Alimentación infantil en los días laborables

Ya que el lugar de trabajo es donde solemos pasar muchas horas, mantener los buenos hábitos es esencial no sólo para lograr la salud de los trabajadores, sino también para potenciar la motivación y el espíritu laboral, la satisfacción en el trabajo y de esta forma mejorar nuestra calidad de vida general.

Practicar a diario hábitos saludables es posible: comer sano, tomando un desayuno saludable, un tentempié a media mañana, comer de manera equilibrada, ser activos en nuestras rutinas y practicar actividad física a diario nos ayudará a mantener el estrés a raya. Para ti también es posible. ¿No sabes cómo? Aquí te damos algunas ideas. 

Los Tentempiés

Comer algo a media mañana es esencial, ya que es necesario distribuir los alimentos en 4-5 comidas mejor que concentrarlos en 1-2, dado que suprimir comidas pone al organismo en situación de alarma activándose mecanismos de almacenamiento de grasa. 

Tomar algo a media mañana, puede hacer que lleguemos al almuerzo sin tanta hambre y podamos elegir con cuidado (y probablemente más acertadamente) los alimentos que constituirán esta comida.

Este puede ser un buen momento para tomar una ración de fruta; se recomienda ingerir al menos 3 raciones al día, siempre y cuando no desplace el consumo de otros alimentos también necesarios para equilibrar nuestra dieta.

Nuestra recomendación: Elige sobre todo fruta fresca y de temporadate aportará más nutrientes.

Si vas tomar algo de la máquina dispensadora echa un vistazo antes de hacer una elección:

Tan importante como el contenido energético es la calidad de la grasa que se consume a través de los alimentos; es recomendable reducir las grasas saturadas.

Por este motivo a la hora de adquirir cualquier alimento o bebida es aconsejable leer el etiquetado del producto; resulta de interés fijarse en el contenido en grasa y azúcares, entre otros. Determinados productos, especialmente bollería industrial, indican en su etiquetado grasas vegetales, que no por eso son más saludables. Están hechos con unas grasas sólidas a temperatura ambiente que proceden del coco y de la palma.
Este tipo de grasa no es recomendable en el contexto de una dieta saludable, ya que eleva el colesterol y puede favorecer la arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares.

Etiquetado nutricional>>

Por todo ello, la mejor opción son los productos frescos y poco procesados, mejor tomar una pieza de fruta, unos frutos secos o un yogur y nada mejor que el agua para hidratarnos. ¡TÚ DECIDES!

La Comida

Resulta muy habitual que llegue la hora de la comida y estemos trabajando, en ocasiones decidimos comer más tarde, cuando llegamos a casa. Comer fuera de hora no resulta una buena práctica, ni tampoco una buena idea.

El momento de la comida es un factor clave en la obesidad, y tan importante es el “qué” comemos como el “cuándo” lo hacemos, ya que resulta decisivo en la pérdida y ganancia de peso.

Por ello, es mejor hacer un descanso y parar para comer.

Si perteneces a la tercera parte de los madrileños que come frecuentemente en bares o restaurantes ten en cuenta estos consejos que ayudarán a que tu dieta sea tan saludable como si la hicieras en casa.

La hidratación

La sed es una señal fisiológica que nos da la voz de alarma de que necesitamos ingerir agua para recuperar el equilibrio hídrico. Sin embargo esto no es suficiente en actividades laborales que exigen un gran esfuerzo y que en muchas ocasiones se desarrollan en condiciones ambientales duras y extremas (minería, construcción, campo, siderurgia, pesca,…) que conllevan pérdidas de agua de gran magnitud no sólo por la intensidad del esfuerzo y las condiciones ambientales sino también por el carácter continuo de la actividad laboral concreta, donde es conveniente programar momentos y formas para ingerir agua u otras bebidas o líquidos.  

Si la cantidad de agua que se elimina supera la de la ingesta habitual se puede llegar a un estado de deshidratación, ocasionando un deterioro del bienestar y del rendimiento laboral, además de afectar a la toma de decisiones y a la función cognitiva, lo cual se traduce en un descenso de la productividad y aumento del riesgo laboral.

