Los
Aceites Monoinsaturados
Éstos incluyen el aceite de oliva, almendra, cacahuete, pistacho,
aguacate y avellanas, y se encuentran en buen equilibrio entre las
grasas saturadas y los aceites poliinsaturados. Esto significa que no
conllevan el tipo de riesgo para la salud que presentan las grasas saturadas,
y, por otro lado, son más resistentes a ponerse rancios que los aceites
poliinsaturados.
Los aceites monoinsaturados tienen otra cualidades: por un lado, reducen
las lipoproteínas LDL que ejercen un efecto negativo sobre las arterias;
y, por otro lado, no agotan los niveles de HDL, los cuáles, como ya
hemos visto, eliminan las grasas de las células y las transportan al
hígado para ser desintegradas por los ácidos biliares y eliminadas del
cuerpo.
El grado por el cual un aceite es monoinsaturado está determinado por la
cantidad de ácido oleico presente. De los aceites monoinsaturados,
anteriormente mencionados, el más alto en este ácido es el aceite de
oliva.
Por lo que no es de extrañar que en los países mediterráneos, donde
más se consume este tipo de aceite, la incidencia de ataques de corazón
sea menor que en otros países europeos, a pesar de consumir una dieta
rica en grasas.
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