Relatos de amor añejados en el alma
Por: Sonia León
Robles
Reportera y Freelance
para SaludNutricion.com
Pienso que lo que los seres humanos vivimos debería ser escrito. Pero no existe mayor lugar para escribir las
vivencias que nuestra propia alma. Sin
embargo, hay vivencias que tienen mayor significado y representan tanto, que es
un deleite recordarlas e intentar con el pensamiento revivirlas.
Por eso muchos terapeutas consideran como un ejercicio
excelente para la motivación personal, el plasmar las vivencias que hacen que
las personas recobren la capacidad de ser armoniosos. La historia que compartiremos con los lectores es el relato de
dos almas gemelas que se unieron para crecer y fortalecer sus vidas.
Entrevistar a la doctora Evelyn Tosado,
quien es una de nuestras colaboradoras, es un
reto para mí como directora de este portal. Pues nos une una hermosa y especial amistad desde que éramos
niñas. (Aún seguimos disfrutando de ser
niñas dentro de nuestra alma)
Evelyn desde niña tuvo metas fijas, sabía lo que quería y
hacia donde estaban proyectadas sus metas.
Pero desde muy joven siempre anheló constituir una familia y disfrutar
de la compañía de hijos. Logró desde
muy temprana edad sus metas profesionales, todas con un éxito
sorprendente. Sin embargo, ya con una
familia constituida no había logrado uno de sus mayores anhelos, ser madre.
Sorpresivamente después de muchos años de intento y
someterse a diversos análisis médicos llegó a su vida el amor que tanto
anhelaba, su hermoso hijo Sebastián, quien hoy se ha convertido en su alma
gemela.
En una breve entrevista con el doctor Brian Weiss,
reconocido psicólogo, psiquiatra y autor de varios libros de extraordinario
éxito mundial como “Muchas vidas, muchos sabios” y “A través del tiempo”, entre
otros, señaló en una presentación recientemente en Puerto Rico, “que existen
almas gemelas que se unen para un determinado acontecimiento, que las almas
gemelas pueden ser unidas por el amor expresado en todas sus dimensiones”.
Al escuchar la explicación del doctor Weiss, llegaba a mi
memoria la trayectoria que ha marcado Sebastían en la vida de Evelyn, y deduje
que el amor que por muchos años ella añejó dentro de su alma, fue un factor
decisivo para que la voluntad del Todopoderoso le permitiera disfrutar hoy, de
su alma gemela, que aunque tiene sólo tres años, ha logrado que su vida cobre
otros matices de colores que la hacen explorar nuevos horizontes.
Considerando la maravillosa experiencia que obtuvo Evelyn,
creo que definitivamente todos tenemos sueños añejados en nuestras almas. Por eso el crecer y evolucionar constituye
el estado normal del organismo humano, y siempre deberíamos intentar plasmar
las vivencias que llevamos dentro, para dejar un legado de actitud saludable y
positiva para las generaciones venideras.
AMOR es... Una historia de Amor
Puro
Editorializado por: Evelyn Tosado Quiñones,
CCDr, Comunicación y Consejería Superacional
Email: Superacion@Tosado.com
La siguiente historia fue publicada hace algún tiempo
en la revista "Woman's Day" bajo el título de "The Miracle of a Brother's
Song" (El Milagro de la Canción de un Hermano)
Como toda mujer cuando sabe que
está embarazada, Karen hizo todo cuando estuvo a su alcance para ayudar a
su hijo, Michael, de 3 años a entender lo que sería la llegada de un
nuevo bebé, que pronto supieron que sería una niña. Todos los días,
Michael le cantaba a su hermanita, desde la "panza" de su mamá,
logrando gran afinidad con ésta y expresándole todo ese puro amor que su
tierno corazón de niño podía ser capaz de albergar para ella, aún sin haber
nacido.
El embarazo progresó normalmente
para Karen, pero cuando fue el momento justo del parto, surgieron serias
complicaciones de última hora que alargaron el mismo, teniendo que ser
sometida a una cesárea. Luego de la misma, la bebé tuvo que ser
trasladada a la unidad de cuidado intensivo neonatal del Hospital St.
Mary's en Knoxville, Tennessee. Pasaron
los días y los pediatras a cargo tuvieron que darle a los padres la triste
noticia de que tenían poca esperanza de que se salvara... que estuvieran
preparados para "lo peor" e hicieran arreglos.
