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GIMNASIO OLIMPO BARCELONALa piel
muestra una belleza aparente, el efecto provocado por la polución
(contaminación ambiental), los rayos ultravioleta (UV) causantes del
fotoenvejecimiento y otros, activan a esta piel los llamados radicales
libres.La piel como cualquier otra parte del cuerpo necesita del agua para
mantenerse hidratada. Este elemento esencial en nuestro organismo, asegura su
salud y buena apariencia. El agua es el principal componente de la materia
viva. Esta representa entre un 70 y 80% de la composición química de nuestra
piel, siendo de un 10% para la capa cornea y un 70% para las capas profundas . |
El ser humano según su condición física, sexo, edad, estilo de
vida y clima en que vive, tiene en promedio un 65% de agua en su cuerpo. Y en el
caso específico de la piel, esta ocupa dos tercios de ella. Así regula la
temperatura corporal y actúa como medio de transporte de los nutrientes y
desechos. Pos tanto es de vital importancia mantener la piel hidratada, porque
cuando falta agua en su capa superficial desaparece la humedad y los lípidos
que la conforman. A partir de ese momento, la piel se debilita y la
deshidratación aumenta, quedando la epidermis expuesta a las agresiones
externas. Entonces la piel se siente tirante e irritada.
Como erróneamente las personas asocian la deshidratación sólo con el sol y el
verano, tienden a descuidarla durante las estaciones frías. Por esto es
recomendado en invierno usar cremas que no sólo ayuden a hidratar, sino que
también a humectar, proteger y nutrir. En la nueva formulación de productos la
química cosmética ha desarrollado hidratantes que reconstituyen la capa
superficial de la piel, actuando desde dentro hacia fuera. Estas originales
mezclas contienen oligoelementos y sales minerales, además de coenzimas que se
infiltran en la epidermis con excelentes resultados.
Efectos de la deshidratación en la piel:
· Tirantes e irritación.
· Flacidez (pérdida de la elasticidad).
· Acumulación de células muertas.
· Aspecto opaco y grisáceo (falta de luminosidad).
· Aparición de líneas (apariencia ajada).
· Desestavilización del PH ( manto ácido).
· Sequedad y sensibilidad.
Escogiendo la crema adecuada.
Al momento de elegir es esencial que sepamos la diferencia entre hidratante y
humectante.
Una crema es hidratante, porque actúa aportando la
cantidad de agua que necesita la célula para sus
Funciones metabólicas, actuando en el ámbito de las capas profundas de la piel.
Estas cremas son ricas en ceramidas, vitaminas E, C, A, minerales, aminoácidos,
oligoelementos, etc., destinados a restablecer el llamado NMF (factor de
Hidratación Natural) cuyo objetivo es mantener la piel hidratada.
Una crema es humectante, porque actúa en forma de barrera protectora en la piel
evitando la evaporación del agua que contiene el tejido. Además por su efecto
osmótico, favorece la captación de agua del medio ambiente integrándola a la
superficie cutánea restableciendo así el manto ácido de la piel, el cual
mantiene el cutis protegido contra la acción de factores dañinos del medio ambiente,
restableciendo así el PH. Estas cremas son ricas en glicerina , urea,
alantoina, pantenol, etc., sustancias capaces de retener humedad en superficie.
Otro aspecto importante es romper con el mito de que las pieles
grasas o mixtas no necesitan de cremas hidratantes. La mayoría de estas pieles
sufren en forma constante de limpiadoras y jabones detersivos que alteran su
PH, obteniendo así una piel reseca irritada y deshidratada a causa de la
debilitación de su manto ácido, por tanto deben ser hidratadas.
Al tener claro los aspectos señalados al comienzo, empezáramos
determinando cual es el tipo de piel que tenemos, para aplicar el producto
adecuado, todo esto acompañado de una rutina de limpieza diaria y de los
tratamientos faciales-corporales recomendados por tu cosmetóloga.
Por último debemos tomar en cuenta que una de las mejores
maneras de proteger nuestra piel, sería, una buena alimentación, una adecuada
ingesta de líquidos (8 vasos de agua al día) y las horas de sueño necesarias.