TIEMPO DE
DETECCION APROXIMADO DE LOS ESTEROIDES ANABOLICOS PORTADA
18 meses- nandrolona decanoate
12 meses- nandrolona phenylpropionate
5 meses-boldenone undecyclate
metehenolone enanthate
trenbolone
trenbolone acetate
methandienone injectável
3 meses-testosterone-mix (Sustanon & Omnadren)
testosterone enanthate
testosterone cypionate
2 meses-oxymetholone
fluoxymesterone
stanozolol injectáble
formebolone
drostanolone propionate
5 semanas-methandienone
mesterolone
ethylestrenole
noretadrolone
3 semanas-oxandrolona
stanozolol oral
2 semanas-testosterona propionate
1 semana-testosterona undecanoate
4 dias-clenbuterol
INSULINA:
FUNCION FISIOLOGICA
La insulina es una
cadena compuesta por dos segmentos de peptidos unidos por un enlace disulfuro.
La cadena A consta de 21 aminoácidos y la cadena B, de 30. Las células beta del
páncreas producen esta hormona, que se libera a la vena porta en respuesta a un
aumento del azúcar de la sangre. El hígado absorbe alrededor de un 50 % de la
insulina de la sangre; el resto permanece en la corriente sanguínea, con una
vida media de entre 5 y 8 minutos en personas sanas.
La función fisiológica de la insulina es regular el nivel de glucosa en sangre.
Por lo general, esta tasa es de 80 - 90 miligramos por decilitro. Sin embargo
tras una comida, y en función de su índice glicemico, el nivel puede elevarse
de manera espectacular. Una comida compuesta en su mayor parte de proteínas,
grasa y muy pocos carbohidratos, producirá una respuesta glucemica reducida,
mientras que una comida rica en monosacaridos (carbohidratos simples, como el
azúcar) causara una gran respuesta glucemica. Cuando más elevada sea esta
respuesta, mayor será la presencia de azúcar en la sangre y, por tanto, mas
insulina se secretara. Las comidas que hacemos habitualmente pueden elevar la
concentración de glucosa en sangre a 140 miligramos por decilitro. Las células
beta del páncreas son capaces de reconocer el incremento de glucosa y liberar
insulina en 30 segundos, que se une a un transportador de proteína de la sangre
que conduce los macronutrientes y los micronutrientes a los mioc itos (las
células musculares), los hepatocitos (las células del hígado) y los adipocitos
(las células grasas). Al Introducir la glucosa en esas células, la insulina logra
restablecer el nivel de glucosa en sangre en dos horas.
Dado que la hipertrofia es nuestro principal objetivo, nos centraremos en la
actividad que desempeña la insulina en las células musculares. En primer lugar,
para que la insulina tenga algún efecto en los músculos, debe unirse a un
receptor de insulina. Este receptor esta compuesto de dos unidades alfa,
situadas en el exterior de la célula. Y dos unidades beta, que atraviesan la
membrana y llegan al citoplasma celular. Cuando la insulina se une a una unidad
alfa, autofosforila (añade un fosfato) la proteína tirosina quinasa. La ahora
más activa tirosina quinasa actúa como otro importante mensajero y estimula
otras reacciones bioquímicas intracelulares. Una de las más significativas para
los culturistas es la translocacion de los receptores Glut-4, que se desplazan
del citoplasma a la membrana celular. La translocacion de la proteína Glut-4
incrementa él numero de receptores de insulina activos en la membrana celular,
lo que permite que la sangre absorba más nutrientes. El resultado e s que la
glucosa y otros nutrientes se introducen en la célula y desaparecen de la
sangre, con lo que el nivel de glucosa en sangre recupera la normalidad. Cabe
destacar que lo fundamental no es la cantidad de moléculas de glucosa,
aminoácidos y creatina que llega al exterior de la membrana celular, sino la
cantidad de esos compuestos que absorben los transportadores celulares. En los
miocitos, existen dos transportadores de glucosa, los Glut-1 y los Glut-4. Se
considera a las proteínas Glut-1 los transportadores básales de la glucosa
porque su presencia en la membrana celular no varia. En otras palabras, las
células musculares poseen un numero determinado de proteínas Glut-1 en la
membrana celular para transportar glucosa. Sin embargo, las proteínas Glut-4
reciben el nombre de transportadores inducibles de glucosa, pues se desplaza a
la superficie de la célula en respuesta a la insulina o a la contracción
muscular. De echo, el ejercicio físico aumenta él numero de proteínas Glut-4 de
la membrana celular y, por consiguiente, la sensibilidad a la insulina. Los
deportistas deben tener presente que, cuando se trata de maximizar el
desarrollo muscular, inducir un pico de insulina en el momento oportuno puede
marcar una diferencia decisiva.
HORMONA DE
CRECIMIENTO
La Hormona somatropa (GH, Growth Hormone) humana es un polipectido compuesto
por ciento noventa y un aminoácidos y con un peso molecular de cerca de 21.500
dalton.