Así, de pronto, quienes habían estado
preparando cuidadosamente una hermosa habitación para su nueva hija, se
encontraron, planeando el funeral y haciendo los preparativos con el
cementerio, con sus almas destrozadas. Mientras, el pequeño Michael
comenzó a pedirles que le dejaran ver a su hermanita para cantarle
la melodía que con tanta emoción le cantó durante los meses que
precedieron. Finalmente, y sabiendo que si no la veía en ese momento, nunca la
vería con vida, Karen llevó al pequeño Michael y trató de hacerlo entrar, muy
discretamente, a la unidad de cuidado intensivo, pero la supervisora de
enfermeras se percató y dijo en tono enérgico:
"Saquen ese niño de aquí. En
este lugar no se permiten niños". Fue entonces cuando Karen,
quien era una mujer muy tranquila y poco contenciosa, miró cara a cara a la
jefa de enfermeras y le dijo con firmeza: "El no se irá de aquí
hasta que le cante a su hermanita", dirigiéndolo rápidamente al lado de
la cunita. Michael miró por un instante a su hermanita, quien estaba
librando su última batalla por la vida, y prontamente comenzó a
cantar. En una voz puramente inspirada, con la ingenuidad y pureza
que un niño de sólo 3 años posée, Michael cantó: ♪ ♪ ♪ "Tú eres mi sol, mi único sol; me haces feliz cuando es gris el cielo..."
♪ ♪ ♪
Instantáneamente, la bebé pareció
responder; la celeridad de sus pulsasiones comenzaron a bajar y
estabilizarse. "Continúa cantando, Michael", decía
Karen a su hijo, con lágrimas en los ojos.
Michael continuo: ♪
♪ ♪ "Tú no sabes cuánto te amo. Por favor, no me lleves tu luz.."
♪ ♪ ♪ Según Michael continuaba cantando, la pequeña
comenzó a respirar a modo de tiernos suspiros, y hacer movimientos y sonidos
como los de una tierna gatita recién nacida... (¡por supuesto, que había
identificado aquella voz tan conocida y que tantas veces le cantó!). "Continúa cantando, cariño",
le decía Karen a Michael. ♪
♪ ♪ "La otra noche, al dormir soñaba que te tenía
en mis brazos." ♪ ♪ ♪
La hermanita de Michael comenzó a
relajarse y pareció poder descansar, esta vez tranquilamente, dormir un sueño
placentero en el que su pequeño corazón, pulmones, etc. parecían haber recobrado
la normalidad. "Canta, Michael,
sigue cantando", le decía Karen. Esta vez las lágrimas inundaban
los ojos que la supuestamente intransigente jefa de enfermeras. ♪ ♪
♪ "Tú eres mi sol, mi único sol. Por favor, no me lleves tu luz." ♪
♪ ♪
Según relata la revista "Women's
Day", "¡El día
siguiente... justo el día siguiente... la pequeña estuvo lo suficientemente
bien como para ser dada de alta e irse a casa!" Es por ello
que dicha revista tituló esta historia como: "The Miracle of a Brother's
Song" ("El Milagro de la Canción de un Hermano").
El personal médico lo
calificó simplemente como "Un Milagro",
pero Karen lo
identificó como: "¡El Milagro del Amor de Dios!"
Amiga y amigo lector, Yo, como
madre, precisamente de Johan Sebastian, un niño de 3 años, quien es por demás
amoroso, de amplia y contagiosa sonrisa, con una extraordinaria alegría de
vivir y quien en sus primeros días también luchó como todo un héroe contra la
muerte, mientras yo tocaba, a través de los únicos dos huecos que me
permitían contacto con su tierno y casi transparente cuerpecito, que también
los primeros días solía tener una acelerada respiración y estar lleno de
diversos aparatos para tratar de preservar su tierna vida... yo que acaricié
tiernamente su cuerpecito, mientras le decía, igual que Michael a su hermanita:
"Mi Sol... Por favor, no dejes de brillar"... yo que cuando otras
están celebrando con alegría el convertirse en “abuelas”, estaba recibiendo a
mi único hijo, que con tantas ansias esperé por alrededor de 20 años, ...Yo
también, igual que Karen, identifico
este evento de vida como “Un Milagro de Amor”:
"¡El Milagro
de el Amor de Dios!"
...¡El más
grande y poderoso de todos los amores!
Que este mes,
conocido como ‘El Mes del Amor y la Amistad’, sea uno de reflexión sobre el
verdadero significado del Amor y todas las maravillas y milagros que el mismo
trae consigo.