7 alimentos que combaten la grasa abdominal
Existe la creencia de que la grasa es mala. Esto se debe a que las dietas modernas contienen mucha de ella, y de mala calidad. Como consecuencia, tenemos problemas de salud relacionados con los malos hábitos alimenticios, se venden productos para bajar de peso y se promueven dietas adelgazantes que combaten la grasa en los lugares donde más se acumula.
La grasa es la manera que tiene el cuerpo de almacenar energía, ya sea que se ingiera como tal, o que el cuerpo convierta la glucosa en grasa. Sirve para mantener la temperatura corporal y para proteger los órganos del cuerpo contra traumatismos provocados por golpes. Además, nuevas investigaciones sugieren que juega un papel importante en la protección de las arterias, en particular cuando es ajo el consumo de vitamina C y el cuerpo no produce suficiente colágeno de buena calidad.
Si tienes un problema de sobrepeso, puedes sufrir una enfermedad crónico degenerativa, como diabetes, hipertensión o problemas cardiovasculares. También puedes sufrir depresión y baja autoestima. Es importante que trabajes en reducir la grasa abdominal con ejercicio diario y una buena dieta balanceada.
Aquí te presento siete alimentos que debes incluir en tu dieta si tu interés es combatir la grasa abdominal.
Aceite de oliva
Rico en grasas no saturadas es benéfico para el cuerpo. Es una fuente importante de nutrientes en una dieta de restricción de grasas. Ayuda a la absorción de nutrientes, síntesis hormonal y a reducir los niveles de colesterol.
La avena es importante en las dietas para bajar de peso porque provoca una sensación de saciedad. Es rica en fibra y proteínas, lo que la convierte en un excelente desayuno, y ayuda a reducir los niveles de colesterol. Se le conoce como un purificador de la sangre, pues contiene sustancias que encapsulan grasas y toxinas para expulsarlas del cuerpo. Sigue leyendo »
Brócoli
El brócoli es un excelente alimento a incluir en las dietas adelgazantes. Es bueno para los bronquios y tiene importantes cantidades de calcio, fibra y vitamina C.
Estos nutrientes permiten que los intestinos absorban menos grasa, que ésta no se acumule en las arterias, y optimizan el funcionamiento del aparato digestivo. Además, el brócoli es bajo en calorías y fortalece el sistema inmune.
Frambuesas y Fresas
Son frutos ricos en fibra y agua, con concentraciones ideales de fructosa que las hacen recomendables por encima de otras frutas. El cuerpo debe producir energía para poder consumirlas, por lo que de hecho su aporte calórico, al final, es negativo.
Las frambuesas activan la circulación de la sangre, contienen flavonoides y ayudan a regular los niveles de sodio en el cuerpo. Además, son una fuente importante de antocianinas, que inhiben la asimilación de grasas y azúcares.
Cómelas entre comidas, para mantenerte fresco y activo.
Salmón
Son una de las fuentes más recomendadas de Omega 3. También contiene proteínas, ayuda a la formación de colesterol bueno —que ayuda a la creación de hormonas, vitamina D, bilis y al sano mantenimiento del sistema nervioso— y activa el metabolismo, ayudando a quemar los excesos de grasa abdominal.
Sus ácidos grasos detienen el almacenamiento de grasa en el cuerpo. Además, debido a que mucho del salmón actualmente es cultivado, no contiene dioxinas ni plomo, metales pesados que se acumulan en las aguas donde este pescado es nativo.
Té verde
En general, los tés y las tisanas tienen un efecto en positivo en la digestión de los alimentos, ya que aportan temperatura y agua. Tomarlos después de comer siempre benefician el paso de los alimentos por el intestino y la disolución de las grasas y carbohidratos, facilitando la absorción de nutrientes. Además, aumentar la temperatura del cuerpo ayuda al consumo de calorías.
El té verde es, además, estimulante para el metabolismo, regula los niveles de glucosa, reduce la presión arterial (consumido con moderación), ayuda a la absorción de calcio en los huesos y combate los radicales libres, gracias al poder antioxidante de las catequinas.
Al igual que el vino tinto, contiene polifenoles, unas sustancias con muchísimas funciones en el cuerpo, entre ellas, el control hormonal. Los polifenoles del té verde ayudan al control de las hormonas del estrés, y disminuyen la conversión de la glucosa en grasas, que realiza el cuerpo para almacenar energía.