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Fosforo |
Este macromineral está
presente en todas las células y fluidos del organismo, y su presencia en el
cuerpo ronda los 650 mg. Participa de la división de las células y por tanto
del crecimiento, por tanto su presencia es fundamental.
El fósforo interviene en la
formación y el mantenimiento de los huesos, el desarrollo de los dientes, la
secreción normal de la leche materna, la formación de los tejidos musculares y
el metabolismo celular.
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Se puede
incorporar al organismo a través del consumo de carnes, huevos, lácteos,
frutas secas, granos integrales y legumbres. La forma natural de
eliminación de este del organismo es la orina. |
El fósforo y el calcio se encuentran en
equilibrio en el organismo, ya que la abundancia o la carencia de uno afecta la
capacidad de absorber el otro. El exceso de fósforo, produce menor asimilación
de calcio. Se ha
comprobado que la ingestión frecuente de antiácidos genera una falta de este
macromineral en el organismo.
Los síntomas de ausencia de
este son; decaimiento, debilidad, temblores y disartria, y en algunos casos
anorexia y desordenes respiratorios.
Las necesidades diarias
recomendadas van de los 800 a 1200 mg, especialmente en menores los a 24 años.