OLIMPO GYM


 

1

 

Dieta y ataque agudo de gota                 volver


La gota es una de las enfermedades más antiguas en los registros históricos de la Medicina

La enfermedad suele aparecer después de los 35 años de edad, es más frecuente en los hombres y afecta entre el 1,3 y el 3,7% de la población adulta general.

Se sabe que los ataques tienen relación con la alimentación (dieta rica en purinas y grasas, ingesta de alcohol...), el peso corporal, determinados medicamentos y los ejercicios físicos excesivos.

Por otro lado, conviene tener en cuenta que la aparición de gota es más frecuente en personas que sufren de obesidad, diabetes, hipertensión e hiperlipoproteinemias (niveles elevados de triglicéridos y colesterol en sangre) y en aquellas que están en tratamiento de radioterapia o quimioterapia.

¿En qué consiste la enfermedad?

Se debe a un trastorno del metabolismo de las purinas; componentes básicos de los nucleótidos que forman los ácidos nucleicos -ADN, ARN-, en el cual se acumulan concentraciones anormales de ácido úrico en la sangre. Como consecuencia se forman en exceso sales de urato monosódico que pueden llegar a depositarse en articulaciones pequeñas y tejidos vecinos (tofos). Estos depósitos pueden dañar el cartílago, el hueso y las articulaciones, si no se instauran las medidas adecuadas.

Síntomas y alteraciones más comunes
 

La gota se caracteriza por dolor artrítico, por lo general, localizado en un ataque súbito que se inicia en el dedo gordo del pie (podagra) y que continua hacia arriba por la pierna. La mayor parte de los ataques iniciales se presentan después de unos años de hiperuricemia (niveles de ácido úrico por encima de los valores normales en sangre) mantenida. La gota puede presentarse de forma aislada o acompañarse, en algún momento de su evolución, de litiasis renal úrica (piedras en el riñón) o de la llamada nefropatía gotosa (alteración renal).

Actuación dietética en caso de crisis aguda, "ataque agudo de gota"

Las crisis agudas requieren de medicación específica, junto con una dieta libre de purinas. Son alimentos exentos de purinas o apurínicos:

· Leche y sus derivados.
· Huevos.
· Cereales y pastas alimenticias (pan, arroz, fideos, espaguetis, etc.).
· Patatas.
· Frutas.
· Verduras y hortalizas: a excepción de espinacas, acelgas, espárragos, coliflor, puerros, setas y champiñones.
· Edulcorantes tales como el azúcar, la miel y la mermelada.

La dieta en el ataque agudo de gota tiene una aplicación muy breve y, conforme la evolución es favorable, se ha de instaurar progresivamente una dieta equilibrada e individualizada, teniendo en cuenta las características que se describen a continuación.

Características de la dieta en periodos asintomáticos

· Si la persona está bajo tratamiento farmacológico contra la hiperuricemia (hipouricemiante) y tiene cierto grado de sobrepeso u obesidad, programar una dieta más equilibrada y ajustada en calorías hasta lograr, paulatinamente, el peso adecuado (el ataque de gota puede ser provocado por una comida muy copiosa o, paradójicamente por una cura de ayuno).
· Reducir las purinas de la dieta para ayudar a que descienda el valor de ácido úrico en sangre. Se debe disminuir, en cantidad (gramos por persona) y frecuencia, el consumo de alimentos ricos en purinas (vísceras, carnes y derivados cárnicos, pescados azules, marisco y verduras ricas en purinas).
· Las legumbres tienen un contenido moderado en purinas, si bien se pueden consumir una o dos veces por semana.
· La excreción de uratos tiende a reducirse por la grasa. No excederse en el consumo de grasas de los alimentos y de condimentación.
· Aumentar el consumo de hidratos de carbono complejos frente a los sencillos y las grasas. Una dieta rica en cereales, féculas y verduras pobres en purinas, estimula la excreción de uratos por la orina.
· Evitar la ingesta de alcohol. Aporta calorías vacías, aumenta la producción de ácido úrico y triglicéridos en sangre (aproximadamente un 75% de las personas con gota padecen hipertrigliceridemia) y además, reduce la eliminación de ácido úrico a través de la orina.
· Está permitido el consumo de café, té, cacao y chocolate. Estos alimentos contienen metilxantinasas, así como cafeína o teína, con semejanza química a las purinas, pero que no se transforman en ácido úrico.
· Tomar suficiente cantidad de líquidos, para prevenir la litiasis, especialmente si existen antecedentes de cálculos o se utilizan medicamentos uricosúricos (que aumentan la excreción de ácido úrico por la orina). Al alcalinizar la orina aumenta la solubilidad del ácido úrico (aguas bicarbonatadas).

