¿Eres
de las personas que en un día caluroso,
en lo primero que piensan para
saciar su sed, es en un enorme vaso
lleno de hielo y de las burbujeantes
bebidas carbonatadas?
Pues,
vamos a hablar de uno de los
componentes de esas bebidas: la cafeína. Si, esa misma que se
encuentra en la olorosa tacita de café que te tomas todas las mañanas antes de
ir al trabajo o a la escuela.
La
cafeína se obtiene de las plantas, incluyendo la semilla del café, la hoja de
té y de la semilla de cocoa. El cuerpo
absorbe la cafeína rápidamente y va circulando
a los tejidos de 15 a 45
minutos, dependiendo de la dosis y de
la fuente de origen. Su duración es de aproximadamente 5 horas. El hígado se encarga de romperla y la mayor parte es secretada por los riñones. La cafeína se
utiliza como estimulante en los medicamentos para aliviar el dolor, en
diuréticos y en algunos remedios para el catarro. También es utilizada en
productos para adelgazar.
Como
cualquier droga, la cafeína es adictiva y el cuerpo puede adaptarse a su presencia. Muchas personas
la consumen conociendo sus
efectos ya que los mantiene alertas.
Otros efectos de esta droga
es causa de inestabilidad y aumenta
la actividad del sistema
nervioso. Estudios realizados sugieren que la cafeína impide la habilidad
de absorción del calcio y de hierro; que es un factor de riesgo en el
desarrollo de la osteoporosis. Estas hipótesis surgen debido a que algunos estudios indican que la cafeína aumenta la
excreción de calcio, pero solo
cuando la ingesta de éste es
baja. Hasta el momento no se ha establecido ningún
efecto en mujeres embarazadas ya que el feto no puede
metabolizar la cafeína. A pacientes que
padecen enfermedades del corazón se les
recomienda limitar su uso, así como, a
pacientes que están tomando algún
medicamento que tenga interacción con la cafeína.
La
cafeína se encuentra mayormente concentrada
en el café, chocolate, té y bebidas carbonatadas. Muchos consumidores
han tratado de limitar su consumo comprando
café descafeinado. Algunos lo
hacen por algún problema de salud; recomendación médica; otros, por la supuesta relación que existe
entre la cafeína y el cáncer y niveles altos de colesterol.
Debemos
ser cuidadosos al comprar café descafeinado, ya que para remover la cafeína, algunos
fabricantes, utilizan solventes químicos que pudieran ser peligrosos. Pero no es para alarmarse, todo
depende del proceso que se utilice; los métodos más seguros son el de etil-acetato y el de bióxido de carbono. No se le requiere a los fabricantes indicarlo en la etiqueta; no obstante, alguno
lo hacen.