Cáncer de pulmón

Descripción general

El cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que comienza en los pulmones. Los pulmones son dos órganos esponjosos ubicados en el tórax que toman oxígeno cuando inhalas y liberan dióxido de carbono cuando exhalas.

El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo.

Las personas que fuman tienen el mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón, aunque el cáncer de pulmón también puede ocurrir en personas que nunca han fumado. Este aumenta con la cantidad de cigarrillos y la cantidad de tiempo que hayas fumado. Si dejas de fumar, incluso después de haber fumado durante muchos años, puedes disminuir de manera significativa las posibilidades de contraer cáncer de pulmón.

Síntomas

El cáncer de pulmón en general no produce signos ni síntomas en los primeros estadios. Los signos y síntomas del cáncer de pulmón suelen aparecer cuando la enfermedad está avanzada.

Los signos y síntomas del cáncer de pulmón pueden ser:

  • Una tos reciente que no se va
  • Tos con sangre, incluso en pequeñas cantidades
  • Falta de aire
  • Dolor en el pecho
  • Ronquera
  • Pérdida de peso sin intentarlo
  • Dolor de huesos
  • Dolor de cabeza
En esta sección encontrarás información actualizada sobre el cáncer de pulmón, en cualquier caso, la información ofrecida en este sitio no sustituye a la consulta médica, sino que pretende ser un complemento o aclaración sobre el cáncer de pulmón.

En España cada año son diagnosticados 29.638 nuevos casos (Las cifras del cáncer en España, 2020), siendo el tercer tumor en frecuencia tanto en varones (con 21.847 casos al año) como en mujeres (con 7.791 casos).

Es importante destacar que el cáncer de pulmón pasó de ser el cuarto tumor más diagnosticado en mujeres en las estimaciones para el año 2015, al tercero más incidente ya en el año 2020; en probable relación con el aumento del consumo de tabaco en mujeres.

El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer, estimándose más  de  22.000 fallecimientos por esta causa cada año.

 

 
Tipos de cáncer de pulmón
Dentro del término “cáncer de pulmón” se engloban un conjunto de enfermedades con muy diferente comportamiento y además, en los últimos años, diferentes tratamientos. Es por ello que, el primer paso para dar con un diagnóstico preciso, es la toma de una muestra (generalmente mediante una biopsia) que permita el diagnóstico histológico preciso realizado por un anatomopatólogo experto.

Las principales decisiones con respecto al tratamiento se toman al distinguir claramente los carcinomas de célula pequeña y los que no corresponden a este tipo (subclasificados a su vez en diferentes tipos histológicos).

Las formas más comunes de cáncer de pulmón reciben nombres que dependen de las características de las células de las cuales derivan, distinguiéndose dos grandes grupos:

Carcinomas de células pequeñas o microcíticos
Su nombre deriva del tamaño de sus células (microcítico: células muy pequeñas). Un 10-15% de los cánceres de pulmón son de este tipo. Se localiza preferentemente en la zona central de los pulmones, pudiendo comprimir vasos u órganos localizados en ese nivel (vena cava, etc.). Se caracterizan por su alta agresividad y crecimiento rápido.

La clasificación según su extensión en el momento del diagnóstico ayuda a distinguir a aquellos pacientes que pueden recibir tratamientos locales, como cirugía o radioterapia (tumores limitados), de aquellos que tienen menos probabilidades de ser curados y requieren otro enfoque terapéutico (tumores diseminados).

  • Enfermedad limitada: el cáncer se localiza únicamente en un pulmón y quizás en los ganglios linfáticos cercanos (regionales) del mismo lado del tórax. Suele encontrarse confinado en un área que es lo suficientemente pequeña como para ser tratada con radioterapia.
  • Enfermedad diseminada: el cáncer se ha extendido al otro pulmón, a los ganglios linfáticos del otro lado del tórax o a órganos distantes.
 
