¿Qué es el cáncer de páncreas?

El cáncer pancreático es un tipo de cáncer que se origina en el páncreas. El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Para saber más sobre el origen y la propagación del cáncer consulte ¿Qué es el cáncer?

El adenocarcinoma pancreático es el tipo de cáncer de páncreas más común. Los tumores neuroendocrinos pancreáticos (NET) son un tipo menos frecuente y se abordan en Tumores neuroendocrinos pancreáticos.

¿Dónde se inicia el cáncer pancreático?

El páncreas

El páncreas es un órgano que se encuentra detrás del estómago. Su forma se parece a la de un pez, con cabeza ancha, cuerpo que va de ancho a delgado y una cola estrecha puntiaguda. En los adultos, mide aproximadamente 6 pulgadas  (15 centímetros) de longitud y menos de 2 pulgadas (5 centímetros) de ancho.

 

 

El tipo más común de cáncer pancreático, el adenocarcinoma del páncreas, se origina cuando las células exocrinas en el páncreas empiezan a crecer fuera de control. La mayor parte del páncreas se compone de células exocrinas que forman las glándulas exocrinas y los conductos. Las glándulas exocrinas producen enzimas pancreáticas que se liberan en el intestino para ayudar a que usted digiera los alimentos (especialmente las grasas). Las enzimas se liberan en pequeños tubos llamados conductos que finalmente drenan en el conducto pancreático. El conducto pancreático se une con el colédoco o conducto biliar común (es el conducto que transporta la bilis desde el hígado), y desemboca en el duodeno (la primera parte del intestino delgado) a la altura de la ampolla de Vater.

Las células endocrinas constituyen un porcentaje menor de las células en el páncreas. Estas células producen importantes hormonas, como la insulina y el glucagón (que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre), y las liberan directamente en la sangre. Los tumores neuroendocrinos pancreáticos se originan en las células endocrinas. Consulte Tumor neuroendocrino pancreático.

Tumor neuroendocrino pancreático

Los tumores neuroendocrinos pancreáticos o tumores de células de los islotes son menos comunes que el cáncer de páncreas, y suelen tener un mejor pronóstico.

Ya sea que usted o un ser querido tenga un tumor neuroendocrino pancreático, saber lo que se puede esperar podrá ser de ayuda para sobrellevar mejor la situación. Aquí usted podrá encontrar toda la información sobre esta enfermedad, incluyendo factores de riesgo, síntomas, detección y tratamiento.

Si usted es diagnosticado con cáncer de páncreas, es muy importante saber si es un cáncer endocrino (consulte Tumor neuroendocrino pancreático) o un cáncer exocrino (discutido en este artículo). Cada uno tiene factores de riesgo distintos, así como distintas causas, signos y síntomas, se diagnostican con pruebas distintas, se les aplican tratamientos distintos y sus pronósticos difieren entre sí.

Tipos de cáncer de páncreas

Los cánceres exocrinos son por mucho, el tipo de cáncer de páncreas más común. Si a usted le dicen que tiene cáncer de páncreas, es más probable que sea un cáncer de páncreas exocrino.

Adenocarcinoma pancreático: aproximadamente el 95% de los cánceres de páncreas exocrino son adenocarcinomas. Generalmente, estos cánceres se originan en los conductos del páncreas. Con menos frecuencia, se forman a partir de las células que producen las enzimas pancreáticas. En este caso se les llama carcinomas de células acinares.

Tipos de cáncer exocrino menos comunes: los otros tipos de cáncer de páncreas exocrino menos comunes incluyen a los carcinomas adenoescamosos, carcinomas de células escamosas, carcinomas de células en anillo de sello, carcinomas indiferenciados, y carcinomas indiferenciados con células gigantes.

Cáncer ampular (carcinoma de la ampolla de Vater): este cáncer se origina en la ampolla de Vater, el lugar donde la vía biliar y el conducto pancreático se unen y desembocan en el intestino delgado. Los cánceres ampulares no son técnicamente cánceres pancreáticos, pero se incluyen en esta información porque se tratan de maneras muy similares.

