiento adecuado? ¿Hay que trabajarlos a diario? ¿Cómo se quema la grasa abdominal? ¿Hay que hacer muchas repeticiones? ¿Qué relación tienen los abdominales con las patologías de espalda? ¿Hasta qué punto influye la genética? Aquí tienes respuestas a todas estas preguntas, ejercicios, consejos y el método más novedoso para trabajarlos: el Reprocessing Soft Fitness.
Además de por motivos estéticos, es importante tener una musculatura abdominal fuerte para evitar dolores de espalda, ya que se trata de músculos estabilizadores de la zona lumbar. Una musculatura abdominal bien trabajada disminuye en gran medida el riesgo de sufrir patologías lumbares (por ejemplo, hernias de disco), ya que estarán equilibrados los niveles de fuerza de la musculatura posterior con la anterior (espalda y abdomen).
Esto es importante para la práctica de casi cualquier deporte ((carrera ..