La Hipofisis anterior contiene entre cinco y diez miligramos de GH, que es
sintetizada y acumulada en las células somatotropas. La producción de GH esta
influenciada tanto por la edad como por el sexo, y se calcula que es de 0,4 -
1,0 mg/día en el varón adulto, con valores mas altos en los adolescentes y en las
mujeres.
Las concentraciones sericas de GH varían durante el día, generalmente de 0,5 a
3,0 g/litro en el varón adulto, de acuerdo con la producción, mas elevada en
los adolescentes y en las mujeres. La GH sé metaboliza en el hígado y tiene una
vida plasmatica entre diecisiete y cuarenta y cinco minutos.
La regulación de la secreción de la GH.-
La secreción de GH por la hipofisis es pulsatil y esta regulada por un
mecanismo de retroalimentacion en el que se hallan implicadas dos hormonas, una
de acción excitatoria, GH-Releasing Hormone (GHRH), y la otra de acción
inhibidora, la Somatostatina (SRIF). La respuesta a la hipofisis a la GHRH esta
influenciada por numerosos factores y puede disminuir con la edad. La GH se
excreta en respuesta a numerosos estímulos fisiológicos y farmacologicos que
actúan sobre áreas especificas del cerebro a través de vías controladas por
neuronas serotoninergicas, dopaminergicas, adrenergicas y colinergicas. Los
estímulos se integran entre ellos y pueden actuar de forma sinérgica o
competitiva, pero en definitiva se incluyen todos en la vía final común
constituida por GHRH y SRIF.
Existen diferencias sexuales en la capacidad secretora de GH: estas son
correlativas a los niveles de estrogenos. Durante el día se producen pequeños
episodios de secreción de GH, el mayor de los cuales tiene lugar entre los 60 y
90 minutos después del comienzo del sueño, que corresponde a la fase de sueño
profundo (ondas lentas en el EEG). La secreción nocturna de GH puede verse
aumentada en los atletas debido al incremento de la actividad física.
El estrés físico y psíquico puede incrementar la secreción de GH. Si bien el
exacto mecanismo y su centro de control no se conocen con certeza, es posible
que actúen a través del aumento de la secreción central de catecolaminas. La
secreción de GH es estimulada por la hipoglucemia e inhibida por la
hiperglucemia. La hipoglucemia insulinica se considera un test para valorar la
función hipofisaria y comporta un aumento de GH en el 85 % de los sujetos
normales.
Los glucocorticoides estimulan la GH en concentraciones fisiológicas, mientras
que el hipercortisolismo inhibe la respuesta a los estímulos. También los
aminoácidos (sobre todo la ARGININA) estimulan la GH Son eficaces cuando se
ingieren por vía oral o se inyectan por vía endovenosa.
La secreción de Gh durante el ejercicio físico.-
El ejercicio físico es un potente estimulo para la secreción de GH; un
ejercicio de 20 minutos, que supone un consumo de oxigeno de entre 75 y el 90%
del consumo máximo, provoca una respuesta en la GH equivalente a la de la
hipoglucemia insulinica y mayor que la respuesta inducida por el sueño, por la
arginina y por la levodopa. La respuesta de la hormona esta influenciada por la
característica del ejercicio (tipo, intensidad, duración), por la
característica del individuo (edad, sexo, constitución física, grado de
cansancio) y por la ingesta de fármacos.
Los niveles de la hormona aumentan durante el ejercicio físico; el pico de este
incremento se produce tanto mas precozmente cuanto más intenso es el ejercicio
físico: los picos aparecen entre los 15 y 30 minutos después de que se haya
iniciado. Se ha demostrado que aparece una respuesta de la GH durante el
ejercicio breve pero intenso de subida de escalones, pero sin embargo, no se
produce ninguna respuesta después de una caminata efectuada a una velocidad
moderada (6,4 Km/H) durante una hora y media. Un protocolo de levantamiento de
peso, con una carga elevada y con pocas repeticiones, provoca un incremento de
GH, mientras que un protocolo de poca carga y muchas repeticiones, de peso
total y duración equivalentes, no causa ningún efecto.
El aumento de la temperatura durante el ejercicio puede ser un estimulo para la
secreción de GH; el ejercicio realizado en un ambiente caluroso provoca una
respuesta mayor de GH que otro análogo llevado a cabo en ambiente frío.
Efectos de la GH en el metabolismo intermedio.-
La GH desplaza el metabolismo oxidativo hacia la utilización de los ácidos
grasos, permitiendo el uso de las proteínas de forma anabolica y tiene una
marcada acción contrainsular, estimula la glucogenesis y la glucogenolisis
hepática, la secreción de insulina mediante hiperglucemia o por acción directa
sobre las células beta del páncreas, independientemente de la hiperglucemia.
