Muchos atletas universitarios preguntan como pueden "aumentar su volumen" para poder enfrentarse a miembros más fuertes y más grandes, de su propio equipo o de la competencia. Fortalezca a sus atletas conociendo los componentes críticos para ganar masa muscular: Entrenamiento de fuerza y calorías.
Sumar calorías para sumar músculos
Si el objetivo principal es aumentar la talla de los músculos, los atletas necesitan esforzarse con un programa de entrenamiento de fuerza retador y "llenar" su ingesta diaria de alimentos con 500 a 1000 calorías adicionales. Con calorías provenientes de los tres macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), el cuerpo puede emplear las proteínas obtenidas de la alimentación para construir músculos. Pero si el atleta no consume suficientes calorías las reservas de proteínas del cuerpo son usadas como energía y la ganancia muscular es limitada. Contrario a lo que la mayoría de los atletas cree, la cantidad de calorías extra necesarias para una masa muscular magra no tiene que provenir exclusivamente de las proteínas.
La proteína es sólo una parte del poder
Los aminoácidos son los bloques que construyen a las proteínas. A pesar de que las proteínas suministran aminoácidos para promover el crecimiento muscular y la recuperación del entrenamiento de fuerza, el macronutriente más importante para la construcción de los músculos son los carbohidratos. El consumo adecuado de carbohidratos carga al cuerpo con la forma ideal de energía para entrenamientos fuertes y ahorra aminoácidos para la construcción de músculos y la recuperación. A pesar de que las necesidades de proteínas de los atletas son más elevadas que las de los no atletas, las investigaciones demuestran que la mayoría de los atletas pueden consumir suficientes proteínas sin el uso adicional de suplementos o siguiendo una dieta alta en proteínas. A las proteínas se le encuentra en las carnes, el pollo, el pescado, los productos lácteos, huevos, nueces y granos secos.
El tiempo puede hacer la diferencia
Las investigaciones recientes demuestran que consumir carbohidratos y proteínas dentro de los primeros 30 minutos después del entrenamiento, es un momento efectivo para restablecer los aminoácidos y los carbohidratos en los músculos, preparándolos para el próximo trabajo. Consumir una merienda en este momento es una forma de agregar las 500 a 1000 calorías diarias, necesarias para un programa de construcción de músculos. Una buena elección, serían alimentos como un sándwich de pavo, galletas y queso o una barra energética, que contengan entre 7 a 14 gramos de proteínas
Dietas altas en proteínas y suplementos de proteínas
Los suplementos de proteínas o el cambio a una dieta alta en proteínas no son efectivos para atletas que ya consuman suficientes calorías y alimentos con proteínas dos a tres veces al día.
Aquí se explica porque:
UNA DIETA REALISTA PARA GANAR PESO MAGRO
La dieta constituye un factor esencial para cualquiera que busque alterar su forma física. Dos son los supuestos que rigen todos los deseos de transformación física: aquellos que quieren eliminar grasa corporal y los que buscan ganar peso magro.
Estos últimos constituyen el núcleo
más importante de los que acuden un gimnasio, y la esencia de los culturistas,
puesto que son precisamente mayoría los que se esfuerzan por conseguir aumentar
el tamaño de sus músculos, lo que significa intrínsecamente incrementar el peso
corporal.
Los que se engordan con facilidad
creen que sólo ellos tienen problemas porque no pueden mostrar los músculos
definidos, pero se equivocan. Después de todo, este tipo de persona suele poder
amasar una gran cantidad de tejido y si se entrena bien le resulta
relativamente sencillo acumular bastante músculo. Si luego vigila su dieta y
hace ejercicio cardiovascular puede llegar a mostrar un físico bastante
impresionante, porque al menos tiene uno de los requisitos principales del
culturismo: el tamaño.
Sin embargo, en el otro lado de la
moneda, están aquellos cuyo metabolismo ultra rápido parece impedirles que
puedan aumentar ni un solo gramo de peso.
Sí, suelen estar definidos, pero por
mucho que se esfuercen entrenando, la
balanza no sube ni un dígito y su frustración es manifiesta.
Además, en honor a la verdad, un
físico definido pero carente de tamaño no resulta nada impresionante, porque lo
primero que causa impresión es el volumen corporal.
A la hora de ganar peso magro el
entrenamiento es de utilidad, pero ni que decir tiene que la alimentación es el
factor más importante y para que una dieta dé resultados ésta debe contar con
dos ejes, que esté bien estructurada y que se pueda llevar fácilmente a la
práctica, porque ¿de qué sirve el mejor de los planes si es inviable ponerlo en
práctica?
Los ectomorfos, o delgados por
naturaleza, deben tener presente que cuentan con un metabolismo ultra rápido
que quema muchas calorías como energía nerviosa y que además disponen de una
capacidad limitada de absorción de los alimentos.
