GIMNASIO OLIMPO
Cuando un embarazo es deseado, lo más natural es que todo vaya bien. El sentido común en muchos casos nos ayudará a hacer lo más conveniente para ese niño que se está gestando. No obstante, cuanto más informadas estemos, mucho mejor. Por este motivo, hemos creado esta sección. Gran parte de la información que aquí encontrarás es de todos conocida, aunque no por ello menos relevante.
A grandes rasgos damos un repaso a los suplementos dietéticos, cada
vez más en desuso. Marcamos unas pautas para que las gestantes vegetarianas
estén atentas a los posibles peligros de una alimentación limitada en proteinas
de origen animal. Desaconsejamos los ayunos en este período de la vida de una
mujer, así como el uso indiscriminado de medicamentos (excepto bajo
prescripción de su ginecólogo), el tabaco y el alcohol.
Ser vegetariana y estar embarazada no es incompatible, pero
es necesario prestar atención especial a ciertos aspectos de la alimentación.
Los productos lácteos, los huevos y la miel pueden constituir valiosas fuentes
de proteínas, vitaminas y minerales en una dieta vegetariana, pero si no se
consumen estos alimentos porque se ha decidido excluir todo producto animal, es
imprescindible asegurarse de que se obtiene suficiente proteína vegetal
procedente de otras fuentes, como por ejemplo las legumbres y los frutos secos.
El veganismo, o vegetarianismo estricto, durante el embarazo puede conducir a
una deficiencia de vitamina B12, aminoácidos esenciales, hierro y calcio, si no
se controla el aporte de estos elementos a través del aumento del consumo de
frutos secos, levadura de cerveza, germen de trigo, germinados de soja y
lácteos.
Si se mantiene una alimentación vegetariana durante el embarazo se procurará incluir siempre una buena cantidad de cereales integrales en todas las comidas. Esto ayudará a completar las deficiencias que puede presentar la proteína vegetal cuando se consumen alimentos aislados. Por ejemplo, se puede tomar legumbres con arroz o con pasta, o mantequilla de cacahuete con pan integral. Es decir, para tener la seguridad de que el aporte de proteínas es el adecuado, incluir una mayor cantidad de cereales integrales y asegurarse de que se combinan proteínas de más de una fuente en cada comida.
Aunque el consumo de alimentos
lácteos está altamente recomendado, si se decide no incluirlos en la dieta se utilizará
la leche y los productos procedentes de la soja como sustituto. Si están
enriquecidos con calcio mucho mejor. Se procurará comer una amplia variedad de
verduras y frutas frescas todas las semanas. Los frutos secos, especialmente
los que contienen hierro como las almendras, son muy necesarios, pero se deben
comer con moderación, puesto que tienen un alto contenido de calorías. Los
brotes secos de cereales o de legumbres son ricos en nutrientes y se pueden
comer todos los días. Se puede usar también la levadura de cerveza como
condimento (es rica en vitamina B y minerales como el hierro o el zinc), o
añadirla a las salsas o a la sopa. Incluir también en la dieta diaria alimentos
que sean ricos en vitamina C para ayudar en la absorción del hierro y aumentar
la resistencia del cuerpo a las infecciones. Si no se incluyen en la dieta
alimentos procedentes de animales (huevos y lácteos), tomar un suplemento de
vitamina B12. Las algas son una valiosa fuente de proteínas,
minerales y oligoelementos, aunque por su alto contenido en sodio se deben
evitar cuando se tiene la presión alta.
Tanto el ayuno periódico como las dietas exentas de
carbohidratos pueden conducir a situaciones de reserva de energía baja, que
tienen efectos nocivos para el feto. En situaciones de ayuno, la cantidad de
hidratos de carbono en el organismo disminuye y se utilizan como fuente de
energía los ácidos grasos. En el proceso de degradación de éstos se produce
acetona que puede atravesar la placenta y afectar al crecimiento y desarrollo
del feto.
Las altas dosis de vitaminas durante
el embarazo son superfluas cuando no peligrosas. La sobredosificación de
vitaminas A y D durante el primer trimestre de la gestación puede producir
malformaciones fetales. Respecto a los medicamentos, una buena regla consiste
en evitar, en lo posible, cualquier medicación. No obstante, la seguridad
farmacológica de los medicamentos actuales es muy elevada, por lo que tomarlos
en las dosis adecuada y del tipo adecuado no suele tener riesgos.
La pica es una alteración nutricional que se manifiesta con el deseo incontrolado de comer sustancias sin valor nutritivo. Durante el embarazo a veces lleva al consumo de tierra o barro, yeso, hielo etc. Hay que hacer notar que la ingesta de sustancias no nutritivas debe combatirse porque puede impedir la absorción de otros nutrientes, también puede conducir a la malnutrición, porque desplaza el consumo de alimentos y en otras ocasiones pueden constituir un tóxico para el feto y la madre (naftalina, etc.).
La mayoría de los autores están de acuerdo en que el
alcohol es altamente pernicioso para el feto. Resulta peligroso por su propia
toxicidad, por su acción antagonista con el ácido fólico y/o por la deficiencia
nutricional que acarrea secundariamente. En los niños nacidos de madres
alcohólicas se ha descrito un cuadro peculiar conocido como "síndrome del
alcohólico fetal", caracterizado por malformaciones y retraso mental. En
cuanto al tabaco en general se admite que los hijos nacidos de madres fumadoras
tienen bajo peso.
Por último, los hijos de madres drogadictas pueden nacer drogodependientes y presentar "síndrome de abstinencia", por lo que requieren cuidados intensivos durante los primeros días del nacimiento. Además, la mayor parte de las denominadas drogas duras pueden producir alteraciones fetales.