Por otra parte, la GH aumenta la movilización de los lípidos del tejido
adiposo. El suministro de GH determina una reducción de las reservas adiposas,
un incremento del contenido hepático de lípidos y aumenta la concentración
plasmatica de ácidos grasos libres. Algunos estudios indican que la GH juega un
papel significativo en la movilización de ácidos grasos durante el ejercicio;
tampoco hay que olvidar que esta hormona estimula de manera importante la
utilización de aminoácidos para la síntesis proteica.
Efectos de la GH en el tejido muscular.-
El desarrollo muscular es un proceso complicado que se produce en función de la
actividad física por una parte y de los factores hormonales por otra. El
músculo crece mediante la acción de sarcomeros a la unión musculotendinosa y
mediante un aumento del numero de miofibrillas. Las proteínas necesarias para
el crecimiento de las fibras (actina, miosina y tropomiosina) se sintetizan en
los polirribosomas que se encuentran en el sarcoplasma de las miofibrillas adyacentes
ya formadas. Por este mecanismo actúan el ejercicio y algunas y algunas
hormonas, aunque luego el mecanismo celular más fino parece ser distinto en
ambas condiciones.
Cuando se añade, in vitro, la GH a las células musculares no aparecen
modificaciones durante 20-30 minutos. Tras la fase silenciosa inicial se
evidencia un aumento de la velocidad de captación de los aminoácidos durante
uno o dos horas.
Adultos normales, tratados con GH durante 21 días, han obtenido un aumento del
peso total del 20 % (músculo cuadriceps +26,2 %) y un aumento del diámetro de
las fibras musculares del 6 al 12 % respecto al grupo de control. Los efectos
de la GH en la recuperación del músculo atrofico por la inmovilización son de
gran interés practico. De echo, el músculo gastrocnemio de una rata, atrofico
después de una inmovilización, pesa el 72 % con respecto al peso del músculo
contralateral. El suministro de GH aumenta el peso del músculo atrofico en un
19 % comparándolo al de animales de control no tratados. La GH estimula también
la síntesis del colágeno a nivel muscular.
Notas de farmacología.-
Hay dos modalidades principales para obtener un aumento de los niveles
hemáticos de GH: la inyección de la hormona o la ingesta oral de varios
fármacos capaces de inducir su liberación por la hipofisis. Hasta hace poco
tiempo la única manera de encontrar GH en el comercio (en cantidades limitadas)
era la procedente de la hipofisis de cadáveres. Su uso estaba destinado, casi
exclusivamente, a la terapia con niños con deficiencia de esta hormona. La
utilización de la GH extraída de cadáveres se ha abandonado por el temor a
varias enfermedades. Actualmente esta disponible en el mercado GH biosintetica
humana, obtenida mediante el uso de tecnicasde DNA.
Por otra parte, es posible para estimular la síntesis hipofisaria de la GH,
utilizar fármacos tales como el propanolol, la vasopresina, la clonidina o la
levodopa. Las sustancias mas fácilmente alcanzables y utilizados son los
aminoácidos. El uso de aminoácidos como arginina, lisina ornitina y triptofano
esta muy difundido en los atletas promovida bajo la forma de preparados
específicos.
Posibilidad de empleo de la GH en deportistas.-
Hay bastantes evidencias, especialmente por parte de levantadores de peso y
culturistas acerca de los potentes efectos beneficiosos de la GH; se han puesto
de manifiesto aumentos de peso de la masa magra tras la utilización de la GH.
Algunos efectos pueden ser útiles para los culturistas por lo que tiene mucha
importancia la reducción del peso graso y la obtención de una masa muscular
voluminosa y bien definida. La utilidad de esta hormona en los deportes de
fuerza y de potencia es ciertamente escasa. El aumento aparente de volumen
muscular puede ser debido a un incremento del tejido conectivo exclusivamente,
y no al de los elementos contractiles.
Además, como alternativa al uso de la GH en los deportistas sanos, puede haber
unas interesantes aplicaciones potenciales de esta hormona en el mundo del
deporte como agente terapéutico. Se ha demostrado que la GH puede aumentar
experimentalmente la velocidad de consolidación de las fracturas, cuando estas
presentan algún problema. Se ha utilizado también en el tratamiento de
osteoporosis primaria y secundaria con aparentes buenos resultados.
Problemas concernientes al uso de la GH por los competidores.-
Hay serios problemas éticos y médicos asociados a la utilización de GH por
competidores sanos. La acromegalina es la más insidiosa e irreversible de las
que derivan del uso excesivo de esta hormona. Si bien no existen apenas
documentos que acrediten la aparición de acromegalia en personas que consumen
GH, si hay numerosos casos de atletas víctimas de sus efectos, tales como la
modificación de la fisionomía: el aumento de la densidad ósea del rostro, de
las manos y de los pies. Los aspectos médicos son solo una faceta del problema:
las cuestiones éticas derivadas del uso de GH en los atletas son aun más
delicadas. La falta de soporte científico en cuanto a la eficacia y los
peligros potenciales de su utilización deberían ser suficiente argumento para
disuadir a los deportistas de su uso.