Así rejuvenecen tu rostro las infiltraciones de vitaminas:
todo lo que debes saber
Los beneficios para la dermis de la cara
son notorios. Las vitaminas que suelen usarse en estas inyecciones son
la vitamina C y E.
Los tratamientos de vitaminas no son algo nuevo. Hace ya muchos años que
podemos hablar de la mesoterapia o la combinación de vitaminas, cuyos beneficios
son muy notorios para el estado de nuestra dermis. Se basa en
la aplicación de inyecciones que cuentan con vitaminas cargadas de
propiedades antienvejecimiento, con resultados muy visibles sin
necesidad de optar por otros métodos como el bótox o el ácido hialurónico.
Y es que aprovechando únicamente las propiedades naturales de las vitaminas,
conseguimos mejorar nuestra piel y lucir un rostro más joven,
ya que se minimizan los signos de la edad y la piel recupera su salud y
vitalidad.
Las vitaminas que suelen usarse en estas inyecciones son la vitamina
C y E, debido a que cuentan con poderosas propiedades
antioxidantes que ayudan a regenerar las células y frenar la acción
de los radicales libres. También es habitual que se use la vitamina B.
Es importante remarcar que la gran mayoría de las veces, las infiltraciones
que se llevan a cabo también cuentan con la presencia de otros compuestos
como ácido hialurónico o aminoácidos: "Lo más habitual es optar por
un cóctel de vitaminas, es decir, un combinado de diferentes
vitaminas que contribuyen a mejorar el estado de salud de la piel de forma
global. Las que se suelen emplear tienen un efecto antioxidante que
recuperan los daños sufridos por el envejecimiento", explican desde la Clínica
Vieco.
Las vitaminas que
suelen usarse en estas inyecciones son la vitamina C y E.
Cómo actúan
El tratamiento de vitaminas para la cara también se puede denominar
mesoterpaia, ya que se trata de la infiltración de diferentes
vitaminas que se depositan en la dermis con el objetivo de mejorar la
apariencia de la piel: "Se recomienda para combatir los signos de la
edad así como para personas que tienen la piel deshidratada, con
manchas o poca luminosidad, por lo que es perfecto si quieres verte más
joven y con una imagen renovada", aclaran desde la citada clínica.
Además, hacen hincapié en que en ocasiones, se combinan las vitaminas con
ácido hialurónicoya que se trata de una mezcla muy
efectiva que puede ser realmente beneficiosa para nuestra piel, un tipo de
ácido que también forma parte de nuestro cuerpo de forma natural, lo que
ocurre es que con el paso del tiempo, nuestro organismo reduce su
producción: "El tratamiento de vitaminas para la cara aprovecha los
beneficios de las vitaminas, minerales, coenzimas y ácido hialurónico para
que tu piel vuelva a recuperar la luminosidad, firmeza y tersura que habías
perdido".
Ventajas:
No provoca hinchazónya que las infiltraciones son
superficiales, si bien es posible que en las horas posteriores
aparezca alguna rojez que al poco tiempo se borrará. Por tanto, puedes
continuar con tu vida cotidiana sin necesidad de tomarte un solo día libre.
Lo más adecuado es hacer una sesión de estas inyecciones una vez
cada cuatro meses, coincidiendo con el cambio de estación.
Aunque la gran mayoría de pacientes se quieren hacer este tratamiento para
mejorar la piel del rostro, los beneficios de las vitaminas también pueden
aprovecharse en otras partes del cuerpo afectadas por el paso de la edad. De
hecho, se aplica también en cuello, escote y manos.
La vitamina que cuida tu cerebro y recomienda Harvard: en
qué alimentos encontrarla en España
Todas las vitaminas del grupo B aportan
beneficios para un correcto funcionamiento de este órgano y para prevenir
enfermedades neurológicas.
El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo, ya que es el
encargado de gestionar todas las funciones vitales del organismo. Sin
embargo, no es inmune al paso del tiempo y, al igual que al resto del
cuerpo, la dieta y los hábitos de vida le afectan, pudiendo
deteriorarlo antes de tiempo.
"El grupo de vitaminas que más priorizo para mantener mi cerebro joven y
saludable son las vitaminas del grupo B", revela Uma Naidoo,
psiquiatra nutricional de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Harvard (EEUU) y autora de This is your brain on food (Lo que la
comida le hace a tu cerebro), en declaraciones a la BBC. La clave para
mantener un cerebro en forma es tratar de frenar o ralentizar el
deterioro cognitivo y, para ello, la vitamina B parece tener un
papel relevante.
Como revelan algunos
estudios, a medida que se envejece, las
probabilidades de sufrir una enfermedad neurológica aumentan.
Por eso, la mejor arma es la prevención y tratar de ralentizar un proceso
que, inevitablemente, es natural.
"Existen 13 vitaminas esenciales para el funcionamiento, el
crecimiento y el desarrollo normales de las células", señala José Gallardo,
dietista-nutricionista. Estas se encuentran en los alimentos que ingerimos
cada día, estando en proporciones distintas. Por eso, es tan importante
mantener una dieta equilibrada.
Ocho tipos
Según destaca Naidoo, la vitamina B cubre muchos aspectos relacionados con
la salud del cerebro, aunque insiste en señalar que hay ocho tipos de
vitamina B. Por un lado, está la vitamina B1 o tiamina, que
ayuda con las funciones celulares básicas y el metabolismo para la obtención
de energía. Un nivel bajo de este tipo puede provocar una función
cognitiva deficiente. Además, según un
estudio, tiene una influencia positiva sobre
la comunidad microbiana intestinal.
La vitamina B2o riboflavina funciona como
asistente para las enzimas en las células implicadas en distintas funciones
del cerebro y del cuerpo en general. También ayuda a descomponer la grasa, a
producir energía, a metabolizar los fármacos y previene el daño de
los vasos sanguíneos, según destaca una investigación.
Mientras, la B3 o niacina, un antioxidante que disminuye la
inflamación corporal, está vinculada a más de 400 enzimas que producen
elementos como la grasa de la que se alimenta el cerebro, su
principal combustible. De hecho, también está considerada como un
neuroprotector y, en modelos animales, se ha asociado la reducción de la
letalidad en los casos de la exposición a la radiación.
El ácido pantoténico o vitamina B5 se asocia con muchas de
las reacciones químicas que tienen lugar en el organismo vinculadas al
sistema inmunológico y a la salud del cerebro. De hecho, es una molécula
clave en el mantenimiento y creación de la mielina, la capa
aislante de los nervios de la médula espinal y del cerebro.
De la demencia a la depresión
La vitamina B6 o piridoxina destaca por su labor en la
prevención de enfermedades. La razón es que los niveles
adecuados de esta vitamina en el cuerpo están asociados con un menor riesgo
de varios tipos de cáncer, como destaca una
investigación llevada a cabo por un grupo de científicos australianos.
En el caso de la vitamina B7 o biotina, su acción se ve
reflejada en el correcto funcionamiento de los neurotransmisores del
cerebro. Recientemente también se han realizado ensayos en los que se la ha
relacionado con una mejoría en casos de depresión clínica.
El folato o vitamina B9 es un suplemento muy popular que
tiene un papel fundamental en la salud cerebral y neurológica,
protegiendo los neurotransmisores. También está relacionada con
otros beneficios, como la protección de los pacientes con enfermedad
inflamatoria intestinal, la reducción de la toxicidad del arsénico en niños
y adultos e, incluso, la prevención y control de la diabetes tipo 2.
