El Sistema Linfático forma parte del Aparato Circulatorio ya que su función principal es hacer circular el líquido intersticial (líquido que queda entre las células) a través del sistema circulatorio.
Podemos decir que trabaja en paralelo con el Sistema Cardiovascular, ya que éste facilita el transporte e intercambio de sustancias y nutrientes entre tejidos y células, y el Sistema Linfático recoge y transporta el exceso de estos nutrientes y los desechos metabólicos de las células a la circulación, ya sea para ser eliminados o para ser aprovechados en otras partes del cuerpo.
Para entender mejor en qué consisten el líquido intersticial y la linfa, veremos cómo se forma y cuáles son las funciones principales de cada uno.
¿Qué es el Sistema Linfático?
Tal y como explicamos en el Sistema Cardiovascular, su misión es hacer bombear la sangre desde el corazón por las arterias, los capilares y las venas para que haya un intercambio de oxígeno y nutrientes en la sangre, que vuelve al corazón para ser repartida por todo el organismo.
Lo que sucede es que, en ese intercambio y oxigenación, se produce el Líquido Intersticial, que es el filtrado del plasma sanguíneo (compuesto de sangre sin las células) y que recubre a las células para que éstas puedan comunicarse y nutrirse.
Para que ese espacio celular no se quede estancado con líquido, el Sistema Linfático se encargará de drenarlo a través de la linfa hasta el Sistema Circulatorio.
Antes de meternos en profundidad con el Sistema Linfático debemos conocer muy bien qué es la Linfa y el Líquido Intersticial.
Líquido Intersticial
El líquido intersticial se produce cuando la sangre llega a los capilares para hacer ese intercambio de nutrientes y oxigenación, y parte del plasma sanguíneo se “escapa” por los poros de los capilares, y el sistema linfático debe devolverlo a la circulación.
La sangre que contiene proteínas, agua, oxígeno, azúcares, células, hormonas… ejerce una presión sobre las paredes de los capilares, tejido poroso que está compuesto por células, y lo que hacen estas células es “filtrar” los elementos más pequeños que transporta la sangre, los nutrientes cuyo tamaño sea capaz de entrar por esos pequeños poros como el agua, sales minerales, proteínas, azúcares, aminoácidos, coenzimas, hormonas… todo ese fluido que sale es el Líquido Intersticial, y a la capacidad de los capilares de filtrar ese líquido hacia las paredes de los capilares se la denomina presión hidrostática capilar, y la presión que devuelve parte del líquido de las paredes al riego sanguíneo es la presión osmótica.
Cabe aclarar que el líquido del intersticio no es sangre, ya que no lleva glóbulos rojos ni las proteínas más grandes, es decir, es un filtrado del plasma sanguíneo (sería la sangre sin células), unos 20 litros al día gracias a la presión hidrostática y osmótica. El cometido de este líquido es impregnar o revestir a las células permitiendo que éstas se comuniquen, repartan nutrientes y generen sus desechos metabólicos, para que ese líquido sea renovado y no atasque el hueco intersticial, el Sistema Linfático lo drenará mediante la linfa.
El líquido del intersticio no es sangre, es un filtrado del plasma sanguíneo, sería la sangre sin células.
Linfa
El Sistema Linfático empieza como hemos visto, en el espacio intercelular de los tejidos y lo va devolviendo todo al aparato circulatorio a través de los capilares linfáticos, quienes recibirán el exceso de líquido intersticial o la prelinfa, que una vez entra en los vasos capilares linfáticos, se convertirá en linfa.
La linfa es un líquido cuya composición es parecida al plasma sanguíneo, excepto porque tiene menos proteínas y en vez de llevar glóbulos rojos, son blancos, esto es contiene elementos celulares para la defensa del organismo (leucocitos, macrófagos, linfocitos y granulocitos).
Es un fluido transparente que va drenando todo nuestro organismo a través de los capilares linfáticos, que funcionan igual que los del aparato circulatorio, derivando en venas linfáticas más pequeñas.
Si alguno de estos conductos llega a obstruirse, el líquido se acumula en esa zona del cuerpo produciendo un edema o linfedema, que provoca hinchazón de la zona o extremidad donde aparece, infecciones crónicas, limitación de movimiento y endurecimiento de la piel, ha día de hoy no existe cura para esta patología aunque su pronta detección puede ayudar a mejorar la calidad del vida del paciente.
Funciones del Sistema Linfático
Las funciones del sistema linfático son 3:
1. Transporte y renovación del líquido intersticial y linfa hacia el Sistema Circulatorio mediante un sistema de conductos que se denomina vasos linfáticos.
Tal y como hemos visto, el Sistema Linfático no tiene ningún órgano que bombee su líquido por el cuerpo, pero sí se aprovecha de las contracciones de los capilares y otros músculos:
• El músculo liso, hace que los vasos linfáticos se contraigan de forma intermitente que impulsa la linfa, se encuentra en el aparato urinario, gastrointestinal, visual y el respiratorio.
• Los músculos esqueléticos, que se ponen en funcionamiento con el movimiento de nuestro esqueleto. Los vasos linfáticos aprovechan esas contracciones para impulsar la linfa.
• Sistema Valvular propio del Sistema Linfático, parecido al de las venas, que provoca que la linfa avance y no retroceda ni se obstruya.