Alimentación infantil

¿Por qué debemos cuidar la alimentación de los niños?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 17,6 millones de niños menores de 5 años sufren obesidad. En España, un 43% de los niños de entre 6 y 9 años padecen sobrepeso u obesidad, de acuerdo al estudio Aladino, llevado a cabo por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición del Ministerio de Sanidad.

Esta enfermedad que, con frecuencia, comienza en la infancia, provoca graves perjuicios en la edad adulta. En concreto, la obesidad y el sobrepeso pueden derivar en problemas de salud tan graves como las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, la diabetes, la hipertensión e, incluso, algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, una alimentación correcta desde la infancia es determinante para protegernos de estas dolencias. Además, es en esa edad cuando se aprende a comer y se adoptan los principales hábitos alimentarios.


¿Qué beneficios aporta una dieta equilibrada a la salud infantil?

Una alimentación saludable provee al niño y al adolescente de todos los nutrientes esenciales para un correcto crecimiento –los huesos y músculos se desarrollan fuertes y sanos-, previene dolencias típicas de esta edad -como la anemia ferropénica, la desnutrición o el estreñimiento-, y disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Una dieta equilibrada y variada resulta también fundamental para mantener el equilibrio de la flora bacteriana y reforzar el sistema inmunológico de cualquier persona; y más en los niños. Así mismo, contribuye a mantener las defensas altas ayuda a prevenir y combatir los resfriados, gripes y otras infecciones, que con tanta facilidad se contagian en guarderías, escuelas infantiles y centros escolares.


¿Qué necesidades nutricionales tienen los niños?

Durante la infancia y la adolescencia, las necesidades energéticas y nutricionales son especialmente elevadas, ya que el organismo se encuentra en un constante estado de desarrollo y crecimiento. Y los alimentos contienen las diferentes sustancias nutritivas que éste necesita. Por lo tanto, el niño o adolescente debe consumir los productos adecuados para obtener el aporte necesario de:


¿Cambian estas necesidades a lo largo de la infancia?

La edad es un factor determinante en la alimentación, y el aporte de nutrientes que un niño necesita, no sólo debe ser diferente al del adulto, sino que varía a lo largo de los años. El Ministerio de Sanidad establece tres etapas claramente diferenciadas:

Por otra parte, la cantidad de alimentos que los niños necesitan ingerir puede variar mucho también en función de la fase de crecimiento en la que se encuentren, pero resulta conveniente recordar que nunca será similar a la del adulto. Es habitual ver cómo se obliga a un niño a que coma más de lo que él quiere, pero no es recomendable hacerlo, porque sólo ellos saben cuánta hambre tienen y a la vez, también son ellos los responsables de aprender a regular su propio apetito. En este sentido, los expertos en nutrición aseguran que es normal que los niños pasen por temporadas en las que comen más y otras en las que sienten menos hambre, al igual que sucede en los adultos.


¿Qué rutina alimentaria debe seguir un niño para obtener todos los nutrientes que necesita?

El niño debe ingerir todos estos nutrientes esenciales en la cantidad y frecuencia adecuadas a lo largo del día para su edad, para lo que debe seguir todos los días hábitos alimentarios adecuados. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria recomienda que en el desayuno y el almuerzo, el escolar cubra al menos el 25-30% de sus necesidades nutritivas. Sin embargo, entre un 10% y un 15% de los niños españoles no desayuna y entre un 20% y un 30% lo hace de manera insuficiente.

Para evitarlo, las familias deben organizarse con el fin de permitir a los pequeños disfrutar de un desayuno saludable. Este debe incluir al menos un lácteo (leche, yogur, queso…), pan, tostadas, cereales, galletas, magdalenas o bizcochos hechos en casa; una fruta o su zumo; mermeladas o miel; una grasa de complemento como el aceite de oliva; y, en ocasiones, jamón o algún fiambre. Para el almuerzo; se recomienda una pieza de fruta, un yogur o un bocadillo de queso, por ejemplo.

En segundo lugar, la comida debe proveer al niño del 30% de sus necesidades nutricionales, por lo que es conveniente que, tanto los padres como la escuela, se involucren en el diseño de menús saludables y equilibrados, capaces de satisfacer, además, los gustos infantiles. Los platos principales deben alternar tanto verduras, legumbres, pastas, arroces y sopas, como carnes y pescados, y el postre debe ser normalmente una fruta o un lácteo.