Por su parte, la vitamina B12 o cobalamina es base en la
formación del ADN y de glóbulos rojos, aunque también está relacionada con
el sistema nervioso, la función cerebral y su desarrollo. También tiene
otras funciones más específicas en el cuerpo, como ayudar a
descomponer la homocisteína y que así no se acumule. Ésta es un
tipo de proteína dañina para el sistema cardiovascular que, además, está
relacionada con algunos tipos de demencia.
Dónde encontrarla
Ahora bien, todo esto, dónde se puede encontrar. Pues bien, a lo largo del
día es muy probable que consumas alimentos ricos en vitamina B, ya que es
una molécula que se encuentra de forma abundante.
Hay alimentos que la tienen en una mayor concentración, por lo que reforzar
su consumo puede ser clave para mantener la salud del cerebro en perfecto
estado. Algunos de estos alimentos son el yogur, que
contiene B2 y B12; el huevo, rico en B7; las
legumbres, una excelente fuente de B9, B1, B2, B3, B5 y B6;
el salmón, que contiene B2, B3, B6 y B12; las verduras de
hojas verdes, ricas en B9; y las semillas de girasol,
que pueden llegar a aportar hasta el 20% del valor diario recomendado de B5.
La importante vitamina que apenas tomamos en España y que
es fundamental para el organismo
La biotina tiene fama de mejorar la
fuerza del cabello, pero está implicada en otras funciones más importantes y
debemos tomarla más.
La biotina es una vitamina hidrosoluble del grupo B, en concreto, la
vitamina B8. Como vitamina es esencial para el organismo, pero no podemos
sintetizarla. Por eso se hace indispensable conseguirla a través de la
alimentación, aunque una pequeña parte es sintetizada por la
microbiota de nuestro colon.
Así lo explica Andrea Calderón García, profesora de Nutrición de la
Universidad Europea de Madrid, y miembro de la junta directiva de la
Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). Su
principal función, según indica, es ser cofactor o contribuir a que
puedan producirse multitud de reacciones bioquímicas en el
organismo relacionadas con el metabolismo adecuado de glucosa, de las
grasas, y de los aminoácidos.
No obstante, si pensamos en biotina habitualmente la asociamos con
beneficios para prevenir la caída del pelo, para ponerlo más fuerte, o para
que este crezca más deprisa. "Realmente, la evidencia a este respecto es muy
limitada y no parece estar justificada la suplementación en personas sanas
sin patologías que afecten al crecimiento o calidad del pelo. Lo mismo
sucede con la asociación entre la biotina y un mayor crecimiento de
las uñas o el lograr uñas más fuertes", aclara la miembro de la
SEDCA.
Eso sí, Andrea Calderón especifica que la biotina puede ser beneficiosa para
el pelo y para las uñas en los casos en los que una enfermedad o situación
clínica concreta afecte a la calidad de estos, pero no en condiciones sanas.
"En esos casos, sí puede ayudar a que el pelo y las uñas estén más fuertes,
menos quebradizas, o crezcan mejor", puntualiza la experta en nutrición.
Y aunque suplementarse con biotina es inocuo en condiciones normales, según
advierte, ya que es una vitamina que no se acumula, y la sobrante la
expulsamos rápido por orina, no tiene clara validez clínica en la mayoría de
los casos que se utiliza. "Además, que si se toma cuando la persona
ya cubre con la dieta sus necesidades, un plus no aporta beneficios
claros", mantiene.
En qué alimentos podemos encontrarla
Esta se encuentra presente en prácticamente todos los alimentos, pero
destaca principalmente en el hígado y en la yema de huevo, y después en la
carne, y en el pescado. "En alimentos vegetales la encontramos en algunos
como las almendras, las nueces, las semillas, las espinacas, el
brócoli, y la batata", aprecia esta dietista-nutricionista, al
tiempo que argumenta que, por esta razón, una dieta relativamente
equilibrada cubre las recomendaciones diarias sin problemas.
Por otro lado, esta especialista señala que la deficiencia de biotina es muy
rara, ya que se encuentra prácticamente en todos los alimentos. "Una dieta
mal planificada o muy restrictiva, que tenga deficiencia de vitaminas del
grupo B, puede tener deficiencia de esta vitamina, pero normalmente no
aparece de forma aislada. También aparece deficiencia en el alcoholismo
crónico", apunta.
"Los síntomas principales son: acidosis metabólica (asociada a enfermedades
crónicas), cansancio y fatiga, alteraciones digestivas y en mucosas,
posibles erupciones cutáneas, dermatitis o acné. También se
relaciona con alopecia, fragilidad de uñas y de pelo que tenderá
más a caerse, pero estos últimos con una evidencia muy moderada no del todo
clara", apunta Andrea Calderón.
Con todo ello, la miembro de la SEDCA precisa sobre la toma de suplementos
con biotina que la evidencia no es clara al respecto, y parece que no está
justificado suplementarse con biotina en personas sanas, ya que se cubren de
sobra sus necesidades con la dieta, de forma que un plus no aporta
beneficios adicionales.
"Solamente se recomienda en caso de patologías asociadas a una deficiencia
de biotina, o en patologías que impliquen pérdida de calidad o crecimiento
de pelo o uñas, siendo ineficaz para personas sin alteraciones en los
mismos", agrega.
Vitamina D y folato: las imprescindibles para una buena
salud en la mujer
Cada una de ellas tiene unas funciones y
una importancia en el correcto funcionamiento del cuerpo femenino.
18
diciembre, 202214:32
Las vitaminas son sustancias químicas necesarias para que el cuerpo
funcione apropiadamente. Existen trece vitaminas esenciales:
Vitamina A, la Vitamina C, la Vitamina D, la Vitamina E, la Vitamina K, la
Vitamina B1 (tiamina), la Vitamina B2 (riboflavina), la Vitamina B3
(niacina), la Vitamina B6 (piridoxina), la Vitamina B12 (cianocobalamina),
el Folato (ácido fólico y B9), el Ácido patoténico (B5) y la Biotina (B6).
En España, siempre se ha pensado que por tener mayor cantidad de horas de
sol que en otros países teníamos la Vitamina D asegurada, una de las más
importantes para la salud de nuestro organismo sobre todo en mujeres por su
papel fundamental para evitar la osteoporosis. Pero no es así.
No tener la cantidad suficiente de alguna de estas vitaminas pueden
causar problemas de salud. Cada una de ellas tiene unas funciones y
una importancia en el correcto funcionamiento del cuerpo, pero en concreto,
dos de ellas, son fundamentales para las mujeres.
Vitamina D
La vitamina D es fundamental para el organismo a nivel metabólico,
cardiovascular y endocrino. Interviene en la absorción del calcio en los
huesos y garantiza el correcto funcionamiento del metabolismo, el
crecimiento celular, el sistema inmunitario y los procesos inflamatorios.
Es una sustancia fundamental para la salud de la mujer en las
diferentes etapas de su vida. Clave sobre todo en tres situaciones
concretas de la vida de la mujer: la fertilidad, el embarazo y la
postmenopausia. Se trata de una vitamina con una importante misión conocida:
la homeostasis del calcio y del fósforo, además de las ya comentadas
funciones metabólica e inmunológica.
