Artritis

 
Artritis

 
Manos afectadas con artritis reumatoide, una forma autoinmune de

La artritis (del griego articulación e inflamación) es la inflamación de las articulaciones, que duelen, se hinchan y están calientes al tacto. Las articulaciones afectadas pierden movilidad y pueden llegar a deformarse.

Si afecta únicamente a una articulación se llama monoartritis, cuando son 2 o 3 recibe el nombre de oligoartritis y si afecta 4 o más simultáneamente, se denomina poliartritis.

No debe confundirse la artritis con la artrosis, la cual es una enfermedad degenerativa y no inflamatoria. No obstante, a pesar de ello en ocasiones, sobre todo en la literatura anglosajona, se denomina osteoartritis.1

Clasificación

Existen numerosas enfermedades y síndromes que pueden producir artritis, en los cuales ésta es considerada la principal manifestación, tales como:

  1. Artritis reumatoide y sus variantes, como la artritis juvenil idiopática, provocadas por fenómenos de autoinmunidad. La artritis reumatoide es una de las formas de artritis más frecuente. Puede afectar a todas las articulaciones, provocando inflamación de los cartílagos y la membrana sinovial alrededor de las uniones de los huesos. Se la considera una enfermedad autoinmune en la que se producen autoanticuerpos contra el propio organismo. Los síntomas principales consisten en hinchazón y dolor, especialmente en las articulaciones de manos y pies, deformación de las regiones afectadas y pérdida de movilidad. El tratamiento farmacológico se basa en la administración de fármacos antiinflamatorios, corticoides e inmunosupresores, dependiendo de la gravedad del cuadro.
  2. Artritis por microcristales: la padecen los afectados de gota y pseudogota.
  3. Artritis infecciosa también llamada artritis séptica. Está causada por una infección de origen bacteriano, vírico, micótico o parasitario.
  4. Artritis secundarias a otras enfermedades, como la artritis psoriásica, la artritis asociada a enfermedad inflamatoria intestinal, la artritis del lupus eritematoso sistémico, púrpura de Schönlein-Henoch, sarcoidosis y muchas otras.
  5. Artritis reactiva. Recibe este nombre la artritis que aparece tras una infección intestinal, genital o urinaria. Por ejemplo la artritis del Síndrome de Reiter.
  6. Artritis neuropática: producida por lesiones del sistema nervioso. En realidad no es una artritis y su denominación correcta es artropatía neuropática o articulación de Charcot.2
  7. Osteoartritis. El nombre más adecuado de esta afección es artrosis y no es una verdadera artritis, pues está provocada por fenómenos degenerativos en la articulación y no por inflamación de la misma.

Etiología

Cuando hablamos de artritis, no nos referimos a una causa única, pues existen más de 100 enfermedades diferentes que pueden provocarla, tales como trastornos autoinmunes, enfermedades infecciosas o traumatismos. En estos caso, la artritis se considera secundaria a la principal enfermedad. Entre ellas se incluyen:.

Cuadro clínico

Qué es la artritis y cómo puede llegar a afectarte

Es una enfermedad crónica autoinmune y se desconoce su origen en la mayoría de los casos por lo que no se puede prevenir. Pero lo que sí se puede es frenar su avance y dar alivio si hay dolor.

Levantarse con rigidez en las articulaciones y tenerlas a menudo hinchadas, sufrir dolor, problemas de movilidad o debilidad muscular, tener fiebre a menudo... Son los síntomas más característicos de la artritis, una patología de origen desconocido.

A veces tiene consecuencias graves y provoca dolor y pérdida de movilidad en la articulación afectada. En algunos casos, sobre todo en la poliartritis, impide una vida normal y dificulta de forma muy importante la movilidad de la persona afectada.

Aparece cuando la membrana sinovial se inflama y produce un exceso de líquido, lo que acaba erosionando el hueso. En sus casos más graves puede desembocar en la deformidad o la destrucción de la articulación e incluso afectar a otros órganos.

La buena noticia es que, aunque es crónica, hay varios y efectivos tratamientos para hacer la enfermedad más llevadera y frenar su avance.

Aparece cuando la membrana sinovial se inflama y produce un exceso de líquido, lo que acaba erosionando el hueso. En sus casos más graves puede desembocar en la deformidad o la destrucción de la articulación e incluso afectar a otros órganos.

La buena noticia es que, aunque es crónica, hay varios y efectivos tratamientos para hacer la enfermedad más llevadera y frenar su avance.

artritis reumatoide, La más frecuente

Aunque la artritis reumatoide se considera minoritaria, se estima que más de 200.000 personas padecen esta enfermedad inflamatoria crónica en España. Y dos de cada tres afectados son mujeres de entre 30 y 50 años.

En España, hay más de 200.000 afectados y 2 de cada 3 son mujeres de entre 30 y 50 años

Es importante detectarla cuanto antes para empezar una terapia, ya que de no hacerlo la enfermedad va restando mucha calidad de vida.

Síntomas básicos para detectarla

Si sientes dolor en las articulaciones, fíjate si notas también otras molestias asociadas durante al menos 6 semanas. En ese caso, acude al reumatólogo para consultarle.