Carcinomas no microcíticos
Representan el 85-90 % restante de los cánceres de pulmón. Los tipos más frecuentes son:
  • Carcinoma escamoso o epidermoide: representa el 30% de todos los cánceres de pulmón. Suele localizarse en la parte central de los pulmones, y con frecuencia se necrosa en su interior. 
  • Adenocarcinoma pulmonar: Representa el 45% de los carcinomas de pulmón. Es el menos relacionado con el consumo de tabaco, pero aún así es más frecuente en fumadores. Suele aparecer más entre las mujeres y localizarse en zonas más periféricas de los pulmones, por lo que frecuentemente afecta a la pleura y pared torácica.  En los últimos años, esta variante histológica ha cobrado especial interés al descubrirse diferentes subgrupos de pacientes con  alteraciones moleculares (mutaciones del EGFR, traslocaciones de ALK, etc,) que permite que estos pacientes sean tratados con fármacos dirigidos específicamente a esas alteraciones moleculares.
  • Carcinoma de células grandes: Se denomina así por el tamaño de las células que lo componen. Es el tipo menos frecuente de los carcinomas broncopulmonares, representando el 10% de ellos.
Existen otros subtipos de tumores de pulmón no microcíticos menos frecuentes (carcinoma adenoescamoso, carcinoma sarcomatoide).

Además de los dos tipos principales de cáncer de pulmón, existen otros tipos como los tumores carcinoides, linfomas, etc. Por último, los pulmones pueden verse afectados por metástasis de tumores procedentes de otros órganos.

Otra estructura del pulmón que puede estar afectada por cáncer es la pleura, siendo el más conocido el mesotelioma pleural.

Fases del cáncer de pulmón
Una vez que se realizan las pruebas necesarias, el equipo sanitario realiza el estadiaje del cáncer, que es necesario para posteriormente poder identificar el tratamiento adecuado a cada persona. Es muy importante conocer el  tipo y subtipo de tumor y la fase o estadío de la enfermedad antes de proceder a pautar un protocolo terapéutico. 

El sistema que con mayor frecuencia se emplea para su clasificación es el TNM. Estas siglas hacen referencia a tres aspectos del cáncer: la T se refiere al tamaño y localización del tumor, la N a la afectación de los ganglios linfáticos y la M a la afectación o no de otros órganos.

Tumor primario (T)
  • T0: no hay signos de un tumor primario.
  • TX: cáncer oculto, demostrado en la citología del lavado bronquial pero no radiológicamente ni en la fibrobroncoscopia. Las secreciones broncopulmonares contienen células malignas pero no hay otros datos de la existencia de un cáncer de pulmón.
  • TIS: carcinoma in situ.
  • T1: tumor menor o igual de 3 cm de dimensión máxima, rodeado por tejido pulmonar o pleura visceral y sin invasión proximal al bronquio lobar en la fibrobroncoscopia.
  • T2: tumor mayor de 3 centímetros de dimensión mayor; o tumor de cualquier tamaño que invade la pleura visceral o con atelectasia (colapso del pulmón) o neumonitis obstructiva que se extiende a la región hiliar. En la broncoscopia, la extensión proximal del tumor puede limitarse al bronquio lobar o estar al menos a 2 cm de la carina. La atelectasia o la neumonitis obstructiva no deben afectar a todo un pulmón.
  • T3: tumor de cualquier tamaño con extensión directa a la pared costal (incluidos los tumores de la cisura superior), diafragma, pleura mediastínica o pericardio; sin afectación del corazón, grandes vasos, tráquea, esófago, cuerpos vertebrales; o un tumor del bronquio principal a menos de 2 cm de la carina, sin infiltración de la misma. La atelectasia afecta a todo un pulmón. Existe derrame pleural no maligno.
  • T4: tumor de cualquier tamaño con infiltración del mediastino o del corazón, grandes vasos, tráquea, esófago, cuerpos vertebrales o carina; o con derrame pleural maligno. Los derrames pleurales no hemáticos ni exudativos y con varios estudios citológicos negativos no se clasifican como malignos con fines de determinación del estadio.
  • N0: sin metástasis demostrables en los ganglios linfáticos.
  • N1: metástasis en los ganglios linfáticos peribronquiales o hiliares ipsilaterales o ambos, incluyendo la extensión directa del tumor.
  • N2: metástasis en los ganglios mediastínicos o subcarinales ipsilaterales.
  • N3: metástasis en los ganglios: mediastínicos o hiliares contralaterales, escaleno ipsi o contralateral, o supraclaviculares.  
  • M0: sin metástasis a distancia conocidas.
  • M1: metástasis a distancia presentes.