La merienda no debe ser excesiva, ya que debe suministrar al escolar el 15% de sus necesidades alimenticias. Esta comida del día suele estar muy bien aceptada por los niños y complementa adecuadamente su dieta, porque permite incluir alimentos tan nutritivos como los lácteos o la fruta natural. Además, ayuda a evitar los picoteos innecesarios entre comidas y hace que nos niños no lleguen a la cena con excesiva hambre.

Por último, la cena debe aportar al niño el 30% de los nutrientes y la energía que éste necesita, y se decidirá en función de los alimentos ya tomados al mediodía. Para esta comida, se recomiendan purés, sopa o ensaladas, y, como complemento, carnes, huevos y pescados.


¿Cómo conseguir que los niños coman bien?

La educación es también la base de una correcta nutrición. Por esta razón, la familia desempeña un papel fundamental en el fomento de hábitos nutricionales y de vida saludables y es el entorno perfecto para conseguir que los menores sigan una dieta equilibrada.

Para lograrlo, el comportamiento de los distintos miembros de la familia ha de ser coherente con las recomendaciones verbales que se le hacen al niño, pues resulta difícil inculcar un hábito alimentario saludable, cuando quien lo aconseja no lo pone nunca en práctica.

Así mismo, también el núcleo familiar debe organizar los horarios de forma que alguna de las comidas importantes se realice con los hijos.

Por último, hay que recordar que no se debe obligar a un niño a comer algo que no le gusta ni presentar la comida como un premio o castigo o con amenazas, ya que de esta manera se transmiten al niño o al adolescente mensajes erróneos sobre qué alimentos son buenos o malos, cuando todos son saludables y deben estar incluidos en una dieta equilibrada.

Diez claves para que nuestros hijos se alimenten bien

  • 1. Recupera en casa la dieta mediterránea.
    Tómate tu tiempo y espacio para descansar, comer y dormir bien y también para distraerte o disfrutar de alguna afición que te guste. Para cuidar Incluye todos los nutrientes que el menor necesita para un correcto crecimiento y se compone de: aceite de oliva, pescado, legumbres y cereales, lácteos, huevos, frutas, verduras, yogur y frutos secos. El agua será siempre su mejor complemento.
  • 2. Asegúrate de que tus hijos comen cinco veces al día.
    Un desayuno completo, almuerzo de media mañana, comida, merienda y cena a una hora temprana.
  • 3. Guíate por la pirámide alimentaria.
    Resulta muy útil a la hora de conocer las raciones de los alimentos y la frecuencia con que nuestros hijos han de tomarlos. Explícasela y diseñad juntos menús que cumplan los criterios que marca la pirámide.4. Evita los alimentos que engordan, pero no alimentan.
    El consumo de fritos, bollería, dulces y snacks debe constituir una excepción, pues contienen excesivos azúcares, grasas saturadas, sal y energía, además de no aportar apenas micronutrientes. Y no conviertas la comida rápida en un rito semanal.
  • 5. Comed en familia.
    Organizad los horarios para poder comer juntos al menos una vez al día y aprovechad para charlar, bromear y hacer planes. Y acuérdate de predicar con el ejemplo.
  • 6. En la mesa, aparcad el móvil y la televisión.
    La atención de niños y progenitores debe centrarse en la comida y en quienes se sientan a la mesa, y los dispositivos tecnológicos interrumpen o anulan la conversación familiar.
  • 7. Llévatelos a hacer la compra.
    Pídeles ayuda para elaborar la lista y, una vez en el supermercado, que se hagan cargo de una parte. Enseña a los más mayores a interpretar las etiquetas y comenta con ellos los valores nutricionales de los productos.
  • 8. Prepara los alimentos de maneras diversas y pídeles que cocinen contigo.
    Alternar asados, hervidos, a la plancha, guisados o incluso crudos en gazpachos y ensaladas garantizará que la comida se convierta en un hábito variado y estimulante. Enséñales algunas técnicas culinarias sencillas o divertidas y pídeles que te ayuden a decorar los platos de manera divertida.
  • 9. Ponles en movimiento.
    Anima a tus hijos a realizar ejercicio y a reducir el número de horas que pasan frente a la televisión y los videojuegos, llevando una vida activa, en la que caminen, paseen o suban escaleras.
  • 10. Asegúrate de que duermen más de diez horas.
    Las sociedades científicas recomiendan que los escolares de entre 6 y 12 años duerman más de diez horas como una herramienta más de combate contra el sobrepeso.