  1. Rigidez matutina: Tienes una gran dificultad para mover la articulación cuando te levantas por la mañana que dura, al menos, una hora. Además, puedes notar hinchazón, calor y enrojecimiento. A medida que avanza el día y te mueves baja el dolor, pero se intensifica con el reposo.
  2. Dedos hinchados: La artritis reumatoide suele manifestarse primero con hinchazón en articulaciones pequeñas como los dedos de las manos, pero también puede afectar a rodillas, muñecas... Y a menudo el dolor se "contagia" al otro lado del cuerpo.
  3. Molestias distintas: Sentir mucho cansancio, tener fiebre sin motivo aparente, hormigueo en manos y pies, ronquera o sequedad en la boca son síntomas que, combinados, alertan de una posible artitis.

Para establecer el diagnóstico, se hace un análisis de sangre para comprobar si hay ciertas partículas proteínicas en sangre (como la proteína C reactiva) elevadas que indican la presencia de inflamación.

Las "otras" artritis menos habituales

Tratamientos para aliviar los síntomas

Si bien es cierto que la artritis reumatoide es una enfermedad crónica que resta calidad de vida, si se enfrenta con un enfoque positivo y se sigue el tratamiento adecuado es más sencillo convivir con ella. De hecho, con los últimos avances terapéuticos muchos pacientes apenas notan los síntomas.

artritis reumatoide, La más frecuente

Aunque la artritis reumatoide se considera minoritaria, se estima que más de 200.000 personas padecen esta enfermedad inflamatoria crónica en España. Y dos de cada tres afectados son mujeres de entre 30 y 50 años.

Tratamiento

El tratamiento puede realizarse con diversos fármacos, dependiendo de la causa y el tipo de artritis.

Cuando es provocada por una enfermedad celíaca o una sensibilidad al gluten no celíaca sin reconocer, el diagnóstico y tratamiento con la dieta sin gluten produce la recuperación completa o una considerable mejoría de los síntomas de la artritis.3

En algunos casos, cuando la artritis es causada por una infección, la enfermedad se puede curar al detener la infección. Las siguientes infecciones pueden causar artritis: Enfermedad de Lyme, Infecciones por Staphylococcus, Tuberculosis y Gonorrea.

Actualmente, la mayoría de los tipos de artritis no se pueden curar, pero se pueden realizar tratamientos eficaces para reducir el dolor y la discapacidad, de forma que se recupere la calidad de vida perdida por la artritis.

A la hora de elegir el medicamento o tratamiento más adecuado para la artritis que sufrimos, el médico prescribirá los medicamentos que sean mejores en función de la edad, el avance de la artritis, otra medicación que se esté ya tomando para otras patologías o las alergias que se tengan a ciertos medicamentos.

Los medicamentos o tratamientos para la artritis tienen diferentes propósitos según del tipo de artritis que se padezca. Estos buscarán principalmente:

- Reducir la inflamación.

- Aliviar el dolor.

- Ralentizar el avance de la artritis.

- Reducir los niveles de ácido úrico y prevenir los ataques de gota, si estos se dan.

- Reducir la actividad del sistema inmunológico del cuerpo cuando daña las articulaciones u órganos en ciertos tipos de artritis.

Algunos medicamentos tardan días en hacer efecto, otros meses. Si no se nota mejoría, hay que verificar con el médico la eficacia del tratamiento.

Algunos medicamentos y tratamientos por vía oral o intravenosa pueden causar efectos secundarios. Si nota algún cambio inusual o indeseable comuníqueselo a su médico.

Los medicamentos o tratamientos tópicos tienen menos riesgo de efectos secundarios y pueden ser una solución muy eficaz cuando la artritis se sufre en solo algunas articulaciones, como la rodilla, la mano, tobillo, codo, el hombro o la parte lumbar de la espalda.

Los medicamentos y tratamientos tópicos más comunes para la artritis son las cremas, geles, sprays o fluidos con un porcentaje de antiinflamatorios y calmantes en su formulación. Estos pueden ser medicamentos como el ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno, etofenamato, paracetamol…o naturales como el MSM (metil-sulfonil-metano), Boswellia Serrata, Harpagofito, Jengibre, Romero apoyados con condroprotectores como la Glucosamina HCL y Condroitina procedentes de plantas y animales.

Los condroprotectores ejercerán una acción regeneradora sobre la deteriorada articulación al tiempo que los antiinflamatorios reducen la inflamación y el dolor, y pueden devolver la movilidad a la articulación.

En casos en los que los medicamentos no se puedan administrar por vía oral, intravenosa o tópica por tener alergia a estos, como sucede comúnmente con los AINES, por padecer alguna enfermedad en la que estén contraindicados, como una patología gástrica o circulatoria, por no sentir su efecto o simplemente porque ya se toman demasiadas medicinas y se quiere optar por una terapia más natural, y en muchos casos más efectiva, que el medicamento, la opción de los anti-inflamatorios y calmantes naturales mencionados antes, son la opción más extendida en algunas fórmulas que pueden encontrarse en las farmacias y herbolarios.

A lo anterior, es importante remarcar que el estilo de vida saludable, una buena alimentación, un peso correcto, ejercicio físico moderado y dormir bien son la mejor base para prevenir la artritis.