Vitamina B12 - (cobalamina)
Resulta indispensable para la formación de glóbulos rojos y para el
crecimiento corporal y regeneración de los tejidos. El déficit de esta vitamina
da lugar a la llamada "anemia perniciosa" (palidez, cansancio, etc.),
pero a diferencia de otras vitaminas hidrosolubles se acumula en el hígado, por
lo que hay que estar períodos muy prolongados sin su aporte en la dieta para
que se produzcan estados carenciales. Los requerimientos mínimos de vitamina B12,
según las RDA USA, son de 2 µg para el adulto. Durante la gestación y la
lactancia las necesidades aumentan en unos 2,2-2,6 µg.
Las fuentes más importantes de esta vitamina son los alimentos de origen
animal, por eso en muchas ocasiones se afirma que una dieta vegetariana puede
provocar su carencia. Actualmente, se afirma que la flora bacteriana de nuestro
intestino grueso puede producirla en cantidades suficientes. En realidad, sólo
se ha detectado esta carencia en vegetarianos estrictos que no consumen ni
huevos ni lácteos y que padecen algún tipo de trastorno intestinal. El consumo
de alcohol hace aumentar las necesidades de esta vitamina.
La vitamina B12 procedente de la dieta precisa un mecanismo
complicado para su absorción. Se debe unir a una proteína segregada por el
estómago (factor intrínseco) que permite su absorción en el intestino. Por
causas genéticas, algunas personas pueden tener problemas para producir este
factor intrínseco y padecer síntomas de deficiencia.
Muchos preparados farmacéuticos para el tratamiento de dolores o
inflamaciones de los nervios (ciática y lumbagias) contienen vitamina B12,
normalmente asociada a la B1 y B6 .