El GERMEN DE TRIGO, que se obtiene mediante la molienda del trigo puro, contiene todos las
sustancias nutritivas, vitaminas, fermentos, hormonas vegetales, minerales y oligoelementos
que el cereal precisa para iniciar su crecimiento vital y reproducirse. Es rico en proteínas,
grasas, aminoácidos, minerales (sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro y flúor) y
vitaminas (A, E, B1, B2, B3, B6). De entre todos los alimentos, el germen de trigo es el que
comparativamente ofrece la mayor cantidad de vitamina E. Tras la levadura de cerveza es
el alimento que más ácido fólico contiene, también es alto su contenido en vitamina K y en
trazas de zinc, cobre, manganeso y selenio.

Además del extraordinario valor nutritivo y terapéutico de los copos, por su contenido en
proteínas de gran valor, A. Vogel destaca el papel de los fosfatos del germen de trigo en
nuestros nervios "ya que las combinaciones con fosfatos son vitales para las neuronas".
Concede aún más importancia a su alto contenido en vitamina E, "Que desempeña un
papel esencial en el desarrollo y funcionamiento de nuestros órganos reproductores,
que intervienen además en el metabolismo general, por lo que la vitamina E repercute
ampliamente en todo el metabolismo". Al regular el funcionamiento de los ovarios, el doctor
alemán recomienda utilizar vitamina E en casos de delgadez extrema y para regular la
obesidad: estimulando a la vez la tiroides y otras glándulas endocrinas, a base de plantas
marinas, es posible normalizar el peso y mejorar el estado general de salud sin tener que
llevar una dieta demasiado estricta.

El Vademecum de Fitoterapia no diferencia entre el germen y el aceite de germen de trigo
cuando indica que es vitamínico e hipolipemiante, uso indicado en arteriosclerosis e
hiperlipidemias (=exceso de grasa en sangre, factor de riesgo de arteriosclerosis y
pancreatitis).

Vogel, en cambio, señala que el aceite de germen de trigo tiene un alto contenido en ácidos
grasos esenciales altamente insaturados (poliinsaturados), que estimulan y favorecen la
respiración celular, es decir, todo el metabolismo. Considera, además, que por su alto
contenido en vitamina E, "Las futuras madres, parturientas y las madres que dan el pecho a
su hijo no deberían olvidar nunca el tomar regularmente aceite de germen de trigo". También
cuando el período disminuye o se vuelve irregular y espasmódico, "La ingestión continuada
de aceite de germen de trigo puede ayudar mucho". En su opinión, la falta de sensibilidad
sexual e incluso la impotencia se pueden mejorar o curar mediante la toma continuada de
aceite de germen de trigo.

También es útil como fortalecedor del corazón, ayuda en los trastornos circulatorios,
debilidad o lesiones de los músculos del corazón, así como ante los estrechamientos de
las arterias coronarias, da muy buenos resultados en trastornos circulatorios periféricos y
sus consecuencias, en trastornos en la irrigación del cerebro, que puede acarrear pérdida
de la memoria, mareos, trastornos del equilibrio,... y es eficaz también en la hipertrofia de
próstata, sobre todo si se toma con sabal.

Jana Cisquella, por su parte, se refiere al germen de trigo como "fuente excelente de
vitamina E, que dificulta la oxidación de la vitamina A presente en los alimentos, frena el
enranciamiento de las grasas y también se relaciona con la disminución del nivel sanguíneo
de colesterol". Recomienda tomar germen de trigo en casos de fatiga intelectual, estados
depresivos, prevención de la arteriosclerosis y trastornos intestinales y digestivos.

Los adultos pueden tomar una cucharada por la mañana, al mediodía y por la tarde. A los
niños puede dárseles una cucharadita colmada tres veces al día, pues les fortalece y es muy
recomendable para combatir el cansancio escolar y después de la pubertad. Se puede tomar
con los cereales del desayuno, en el muesli de frutas, con la sopa u otras comidas. En forma
de perlas pueden tomarse de 2 a 4 gramos diarios.

SOBRE EL EXCESO DE VITAMINAS:
"Hay personas temerosas de que una alimentación rica en
vitaminas les aporte demasiadas vitaminas. Este temor
sólo está justificado en el caso de las vitaminas artificiales,
también llamadas sintéticas, ya que tomadas en exceso
pueden ocasionar problemas de dosificación. Esto no se
ha dado nunca con las vitaminas naturales, como las que
tomamos en los remedios naturales y en la alimentación
natural, porque las vitaminas naturales tienen la satisfactoria
cualidad de no poder perjudicarnos nunca a causa de sus combinaciones naturales. El
cuerpo utiliza lo que le hace falta y es capaz de guardar en reserva cierta cantidad de
vitaminas. Por los motivos indicados podemos afirmar que las vitaminas artificiales no
son iguales a las naturales, o, expresado en términos científicos, que no son equivalentes"
(El pequeño Doctor, A. Vogel, página 266).

La LEVADURA DE CERVEZA, hongo que aparece en la cerveza en fermentación, es rica
en proteínas, minerales y vitaminas. Contiene 16 aminoácidos y es muy rica en potasio y
fósforo, también en magnesio, sodio y calcio. Su contenido en ácido fólico es el mayor, con
gran diferencia, entre los alimentos más conocidos, y también es muy alto su contenido en
trazas de zinc, cobre, manganeso y selenio.