También conocida como "la vitamina del sol" debido a que se
produce después de la exposición a la luz solar, se recomiendan de 10 a 15
minutos de exposición al sol 3 veces a la semana para garantizar los
requerimientos corporales de Vitamina D. Sin embargo, es habitual no
alcanzar el suficiente tiempo de exposición por cuestiones diversas como el
trabajo o el clima
Folato
El folato es un tipo de Vitamina B, fundamental porque actúa con la
vitamina B12 para ayudar en la formación de glóbulos rojos. La
cantidad de folato necesaria depende de la edad y generalmente se consigue
con un patrón de alimentación saludable. Durante el embarazo, por su papel
fundamental, se recomienda a las mujeres tomar suplemento de ácido fólico.
Esta vitamina es necesaria para la producción del ADN, que
controla el crecimiento tisular y la función celular. Cualquier mujer
embarazada debe asegurarse de consumir cantidades adecuadas de folato.
Pero no solamente es beneficiosa para las embarazadas y los bebés, sino que
beneficia a todas las mujeres.
El ácido fólico tiene beneficios como su ayuda a la actividad hepática y a
regular los niveles de histamina en el cuerpo. Además, sostiene la
salud mental y emocional, ya que participa en la regulación de la serotonina,
lo que nos normalizará el apetito, la temperatura corporal, el sueño y el
estado de ánimo, entre otros.
La vitamina que protege el cerebro, aleja el alzhéimer y
sirve de antiinflamatorio si se toma a diario
En España se sufre un déficit
generalizado de esta vitamina, pese a que es indispensable para mantener una
buena salud cognitiva con la edad.
La vitamina D es una hormona fundamental para el organismo,
con un papel fundamental a nivel metabólico, cardiovascular y
endocrino. Interviene en la absorción del calcio
en los huesos y garantiza el correcto funcionamiento del metabolismo, el
crecimiento celular, el sistema inmunitario
y los procesos inflamatorios.
La deficiencia de esta vitamina es el principio de muchos problemas como
hipertensión, obesidad, osteoporosis, algunos tipos de cáncer,
depresión, esclerosis múltiple y alzhéimer. De hecho, una
investigación iniciada en 1997, y recogida en
la revista Alzheimer’s and Dementia: The Journal of the Alzheimer’s
Association, ha revelado que las personas con niveles más altos de
vitamina D en el cerebro tenían entre un 25 y un 33% menos
de probabilidades de sufrir demencia.
Los investigadores examinaron muestras del tejido cerebral de 209
participantes en el Proyecto Rush Memory and Aging, un estudio a largo plazo
sobre la enfermedad de Alzheimer. Estos evaluaron la función
cognitiva de los participantes -personas mayores sin signos de
deterioro cognitivo- a medida que envejecían, analizando así las posibles
irregularidades en su tejido cerebral una vez fallecidos.
Se centraron en particular en los niveles de vitamina D en el cerebro de los
voluntarios, descubriendo así que los que tuvieron niveles más altos gozaron
de una mejor función cognitiva. "Esta investigación refuerza la importancia
de estudiar cómo los alimentos y los nutrientes crean resiliencia
para proteger el cerebro, que envejece contra enfermedades como la
enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas", explica la autora
principal, Sarah Booth, directora del Centro de Investigación de Nutrición
Humana Jean Mayer USDA en Boston, EEUU.
Se analizaron muestras de dos zonas asociadas con los cambios relacionados
con la enfermedad de Alzheimer, otra relacionada con las formas de demencia
asociadas al flujo sanguíneo, y una región carente de relación con el
deterioro cognitivo vinculado a estas enfermedades. Todas presentaban
niveles de vitamina D, y en los voluntarios con mayores proporciones, la
función cognitiva en vida fue mucho mayor.
Sin embargo, según revelan los científicos, a día de hoy, no han sido
capaces de asociar los niveles de esta hormona con ninguno de los marcadores
fisiológicos asociados con la enfermedad de Alzheimer como la acumulación de
placa amiloide, la enfermedad de cuerpos de Lewy o la evidencia de
accidentes cerebrovasculares crónicos o microscópicos. Esto significa que
aún no se ha podido categorizar mediante qué mecanismos la vitamina
D afecta a la función cerebral.
España, deficiente en vitamina D
Nuestro país, conocido por ser el destino predilecto de playa y sol de toda
Europa con alrededor de 2.500 horas de sol anuales, suspende en
cuanto a niveles de vitamina D entre sus ciudadanos. Eso, pese a
que la exposición al sol es una de las formas más sencillas de producir esta
hormona en el organismo. Así lo expone el estudio Paradoxical suboptimal
vitamin D levels in a Mediterranean area: a population-based study,
dirigido por Diana Díaz Rizzolo, profesora de los Estudios de Ciencias de la
Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigadora del
Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
Los españoles presentan niveles de vitamina D más bajos que
los habitantes de muchos países nórdicos, con menos horas de sol, como
Finlandia, Reino Unido, Islandia, Suecia o Irlanda. Además,
según señala el estudio, en estos países se llevan a cabo campañas de
suplementación de esta vitamina fortificando el consumo de alimentos que la
contienen, fomentando las actividades al aire libre y ajustando los horarios
de trabajo. Además, se realizan seguimientos de los niveles
de esta hormona entre la población.
Según resalta la investigadora principal, la clave parece estar en la dieta.
Según la UOC, "el 80 % de los jóvenes tenían niveles inferiores a
los deseables, pero la mayoría no recibían suplementación". Sin
embargo, en grupos de población más mayores, no se aprecian niveles tan
inferiores. Aquí es donde se aborda otra de las razones que expone el
estudio: en España solo se realiza seguimiento de vitamina D normalmente a
grupos de riesgo como personas mayores de 70 años, embarazadas o personas
con problemas óseos.
Dieta rica en vitamina D
A pesar de que existen complementos vitamínicos para suplir el déficit de
vitamina D, los expertos advierten que no es recomendable usar grandes dosis
de suplementos como medida preventiva.
"La dosis recomendada de vitamina D es de 600 UI para personas de 1 a 70
años, mientras que sube hasta los 800 UI para personas mayores. Una
cantidad excesiva puede resultar perjudicial y se ha relacionado
con el riesgo de caídas en personas mayores", señala una doctora internista
del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
En cuanto a los alimentos que mayores niveles de vitamina D, cabe destacar
la leche, los cereales, los pescados
grasos como la caballa, el salmón, las sardinas o el atún. El
hígado de vaca, los hongos o las bebidas vegetales de soja o avena
son alimentos perfectos para aportar esta vitamina a tu dieta.
Frutas y verduras: la parte más rica en antioxidantes y
vitaminas que tiramos a la basura cada día
Muchas cáscaras son ricas en fitoquímicos,
como los flavonoides y los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y
antimicrobianas.
29
noviembre, 202202:19
Mucha gente acostumbra a pelar las frutas y las verduras
antes de consumirlas, pero a menudo no es necesario. La cáscara contiene
importantes nutrientes. Además de que las pieles de las frutas y verduras
desechadas contribuyen al cambio climático.
La fruta y la verdura son ricas fuentes de vitaminas, minerales, fibra y
muchos fitoquímicos (sustancias químicas de las plantas),
como
los antioxidantes (sustancias que protegen a las
células del daño).ver la Pagina mas
Abajo......
No consumir suficiente cantidad de estos alimentos ricos en nutrientes está
relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas,
incluidas las enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2. En
2017, la Organización Mundial de la Salud informó de que alrededor de 3,9
millones de muertes al año en todo el mundo eran atribuibles a que las
personas no comían suficiente fruta y verdura.