Los cánceres ampulares a menudo obstruyen el conducto biliar cuando aún son pequeños y no se han propagado mucho. Este bloqueo causa que la bilis se acumule en el cuerpo, lo que ocasiona que la piel y los ojos adquieran un color amarillento (ictericia). Por esta razón, estos cánceres por lo general se detectan más temprano que la mayoría de los cánceres pancreáticos, y usualmente el pronóstico es mejor.

Tumores benignos y precancerosos en el páncreas

Algunos crecimientos en el páncreas son simplemente benignos (no cancerosos), mientras que otros se convierten en cáncer con el paso del tiempo si no reciben tratamiento (conocidos como precánceres). Estos tipos de tumores pancreáticos se detectan con más frecuencia debido a que en la actualidad se realizan más estudios por imágenes, como las tomografías computarizadas, por una serie de razones.

Neoplasias quísticas serosas (SCN) (también conocidos como cistadenomas serosos): tumores que tienen sacos (quistes) llenos de líquido. Estos tumores casi siempre son benignos, y la mayoría no necesita tratamiento a menos que aumenten mucho de tamaño o causen síntomas.

Neoplasias quísticas mucinosas (MCN) (también conocidos como cistadenomas mucinosos): tumores de crecimiento lento que tienen quistes llenos de una sustancia de aspecto gelatinoso llamada mucina. Estos tumores casi siempre ocurren en las mujeres. Aunque no son cancerosos, algunos de ellos pueden progresar con el paso del tiempo hasta convertirse en tumores cancerosos si no se recibe tratamiento. Por lo tanto, estos tumores generalmente se extraen mediante cirugía.

Neoplasias papilares mucinosas intraductales (IPMN): tumores benignos que crecen en los conductos pancreáticos. Al igual que las neoplasias quísticas mucinosas (MCN), estos tumores producen mucina, y algunas veces se convierten en cáncer con el paso del tiempo si no se recibe tratamiento. Algunos de estos tumores simplemente se pueden mantener bajo observación minuciosa, pero puede que sea necesario extraer algunos de ellos mediante cirugía si tienen ciertos rasgos, como si se encuentran en el conducto principal del páncreas.

Neoplasias sólidas pseudopapilares (SPN): tumores poco comunes de crecimiento lento que casi siempre ocurren en mujeres jóvenes. Aun cuando estos tumores suelen crecer lentamente, a veces se pueden propagar a otras partes del cuerpo.  Por lo tanto, el mejor tratamiento consiste en cirugía. El pronóstico para las personas con estos tumores a menudo es muy favorable. 

Signos y síntomas del cáncer de páncreas

A menudo, los cánceres pancreáticos en etapas tempranas no causan ningún signo o síntoma. A menudo, los cánceres pancreáticos han crecido mucho o ya se han propagado fuera del páncreas para cuando causan síntomas.

Tener uno o más de los síntomas que se presentaron a continuación no significa que usted tiene cáncer de páncreas. De hecho, es más probable que muchos de estos síntomas sean causados por otras afecciones. No obstante, si presenta cualquiera de estos síntomas, es importante que un médico le haga un examen para saber la causa de sus síntomas y recibir tratamiento de ser necesario.

Ictericia y síntomas relacionados

La ictericia se manifiesta a través de la piel y los ojos que se tornan amarillentos. Se presenta como uno de los primeros síntomas en la mayoría de las personas con cáncer de páncreas (y casi todas las personas con cáncer ampular).

La ictericia es causada por la acumulación de bilirrubina, una sustancia verde oscura producida en el hígado. Normalmente, el hígado libera un líquido llamado bilis que contiene bilirrubina. La bilis pasa por el conducto colédoco hacia los intestinos, donde ayuda a desintegrar las grasas. Finalmente sale del cuerpo en las heces fecales. Cuando el conducto colédoco se obstruye, la bilis no puede llegar hasta los intestinos y la cantidad de bilirrubina en el cuerpo se acumula.