En función de estos aspectos, los cánceres de pulmón no microcíticos se agrupan en las siguientes etapas o estadios:

Causas

Smoking causes the majority of lung cancers — both in smokers and in people exposed to secondhand smoke. But lung cancer also occurs in people who never smoked and in those who never had prolonged exposure to secondhand smoke. In these cases, there may be no clear cause of lung cancer.

De qué manera el tabaquismo provoca cáncer de pulmón

Los médicos creen que el tabaquismo provoca cáncer de pulmón al dañar las células que recubren los pulmones. Cuando inhalas el humo del cigarrillo, que está lleno de sustancias que producen cáncer (carcinógenos), se producen alteraciones en el tejido del pulmón casi de inmediato.

Al principio, el organismo puede reparar ese daño. No obstante, con cada exposición reiterada, las células normales que recubren los pulmones presentan un daño cada vez mayor. Con el tiempo, ese daño hace que las células comiencen a actuar de manera anormal y, finalmente, se puede producir el cáncer.

Tipos de cáncer de pulmón

Los médicos dividen el cáncer de pulmón en dos tipos principales en función del aspecto de las células cancerosas del pulmón vistas en el microscopio. Tu médico toma decisiones según cuál sea el tipo de cáncer de pulmón que tengas.

Los dos tipos de cáncer de pulmón usuales son:

  • Cáncer de pulmón de células pequeñas. El cáncer de pulmón de células pequeñas se presenta casi exclusivamente en los fumadores empedernidos y es menos frecuente que el cáncer de pulmón de células no pequeñas.
  • Cáncer de pulmón de células no pequeñas. "Cáncer de pulmón de células no pequeñas" es un término genérico que se usa para denominar varios tipos de cáncer de pulmón. Los tipos de cáncer de pulmón de células no pequeñas comprenden el carcinoma epidermoide, el adenocarcinoma y el carcinoma de células grandes.

Factores de riesgo

Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Algunos factores de riesgo se pueden controlar, por ejemplo, dejar de fumar. Sin embargo, otros factores no se pueden controlar, como los antecedentes familiares.

Los factores de riesgo de cáncer de pulmón comprenden lo siguiente:

  • Tabaquismo El riesgo de cáncer de pulmón aumenta con la cantidad de cigarrillos que fumes por día y la cantidad de años que hayas fumado. Dejar de fumar a cualquier edad puede disminuir mucho el riesgo de tener cáncer de pulmón.
  • Exposición al humo de otros fumadores. Incluso si no fumas, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta si estás expuesto al humo de otros fumadores.
  • Radioterapia previa. Si te has sometido a radioterapia en el pecho por otro tipo de cáncer, puedes tener un mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón.
  • Exposición al gas radón. El radón se produce por la descomposición natural del uranio en el suelo, las rocas y el agua y, con el tiempo, se vuelve parte del aire que respiras. Los niveles peligrosos de radón se pueden acumular en cualquier edificio, incluso en los hogares.
  • Exposición al asbesto y otras sustancias carcinógenas. La exposición laboral al asbesto y otras sustancias que se demostró que producen cáncer (como el arsénico, el cromo y el níquel) también puede aumentar el riesgo de tener cáncer de pulmón, sobre todo si eres fumador.
  • Antecedentes familiares de cáncer de pulmón. Las personas con un padre, hermano o hijo con cáncer de pulmón tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Complicaciones

El cáncer de pulmón puede causar complicaciones como las siguientes:

  • Falta de aire. Las personas con cáncer de pulmón pueden experimentar falta de aire si el cáncer avanza hasta bloquear las vías respiratorias principales. El cáncer de pulmón también puede provocar la acumulación de líquido alrededor de los pulmones, lo que dificulta que el pulmón afectado se expanda completamente cuando inhalas.
  • Tos con sangre. El cáncer de pulmón puede provocar sangrado en las vías respiratorias, y como consecuencia, tos con sangre (hemoptisis). A veces, el sangrado puede agravarse. Existen tratamientos para controlar el sangrado.
  • Dolor. El cáncer de pulmón avanzado, que se disemina hacia el revestimiento del pulmón o hacia otras áreas del cuerpo, como los huesos, puede causar dolor. Comunícale al médico si sientes dolor, ya que hay muchos tratamientos disponibles para controlarlo.
  • Líquido en el tórax (derrame pleural). El cáncer de pulmón puede provocar la acumulación de líquido en el espacio que rodea al pulmón afectado en la cavidad torácica (espacio pleural).