Comer 400 gramos de fruta y verdura al día,
como recomienda la OMS, es difícil de
conseguir para muchos. Pero ¿y si el consumo de estos alimentos sin pelar
ayudara a resolver el problema añadiendo nutrientes importantes a nuestra
dieta?
Sin duda, podría contribuir. Por ejemplo, existen cantidades
nutricionalmente importantes de vitaminas, como la vitamina C y la
riboflavina, y minerales como el hierro y el zinc, en la piel de
siete hortalizas de raíz: remolacha, mostaza de campo, zanahoria
silvestre, batata, rábano, jengibre y patata blanca.
Y el
Departamento de Agricultura de EE. UU. calcula que las manzanas
sin pelar contienen un 15 % más de vitamina C, un 267 % más de
vitamina K, un 20 % más de calcio, un 19 % más de potasio y un 85 % más de
fibra que sus equivalentes peladas. Además, muchas cáscaras son ricas en
fitoquímicos biológicamente activos, como los flavonoides y los
polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y
antimicrobianas.
Teniendo en cuenta el contenido en nutrientes de las cáscaras y su
contribución al desperdicio de alimentos, ¿por qué se pelan las frutas y
verduras? No queda otro remedio cuando las partes externas no son
comestibles, no tienen buen sabor, son difíciles de limpiar o causan algún
daño, como ocurre con el plátano, la naranja, el melón, la piña, el
mango, el aguacate, la cebolla y el ajo.
Además, pelar puede ser una parte necesaria de la receta, por ejemplo cuando
se hace puré de patatas. Pero hay muchas cáscaras comestibles (patata,
remolacha, zanahoria, kiwi y pepino) que seguimos pelando
innecesariamente.
¿Hay plaguicidas en la piel?
Algunas personas que pelan la fruta y la verdura porque les preocupan los
pesticidas. Si bien es cierto que los residuos de plaguicidas se pueden
acumular en la superficie o justo debajo de ella, la mayoría se eliminan
mediante el lavado. De hecho,
la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.
recomienda lavar las piezas de fruta y hortalizas con abundante agua
fría y restregarlos con un cepillo duro para eliminar los
pesticidas, la suciedad y los productos químicos.
Las técnicas de cocción, como el hervido y la cocción al vapor, también
pueden reducir los residuos de plaguicidas. Pero como no todos desaparecen
lavando y cocinando, puede resultar útil consultar las listas de
contenidos de plaguicidas en frutas y verduras. Entre ellas la que
elabora la Red de Acción contra los Plaguicidas para el Reino Unido. Esto
puede ayudarnos a decidir qué fruta y verdura debemos pelar y qué cáscaras
podemos comernos sin correr riesgos.
Si quiere saber más sobre las cáscaras de frutas y verduras y qué hacer con
ellas, hay muchos consejos en internet, incluyendo ayuda sobre cómo
utilizarlas para compostaje, para alimentar una lombricera o para
incorporarlas en recetas.
Con un poco de investigación y creatividad, podemos ayudar a reducir
los residuos y aumentar el consumo de frutas y verduras. Seguro que
merece la pena intentarlo y contribuir a cumplir uno de los objetivos de
desarrollo sostenible de la ONU:
reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030.
Éstos son los antioxidantes más potentes para comer:
reducen la hipertensión y el azúcar en sangre
Una dieta rica en polifenoles mejora el
perfil glucémico de las personas y ayuda a reducir el riesgo cardiovascular.
Los
polifenoles son una categoría de sustancias químicas que se encuentran
de forma natural en las plantas. Existe una gran variedad -más
de 500 tipos diferentes-y se sabe que pueden proteger a los constituyentes
celulares contra el daño oxidativo que producen los
radicales libres como consecuencia de la oxigenación de las células.
Estos
antioxidantes, por tanto, limitan el riesgo de sufrir diversas enfermedades
degenerativas asociadas con la oxidación y retrasan el
envejecimiento biológico. Además, como antiinflamatorios naturales,
los polifenoles ayudan a reducir la inflamación crónica, un
factor de riesgo de enfermedad cardíaca.
Como repasábamos en este artículos, los diferentes tipos de polifenoles se
agrupan en cuatro grupos principales, cada uno de los
cuales puede encontrarse en diferentes alimentos:
· Los flavonoides son los más numerosos y suponen alrededor
del 60% de todos los polifenoles. Pueden encontrarse en alimentos como manzanas,
cebollas, chocolate negro y col lombarda.
· Los ácidos
fenólicos representan alrededor del 30% de todos los polifenoles.
Se encuentran principalmente en frutas, verduras, cereales
integrales y semillas.
· Las amidas polifenólicas, que se pueden encontrar en
alimentos como los pimientos picantes y la avena.
Otros polifenoles menos frecuentes se encuentran en el vino tinto,
en bayas, en cúrcuma, en semillas de lino y de sésamo y en los cereales
integrales.
Las ventajas de los polifenoles
Una dieta rica
en polifenoles mejora el perfil glucémico de las personas
mayores con riesgo cardiovascular, según ha revelado un estudio de la Unidad
de Nutrición Humana del Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili de la
Universitat Rovira i Virgili (URV-IISPV) de Tarragona.
En un
comunicado este martes, la URV ha explicado que el estudio, publicado en la
revista científica Antioxidants, ha analizado datos de cerca de
6.000 personas de edad avanzada con sobrepeso y obesidad, y
con un elevado riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Al inicio y
después de un año de seguimiento, se calculó, a partir de cuestionarios
sobre su dieta, su ingesta de polifenoles, unos compuestos naturales que se
encuentran en dietas basadas en el consumo de cereales integrales,
frutas, verduras, legumbres y frutos secos, así como grasas
saludables como el aceite de oliva.
Los resultados
pusieron de manifiesto que las personas que consumían más alimentos ricos en
polifenoles, especialmente algunas clases concretas de estos compuestos como
las flavonas, los flavonoles y los lignanos, tenían unos
niveles de glucosa más bajos.
Asimismo, al
analizar de forma separada el consumo de polifenoles entre personas sanas y
personas con diabetes o prediabetes, se observó que el grupo que salió más
beneficiado del consumo de estos compuestos fue el de los
prediabéticos, que presentaron unos niveles de glucosa más
reducidos.
Los resultados
contribuyen así a la evidencia de que los compuestos polifenólicos
tienen un "papel importante" en la prevención y mejora de
enfermedades crónicas como la diabetes.
Frutas y verduras: la parte más rica en antioxidantes y
vitaminas que tiramos a la basura cada día
Muchas cáscaras son ricas en fitoquímicos,
como los flavonoides y los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y
antimicrobianas.
Mucha gente acostumbra a pelar las frutas y las verduras
antes de consumirlas, pero a menudo no es necesario. La cáscara contiene
importantes nutrientes. Además de que las pieles de las frutas y verduras
desechadas contribuyen al cambio climático.
La fruta y la verdura son ricas fuentes de vitaminas, minerales, fibra y
muchos fitoquímicos (sustancias químicas de las plantas),
como
los antioxidantes (sustancias que protegen a las
células del daño).
No consumir suficiente cantidad de estos alimentos ricos en nutrientes está
relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas,
incluidas las enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2. En
2017, la Organización Mundial de la Salud informó de que alrededor de 3,9
millones de muertes al año en todo el mundo eran atribuibles a que las
personas no comían suficiente fruta y verdura.
