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La
piel muestra una belleza aparente, el efecto provocado por la polución (contaminación
ambiental), los rayos ultravioleta (UV) causantes del fotoenvejecimiento y
otros, activan a esta piel los llamados radicales libres. |
Todas nosotras las secretarias que trabajamos largas
horas del día sentadas, tenemos una serie de problemas en común desde no tener
tiempo para nosotras ya que la mayoría debe cumplir con el rol de mujer, mamá,
polola, etc; esto significa que nuestra calidad de vida se ve muy limitada para
realizar aquellas actividades en beneficio de nuestra salud como:
· Ejercicios físicos
· Buena dieta
· Caminar en alguna plaza
· Etc.
Pero si estamos siendo cada día más vulnerables a las
condiciones adversas que nos exige la vida agitada a que estamos sometidas; y esto
se está siendo presente en ciertas partes de nuestro cuerpo que están siendo
resentidos como en muslos, caderas, rodillas, abdomen entre otros que es la
Celulitis.
I. ¿Qué es la celulitis?
Se trata de un desorden funcional y estético, que afecta principalmente
a la mujer, se manifiesta por la acumulación de líquidos y grasas en algunas
zonas del cuerpo. Esta acumulación se produce en el tejido celular subcutáneo
(grasa) que se encuentra inmediatamente por debajo de la piel, y compromete la
circulación de esa zona, incluyendo la piel que está por encima.
Este concepto excede al hecho del simple acumulo de grasa en una región
determinada (por ello no responde a la dieta), y habla de una alteración de la
estructura del Tejido Celular Subcutáneo, el Tejido Adiposo y de la circulación
vecina. Así, la afección consiste en la formación de un tejido patológico de
consistencia similar a la gelatina, conformado por grasa, agua y residuos, de
estructura compartimentalizada, y que queda atrapado bajo la piel. Es por ello,
que aún con las dietas más severas, este tejido no reaccionará como el resto de
las grasas, que se eliminan.
II. ¿Cuál es el origen y los factores relacionados?
La celulitis afecta en forma altamente predominante a las mujeres por estar
íntimamente relacionada con los importantes cambios hormonales que experimenta
la mujer a través de su vida. Los factores que la generan son múltiples:
o Hereditaria: ya desde la adolescencia comienzan a mostrar un trastorno
similar a la silueta de la madre.
o Embarazo: produce un agravamiento de la celulitis.
o Aumento de peso: complica aún más este cuadro.
o Alteraciones en las funciones tiroidea, hepática e intestinal.
o Malos hábitos: alimenticios, tabaco, café, algunos medicamentos y hábito
sedentario.
IV: ¿Dónde se localiza y cual es su clasificación?
El proceso celulítico puede ser corporalmente generalizado o, lo que es mucho
más frecuente ubicarse en zonas determinadas.
Los casos generalizados son patrimonio casi exclusivo de mujeres que padecen de
obesidad. El trastorno marcado por el binomio obesidad-celulitis, se localiza
desde su inicio (pubertad) en los miembros inferiores, acompañado de
importantes alteraciones circulatorias. En general en la segunda década de la
vida y muchas veces consecutivo al embarazo, se producen aumentos bruscos de
peso que progresivamente llevan a una afectación generalizada que recrudece en
la menopausia y complica otros sistemas, tales como el osteoarticular y el
cardiovascular.
La celulitis localizada, por su parte, es la forma más frecuente y las zonas
preferenciales de ubicación corresponden a abdomen, muslos (sectores superior,
interno y posterior), nalgas, rodillas (cara interna), tobillos, espalda (parte
inferior y superior) y algunas otras regiones.
Más allá de su distribución, la celulitis puede clasificarse según su
consistencia en:
a) Dura o compacta
La celulitis dura o compacta, generalmente se encuentra en mujeres jóvenes en
buen estado físico, en personas obesas que no están bajo tratamiento y en
pacientes con peso ligeramente excedido. Se la llama de este modo por la
consistencia firme y dolorosa a la palpación, siendo generalmente una celulitis
de reciente comienzo y de localización preferente en caderas.
b) Edematosa
La variedad edematosa afecta a mujeres de todas las edades, pero con mayor
frecuencia a jóvenes y adolescentes, lo que habla de una precocidad que la hace
más grave. Es de consistencia pastosa y se localiza preferentemente en miembros
inferiores.
c) Blanda o fláccida
La variedad blanda o fláccida afecta preferentemente la cara anterior del muslo
y brazos, el tejido se presenta con características esponjosas, "la piel
de naranja" es sumamente evidente y es más frecuente luego de los 40 años
en mujeres poco activas físicamente o sometidas a regímenes que han determinado
un brusco descenso del peso. Generalmente es acompañada de várices.
d) Mixta
La forma mixta corresponde a la coexistencia simultánea de las variedades
anteriores en distintas zonas, ya que todas ellas son difíciles de encontrar en
forma pura.
V. PAUTA DE EJERCICIOS ESPECIFICOS:
A continuación te sugerimos algunos ejercicios para atenuar el
proceso de celulitis:
Ejercicio N°1
Propósito: fortalecer los músculos aductores y gluteos.
Posición: decúbito dorsal con las piernas cerradas y juntas sosteniendo una
almohada en el medio con la espalda derecha en el suelo y los brazos en el
abdomen relajados.
Movimiento: juntar las piernas (aductores) en el centro y contraer los glúteos
subiendo las caderas.
Ejercicio N°2
Propósito: fortalecer los glúteos.
Posición: en posición de cuadrupedia, los brazos semiflextados en el suelo con
apoyo palmar, mientras una rodilla va apoyada en el suelo y la pierna contraria
se eleva en forma extendida hasta la altura de la cadera. Movimiento: elevar la
pierna hasta la altura de la cadera para contrer el glúteo firmemente.
Evitar: no elevar nunca la pierna más arriba de la línea de los hombros y
mantener firme los abdominales para no flexionar la zona lumbar.
Ejercicio N°3
Propósito: fortalecer los músculos del cuadriceps, isquiotibiales y glúteos.
Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una pequeña
semiflexión de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto
al centro de gravedad .
Movimiento: alternando el movimiento de semiflexión de rodillas de cada pierna,
se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad, produciendo la contracción de
los músculos principales.
Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura.
Ejercicio N°4
Propósito: fortalecer los músculos del cuadriceps, isquiotibiales y glúteos.
Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una flexión
profunda de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto al
centro de gravedad .
Movimiento: alternando el movimiento de flexión de rodillas de cada pierna es
de casi 90° por cada pierna, se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad,
produciendo la contracción de los músculos principales en especial glúteo.
Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura.
Ejercicio N°5:
Propósito: fortalecer los músculos abductores, cuadriceps y glúteos.
Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y
puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera.
Movimiento: flexión de rodillas hasta los 90°, para actuar los músculos de
cuadriceps, abductores y glúteos.
Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.
Ejercicio N°6
Propósito: fortalecer los músculos abductores, aductores,
cuadriceps y glúteos.
Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y
puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera.
Movimiento: flexión de una rodilla trasladando el peso del tronco a la rodilla
en flexión, mientras la otra pierna permanece extendida, para realizar
posteriormente el cambio.
Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.
Pauta a considerar según grado de condición física:
Principiante : 2 serie, 8 a 10 repeticiones, 30 seg. de descanso
.
Intermedio : 3 series, 10 a 12 repeticiones, 30 seg. de descanso.
Avanzado : 4 series, 15 a 20 repeticiones, 30 seg. de descanso.