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Las proteínas desplazan a los carbohidratos como nutriente ideal tras el ejercicio físico

Nuevas investigaciones refuerzan el papel de las proteínas como sustancias recuperadoras tras un esfuerzo físico intenso. la confirmación de esta tesis supondría un giro de 180 grados en las recomendaciones dietéticas deportivas

La nutrición deportiva sigue mostrándose como una ciencia en continuo avance. Las investigaciones más recientes del fisiólogo sueco Bengt Saltin están derribando mitos acerca de la importancia de los hidratos de carbono y proponen en su lugar la ingesta de proteínas en los instantes posteriores al esfuerzo deportivo. Su ponencia fue una de las más destacadas del II Congreso Europeo de Medicina Deportiva que acaba de ser clausurado en Oviedo.

Esta nueva teoría llega avalada por el prestigio del investigador que la postula, ya que el doctor Saltin está considerado como una de las máximas autoridades mundiales en fisiología del ejercicio. Fue el primero en estudiar los entrenamientos en altura hace más de 30 años y realizó importantes avances en el estudio de la función cardiaca.

Su actual trabajo representa un giro de 180 grados en la nutrición de los deportistas en los momentos posteriores a un ejercicio físico de alta intensidad.


Nueva teoría

A grandes rasgos, el fisiólogo escandinavo propone revisar las actuales teorías —que se limitan a reponer con rapidez los hidratos de carbono gastados— a favor del consumo de proteínas tras el esfuerzo deportivo.

Sus estudios le permiten concluir que, después del ejercicio, en el momento de «máxima activación de los genes» sería necesario ingerir proteínas para optimizar la respuesta a esos genes.

La línea de trabajo seguida por su grupo de investigación demuestra que el entrenamiento «activa con rapidez unos genes, que ya envían la señal para que ese efecto se vaya produciendo en sólo unas horas».

La nueva teoría se ve, además, apoyada por el hecho, ya conocido, de que las proteínas estimulan la acción de la insulina, una hormona que capta glucosa de la sangre y la transporta al tejido muscular. Aunque la información es novedosa, lo cierto es que algunos especialistas en medicina deportiva ya otorgaban un papel importante a las proteínas como sustancias recuperadoras.

En algunos equipos ciclistas profesionales se lleva a cabo la administración de aminoácidos por vía intravenosa inmediatamente después de esfuerzos agotadores, como es el caso de las etapas de alta montaña.

La confirmación de esta tesis supondría un cambio radical en la nutrición deportiva posterior a la realización de un esfuerzo intenso, cuando los fluidos y las reservas energéticas se encuentran agotados. Tradicionalmente, se ha recomendado la reposición del glucógeno —a través de la ingesta de carbohidratos— de forma muy rápida tras el ejercicio.

Hasta ahora, los alimentos y bebidas de recuperación del deportista han estado basados fundamentalmente en hidratos de carbono, ya sean polisacáridos —en forma de pasta, arroz o patatas— o monosacáridos como la glucosa.

En realidad, las proteínas poseen una importante función en la estructura de los tejidos y en la actividad celular, pero no son una fuente de energía inmediata ni quedan almacenadas como material energético. Circulan en la sangre descompuestas en forma de aminoácidos y su importancia en la recuperación tras el ejercicio se basa en la actividad de reconstrucción celular.

Estos avances, presentados de forma novedosa en el congreso de Oviedo, no implican que los hidratos de carbono pierdan importancia como nutriente del deportista —siguen siendo necesarios para la reposición del glucógeno consumido— sino que refuerzan el papel de las proteínas de cara a la recuperación rápida después del ejercicio.

Se estima que después de una actividad que vacía los depósitos de glucógeno, como es el caso de una carrera de maratón, se requieren unas 20 horas para rellenar las reservas energéticas.


Líquidos

La reposición de líquidos es el otro factor clave en una recuperación adecuada del esfuerzo. Se recomienda beber una cantidad equivalente a un vaso de agua cada 20 minutos de ejercicio a buen ritmo, y el objetivo ha de ser no perder más de un 3% del peso corporal después de la práctica deportiva para evitar estados de deshidratación.

Además, los fisiólogos deportivos destacan, cada vez más, la importancia del descanso para conseguir una recarga completa de las reservas energéticas del músculo.

Aunque en algunos casos —como en una vuelta ciclista por etapas— el descanso es imposible, se aconsejan hasta dos días de reposo para reponer energía y reparar daños musculares tras un ejercicio extenuante.