Comer 400 gramos de fruta y verdura al día,
como recomienda la OMS, es difícil de
conseguir para muchos. Pero ¿y si el consumo de estos alimentos sin pelar
ayudara a resolver el problema añadiendo nutrientes importantes a nuestra
dieta?
Sin duda, podría contribuir. Por ejemplo, existen cantidades
nutricionalmente importantes de vitaminas, como la vitamina C y la
riboflavina, y minerales como el hierro y el zinc, en la piel de siete
hortalizas de raíz: remolacha, mostaza de campo, zanahoria
silvestre, batata, rábano, jengibre y patata blanca.
Y el
Departamento de Agricultura de EE. UU. calcula
que las manzanas sin pelar contienen un 15 % más de
vitamina C, un 267 % más de vitamina K, un 20 % más de calcio, un 19 % más
de potasio y un 85 % más de fibra que sus equivalentes peladas. Además,
muchas cáscaras son ricas en fitoquímicos biológicamente activos, como los
flavonoides y los polifenoles, que tienen propiedades
antioxidantes y antimicrobianas.
Otra razón para no desechar las cáscaras es su efecto sobre el medio
ambiente. Según
la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación,
los alimentos no consumidos, incluidas las cáscaras, generan entre
el 8 % y el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero,
principalmente metano. Únicamente Nueva Zelanda, un país con una población
de sólo 5,1 millones de personas, registra un desperdicio anual de 13 658
toneladas de cáscaras de verduras y 986 toneladas de pieles de frutas.
Teniendo en cuenta el contenido en nutrientes de las cáscaras y su
contribución al desperdicio de alimentos, ¿por qué se pelan las frutas y
verduras? No queda otro remedio cuando las partes externas no son
comestibles, no tienen buen sabor, son difíciles de limpiar o causan algún
daño, como ocurre con el plátano, la naranja, el melón, la piña, el
mango, el aguacate, la cebolla y el ajo.
Además, pelar puede ser una parte necesaria de la receta, por ejemplo cuando
se hace puré de patatas. Pero hay muchas cáscaras comestibles (patata,
remolacha, zanahoria, kiwi y pepino) que seguimos pelando
innecesariamente.
¿Hay plaguicidas en la piel?
Algunas personas que pelan la fruta y la verdura porque les preocupan los
pesticidas. Si bien es cierto que los residuos de plaguicidas se pueden
acumular en la superficie o justo debajo de ella, la mayoría se eliminan
mediante el lavado. De hecho,
la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.
recomienda lavar las piezas de fruta y hortalizas con abundante agua
fría y restregarlos con un cepillo duro para eliminar los
pesticidas, la suciedad y los productos químicos.
Las técnicas de cocción, como el hervido y la cocción al vapor, también
pueden reducir los residuos de plaguicidas. Pero como no todos desaparecen
lavando y cocinando, puede resultar útil consultar las listas de
contenidos de plaguicidas en frutas y verduras. Entre ellas la que
elabora la Red de Acción contra los Plaguicidas para el Reino Unido. Esto
puede ayudarnos a decidir qué fruta y verdura debemos pelar y qué cáscaras
podemos comernos sin correr riesgos.
Si quiere saber más sobre las cáscaras de frutas y verduras y qué hacer con
ellas, hay muchos consejos en internet, incluyendo ayuda sobre cómo
utilizarlas para compostaje, para alimentar una lombricera o para
incorporarlas en recetas.
Con un poco de investigación y creatividad, podemos ayudar a reducir
los residuos y aumentar el consumo de frutas y verduras. Seguro que
merece la pena intentarlo y contribuir a cumplir uno de los objetivos de
desarrollo sostenible de la ONU: reducir a la mitad el desperdicio de
alimentos para 2030.
La verdad sobre la gripe y la vitamina C: por qué es bueno
tomarla aunque no la cure según la ciencia
No hay base científica para recurrir a la
vitamina C contra los síntomas directos de la gripe, aunque sí para las posibles
secuelas.
Los remedios caseros para la gripe son muy variopintos.
Aquellos que peinamos canas recordamos la leche calentita con miel o con una
yema de huevo, incluso con algo de ponche. Pero hay uno que sobrevive al
paso del tiempo y podemos considerar el más conocido y aceptado: una
buena dosis de vitamina C.
¿Hay alguna razón con base científica para recurrir a la
vitamina C como remedio frente a la gripe? No, no la hay para los
síntomas directos. Aunque sí para las posibles secuelas.
Aunque algunos estudios han mostrado cierta capacidad de la vitamina C para
prevenir algunos de los síntomas de la gripe, la realidad es que presentan
problemas de diseño. De hecho, cuando se ha realizado un estudio exhaustivo
analizando múltiples intentos para determinar si el tratamiento con vitamina
C de verdad mejora los síntomas de la gripe, los resultados han sido nulos o
muy modestos y solamente con dosis excesivamente altas tales como 1
gramo diario. Muy lejos de lo que contiene un vaso de zumo
de naranja o un puñado de fresas, por ejemplo.
De hecho, los últimos estudios sobre estudios clínicos –lo que conocemos en
el mundo científico como metaanálisis y revisiones sistemáticas– concluyen
tajantemente que solo las vacunas producen efectos preventivos,
mientras que el efecto de la vitamina C es insignificante o nulo en cuanto a
los síntomas directos de la gripe.
Vitamina C, antioxidante soluble
Nuestro cuerpo dispone de antioxidantes moleculares que se
pueden clasificar como hidrosolubles o solubles en agua,
como la vitamina C y el glutatión, y liposolubles o
solubles en grasas, como
el coenzima Q10 y
la vitamina E.
Estos antioxidantes cumplen una función esencial: reducen los niveles de
radicales libres provenientes del
metabolismo del oxígeno o el nitrógeno, como
el superóxido o el agua oxigenada, y otros
más reactivos que atacan fuertemente al ADN produciendo mutaciones, como el
radical hidroxilo o el peroxinitrito.
Los antioxidantes solubles en agua reducen el daño oxidativo
eliminando algunos de estos radicales libres. Por su parte, los solubles en
grasas bloquean la oxidación de las membranas previniendo múltiples efectos
sobre la actividad celular. También evitan la muerte de las células
por un mecanismo conocido como
ferroptosis.
Los antioxidantes necesitan enzimas
Para que un antioxidante sea útil en nuestras células necesita
enzimas que los reciclen continuamente. Así se crea un ciclo en el
que la versión activa de la molécula antioxidante se consume una y otra vez
al reaccionar contra los radicales, pero las enzimas antioxidantes presentes
en las células las reciclan para que pueda volver a reaccionar.
A este ciclo se le conoce como ciclo de oxido-reducción, ya
que el antioxidante se oxida y reduce al radical libre, eliminándolo. Por lo
tanto, para que las moléculas antioxidantes puedan cumplir su función deben
disponer de enzimas antioxidantes en suficiente cantidad y capacidad como
para reciclarse sin parar.
Por eso, atiborrarse de suplementos antioxidantes no tiene mucho sentido si
lo que no funciona en nuestro cuerpo son las enzimas que mantienen a estas
moléculas activas. Y cuando el cuerpo se encuentra en desequilibrio, como
ocurre
en enfermedades crónicas metabólicas o en
el envejecimiento, estas enzimas antioxidantes funcionan
relativamente mal o casi desaparecen.
