Principios Fundamentales del Entrenamiento
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El entrenamiento
persigue el desarrollo de las cualidades físicas y psíquicas del
individuo, así como la asimilación de hábitos motrices. Tanto el
aprendizaje de los hábitos como el desarrollo de los mismos tienen su
fundamento en la existencia de una estrecha relación entre ellos y para
que pueda llevarse a cabo tanto uno como el otro es necesario que exista
una preparación de los órganos internos sin la cual no sería posible
acondicionar al individuo para el desarrollo de las nuevas técnicas ni
para la mejora de las marcas. Existen en el entrenamiento una serie de
principios que rigen las peculiaridades del mismo, y que son importantes
para su realización, estando muy relacionadas entre sí.
Todos
los órganos y sistemas están interrelacionados entre sí, funcionando el
organismo como un todo, de forma que si un órgano o sistema se va
deteriorando o lesionando influye sobre los demás, afectando a la
realización de marcas o la continuidad del entrenamiento. Por lo que el
desarrollo de los distintos sistemas y cualidades se deben hacer de forma
simultánea y paralela, con predominio de una función y sistemas, de acuerdo
con el grado de entrenamiento, época de la temporada y metas que se
quieran conseguir. Por ejemplo: un corredor de fondo debe dar predominio
a la mejora de la resistencia, que es la base de su especialidad, pero no
debe dar de lado la mejora de las otras cualidades, que le darán una
mejor condición.
Principios Fundamentales del Entrenamiento
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1. Principio de la multilateralidad: es el principio que busca el
desarrollo del máximo número de cualidades, para que a la hora de
especializarse posea una gran riqueza de movimientos que permita rendir
al máximo en la especialidad. Esto se consigue a través de la
multilateralidad o polivalencia. Los nuevos hábitos motrices se realizan
sobre aprendizajes anteriores. Cuanto mayor sea la riqueza y variedad de
los ejercicios practicados, más amplio es el bagaje del individuo,
pudiendo con mayor facilidad asimilar los hábitos nuevos. Los grandes
resultados son producto de una especialización profunda. Esto supone el
perfeccionamiento, sobre todo de aquellos hábitos, habilidades y
cualidades del deportista que corresponden al entrenamiento específico.
Al mismo tiempo, la preparación multilateral se debe ver como una
condición de gran importancia al asegurar la consistencia de los altos
resultados y como base de la especialización. Los medios serán muchos y
distintos, pero tienen que enfocar, sobre todo, las particularidades de
la estructura y la función del esfuerzo específico. Su utilización se
hará especialmente con el objeto de fortalecer la capacidad del
organismo, así como para el descanso activo. En lo que se refiere a la
preparación física general, debemos recalcar que en la mayoría de los
deportes, la superación está estrechamente relacionada a la mejora de
estos factores, estando el rendimiento técnico y táctico en relación
directa al desarrollo de las cualidades físicas del deportista. Por
último, y para recalcar este punto, señalaremos que los estudios
realizados sobre campeones mundiales y olímpicos, de todos los deportes,
muestran que son atletas completos, con índices muy elevados de las
cualidades físicas generales y específicas.
2. Principio de la continuidad: el entrenamiento o ejercicio realizado
esporádicamente no conduce a resultados positivos, pues sus efectos se
diluyen en el tiempo. Para el desarrollo de las cualidades físicas debe
haber una continuidad en el tiempo; toda actividad iniciada e
interrumpida ni crea habito ni entrena. El trabajo continuado produce la
mejora de las capacidades de trabajo, existiendo un crecimiento de los tejidos,
la reposición alimentaria y la síntesis bioquímica, aunque deben ser lo
suficientemente frecuentes como para contribuir al desarrollo
fisiológico. Existen estudios y pruebas empíricas y de laboratorio que
demuestran que para la mejora de la fuerza y de la potencia, los mejores
resultados se logran con trabajos en días alternos, o en días seguidos si
se trabajan grupos musculares diferentes. Por otra parte, dos días a la
semana es el mínimo adecuado para conseguir un desarrollo apreciable.
Para el mantenimiento de esta cualidad parece suficiente un día a la
semana. Sin embargo, para la mejora de la resistencia y de la
flexibilidad parece lo adecuado un trabajo diario. Según varios autores,
se ha demostrado que cuando un deportista entrena existen tres posibilidades
de dosificación y de adaptación:
- El intervalo o descanso que separa las
sesiones de entrenamiento es demasiado prolongado: este proceso
lleva al estancamiento de las posibilidades funcionales del
organismo del atleta. El deportista tiene demasiado tiempo de
recuperación entre los distintos esfuerzos.
- El intervalo entre el comienzo del trabajo
y el final de la recuperación, o en sesiones de entrenamiento es
demasiado corto. Este proceso conduce directamente al
sobreentrenamiento.
- El intervalo o descanso entre dos
entrenamientos está planificado de tal modo que el segundo esfuerzo
se halla al comienzo de la fase de supercompensación o sobrecargar
de energía. El deportista progresa porque hay posibilidades de
adaptación orgánica y estructural a los diferentes esfuerzos.
Podemos
resumirlos en:
- Descansos largos: no entrenan.
- Descansos cortos: sobreentrenan.
- Descansos proporcionales: producen
procesos de supercompensación, aumentando el nivel y realizándose la
adaptación del organismo.
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