ATLETISMO
35 estudios sobre los efectos de la creatina en el rendimiento
LA CREATINA HA SIDO LA PRINCIPAL PROTAGONISTA DEL CONGRESO ANUAL AMERICANO DE MEDICINA DEPORTIVA CELEBRADO RECIENTEMENTE EN BALTIMORE, MARYLAND (EEUU).
El congreso anual del American College of Sports Medicine está considerado como
la cita de mayor relieve a nivel mundial para los especialistas en medicina
deportiva. La reunión ha finalizado esta semana en Baltimore y el interés de
los investigadores se ha centrado de tal manera en una sola sustancia que no sería
exagerado que pasara a la historia como el congreso de la creatina. Los
organizadores del congreso se han visto desbordados de tal forma por los
trabajos dedicados a la creatina que tuvieron que dedicar una sesión
monográfica a esta sustancia. Al final se han presentado un total de 35
estudios exclusivamente centrados en el estudio de los efectos de la creatina
sobre el rendimiento físico. De ellos, el grupo mayoritario (22 trabajos)
analiza la eficacia de la sustancia como suplemento ergogénico, un bloque menor
(11 estudios) se dedica a evaluar su seguridad y dos de las investigaciones son
de carácter epidemiológico.
La gran mayoría de los trabajos presentados confirman la eficacia de la
creatina sobre el rendimiento en esfuerzos de corta duración y alta intensidad.
Velocistas, jugadores de fútbol americano, levantadores de pesas, futbolistas y
un amplio abanico de deportistas han sido objeto de estudio tras ingerir
creatina. En casi todos los casos se han producido aumentos del rendimiento
—por lo general en torno al 5%— y sin que se hayan presentado efectos
secundarios de importancia. La creatina ha quedado confirmada en este congreso
como el suplemento ergogénico de mayor interés en toda la historia de la
preparación física.
Al lado de todos los trabajos que han avalado esta semana en Baltimore la
eficacia de la creatina en deportistas, destaca uno que explica que la creatina
no es eficaz en personas no entrenadas. Es decir, estaríamos ante un suplemento
capaz de rellenar los depósitos musculares de creatina en los deportistas que
los van consumiendo pero que se revela ineficaz en gente que no hace deporte de
forma habitual, según investigadores de la Western Carolina University.
El doctor Partin, director del estudio llevado a cabo con personas no entrenadas,
concluye que la capacidad de utilizar fosfágenos (el combustible empleado por
el músculo en los esfuerzos de muy corta duración) no se ve aumentada por la
ingesta de creatina en estos individuos. En su estudio fueron investigadas 12
mujeres (de edades comprendidas entre 18 y 22 años) que no realizaban ejercicio
físico de forma habitual y que fueron divididas en dos grupos. Uno de estos
grupos ingería 20 gramos de creatina diarios (la dosis habitual de carga y el
otro, placebo). El estudio duró seis días y al comienzo y al final se
efectuaron sendas mediciones de potencia muscular en el muslo. La creatina no
fue eficaz.
Otro de los estudios que se apartan de la nota dominante fue llevado a cabo
entre jugadores de hockey sobre hielo. El ensayo se llevó a cabo siguiendo la
metodología comparativa frente a placebo y se realizaron tests de patinaje de
velocidad antes y después de los cinco días de ingesta de creatina.
Sorprendentemente, no se registraron diferencias significativas entre el grupo
de creatina y el de placebo. Sin embargo es la gran excepción, ya que una
veintena de los trabajos presentados demuestran la eficacia de este suplemento
nutricional.
La creatina se ha convertido en la sustancia milagrosa de los deportistas de
fin de siglo. Estamos ante un compuesto que se encuentra exactamente en el
límite de lo que se considera un suplemento nutricional pero sin llegar a
traspasar la frontera de lo que se denomina dopaje. Se estima que la creatina
está siendo utilizada por los deportistas desde 1991, aunque su explosión tuvo
lugar tres años después, con ocasión de los Campeonatos de Europa de atletismo
celebrados en Helsinki. Allí muchos atletas de elite, principalmente los de la
selección británica, reconocieron ingerir esta sustancia, a la vez que protagonizaban
anuncios de estos suplementos.
El riñón, único punto oscuro |
La creatina parece haberse ganado ya entre los expertos un perfil de seguridad muy satisfactorio. Son muchos los estudios clínicos llevados a cabo en los últimos 10 años y la ausencia de efectos secundarios está confirmando que estamos ante una sustancia que los deportistas pueden consumir sin miedo a sufrir consecuencias negativas para la salud. Precisamente esta cualidad de sustancia segura es la que impide que la creatina (que es en realidad un nutriente proteico habitual en la dieta) sea incluida en las listas de sustancias prohibidas por la reglamentación antidopaje. Existe, sin embargo, un pequeño lunar en el limpio historial clínico de la creatina y se encuentra en sus efectos sobre la función renal. Las dosis elevadas de creatina (los tratamientos comienzan con una fase de carga a base de 20 gramos diarios) generan niveles elevados de esta sustancia en el riñón y éste puede encontrar problemas para procesarla con normalidad. Por el momento no hay razones para alarmarse. Los casos de alteraciones renales atribuidos a la creatina son muy aislados y parecen darse exclusivamente en deportistas que ya tenían afectada previamente la función renal. Un estudio con jugadores profesionales de fútbol americano indica que no se ha registrado, después de cuatro años de ingesta continuada de creatina, ningún problema hepático o renal. |