Previene daños a largo plazo
Todos conocemos los síntomas de la gripe: tos, mucosidad, malestar general,
fiebre
y dolor articular. Los virus de la gripe
invaden las células y generan una respuesta del sistema inmunitario que
produce un efecto inflamatorio general que genera fiebre y
el dolor articular característico.
En todo este fenómeno inflamatorio se generan radicales libres de oxígeno
que
añaden más daño aún al daño directo que produce el propio
virus. Una mayor producción de radicales libres durante la gripe
genera una serie de daños en células y tejidos
que pueden agravar
procesos degenerativos y acelerar la acumulación de
basura celular.
Estos daños a largo plazo podrían estar
detrás de las secuelas que se han asociado con
epidemias de gripe y que acaban generando muertes prematuras
incluso años después.
Por eso el uso de antioxidantes podría considerarse
una terapia preventiva de los daños oxidativos
generados por la inflamación general producida por la infección vírica
tanto de gripe como de Covid-19.
Podríamos, por tanto, considerar que la vitamina C en el tratamiento de la
gripe es muy útil para prevenir el daño oxidativo que se produzca por los
efectos inflamatorios derivados de la infección por el virus. En una persona
bien alimentada no sería muy necesario. Sin embargo, en casos de
deficiencia o en personas mayores, más vale prevenir que curar.
A fin y al cabo, un exceso moderado de vitamina C previene daños
oxidativos sin efectos secundarios. Y como se elimina rápidamente,
toda ayuda es bienvenida aunque no reduzca mucho los síntomas.
¿Cuáles son las vitaminas más recomendadas para las
mujeres?
¿Sabías que la acción de determinadas
vitaminas es clave en las diferentes etapas y cambios biológicos de las mujeres?
Estas son las cuatro más recomendadas.
Menopausia, embarazo, postmenopausia… a lo largo de la vida, las mujeres
experimentamos diferentes e importantes etapas en las que tenemos que
enfrentarnos a toda clase de cambios biológicos, físicos y hormonales.
Cambios en los que nuestra salud puede llegar a verse afectada
y en los que las vitaminas cuentan con un papel fundamental para
garantizarla.
Son vitaminas y minerales claves para el buen mantenimiento de nuestra
salud, que en algunos momentos de la vida pueden presentar niveles bajos en
nuestro organismo. Esa es una de las razones por las que, además de fichar
los 5 mejores multivitamínicos para mujeres, te asegures de incluir en tu
alimentación las vitaminas y minerales más importantes para que toda mujer
pueda disfrutar de una buena salud.
Estas son las cuatro vitaminas fundamentales para favorecer la buena salud
de la mujer.
¿Cuáles son las vitaminas más
recomendadas para las mujeres?
Vitamina C:
es clave para ayudar a la formación de colágeno y por lo tanto se trata
de una vitamina vital para asegurar el buen estado de los tejidos. De
ahí que sea importante para ayudar a cicatrizar tras el parto en las
mujeres.
También contribuye al buen
funcionamiento del sistema inmunitario y a su acción antioxidante, junto
con el mantenimiento de los huesos. La vitamina C podrás obtenerla de
alimentos como las fresas, la papaya, el kiwi, los pimientos, la col
rizada, el brócoli, etc.
Vitamina B2:
presente en alimentos como las carnes, el pomelo, la manzana, los
lácteos, las legumbres o los espárragos, se trata de una vitamina clave
para proteger al cuerpo de los radicales libres. También ayuda a regular
el metabolismo y es responsable de la correcta absorción de algunos
minerales y del ácido fólico.
La vitamina B2 es clave para
la producción de energía y fundamental como tratamiento para la anemia,
la migraña y problemas en la piel como el acné. También ayuda a la
reducción del cansancio y la fatiga, a la vez que cuenta con una potente
acción antioxidante.
Vitamina E:
además de sus conocidas propiedades antienvejecimiento, la Vitamina E es
una excelente aliada para ayudar a la salud del cabello y de la piel.
Uno de los principales beneficios de esta vitamina en las mujeres se
encuentra principalmente durante la menopausia.
En esta etapa la mujer
experimenta alteraciones hormonales que favorecen el debilitamiento de
la piel, por lo que el aumento en la ingesta de esta vitamina a través
de alimentos como las almendras, las avellanas, acelgas, espinacas, etc;
es clave para favorecer esos beneficios propios de la Vitamina E.
Vitamina D:
esta vitamina es una sustancia fundamental para la salud de la mujer en
las diferentes etapas de su vida. Se trata de una vitamina con una
importante misión conocida: la homeostasis del calcio y del fósforo,
además de otras importantes misiones metabólica e inmunológica.
Es una vitamina que necesita
ser activada mediante complejos sistemas enzimáticos y que además de
poder ser incorporada en nuestro organismo a través de la alimentación,
también puede serlo a través de la exposición a la luz solar. Una
vitamina clave sobre todo en tres situaciones concretas de la vida de la
mujer: la fertilidad, el embarazo y la postmenopausia. En cuanto a los
alimentos en los que podrás encontrarla, se encuentran los pescados
azules, los mariscos, el huevo, así como las carnes y vísceras.
Este es el 'súper chocolate' español:
antioxidante, con vitaminas y dirigido a cuidar el cerebro
Un ensayo español estudia el
efecto del chocolate enriquecido con vitamina E en mayores con deterioro
cognitivo leve.
El chocolate con
al menos un 70% de cacao y sin azúcares añadidos es considerado
un alimento saludable por su abundante aporte de polifenoles
antioxidantes. Ahora, investigadores del Centro de Investigación
Biomédica en Red Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) en
el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA se suman al
proyecto Choko-Age. El objetivo es comprobar si el
chocolate enriquecido con vitamina E tiene efectos
favorables sobre la cognición y la fragilidad en pacientes mayores
con deterioro cognitivo leve que lo toman.
Choko-Age plantea la sinergia entre una nutrición óptima
y el ejercicio físico, afirma
el comunicado, que pueden actuar en
sinergia para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Prevenir la desnutrición proteico-energética y la
atrofia muscular asociada al paso de los años son
dos estrategias para evitar la aparición de discapacidades y de la
fragilidad, un síndrome geriátrico.
"Un anciano frágil tiene un riesgo muy elevado de acabar siendo
dependiente, por lo que prevenir, identificar y revertir el estado
de fragilidad es fundamental para garantizar un envejecimiento
saludable", afirman desde INCLIVA.
"Los científicos han demostrado sistemáticamente que el ejercicio
físico y los polifenoles del chocolate producen un efecto
reductor del cortisol -una hormona esteroide
con un papel importante en el control del metabolismo de los tejidos
y la función inmune en condiciones de estrés- que produce una mejora
de los procesos metabólicos y neurológicos", prosigue el comunicado.
A partir de esta premisa, Choko-Age se enfocará en ancianos
con riesgo de fragilidad y deterioro cognitivo leve. El objetivo
será comprobar si los efectos reductores del cortisol del
chocolate y el ejercicio físico pueden combinarse con la
función antioxidante y citoprotectora de la vitamina E
para ralentizar la progresión de la desnutrición
proteico-energética.
