¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una
sustancia
grasa. Forma parte de la mayoría de las
membranas celulares y de diversas hormonas. Es por
tanto necesario para nuestro organismo. Por ello,
nuestro cuerpo fabrica todo el colesterol que
necesita para mantenerse sano.
El colesterol
también procede
de los alimentos que comemos. Pero si se comen
alimentos con mucha grasa saturada, grasa trans
y colesterol, el cuerpo puede producir más
colesterol del que necesita.
La grasa saturada
está sobre todo en grasas animales como la de la
carne, el queso, la leche entera y la mantequilla.
Pero también, en algunas grasas vegetales como el
aceite de palma y de coco.
La grasa trans
se halla en productos como la manteca vegetal,
margarina en barra, comidas fritas, precocinados,
galletas dulces y saladas, pasteles y repostería.
¿Por qué
puede estar alto el colesterol en la infancia
(hipercolesterolemia)?
Hay una serie de
factores que pueden actuar sobre los niveles de
colesterol. Sobre algunos de estos factores puedes
actuar:
1.
La dieta es el principal factor
de riesgo ambiental. Por tanto, es modificable y
puede cambiar los niveles de colesterol.
En la dieta influye
no solo la cantidad total de grasas que se toman con
los alimentos, sino también el tipo de grasa. El
mayor riesgo lo causan las grasas saturadas, el
colesterol, los ácidos grasos trans y las
grasas hidrogenadas (las que se solidifican a
temperatura ambiente).
2. El peso. La
obesidad infantil y
juvenil ha aumentado mucho en los últimos años.
Hoy en día es un importante problema de salud. Y se
ha visto que se asocia con concentraciones altas de
colesterol.
3. La
actividad física. Al igual que con la
dieta, en los últimos años ha habido un gran cambio
en el estilo de vida. Somos más sedentarios, tanto
los niños como los adultos.
Los niños pasan hoy
en día muchas horas viendo la
televisión o jugando con el ordenador o
con videojuegos. Muchos casi no dedican tiempo
al deporte o a juegos que impliquen ejercicio
físico. Esto gasta menos energía. Se favorece la
obesidad infantil y un mayor colesterol.
4.
Tabaco. Los adolescentes que fuman tienen un
colesterol más alto que los no fumadores.
Hay otros factores
que también influyen en los niveles de colesterol y
sobre los que no puedes actuar:
- Raza, sexo,
edad
- Herencia: los
genes determinan en parte la cantidad de
colesterol que el cuerpo produce, y hay
determinadas enfermedades hereditarias que
determinan un colesterol elevado como la
hipercolesterolemia familiar.
¿Hay
colesterol bueno y colesterol malo?
El colesterol se
mueve por el organismo. Va desde el hígado donde se
forma, hasta las partes del cuerpo donde hace falta.
Para ello necesita combinarse con unas proteínas
transportadoras. La unión de ambos es lo que se
llama lipoproteínas.
Las
lipoproteínas de baja densidad o
colesterol LDL (low
density lipoprotein), son el llamado “colesterol
malo”. Son las principales transportadoras
de colesterol a través de los vasos sanguíneos desde
donde se forma, en el hígado, al resto del cuerpo. Y
si hay mucho colesterol LDL en sangre, se puede
acumular en las paredes de las arterias. Se forman
placas espesas y duras que se llaman placas de
ateroma. Estas placas van creciendo poco a poco
según se va depositando cada vez más colesterol. La
luz de las arterias se va estrechando. Puede llegar
incluso a obstruirlas. Esto causa una falta de riego
sanguíneo de esa parte del cuerpo. Si es en el
corazón, puede provocar un infarto de miocardio. Y
si es en el cerebro, un accidente cerebrovascular o
infarto cerebral. Por tanto, si el colesterol LDL
está alto, hay mayor riesgo de enfermedad
cardiovascular.
Las
lipoproteínas de alta densidad o
colesterol HDL (high density
lipoprotein), es lo que se llama “colesterol
bueno”. Su función es limpiar el colesterol
de las arterias. Lo llevan al hígado para eliminarlo
del cuerpo. Por ello, si el colesterol HDL está
alto, protege el organismo.
El colesterol total
en sangre es la suma del colesterol transportado en
las partículas de LDL, HDL y otras lipoproteínas.
¿Es
preocupante el colesterol alto en la infancia y la
adolescencia?