El Vademecum de Fitoterapia identifica sus principios activos (abundantes aminoácidos y
enzimas digestivos, vitaminas del complejo B y vitaminas PP y E, provitamina D2, biotina,
sales minerales de fósforo y potasio, principios antibióticos) y su acción como suplemento
nutricional vitamínico, antianémico y digestivo que facilita la regeneración de la flora
bacteriana intestinal, especialmente indicada después de tratamientos antibióticos,
ligeramente hipoglucemiante, protector hepático y depurativa. Indicada en inapetencia,
astenia, convalecencia, anemias por deficiencias vitamínicas o minerales, situaciones
nutricionales especiales (embarazo, lactancia, crecimiento, estrés), neuralgias, infecciones
gastrointestinales, regeneración de la flora bacteriana o vaginal tras tratamientos
antibióticos, hepatitis, prevención de la arteriosclerosis, coadyuvante en el tratamiento de la
diabetes, aftas bucales, eczema, acné, forunculosis, seborrea y raquitismo. Contraindicada,
por su contenido protéico, en hiperuricemia (=exceso de ácido úrico en la sangre).

A. Vogel resalta la utilidad de la levadura para el sistema nervioso, así como su importancia
para regular la respiración celular por su contenido en vitamina B2. Afirma: "Sólo cuando
hay suficiente cantidad de vitamina B1 la combustión de los hidratos de carbono funciona
correctamente. Calificada por Abderhalden como insulina vegetal, quien tenga problemas
con el funcionamiento del páncreas puede estimularlo tomando levadura, también cuando
aparecen problemas con las secreciones internas, los diabéticos deberían utilizar extracto
de levadura como condimento". La levadura es excelente en casos de malestar general,
muy indicada contra las neuralgias, dolorosas neuritis y neuralgias del trigémino. Es muy
beneficioso tomarla regularmente durante el embarazo, por ser portador de vitamina B, así
como los enfermos del estómago y del intestino, y quienes tienen trastornos circulatorios.

Jana Cisquella sostiene que la levadura de cerveza es el producto natural que posee mayor
contenido en vitaminas del grupo B. Establece que 100 gramos de levadura de cerveza
procuran las proteínas equivalentes de 250 gramos de carne, los almidones de 65 g. de pan,
10 veces más vitamina B1 que el pan integral, 2 veces más vitamina B2 que el hígado y 10
veces más vitaminas PP y B6 que la carne.

Indicada por su influencia sobre las funciones del hígado, tras haberse comprobado que la
carencia de determinadas sustancias en la alimentación provocaba trastornos hepáticos.
Entre estos elementos fundamentales se encuentran la colina, la metionina y el glutation,
el complejo vitamínico B, y el oligoelemento selenio, "Sustancias que se encuentran en su
totalidad, y en una relación perfecta, en la levadura de cerveza, por lo que se considera
alimento óptimo para el hígado".

Respecto a la arteriosclerosis, factor de riesgo en el infarto de miocardio y la embolia,
basándose en diversas investigaciones Cisquella concluye que los vasos sanguíneos sólo
pueden ser tan funcionales como el hígado lo permita, ya que este órgano es la piedra
angular del metabolismo de las sustancias lipoproteicas en la sangre. Si el hígado permite
el paso de lipoproteínas defectuosas (colesterol LDL) a la circulación sanguínea y no
consigue extraer de la sangre estas sustancias peligrosas, se crean las condiciones
favorables a procesos degenerativos arteriales, que conducen a su estrechamiento u
obturación (infarto). Las lipoproteínas correctamente sintetizadas y fisiológicamente
adecuadas (colesterol HDL) ofrecen un demostrado efecto protector frente a las afecciones
vasculares. La levadura de cerveza, alimento óptimo para el hígado, influye sobre estos
procesos de modo favorable. Además contiene sustancias de gran utilidad para las
funciones del corazón (vitaminas del grupo B, cromo y selenio), también fósforo, potasio,
magnesio, calcio, cinc, hierro, manganeso y cobre.

Demostrado el efecto de la levadura en el descenso de la glucemia y desde la perspectiva
de considerar la dieta como la clave de una solución efectiva en el tratamiento de la diabetes,
para Jana Cisquella la levadura de cerveza, por su riqueza en sustancias protectoras,
se convierte en elemento básico para prevenir la aparición del trastorno mediante la
alimentación, además de evitar riesgos propios de los diabéticos, como la propensión a
afecciones vasculares.

Está comprobado que numerosos gérmenes patógenos y hongos de la piel frenan su
crecimiento al contacto con levadura de cerveza debido a sus propiedades desinfectantes.
La levadura es un valioso alimento de la piel desde dentro, por su contenido en vitaminas
del grupo B, proteínas de alto valor (en especial el glutation), minerales y oligoelementos.
Su ingestión regular permite equilibrar la piel, el sistema nervioso y el intestino, ya que están
interrelacionados. Debería tomarse corrientemente porque la alimentación occidental actual
no suele aportar vitaminas suficientes del complejo B para facilitar el funcionamiento del
intestino y del sistema nervioso.

En comprimidos una dosis recomendable es de 1-2 g. diarios, a incrementar en épocas de
crecimiento y desarrollo o en períodos de depuración general del organismo. En polvo, de 2
a 4 cucharillas al día, sola o con zumo, yogur, ensalada, etc.

Obras consultadas:
- Integral (revista) nº 2, 6 y 55, Barcelona, 1978, 1979 y 1984.
- La gran guía de la composición de los alimentos, Equipo de Alimentación de la Universidad J.
Liebig, Giessen (Alemania), Oasis/Integral, Barcelona, 1996.
- El pequeño Doctor, Alfred Vogel, Ars Medica, Barcelona, 1997.

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