El principal elemento será un chocolate negro funcionalizado
con vitamina E rico en polifenoles en colaboración con
Perugina, empresa de Nestlé. A continuación se investigarán
sus efectos combinados con un programa de entrenamiento
físico interválico de
alta intensidad –que ya se ha
aplicado con éxito en personas mayores y en poblaciones frágiles- en
un período de 6 meses, a través de un ensayo aleatorizado de casos y
controles en pacientes ancianos con demencia.
"La actividad física es un tratamiento no farmacológico con
gran potencial para atenuar el deterioro cognitivo en
ancianos sanos, en pacientes con deterioro cognitivo leve y con
demencia severa. El entrenamiento con ejercicios debe realizarse
preferentemente como intervalos de alta intensidad aeróbica
(85%-95% de la frecuencia cardíaca máxima), ya que produce
efectos superiores en el sistema cardiovascular en comparación con
el ejercicio de intensidad moderada o baja", explican desde INCLIVA.
Choko-Age se puso en marcha en 2021 y finalizará en 2024. La
intervención de INCLIVA consistirá en la realización de
análisis in vitro de células de músculos esqueléticos
y otras líneas celulares, así como de estudios ómicos y del
estrés oxidativo, informa el centro. Para ello, se
utilizarán plataformas de análisis génico, especialmente para la
transcritómica de RNA extraído de los pacientes que intervienen en
el ensayo.
En el proyecto participan, además, la Universidad de Perugia y la
Universidad de Verona, en Italia; la Universidad de Molde, en
Noruega; y la Universidad de Liverpool, en Reino Unido. El equipo de
investigación de INCLIVA y CIBERFES está dirigido por José Viña,
coordinador del Grupo de Investigación en Envejecimiento y Ejercicio
Físico, y Consuelo Borrás, coordinadora del Grupo de Investigación
en Envejecimiento Saludable.
Beneficios del ácido fólico para las mujeres (sin
necesidad de estar embarazadas)
Esta vitamina beneficia a todas
las mujeres por ser una aliada contra la anemia, fatiga y depresión.
Tomar dosis extra de ácido fólico está a la orden
del día entre las mujeres que están planeando quedarse embarazadas o
en aquellas que ya lo están. Se trata de una vitamina del grupo B
que, en este colectivo femenino, reduce significativamente
el riesgo de que un bebé tenga defectos de desarrollo
incompleto del cerebro y de la médula espinal.
Estos problemas que pueden darse en el crecimiento del feto se
generan en las primeras semanas de gestación, uno
de los motivos por los que se recomienda a las mujeres empezar a
tomar el ácido fólico cuando empiezan a intentar quedarse
embarazadas. Asimismo, también es positivo ingerirla si no
se planea un embarazo, ya que muchos, según la ONU, cerca
de la mitad de los embarazos del mundo no son deseados.
Igualmente,
esta vitamina no solamente es beneficiosa para ellas y para los
bebés, sino que beneficia a todas las mujeres por ser una
aliada contra la anemia, fatiga y depresión.
Esta vitamina beneficiosa para la mujer fue descubierta precisamente
por dos mujeres: la doctora Lucy Willis, de origen
británico, y su colaboradora hindú M. M. Metha. En
1930 identificaron en la India un factor que era capaz de curar la
anemia megaloblástica. La causa de esta anemia suele ser por
deficiencias dietéticas y produce que los glóbulos rojos
sean más grandes de lo normal y mueran antes de tiempo.
Al descubrirse, el ácido fólico fue llamado inicialmente "factor
Willis" o también vitamina B9. Este componente pudo ser aislado,
años después, de las hojas de espinacas, y pasó a ser denominado
como lo conocemos hoy en día.
Mujer y beneficios
El ácido fólico funciona conjuntamente con las vitaminas B12 y
vitamina C, ayudando a romper, absorber y usar las proteínas en el
cuerpo.
Juega un papel importante protegiéndonos de la anemia, ya que
participa en la formación del grupo hemo, la proteína que contiene
hierro en la hemoglobina. Su deficiencia puede crear a las mujeres
anemia megaloblástica, manifestándose en pérdida de apetito,
náuseas, úlceras bucales, piel pálida y pérdida de pelo. Su
deficiencia crónica se manifiesta por fatiga y lengua dolorosa e
hinchada.
Otros beneficios del ácido fólico son que ayuda a la
actividad hepática y a regular los niveles de histamina en
el cuerpo. Sostiene la salud mental y emocional, ya que ayuda a
regular la serotonina, lo que nos normalizará el apetito, la
temperatura corporal, el sueño y el estado de ánimo.
Por último, otros datos curiosos del ácido fólico: mantiene a raya
los parásitos intestinales, nos protege de envenenamiento por
alimentos dañados y evita un encanecimiento prematuro del cabello.
Dónde encontrarlo
Que a las mujeres les falte ácido fólico es una de las deficiencias
de vitaminas más comunes en el género femenino. La razón suele ser
puramente dietética, por las elecciones que hacemos en nuestro día a
día: comida de origen animal (con excepción del hígado) que son
bajas en ácido fólico, mientras que los alimentos vegetales
son fuentes excelentes, pero no tan consumidos.
Tampoco ayuda a mantener unos buenos niveles un cambio en nuestras
necesidades corporales (por ejemplo, en la gestación), el consumo de
alcohol o de determinados medicamentos (como las píldoras
anticonceptivas).
El cuerpo humano es incapaz de sintetizar ácido fólico, por lo que
es totalmente dependiente de las fuentes externas para obtenerlo. Su
déficit se puede solucionar con vitaminas y con tratamientos con
suplementos farmacológicos, pero los niveles de esta sustancia
también pueden prosperar con un estilo de vida saludable
centrado en consumir alimentos sanos que contengan ácido
fólico.
Encontramos ácido fólico en las verduras de hoja
verde como son las espinacas, kale, acelgas, coles, guisantes,
coles, espárragos, brócoli, judías, aguacates, naranjas, nueces y
almendras. También en cereales en grano, legumbres y algunas
vísceras de animales como el hígado. Otros alimentos ricos en ácido
fólico son levadura de cerveza, la soja y la harina de soja,
champiñones, dátiles, coco y moras.
Las recomendaciones de ácido fólico en mujeres adultas sin
necesidades especiales es de 400 microgramos al día. La sustancia es
extremadamente sensible y fácil de destruir por la luz o por el
calor, por lo que es preferible el consumo de estos alimentos,
siempre que sea posible, de forma cruda o con el mínimo procesado.
El 'ibuprofeno' natural que se come: las cinco
frutas antiinflamatorias según la nutricionista Barquín
Elena
Barquín, dietista-nutricionista del Instituto de Obesidad (Madrid),
explica que los alimentos antiinflamatorios
son aquellos que poseen un elevado contenido de
antioxidantes, con importantes propiedades
antiinflamatorias al bloquear la formación de moléculas
proinflamatorias.
Según
la especialista, la presencia de sustancias fitoquímicas en estos
alimentos es un factor de modulación de la respuesta
inflamatoria. "Su consumo adecuado propiciaría un ambiente
antiinflamatorio. Como consecuencia, produce una disminución del
proceso inflamatorio en el organismo y de la sensación de
hinchazón", explica.
La
miembro del Instituto de Obesidad destaca que el beneficio principal
es la prevención del riesgo de enfermedades como la
diabetes mellitus tipo 2, la artritis reumatoide, el infarto, las
enfermedades cardiovasculares (ECV), el cáncer, y la obesidad. "Por
tanto, son capaces de disminuir el riesgo y la mortalidad derivado
de estas enfermedades", apunta.