2. Filtra la sangre para limpiar los desechos, toxinas y microorganismos patógenos el cuerpo humano. Un ejemplo claro son los ácidos grasos o lípidos y proteínas, que se eliminan desde el intestino mediante el sistema linfático torácico porque no se pueden filtrar por los capilares sanguíneos hasta el hígado o los riñones.
3. Función inmunológica debido a su alta carga en glóbulos blancos, trascendental para combatir las infecciones del organismo.
Las bacterias no suelen estar en la sangre, sino en los tejidos haciendo que estén al nivel del líquido intersticial, en ese nivel precisamente encontramos unas células que se llaman Macrófagos (un tipo de glóbulo blanco) que actúan contra muchos tipos de bacterias, y los Linfocitos B y T (protegen de virus, bacterias y controlan a las células cancerosas), que son glóbulos blancos que se especializan en ciertas bacterias, es decir, necesitan que las bacterias estén en contacto con ellos.
Las bacterias entran en el los vasos linfáticos, llegan al ganglio linfático más cercano (donde viven los linfocitos), allí se se reproducen y multiplican para luchar por la inmunidad celular actuando como filtro defensivo.
Partes del Sistema Linfático
El Sistema Linfático es un sistema abierto, al contrario que el circulatorio que es cerrado, compuesto por linfa, vasos linfáticos y ganglios linfáticos.
Se divide en los sistemas derecho e izquierdo, siendo el primero cuando la linfa procede del brazo derecho, el tórax y la cabeza, y el segundo, llamado el conducto torácico que es el que recorre el resto del cuerpo, ambos desembocan en las venas subcláveas derecha e izquierda que a su vez están conectadas con sus respectivas arterias.
Además, también trabajan la médula ósea, el bazo y el timo, considerados órganos linfáticos y, en su función inmunológica, las amígdalas y las placas de Peyer, considerados en este término, tejidos linfáticos.
Vasos Linfáticos
Los vasos linfático son los conductos mediante los que se transporta la linfa por el organismo, de ellos se derivan los capilares linfáticos que son más pequeños repartidos por casi todos los tejidos del organismo, y donde comienza todo el proceso de intercambio del líquido intersticial y la recolecta de la linfa.
Son muy parecidos a las venas, aunque el tamaño de los linfáticos es mayor.
Ganglios Linfáticos
Los ganglios o nódulos linfáticos son unos agrandamientos de unos 25mm que se encuentran de forma intermitente a través de todo el sistema, sobre todo allá donde haya confluencia de vasos linfáticos, el cuerpo humano tiene entre 600 y 700 ganglios en total .
Se acumulan sobre todo en los niveles de la ingle, cervical, axilar, ganglionar y cerebral. Estos ganglios contienen células defensivas (los linfocitos B y T que veíamos antes)y filtran toda la linfa, razón por la cual están repartidos por todo el cuerpo, ya que así el organismo se asegura estar limpio de bacterias e infecciones.
Por ejemplo, las células cancerígenas que producen metástasis en otras partes del cuerpo, es porque se han desprendido de su tumor y viajan por el Sistema Linfático hasta otros órganos o tejidos, esto provoca en muchos casos la inflamación de los ganglios linfáticos ya que son ellos los que se esfuerzan en combatir esas células cancerosas.
Órganos Linfáticos
LA MÉDULA ÓSEA
La médula ósea se considera el órgano principal primario, puesto que de ella nacen casi todo lo que nuestro organismo necesita para defenderse de todas las infecciones y enfermedades.
El sistema inmunológico se vería gravemente afectado si la médula ósea funcionase mal o sufriese alguna enfermedad inmunodepresora como la tuberculosis o la leucemia. En el Sistema Linfático es clave ya que en ella se crean los linfocitos, que viajan para madurar en el timo.
EL TIMO
El timo es el órgano más importante del Sistema Vascular Linfático porque se encarga de la creación de los Linfocitos T.
Está compuesto por dos lóbulos y cada uno a su vez, compuesto por la corteza(zona externa) y la médula (zona interna), en la primera zona se encuentran los linfocitos inmaduros y en la segunda, los maduros que son capaces de reconocer células extrañas y atacarlas.
EL BAZO
El bazo es un pequeño órgano situado en el costado izquierdo bajo las costillas, funciona en la digestión trasformando alimentos y transportando nutrientes, pero es esencial para la defensa de nuestro organismo porque fabrica linfocitos, filtra la sangre, almacena células y destruye glóbulos viejos.
Se le considera el mayor ganglio linfático del organismo con un alto porcentaje de linfocitos B que al filtrar la sangre detectan los antígenos y los eliminan.
Tejidos Linfáticos
LAS AMÍGDALAS
Las amígdalas están situadas a los lados de la parte posterior de la garganta, son dos masas de tejido linfático que defienden al organismo de la entrada de cuerpos externos que pueden ser dañinos para el organismo.
Son capaces de filtrar gérmenes que intentan invadir nuestro cuerpo y pueden producir anticuerpos para proporcionar inmunidad local, procesan el líquido linfático desde ellas hasta los ganglios linfáticos para la destrucción de bacterias.
LAS PLACAS DE PEYER
Las placas de Peyer son folículos de tejido linfático agrupados en cúmulos irregulares que se encuentran en el intestino delgado y en las amígdalas.
Al estar formadas por linfocitos B, detectan los patógenos que tratan de entraren el sistema y acaban con ellos.