Té Verde, salud a sorbos |
El té verde contiene compuestos antioxidantes que son muy beneficiosos para luchar frente a determinados tipos de cáncer y en la reducción de los efectos del propios envejecimiento. |
Un poco de historia... El té constituye la segunda bebida más consumida en el mundo, sólo detrás del agua. En China, se lleva utilizado desde hace casi 3.000 años, no sólo por sus propiedades estimulantes, sino porque ayuda a prevenir y mejorar numerosas dolencias. Dentro de la medicina tradicional china, se usa para aliviar
los dolores de cabeza, ayudar a eliminar las toxinas y para prolongar la
juventud A pesar de que el té se lleva bebiendo desde hace miles de
años, las investigaciones científicas para documentar los potenciales
beneficios para la salud de esta antigua bebida, no tuvieron lugar hasta
pasadas décadas. Un grupo, cada vez mayor, de estudios clínicos llevado a cabo tanto en el hombre como en animales de experimentación sugieren que el consumo regular de té verde puede reducir la incidencia de una variedad de cánceres, incluyendo el de colon, páncreas y estómago. El té verde también puede ayudar a prevenir las
enfermedades cardíacas y del hígado. Tanto el té negro, como el té verde
proceden de la misma planta. Estudio botánico El té es una de las plantas más conocidas del mundo, de hecho, su cultivo está ampliamente extendido por todas las zonas tropicales del planeta.
La parte de la planta empleada con fines terapéuticos son
las hojas. El té pertenece a la familia Teácea. Es un pequeño árbol
perenne que puede llegar a medir 5-10 m de alto en estado salvaje, aunque
cuando se cultiva no suele sobrepasar los 2 m de altura. Tiene unas delicadas flores de color blanco crema o rosáceo,
que desprenden un agradable aroma. Son pequeñas y se disponen de forma
solitaria o en grupos de 2 o 3 flores. Origen geográfico Aunque originario del sudeste asiático, desde India y Sri
Lanka hasta China o Japón, el té crece de manera extensa en las regiones
tropicales y subtropicales.
Para que el crecimiento del té sea óptimo, requiere suelos
bien drenados, ricos en materia orgánica y con un pH ligeramente ácido. En
cuanto a la temperatura, lo ideal es que oscile entre 14-27ºC (aunque es un
árbol de hoja perenne, no tolera las heladas). Necesita sol y abundante agua.
Dependiendo del lugar de origen del té, las condiciones climáticas varían y ello es la razón de que existan diferentes variedades de té verde, cada una con unas peculiares características en cuanto al olor, sabor y color de la infusión preparada. La recolección tiene lugar cuando la planta alcanza una edad de 3 años, y suele repetirse tres veces al año. Se escogen los brotes jóvenes que están formados por 5-6 hojas dispuestas alrededor de una yema terminal cerrada. Estudio químico Las hojas de té contienen un 5-6% de agua y un 4-7% de sales minerales, especialmente ricas en potasio y manganeso. Otros compuestos minoritarios que también pueden encontrarse en el té son ácidos orgánicos como málico, succínico, oxálico y galoquínico; compuestos glucídicos como inositol, azúcares reductores, gomas y pectinas; e incluso un pequeño porcentaje de lípidos. Entre los principios activos responsables de la actividad
terapéutica del té verde destacamos su contenido en compuestos
polifenólicos (3%), que son de tres tipos: flavonoides, catecoles y taninos. Entre los flavonoides, los más importantes son el kemferol,
quercetol (quercitina) y miricetol. Los catecoles son más abundantes en la
planta fresca y en té verde, que en el té negro, de entre todos ellos,
los más activos son el catecol, epicatecol y sus ésteres con ácido gálico. Recordemos que el té verde sufre estabilización con vapor de agua y secado, mientras que el té negro, sí sufre fermentación y posterior secado. Este aceite esencial contiene hexenol, y pequeñas cantidades de aldehidos, butiraldehido e isobuteraldehido, así como de alcoholes fenólicos, geraniol, linalol y citral. Es importante señalar que los polifenoles disminuyen con la edad de la planta y con la época de recolección Quizá, de todos los componentes del té, los alcaloides (2-4%) sean los más conocidos. Se trata de derivados de la purina, conocidos más comúnmente como 'bases xánticas', las más abundantes son la cafeína y la teofilina. En la planta fresca, la cafeína se encuentra combinada con los ácidos orgánicos formando un compuesto conocido como 'tanoide'. Esta es la razón por la que el té negro tiene una acción más estimulante sobre el sistema nervioso, que el té verde, puesto que durante el proceso de fermentación se rompe este tanoide dejando libre la cafeína. Por último, no podemos olvidarnos de mencionar la presencia de vitaminas y enzimas. Acción farmacológica Gracias a su variada composición química, el té posee