Las investigaciones
muestran que el colesterol alto puede iniciarse ya
desde la niñez.
Y éste es uno de los
principales factores que predisponen a sufrir
enfermedades cardiovasculares, como infarto de
miocardio o accidentes cerebrovasculares. Se debe a
la formación de placas de ateroma, que van
obstruyendo a lo largo de los años los vasos
sanguíneos.
Generalmente, estas
enfermedades asociadas al colesterol alto no se ven
en la infancia. Pero si pueden aparecer al principio
de la vida adulta. Sobre todo, en niños en cuyas
familias han tenido hipercolesterolemia o enfermedad
cardiaca prematura.
Se ha visto, además,
que los niños y adolescentes con colesterol alto
tienen más posibilidades que la población general de
seguir con niveles altos en la vida adulta.
La
hipercolesterolemia puede ser modificable. Y las
lesiones iniciales de aterosclerosis pueden ser
reversibles en sus etapas iniciales.
¿Es
necesario hacer análisis de colesterol a todos los
niños?
No sirve analizar el
colesterol de forma rutinaria a todos los niños y
adolescentes para saber qué niños tienen más riesgo
de tener una enfermedad cardiovascular.
Por ello, será el
pediatra quien le dirá si es necesario o no analizar
el colesterol de su hijo, tras valorar sus posibles
factores de riesgo para tener colesterol alto.
- Posibles formas
genéticas de hipercolesterolemia, como la
hipercolesterolemia familiar.
Son aquellos niños cuyos padres o abuelos sufrieron
una enfermedad cardiovascular antes de los 55 años
en varones o antes de los 65 años en mujeres. O
también si uno de los padres tiene un colesterol
mayor de 240 mg/dl.
- Tener alguna
enfermedad que se asocie a aumento de colesterol.
Por ejemplo,
hipotiroidismo, obesidad,
hipertensión o
diabetes.
¿Qué
significado tienen los niveles de colesterol?
Hay que tener en
cuenta que los niveles de colesterol en los niños
varían en función del sexo, la edad, la raza y el
desarrollo puberal.
Por ello, es difícil
establecer cuál es el test más apropiado en niños. Y
cuál es el punto de corte para el diagnóstico de
hipercolesterolemia, la mejor edad para hacer el
análisis, la frecuencia con la que hay hacer el
seguimiento, o los beneficios a largo plazo.
Se consideran
niveles en límite alto, un colesterol total de 170 a
199 mg/dl o bien un colesterol LDL de 110 a 129 mg/dl.
En los niños se
considera hipercolesterolemia cuando el colesterol
total es mayor de 200 mg/dl o el colesterol LDL
mayor de 130 mg/dl.
Mantén a
raya el colesterol de la familia con
hábitos cardio-saludables:
- Comer todos los
días frutas, verduras, cereales preferiblemente
integrales y legumbres. Se recomiendan al menos
5 raciones diarias de frutas y verduras.
- Comer menos
carne rica en grasa. Sustituirla por carne
magra, sobre todo por aves (sin piel) y conejo.
- Evitar vísceras
(higaditos, corazón, riñones, sesos...),
embutidos, alimentos precocinados y bollería
industrial.
- Comer más
pescado. Pescado blanco y en especial
pescado azul (sardina, trucha, atún,
caballa, salmón...).
- Elegir lácteos
y derivados con bajo contenido en grasa (semidesnatados
y desnatados).
- Cocinar con
aceite de oliva. Evitar otras grasas como
mantequilla, margarina, tocino...
- En vez de
fritos, usar formas de cocinado con pocas grasas
como: hervir, asar, horno, al vapor, a la
plancha y a la brasa.
- Menor consumo
de bebidas azucaradas. Tomar menos sal.
- Hacer actividad
física de forma regular. Se recomienda ejercicio
30 a 60 minutos al día, preferiblemente todos
los días de la semana. Disminuir el tiempo
dedicado a actividades sedentarias (como TV,
ordenador y videoconsolas). A Recordar: El
ejercicio aumenta el “colesterol bueno”.
- Mantener un
peso saludable. Hay que controlar el peso en
caso de sobrepeso u obesidad.
- Antes de meter
nada en el carro de la compra, leer las
etiquetas de información nutricional de los
alimentos. Elegir los que tengan bajo contenido
en grasas saturadas, grasas trans y
colesterol.