Con
ello, Barquín enumera las siguientes frutas antiinflamatorias:
- Piña: la presencia en su composición de
bromelaína, que es una enzima que tiene efecto analgésico,
antitrombótico y antiinflamatorio, hace recomendable una ingesta
habitual de esta fruta.
- Frutos rojos (arándanos, cerezas, etc): debido al
alto contenido que presentan en antocianinas, que poseen numerosas
propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y contribuyen también
a prevenir la formación de radicales libres, es también recomendable
su consumo.
- Limón: en el caso del limón, y gracias a la
presencia en su composición de un flavonoide, el eriodictiol, que
tiene propiedades antioxidantes y que contribuyen a evitar la
inflamación, así como también el contenido de vitamina C, se logra
con su consumo proteger a las células, y contribuir al correcto
funcionamiento del sistema inmune.
- Naranja: es fuente del flavonoide naringenina
que, en las concentraciones utilizadas en el consumo habitual de
esta fruta, ejerce efectos protectores y antiinflamatorios.
- Manzana:
además de aportar a la dieta una importante cantidad de fibra
dietética, tiene un alto contenido en flavonoides, como la
quercetina y las antocianidinas, cuyo consumo en forma natural
ejerce efectos beneficiosos en el metabolismo, así como
antiinflamatorios y antioxidantes.
"El
objetivo principal de seguir una dieta antiinflamatoria o la
inclusión de alimentos antiinflamatorios no es el adelgazamiento,
pero sí es cierto que este tipo de alimentación puede ayudar
en muchos casos ala pérdida de peso. Tiene
un cometido de prevención en la obesidad y en otras patologías
relacionadas como el síndrome metabólico".
Cuando
seguimos una dieta de este tipo, además del consumo de productos
antiinflamatorios, se recomienda evitar determinados alimentos como
los que tienen alto contenido en azúcar, los
aceites vegetales en alimentos ultraprocesados, carnes rojas,
lácteos enteros, y grasas trans procedentes de la bollería
industrial, los ultraprocesados y el alcohol.
"La
alimentación que se recomienda para prevenir los procesos
inflamatorios perjudiciales se basa en un alto consumo de
frutas y de verduras de índice glucémico bajo o medio; la
eliminación de alimentos con alta carga glucémica; el consumo de
aceite de oliva virgen y frutos secos; la ingesta de pescado azul
rico en omega 3; la elección de cereales de tipo integral, frente al
consumo de harinas refinadas por su contenido en fibra", explica
Barquín.
En
opinión de la dietista-nutricionista, todas estas recomendaciones,
que constituyen este tipo de alimentación antiinflamatoria, se
encuentran en la Dieta Mediterránea, "una dieta
saludable y equilibrada", y con múltiples beneficios para la salud.
Estas son las frutas y verduras con más vitamina
D: fundamentales en la dieta en España
La vitamina D es esencial para el
sistema inmune y un déficit podría acarrear graves consecuencias, por
eso es importante tener esto en cuenta.
Se
estima que más de la mitad de la población mundial presenta un
déficit de vitamina D y España no es una excepción a pesar de que
nuestro país atesora un gran número de horas del sol al año.
La cantidad que produce nuestro cuerpo depende de muchos factores,
como la estación del año en la que estamos, la latitud o la
pigmentación de la piel; pero está más que demostrado, como
recuerdan desde
la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición
(SEEN), que la principal fuente es la
producción en la piel tras la exposición a la radiación solar,
de la que se obtiene hasta un 90% de la vitamina.
De
hecho, los alimentos con un contenido significativo de vitamina D
son escasos. Pescados grasos como el salmón, las sardinas, el
arenque, el atún o la caballa, también los huevos, los lácteos
enteros o vísceras como el hígado, además de la alimentación
enriquecida, sobre todo los lácteos y en menor medida los cereales y
las bebidas vegetales. En cuanto a las frutas y verduras con
más vitamina D destaca el aguacate por encima del resto.
Asimismo, los cítricos como la naranja también contribuyen a un
ligero aporte.
Los
hongos, como las setas o el champiñón Portobello de
una forma destacada, también aportan cierta cantidad de vitamina D,
sobre todo al ser expuestos a la luz ultravioleta. ¿Y qué
cantidad deberíamos consumir al día? En menores de 18 años,
según la recomendación de la SEEN, la ingesta mínima es de 600 Ul/día
aunque pueden ser necesarias hasta 1.000. En mayores de 18 años, por
su parte, la ingesta mínima es de 800 y podrían necesitarse 1.500 o
2.000 Ul/día.
¿Qué es la vitamina D y para qué
sirve?
Según la coordinadora del Grupo Metabolismo Mineral de la SEEN, la
doctora Antonia García,
la vitamina D no es una vitamina en el sentido
estricto de la palabra y es mejor definirla como una
prohormona, debido a que en su mayor porcentaje se produce en la
piel tras la exposición solar y posteriormente origina
cambios en su estructura en hígado y riñón para formar la hormona
activa. Dicha hormona tienen propiedades inmomoduladoras
que, por ejemplo, podrían ayudar a disminuir rápidamente la carga
viral de las personas infectadas por la Covid-19
Son
numerosas las investigaciones que se han realizado sobre el uso de
esta vitamina para tratar afecciones específicas. Se cree que podría
contribuir a prevenir ciertos tipos de cáncer,
sobre todo cuando se toma junto al calcio, puesto que ayuda a su
absorción; se considera útil para tratar algunos trastornos
hereditarios como la hipofosfatemia familiar, para mantener una
correcta salud cognitiva y en la prevención y tratamiento de la
osteomalacia (pérdida del contenido óseo), la osteoporosis, la
psoriasis y el raquitismo. También parece eficiente en la reducción
del riesgo de sufrir esclerosis múltiple.
Consecuencias del déficit de
vitamina D
Un
déficit de vitamina D, como hemos visto, podría estar detrás de
estas enfermedades que hemos citado anteriormente. Los
huesos se tornarían débiles, delgados y frágiles, por eso
es importante mantener una dosis adecuada y, siempre consultando con
un médico en caso de tenerla más baja de los estándares, contemplar
la posibilidad de tomar suplementos vitamínicos para alcanzar el
equilibrio. Son varias las personas que tienen un especial riesgo de
desarrollar una deficiencia de esta prohormona.
Los bebes que toman pecho únicamente; los
adultos mayores, porque su piel deja de ser tan eficiente a
la hora de transformar la luz solar y sus riñones también son menos
capaces; las personas de piel oscura, con menos
capacidad de producción; las que tienen trastornos como celiaquía o
enfermedad de Crohn; personas con obesidad; que han
tenido una cirugía de bypass gástrico; personas con
osteoporosis, con enfermedad renal o hepática crónica;
también las que tienen hiperparatiroidismo, enfermedades
granulomatosas, pacientes con algunos tipos de linfoma y aquellas
que toman medicamentos que afectan al metabolismo de la vitamina.
Por el
contrario, también es problemático tener un exceso de vitamina D,
tanto en niños como en adultos. Esto podría acarrear
múltiples síntomas como debilidad, estreñimiento, náuseas,
vómitos, confusión y desorientación, pérdida de peso, falta de
apetito, daño renal y problemas con el ritmo cardíaco. Por todo
ello, es vital mantener las cantidades justas de esta vitamina para
preservar nuestra salud y mantener el sistema inmunológico fuerte.