Por eso hay cosas que no funcionan
como:
Comer mucha cantidad de alimentos de
una vez, ya que ellos sólo aprovechan una pequeña porción y el resto se
desperdiciará, provocando empacho y saturación del apetito.
Consumir todos aquellos alimentos
que engordan a los gordos, como azúcares refinados o grasas saturadas, no les
sirve de nada porque su metabolismo se verá forzado a procesarlos, pero de
ellos no extraerá materiales para construir tejidos.
Las reglas de alimentación a
respetar para lograr las ganancias sustanciales de peso son básicas y de simple
aplicación:
-Comer
pequeñas cantidades de alimentos, pero hacerlo con una frecuencia de cada dos o
tres horas.
-Incluir
la carne roja y los huevos en la dieta al menos una vez todos los días.
-Incluir
grasas en la dieta, pero no las saturadas, como mantequillas, embutidos, etc,
sino las insaturadas, como el aguacate, los frutos secos, los aceires vegetales
y pescados azules.
-Evitar
los azúcares e hidratos de carbono sencillos a favor de los complejos, como
cereales y panes integrales, legumbres y verduras.
-La
proporción entre los macronutrientes debe rondar los siguientes porcentajes:
carbohidratos 50-60%, proteínas 25-30%, grasas 20-25%.
-Cada
una de las comidas debe obligatoriamente incorporar las tres fuentes de
calorías.
-No
deben acostarse jamás sin tener algo en el estómago.
-Mascar
bien los alimentos.
-Aprender
a disfrutar de la comida.
-La
constancia es esencial, nunca os saltéis una comida, aunque sólo se trate de un
pequeño tentempié.
-Bebed
bastante agua fuera de las comidas.
-Los
que toleren bien la leche y no les cause flatulencia o molestias intestinales,
pueden beber un vaso con cada comida.
-Es
conveniente saber que las proteínas servirán para construir los nuevos tejidos,
siempre y cuando el cuerpo no se vea forzado a utilizarlas para producir
energía, función que cubren los carbohidratos por eso éstos han de estar
presentes siempre, para preservar las proteínas. Asímismo, las grasas actúan
como material de combustible pero además sirven para aminorar el ritmo
digestivo y ese mismo efecto se traslada al metabolismo, por lo que favorecen
la adquisición de volumen al reducir la combustión energética. De ahí la importancia
de incorporar grasas buenas a la alimentación.
Veamos en la práctica un prototipo
de dieta realista para ganar peso magro.
1ª comida (8h): 1 tazón de leche con
cereales integrales, o con copos de avena, y un puñado de frutos secos. Un
trozo de requesón, o una tortilla de dos huevos y un plátano u otra fruta.
2ª comida (10h): Una rebanada de pan
de centeno con jamón cocido, o pavo frío y unas almendras.
3ª comida (12 h): Un vaso de leche
con dos cucharadas de proteína en polvo.
4ª comida (14 h): Una ensalada
pequeña aliñada con aceite de oliva. Un plato de legumbres, un trozo de carne
roja y un kiwi.
5ª comida (17h): Un vaso de leche
con dos cucharadas de proteína en polvo.
6ª comida (19h): Una rebanada de pan
de centeno con jamón cocido, o pavo frío o requesón.
7ª comida (21 h, después de
entrenar): Un batido de proteína y carbohidratos rápidos con agua.
8ª comida (22h): Un plato de
verduras al vapor, caballa, salmón u otro pescado azul y un aguacate.
9ª comida (24 h, antes de
acostarse): Un vaso de leche con proteína o dos yogures.
Es evidente que para muchos de
vosotros esta es mucha cantidad de alimento, pero esto es sólo una orientación
de lo que sería óptimo para obtener esas ganancias de peso que tanto buscáis.
No es necesario empezar con esta
pauta íntegra desde el primer día, sino adaptarse progresivamente.
De hecho las porciones son pequeñas
y ninguna debería suponer un esfuerzo excesivo para el organismo, pero podéis
empezar con muy poca cantidad mientras os acostumbráis.
Esforzarse por cumplir con los
horarios, aunque sea únicamente con una pequeña fracción de alimento, es mucho
mejor para educar el metabolismo a la alimentación frecuente que a ser capaz de
asimilar mucho alimento de una vez.
Pequeñas, pero frecuentes comidas,
ese es el verdadero truco para que el cuerpo sea capaz de asimilar una mayor
cantidad de nutrientes.
Luego, con el tiempo vendrá el
incremento de la capacidad de absorción y con ella el definitivo aumento del
peso corporal.
Si lo planteáis de esta forma podréis
gradualmente educar a vuestro propio cuerpo a asimilar más y más alimento y a
sintetizar más y más tejido corporal, y poco a poco os será más fácil de lo que
nunca imaginasteis incrementar vuestro volumen corporal magro.
Manos a la obra, ¡ya podéis comer!
Poneos manos a la obra, no se trata de ningún invento que se
tenga que probar, su eficacia está sobradamente demostrada.