    El líquido que se acumula en el tórax puede provocar falta de aire. Existen tratamientos para drenar el líquido del tórax y reducir el riesgo de que se vuelva a producir un derrame pleural.

  • Cáncer que se disemina hacia otras partes del cuerpo (metástasis). El cáncer de pulmón suele diseminarse (hace metástasis) hacia otras partes del cuerpo, como el cerebro y los huesos.

    El cáncer que se disemina puede provocar dolor, náuseas, dolores de cabeza u otros signos y síntomas, según cuál sea el órgano afectado. Una vez que el cáncer de pulmón se ha diseminado más allá de los pulmones, generalmente no es curable. Existen tratamientos para disminuir los signos y síntomas y para ayudarte a vivir más tiempo.

Prevención

No existe una forma segura de prevenir el cáncer de pulmón, pero puedes disminuir los riesgos si haces lo siguiente:

  • No fumes. Si nunca fumaste, no comiences a hacerlo. Habla con tus hijos sobre lo que significa no fumar, así podrán comprender cómo evitar este factor de riesgo importante de cáncer de pulmón. Inicia con anticipación conversaciones con tus hijos sobre los peligros del cigarrillo, para que sepan cómo reaccionar ante la presión de sus compañeros.
  • Deja de fumar. Deja de fumar ahora. Hacerlo disminuye el riesgo de cáncer de pulmón, incluso si has fumado durante años. Habla con el médico acerca de las estrategias y ayudas para dejar de fumar que te pueden servir para abandonar el hábito. Las opciones comprenden sustitutos de la nicotina, medicamentos y grupos de apoyo.
  • Evita el tabaquismo pasivo. Si vives o trabajas con un fumador, insiste en que deje de fumar. O al menos, pídele que fume afuera. Evita los lugares en donde se fuma, como bares y restaurantes, y trata de hallar opciones de salidas sin humo de cigarrillo.
  • Haz un análisis de radón en tu casa. Haz verificar el nivel de radón en tu casa, sobre todo si vives en una zona donde se sabe que hay problemas con el radón. Los niveles altos de radón se pueden resolver para que tu casa sea más segura. Para obtener información sobre el análisis de radón, comunícate con el departamento local de salud pública o con una delegación local de la American Lung Association (Asociación Americana del Pulmón).
  • Evita las sustancias cancerígenas en el trabajo. Toma medidas para protegerte de la exposición a sustancias químicas tóxicas en el trabajo. Sigue las precauciones de tu empleador. Por ejemplo, si te dan una máscara facial para protegerte, úsala siempre. Pregúntale al médico qué más puedes hacer para protegerte en el trabajo. El riesgo de lesión pulmonar por las sustancias cancerígenas del lugar de trabajo aumenta si fumas.
  • Sigue una dieta con muchas frutas y vegetales. Elige una dieta saludable con variedad de frutas y vegetales. Las fuentes alimenticias de vitaminas y nutrientes son las mejores. Evita tomar grandes dosis de vitaminas en pastillas, ya que pueden ser dañinas. Por ejemplo, los investigadores que querían disminuir el riesgo de cáncer de pulmón en grandes fumadores les dieron suplementos de betacarotenos. Los resultados revelaron que los suplementos, en realidad, aumentaron el riesgo de cáncer en los fumadores.
  • Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si no haces ejercicio con regularidad, comienza de a poco. Trata de hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana.

 

En el caso de los carcinomas microcíticos, la clasificación utilizada es: 

  • Enfermedad limitada: cuando el tumor afecta a un hemitórax y ganglios linfáticos regionales (mediastínicos, hiliares y supraclaviculares del mismo lado).
  • Enfermedad diseminada: cuando la enfermedad sobrepasa estos límites, es decir, afecta al hemitórax contrario y a otros órganos como el hueso, cerebro, hígado, glándulas suprarrenales, o a ganglios linfáticos alejados de la zona del tumor.