Riesgos de fumar durante el embarazo

Por: Dr. Samuel D. Silva

Evidencia contundente demuestran que fumar durante el embarazo causan efectos nocivos al feto. Se cree que los derivados del humo producen una disminución del flujo de sangre y oxígeno que va hacia la placenta, cuya función es vital para el desarrollo del feto. El fumar causa una serie de cambios negativos para el organismo.

Entre estos se destacan:

· · disminución en la fertilidad

· · aumento en la incidencia de embarazo ectópico (fuera del útero)

· · aumento en las posibilidades de sufrir un aborto espontáneo.

Otras consecuencias que trae el fumar, especialmente en la mujer embarazada es que se pone en riesgo de padecer de placenta previa e incluso puede propiciar el desprendimiento de la misma provocando como consecuencia hemorragias severas y rotura prematura de membranas (salida de las aguas o líquido amniótico). Además, el cigarrillo puede afectar directamente a tu bebé haciendo que nazca con bajo peso o de forma prematura, dos de las principales causas de mortalidad infantil.

Es probable que cuando dejes de fumar sientas irritablidad, ansiedad, fatiga, dificultad para concentrarte, mareos, trastornos gastrointestinales, dolor de cabeza y hasta depresión, pero lo cierto es que estos síntomas no duran más de una semana. Por otro lado, debes tomar en cuenta que además de todos los efectos nocivos que el cigarrillo origina en la gestante y en su bebé, se ha comprobado que es la principal causa de muerte por cáncer en la mujer. De modo que, por tu salud y por la de la criatura que estás gestando en tu cuerpo, debes de dejar de fumar y evitar a toda costa que otra persona lo haga a tu lado pues el humo que inhala es igualmente dañino para tu organismo.

Para la mujer embarazada: 1 + 1 no es igual a 2
Por: María Varela, LND, M.Ed.

No hay ninguna etapa de la vida de la mujer donde la buena nutrición tiene un impacto positivo mayor como en la edad reproductiva y el embarazo. Los bebés, cuyas madres se alimentan bien, tienen mayores posibilidades de disfrutar de una excelente salud física y mental. Aunque el embarazo es un suceso fisiológico normal, desde el punto de vista nutricional, es un período vulnerable.

Afortunadamente, la cantidad de alimentos que necesita la embarazada para estar saludable no es la suma de los alimentos que necesita la mujer, más los alimentos que necesita el feto en el crecimiento (1+1=2). La embarazada experimenta cambios fisiológicos que aumentan la absorción de nutrimentos, disminuyen la excreción de los mismos y mejora la forma en que los utiliza. Además, si la mujer tuvo una buena nutrición antes de la concepción y comienza su embarazo con buenas reservas de nutrimentos, el feto puede satisfacer sus necesidades sin menoscabar la salud de la madre.Como resultado, una mujer cuya dieta fue adecuada antes de concebir, usualmente tiene un bebé saludable y a término sin la necesidad de hacer enormes cambios en su alimentación.

Sin embargo, estás a tiempo para seguir una dieta adecuada. Se recomienda que la dieta provea suficientes nutrimentos para mantener las reservas maternas de manera que cuando llegue el momento preciso pueda producir suficiente leche para alimentar al bebé. Así que, la recomendación no es que coma por 2 sino lo suficiente para estar saludable. En el último trimestre es cuando más aumenta la necesidad calórica y solo son 500 calorías más. Las Recomendaciones Dietarias Diarias para la mujer adulta, la embarazada y la mujer lactante son diferentes según puedes observar en la siguiente tabla:

Nutrimientos	Mujer Adulta 25 a 49 años	Embarazada 25 a 49 años	Lactante 25 a 49 años
Calorías (cal)	2,000	2,300	2,500
Proteínas (gramos)	50	60	65
Vitamina A (re)	800	800	1,300
Vitamina D (mg)	5	10	10
Vitamina E (mg)	8	10	12
Vitamina C (mg)	60	70	95
Vitamina B6 (mg)	1.6	2.2	2.1
Folato (mg)*	180	400	280
Vitamina B12 (mg)	2.0	2.2	2.6
Calcio (mg)	800	1200	1200
Hierro (mg)*	15	30	15

* Son los únicos nutrimentos que deben ser suplementados en la dieta de la embarazada y la lactante.

Las Náuseas... Una Pesadilla Para Las Adolescentes Encinta

Por: Dr. Samuel D. Silva

Cuando una mujer queda embarazada, de inmediato comienza a experimentar drásticos cambios en su cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes que se presentan durante el primer trimestre son:

· · Fatiga

· · Depresión

· · Mareos

· · Náuseas.

Las nauseas suelen presentarse sólo en las mañanas y son muy leves. En algunas mujeres, en especial las adolescentes, sufren de lo que se conoce como Hiperémesis Gravidarum. Esta condición produce malestar y vómitos tan severos que muchas veces la paciente tiene que ser hospitalizada para ser tratada por deshidratación.

La mujer adulta puede sentirse terriblemente frustrada al experimentar malestares constantemente, pero tal condición se agrava en las adolescentes, al extremo de resultar realmente insoportable. Esto es así porque la mayoría de las adolescentes ocultan su embarazo y eso las imposibilita de buscar apoyo y ayuda de familiares y amigos. De igual forma, por lo general tampoco buscan ayuda médica temprana. Desconocen que el ginecólogo les puede recomendar algún medicamento para contrarrestar esos graves malestares. La importancia de tratar estos síntomas es que esta condición puede comprometer su nutrición y la del feto.

Se dice que algunas mujeres padecen este tipo de condición debilitadora precisamente por el hecho de tener que afrontar un embarazo no deseado o no planificado. De igual forma, la fatiga física y mental que se da comúnmente ante la presión social de embarazarse antes de tiempo propicia las náuseas exageradas. Asimismo, se ha comprobado que el cuerpo de la gestante primeriza no está preparado para el violento ataque de las hormonas y las ansiedades propias del embarazo, lo que les causa más problemas estomacales.

Para aliviar estos síntomas se recomienda seguir una dieta natural rica en proteínas y carbohidratos así como tomar muchos líquidos, especialmente jugos de frutas y caldos ligeros. Pero, si estos les resultan intolerables puede optar por frutas con un elevado contenido de agua. Además, algunas veces se prescribe una ración adicional de vitamina B6 pues parece aliviar un poco esas desagradables náuseas.