EL TRABAJO INTENSO DE LA MUJER

 

  

El entrenamiento intenso y la mujer

En los gimnasios nos encontraremos con tres tipos bien delimitados de mujeres: ...

 

EL ENTRENAMIENTO INTENSO Y LA MUJER

         En los gimnasios nos encontraremos con tres tipos bien delimitados de mujeres:

         Las físicoculturistas propiamente dichas, las que desean participar en la categoría fitness y por último, las que entrenan para mejorar su estética.

         La estructura esquelética de la mujer es bastante más ligera que la del hombre, su constitución hormonal es también completamente diferente, pero, la forma anatómica y función biomecánica de los músculos es igual.

         No hay ninguna razón por la cual las mujeres tengan que entrenar de forma distinta al hombre, estas pueden y tienen que trabajar igual que los hombres y el uso de un entrenamiento de alta intensidad brindará grandes resultados a todas ellas.

         Para que la mujer promedio pueda desarrollar masa muscular, es imprescindible que posea una gran estructura ósea, debe tener forma atlética sin entrenamiento alguno, sus articulaciones deben ser pequeñas y sus hombros más anchos que la cadera, esto la colocaría en el biotipo mesomorfo.

         Son muy pocas las que poseen estas condiciones y aunque las tengan, su composición hormonal obrará en contra. El cuerpo de la mujer, genera en sus glándulas suprarrenales y en los ovarios una pequeñísima cantidad de testosterona (hormona masculina); ésta es la responsable de todas las reacciones de la libido femenina.

         Aunque el entrenamiento de fuerza estimula el aumento de la producción de dicha hormona, ésta nunca será tan alta como para fomentar el desarrollo muscular extremo, lo que nos dará mujer medianamente musculada son las ayudas químicas.

         Si una mujer desea tener un cuerpo moldeado y bien tonificado, debe concentrarse en el entrenamiento de fuerza, es crucial el trabajar con las mismas técnicas de alta intensidad que los hombres, aunque el peso manejado sea menor.

         La preocupación principal de la mujer moderna es tener la mejor figura posible, para eso debe tener piernas torneadas, cintura pequeña y plana y lo que más las obsesiona: glúteos bien delineados y tensos y pechos altos y firmes.

         Todos los ejercicios para las piernas e incluso los destinados a la espalda baja, ponen gran estrés en los glúteos, nunca hay que trabajarlos en forma directa: Si los glúteos son muy pequeños, con una serie de cualquier ejercicio para ellos ejecutada hasta el punto de fallo muscular, será suficiente para estimularlos Llegamos a la parte más conflictiva de la anatomía femenina: los pechos; algunas mujeres pretenden cambiar su forma y/o su tamaño haciendo ejercicio, lamentablemente esto no puede hacerse; sólo la cirugía puede alterar la forma y tamaño del pecho femenino, lo que sí puede hacerse, es darle firmeza fortaleciendo los músculos pectorales que están debajo, lo que también les dará el aspecto visual de un mayor tamaño, esto sucede por el aumento de la masa de estos músculos.

         También el desarrollo de la espalda aumentará la circunferencia del pecho, así la cintura parecerá más pequeña.

         He notado en los distintos gimnasios que las mujeres pierden su tiempo y dinero, mientras ejecutan una serie de cualquier ejercicio charlando con su compañera de entrenamiento Deberían haber un esfuerzo consciente y concentrado en lo que hacen, de lo contrario pueden pasarse años y siglos en el gimnasio sin que su figura cambie.

         El 90% de las mujeres, creen que están gordas y esta es una situación peligrosísima y puede derivar en una enfermedad psicológica: la anorexia nerviosa.

         No vamos a entrar en detalle con esta enfermedad, pero lo que esta demostrado es que la mejor forma de perder grasa no es matándose de hambre sino, siguiendo una dieta adecuada de varias comidas pequeñas y perfectamente nutritivas al día.

         Bajo ninguna circunstancia, la grasa corporal de una mujer debe descender por debajo del 8% de su peso; hay una estrecha relación entre la producción de estrógeno (hormona femenina) y la grasa; si por cualquier causa una mujer reduce su tejido adiposo por debajo de ese porcentaje, su producción hormonal se alterará y en casos extremos se suprimirá. Esto acarreará trastornos en su ciclo menstrual, que puede llegar a su supresión y también a la osteoporosis, ya que el estrógeno favorece la fijación de calcio en los huesos.

         El entrenamiento de alta intensidad junto con, una buena nutrición y descanso, hará posibles los sueños de mejorar a las mujeres que quieran tener una silueta mejor, sólo es cuestión de trabajar en forma disciplinada.