Vídeos

Nutrición en la etapa escolar.

Eduardo González Zorzano, asesor médico de Cinfa, insiste en la importancia de seguir una alimentación saludable en la edad escolar, entre 3 y 16 años. Destaca además el papel de los padres y su ejemplo para la adopción de hábitos saludables en la alimentación.

Infográfico

Estudio Cinfa Salud - Nutrición Infantil
El Estudio CinfaSalud ha investigado sobre los hábitos alimentarios que tienen los padres de los niños y niñas españoles de entre 6 y 12 años y, como se aprecia en la infografía, son varias las actuaciones que no son del todo óptimas. Por eso, es importante conocer recomendaciones como las de la pirámide alimentaria, para ayudar a los padres a planificar los menús de sus hijos.

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¿A qué edad es recomendable dar azúcar a los niños?

Los azúcares simples también son necesarios en nuestra dieta y no todos ellos son nocivos, ya que pueden estar presentes en muchos alimentos nutritivos, como las frutas, las verduras y los lácteos, que aportan, además, otros nutrientes imprescindibles para el crecimiento y la salud en general. Sin embargo, en nuestra sociedad actual es prácticamente inevitable que, tarde o temprano, los niños acaben consumiendo alimentos con alto contenido de azúcar agregado que aportan muchas calorías y poca nutrición. Lo recomendable desde el punto de vista nutricional es retrasar este momento todo lo posible, y diversas sociedades científicas recomiendan evitar los azúcares añadidos y libres en la alimentación de los lactantes y niños pequeños.

Fuentes

Alimentación en la etapa escolar

Cocinar para ellos y con ellos

 

En esta etapa, los niños comienzan a salir de su hogar para integrarse al espacio escolar. Es una edad para el aprendizaje, el descubrimiento de la vida social y la adquisición de hábitos.

Conocé nuestros consejos para un desarrollo saludable aquí.

La alimentación es sumamente importante en estos momentos de la vida, ya que aporta los nutrientes necesarios para crecer, condiciona la salud y tiene impacto sobre el desarrollo del cerebro y el rendimiento escolar.

Una alimentación adecuada evita problemas para el presente y el futuro

Los niños con sobrepeso y obesidad:

• tienen la presión arterial más alta

• están expuestos a un mayor riesgo de sufrir enfermedades como diabeteshipertensiónenfermedades cardiovasculares y respiratorias

• tienen más probabilidades de sufrir problemas emocionales como depresiónansiedadestréspreocupación por su cuerpo y baja autoestima

• la gran mayoría mantendrá el sobrepeso o la obesidad en la vida adulta si no se modifica su alimentación

Durante esta época los niños y niñas aprenden cómo relacionarse con la comida. Los padres siguen siendo el modelo más importante y, por ese motivo, las comidas en familia son claves y determinarán la forma en la que los niños comerán en su vida adulta.

Alva

¿Por qué es importante cocinar en casa?

Muchas veces se puede pensar que cocinar es una pérdida de tiempo, algo del pasado o un trabajo innecesario, ya que se promocionan una gran cantidad de opciones de alimentos listos para comer, muchas veces dirigidas a niños. Sin embargo, es importante que sepan que ningún producto preparado sustituye a la comida casera y el acto de cocinar. La comida casera siempre es la mejor opción y es insustituible para la salud de la familia.

Cuando cocinan en casa:

  • pueden decidir los ingredientes y las formas de cocción
  • pueden controlar la cantidad de sal, el azúcar y el tipo de grasa
  • cocinan sin colorantesconservantes ni otras sustancias artificiales
  • la comida casera amplía el abanico de alternativas saludables

¿Qué comer más y qué comer menos?

MÁS

• Agua

• Verduras

• Legumbres

• Frutas

• Semillas

• Alimentos integrales

• Pescado

MENOS

• Sal

• Azúcar

• Fiambres y embutidos

• Refrescos

• Jugos

• Productos ultraprocesados