Los cánceres que comienzan en la cabeza del páncreas están cerca del conducto colédoco. Estos cánceres pueden presionar el conducto y causar ictericia cuando aún son bastante pequeños, lo que a veces da lugar a que estos tumores se puedan encontrar en una etapa inicial. Pero los cánceres que se originan ya sea en el cuerpo o la cola del páncreas no ejercen presión en el conducto hasta que se encuentran propagados por todo el órgano. Para ese momento, el cáncer a menudo también se ha propagado fuera del páncreas.

Cuando el cáncer de páncreas se propaga, comúnmente pasa primero al hígado. Esto también puede causar ictericia.

Además de la coloración amarillenta de los ojos y la piel, otros signos de ictericia son:

El cáncer pancreático no es la causa más común de ictericia. Otras causas, como los cálculos biliares, la hepatitis y otras enfermedades del hígado y el conducto biliar son causas mucho más comunes.

Dolor de abdomen o de espalda

El dolor de abdomen (vientre) o de espalda es común en el cáncer de páncreas. Los cánceres que se originan en el cuerpo o la cola del páncreas pueden crecer significativamente y pueden comenzar a comprimir otros órganos cercanos causando dolor. Puede que el cáncer además se propague a los nervios cercanos al páncreas, lo cual a menudo causa dolor de espalda. El dolor en el abdomen o en la espalda es bastante común y con más frecuencia es causado por otros padecimientos distintos al cáncer pancreático.

Pérdida de peso y falta de apetito

Es muy común que las personas que tienen cáncer de páncreas pierdan peso sin proponérselo. A menudo, estas personas tienen poco o ningún apetito.

Náuseas y vómitos

Si el cáncer presiona el extremo distal del estómago, esto puede bloquearlo parcialmente, dificultando el paso de los alimentos. Esto puede causar náuseas, vómitos y dolor que tiende a intensificarse después de comer.

Agrandamiento de la vesícula biliar o del hígado

Si el cáncer bloquea el conducto biliar, la bilis se puede acumular en la vesícula biliar, ocasionando que aumente en tamaño. A veces, un médico puede palpar este agrandamiento durante un examen físico (como una gran protuberancia debajo del lado derecho de la costilla). También puede verse en estudios por imágenes.

En ocasiones, el cáncer de páncreas también puede causar un aumento en el tamaño del hígado, especialmente si el cáncer se ha propagado allí. Es posible que el médico pueda darse cuenta de esto al palpar el borde del hígado debajo de la costilla derecha,  o es posible que el hígado agrandado pueda observarse en los estudios por imágenes.

Coágulos sanguíneos

En ocasiones, la primera señal de que una persona tiene cáncer de páncreas es un coágulo de sangre en una vena grande, a menudo en una pierna. A esto se le llama flebotrombosis profunda (DVT). Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en la pierna afectada. En ocasiones, se puede desprender un fragmento de coágulo y desplazarse a los pulmones, lo que podría dificultar la respiración y causar dolor en el pecho. A un coágulo sanguíneo en los pulmones se le llama embolia pulmonar (PE).

Aun así, tener un coágulo sanguíneo por lo general no significa que usted tiene cáncer. La mayoría de los coágulos sanguíneos se deben a otras causas.

Diabetes

En pocas ocasiones, el cáncer de páncreas destruye las células productoras de insulina causando diabetes (alto nivel de azúcar en la sangre). Los síntomas pueden incluir sentir sed y hambre, así como tener que orinar frecuentemente. Con más frecuencia, el cáncer puede dar lugar a que surjan pequeños cambios en los niveles de azúcar en la sangre que no causan síntomas de diabetes, pero que aún se pueden detectar mediante análisis de sangre.