interesantes efectos terapéuticos. Las bases xánticas, especialmente la cafeína, hacen que
actúe como estimulante del sistema nervioso y bulbar (estimula los centros
respiratorios y vasomotores que se encuentran a nivel del bulbo). Es hipolipemiante, es decir, capaz de reducir los niveles de
LDL-colesterol y de triglicéridos plasmáticos, al tiempo que eleva los
niveles de HDL-colesterol, el colesterol bueno. La formación de coágulos sanguíneos (trombosis) es la causa principal del ataque cardíaco y angina de pecho, y el té verde ha demostrado ser capaz de reducir la formación anormal de coágulos sanguíneos con una eficacia similar a la de la aspirina, gracias a su actividad vitamínica P. El té verde disminuye los niveles de azúcar en sangre, es decir, es hipoglucemiante; y tiene ligeros efectos antibióticos, frente a ciertas bacterias como los estafilococos y algunos virus. Aplicaciones terapéuticas Los estudios del laboratorio muestran que el extracto verde del té protege contra muchas enfermedades degenerativas comunes. La capacidad del té verde para prevenir el cáncer
está tan establecida, que los estudios actuales están probando el té verde
como posible terapia potencial contra el cáncer. Los potentes efectos antioxidantes del té verde inhiben la oxidación del LDL-colesterol en las arterias. La oxidación del LDL-colesterol desempeña un papel importante para contrarrestar la formación de aterosclerosis; y gracias a sus efectos antitrombóticos, puede ser eficaz en la prevención de algunas enfermedades cardíacas. Los potentes efectos antioxidantes del té verde inhiben la oxidación del LDL-colesterol en las arterias Por sus acciones estimulantes del sistema nervioso, puede emplearse para aliviar tanto la fatiga física como la fatiga menta. Además puede contrarrestar los síntomas de un ataque de asma, por su actividad broncodilatadora. En caso de diarrea, el té puede frenarla porque sus taninos le confieren actividad astringente, pero hay que tener precauciones porque en algunos casos puede provocar algunas molestias digestivas. Precauciones Dado que el té verde es una bebida ampliamente
consumida, generalmente se considera seguro.
Por su contenido en cafeína, el té verde puede
provocar insomnio, nerviosismo y otros síntomas similares.
Debido a todo lo comentado anteriormente, el té verde no se debe dar a los niños.
En caso de estar tomando medicamentos del tipo IMAO (inhibidores de la mono-amino-oxidasa), hay que tener en cuenta, que la cafeína presente en el té verde puede causar problemas. Preparaciones de interés Diferentes estudios llevados a cabo sugieren que tomar 3
tazas de té verde al día, ayudan a proteger contra el cáncer. En estos casos, hay que seguir siempre las indicaciones dadas por el fabricante, especialmente cuando el extracto no sea estandarizado, ya que la concentración de principios activos puede variar de una marca a otra. El té verde es poco aromático, de sabor amargo y la
infusión obtenida es verdosa; a diferencia del té negro que es más aromático,
de sabor astringente y su infusión es de color rojizo. Té helado a la hierbabuena Deleitarnos con el placer de un té helado es muy sencillo,
sólo hay que preparar una infusión con una cucharadita de té verde por
taza de agua hirviendo que se deja reposar durante 10 minutos, tapando la
taza para evitar que se pierdan los principios activos volátiles. Compresas de té verde para los ojos cansados Las
bolsitas de té, una vez usadas, pueden emplearse como cataplasmas sobre los
ojos cansados y para reducir las bolsas que se forman alrededor de ellos. |