  DIETA PARA LA GOTA

OTROS NOMBRES

CONSIDERACIONES PREVIAS

Hay situaciones y productos que producen de forma espontánea un aumento del ácido úrico sin haber un problema del metabolismo de la purinas y por ello deben de ser contemplados y eliminados antes de ponerse en tratamiento con o sin medicamentos para bajar el ácido úrico.
Entre estos factores están:

  • El estrés en general puede elevar los niveles de ácido úrico.
  • La utilización de contrastes radiológicos iodados.
  • Ciertos productos de la dieta la cafeína, el alcohol.
  • Medicamentos que pueden aumentar el ácido úrico como son los diuréticos tiazídicos (clortalidona, hidroclorotiazida, indapamida xipamida), la aspirina a dosis bajas, y las teofilinas.
  • Enfermedades que destruyen tejidos, por ejemplo el cáncer y otras generales.

Al eliminar estos factores la bajada del ácido úrico en la sangre puede ser suficiente y no precisar de mayores actuaciones. En el caso de que la hiperuricemia sea secundaria a otras enfermedades habrá que tratar éstas siempre que sea posible y si es por medicamentos, por ejemplo diuréticos, intentar sustituirlos por otros con efecto similar y que no produzcan hiperuricemia.

DIETA PARA CONTROLAR EL ÁCIDO ÚRICO EN LA SANGRE

Como el problema del aumento de ácido úrico es una alteración del metabolismo de las purinas, y no por comer inadecuadamente, es necesario saber de antemano que una dieta muy rigurosa es capaz de bajar los niveles de ácido úrico sólo ligeramente, por lo que en personas que estén tratadas con medicinas para bajarlo, la dieta puede no ser muy estricta.

Alimentos a evitar el la dieta:

  • Las vísceras de animales: sesos, riñones, hígado, lengua.
  • Las carnes rojas y la caza.
  • Entre los pescados las anchoas, sardinas y arenques, trucha y salmón.
  • Los mariscos.
  • Los derivados del cerdo.
  • Entre los vegetales evitar: Apio, berro, espárragos, coliflor, espinacas, champiñón, guisantes, judías verdes y blancas, lechugas, lentejas, perejil, rábano.

Alimentos que se pueden comer:

  • Huevos.
  • Azúcar y derivados
  • Frutas
  • Productos lácteos
  • Harinas
  • Otros no listados.

Si existe obesidad hay que tratarla y hay que corregir las alteraciones de las grasas en sangre (colesterol, triglicéridos) que a menudo coexisten. Es fundamental la abstención absoluta de alcohol y de todo tipo de cervezas, ya que producen cantidades importantes de ácido úrico.

Si hay cálculos renales se recomienda beber abundantes líquidos, sobre todo en las épocas del año que hace mucho calor, ya que la orina está más concentrada y es más fácil que se formen cristales, que pueden servir para que se inicie la formación de una piedra en las vías urinarias o el riñón. La decisión de tratar a los pacientes con medicamentos que disminuyen los niveles de ácido úrico, debe quedar en manos del médico, según las circunstancias particulares de cada caso.