Estornudo

Un estornudo es un acto reflejo convulsivo de expulsión de aire desde los pulmones a través de la nariz, fundamentalmente, y, eventualmente, por la boca. Por lo común es provocado por partículas extrañas que provocan la irritación de la mucosa nasal. El estornudo puede diseminar enfermedades mediante el lanzamiento de vectores en el aire.

Mecanismo

La irritación estimula la sensibilidad de la nariz y ello provoca una fuerte y muy rápida inhalación de aire ―aproximadamente dos litros y medio― que pasa a los pulmones. En ese momento es cuando los músculos abdominales hacen subir repentinamente al diafragma para aumentar la presión en los pulmones. Mientras tanto, los músculos de la faringe se abren y se cierran también. El aire sale entonces disparado por la nariz a una velocidad promedio de entre 50 y 70 km/h.12​ La saliva que acompaña al aire puede cubrir un área de unos 7 m2.[cita requerida]

Para una persona es muy difícil mantener los ojos abiertos mientras estornuda. El reflejo de cerrar los ojos tiene un objetivo: cuando el aire va desde los pulmones hasta la nariz puede aumentar la presión ocular y desplazar un poco los ojos haciéndoles daño. También es posible que los gérmenes contenidos en la saliva que sale disparada por la boca toquen el globo ocular y produzcan una infección.2

Es casi imposible estornudar sin mover la cabeza hacia delante (solo sería posible si el estornudo fuera muy suave). Este movimiento ayudaría a expulsar las sustancias irritantes del aparato respiratorio.

Factores desencadenantes del estornudo

Onomatopeyas

Algunas onomatopeyas correspondiente al estornudo son:

La primera sílaba correspondería a la aspiración lenta de aire, y la última sílaba a la repentina expulsión por la boca.

Casos históricos y prácticas

En la Odisea (17.541-550), cuando Penélope oyó que su esposo Ulises podía estar vivo, dijo que él y su hijo podrían finalmente castigar a los pretendientes. En ese momento, su hijo estornudó fuertemente, y Penélope rió, llena de felicidad, ya que lo consideró una señal de los dioses.

El 3 de septiembre del 401 a. C., antes de una batalla contra los persas, el soldado ateniense Jenofonte pronunció un dramático discurso instando a sus colegas a acompañarlo a la libertad o la muerte. Después de una hora de arenga, un soldado estornudó, lo que sus compañeros consideraron una señal favorable de los dioses hacia Jenofonte.

Entre los paganos de Flandes un estornudo significaba un presagio.

Los católicos popularizaron el uso de la bendición como respuesta al estornudo. La costumbre de exclamar «¡salud!» tras un estornudo comenzó hacia el año 590, cuando la peste comenzaba a acechar Europa. Para combatir la peste, el papa Gregorio Magno (540-604) ordenó letanías, procesiones y plegarias constantes. Aquel que estornudara debía ser inmediatamente denunciado mediante la exclamación «¡salud!», que funcionaba como una oración para bendecir el lugar y evitar el desarrollo de la peste, pero que también estigmatizaba a quien acababa de estornudar como si fuera un campesino portador de la desconocida enfermedad. La costumbre permanece aún entre los hablantes de varios idiomas, entre algunos de los cuales se sigue utilizando algún tipo de bendición, como «Jesús» o «Salud». En los países anglosajones se suele utilizar la expresión «Bless you» (‘[Dios] te bendiga’), con el mismo fin que el «¡salud!», de los países hispanohablantes.

Gradualmente la exclamación perdió su connotación negativa, y pasó a ser considerada un acto de cortesía.

En Rusia, Hungría y Eslovenia, un estornudo que ocurre después de hacer una afirmación se interpreta a veces como una confirmación por parte de Dios de que lo que se dice es cierto. En India, Pakistán y Guatemala se cree que cuando alguien estornuda es que recuerda o es recordado por alguien querido. En El Salvador, cuando alguien estornuda siempre se hace la broma que la causa del estornudo es por que no se ha ingerido bebidas alcohólicas. En Japón, estornudar es señal de que alguien está hablando de la persona que estornuda. En algunos pueblos de México se cree que si un varón estornuda significa que su esposa le está siendo infiel.

En muchas ocasiones se pueden ver luces blancas después de estornudar, posiblemente esto se deba al aumento de la presión intraocular.

 

¿Qué se esconde detrás de la no tan grata sensación de estornudar? Genial.gurucomparte contigo todo lo que descubrimos investigando este reflejo tan necesario.

Partamos de lo básico, ¿qué es? Un estornudo es un acto reflejo convulsivo de expulsión de aire desde los pulmones a través de la nariz por la boca.


 Comúnmente es provocado por partículas extrañas que causan irritación de la mucosa nasal.



Y como cada parte de nuestro cuerpo, los estornudos también tienen “cosas que nadie sabe“:
Viajan hasta 160 kilómetros por hora.

Los gérmenes provenientes de un estornudo pueden alcanzar un radio mayor a 9 metros, distancia suficiente para contaminar al que tienes al lado.
Nuestra nariz recarga energía tras la fuerza que desencadena la presión de un estornudo, de esta forma las partículas contaminadas pueden ser detectadas y desechadas.Las alergias, la pimienta y los resfriados no son los únicos que los provocan. Un 25% de la gente estornuda repetidamente cuando se expone repentinamente a una luz brillante. Padecen el síndrome ”Achoo“, y es hereditario.

Es bastante normal que estornudemos dos o tres veces de forma continua; se necesita más de un intento para eliminar las partículas irritantes.

Nuestros ojos se cierran al estornudar por un reflejo involuntario; no hay mucho que se pueda hacer en el intento por mantenerlos abiertos.

El corazón no se detiene cuando estornudamos, lo que puede suceder es que la frecuencia cardíaca disminuya de forma natural, pero solo un poco.

Es posible calmar las ganas de estornudar: uno de los trucos -aunque nada recomendado- es frotar tu nariz mientras presionas tu labio superior.

Evitarlos es contraproducente, ya que forman parte natural de las reacciones de nuestro cuerpo, principalmente de las defensas.

La costumbre de decir “Jesús” o ”salud“ se remonta al siglo VI. Al parecer el Papa Gregorio Magno ordenó decir ”Que Dios te bendiga" a aquellos que estornudaran, con motivo de una epidemia de peste, como deseo para que no les atacase la mortal enfermedad. Abreviado, el “Jesús” actual.

Distracciones tales como que nos hablen, nos miren o incluso dirijamos la vista hacia otro lugar, pueden hacer que las ganas de estornudar se desvanezcan y quedemos con una expresión en el rostro nada agradable.

 Se piensa que, como el estornudo es un reflejo que de cierta forma podemos controlar, ante una distracción se altera la respiración provocando que el estornudo no se concrete.

Por suerte podemos conseguir traerlo de regreso fijando la mirada en una fuente de luz brillante, como una lámpara o la luz del sol.