La miel es un alimento elaborado por las abejas a partir del nectar de
flores, su principal característica es su gran contenido en azúcares que le
aportan su sabor dulce, en las siguientes tablas desglosamos cuáles son las
propiedades nutricionales de la miel.
Calorías de la Miel
100 gramos de miel contienen 304.0 kcal
Tabla de valores nutricionales de la Miel
Nutriente
Valor
Calorías
304.0 kcal
Agua
17.1 g
Hidratos de carbono
82.4 g
Proteínas
0.3 g
Grasa total
0.0 g
Ceniza
0.2 g
Hidratos de carbono de la Miel
Nutriente
Valor
Hidratos de carbono
82.4 g
Fibra
0.2 g
Azúcares totales
82.12 g
Azúcares de la Miel
El componente principal de la miel son los azúcares, en especial glucosa
y fructosa.
Nutriente
Valor
Azúcares totales
82.12 g
Sacarosa
0.89 g
Glucosa
35.75 g
Fructosa
40.94 g
Maltosa
1.44 g
Galactosa
3.1 g
Vitaminas de la Miel
Nutriente
Valor
Vitamina C (Ácido ascórbico)
0.5 mg
Vitamina B1 (Tiamina)
0.0 mg
Vitamina B2 (Riboflavina)
0.038 mg
Vitamina B3 (Niacina)
0.121 mg
Vitamina B5 (Ácido pantoténico)
0.068 mg
Vitamina B6
0.024 mg
Vitamina B12
0.0 mcg
Colina
2.2 mg
Betaína
1.7 mg
Folato (DFE)
2.0 mcg
Vitamina A (RAE)
0.0 mcg
Vitamina A (UI)
0.0 IU
Vitamina E (alfa-tocoferol)
0.0 mg
Vitamina D (D2 + D3)
0.0 mcg
Vitamina D (UI)
0.0 IU
Vitamina K1 (filoquinona)
0.0 mcg
Vitamina B9
Nutriente
Valor
Folato
2.0 mcg
Ácido Fólico
0.0 mcg
Folato (DFE)
2.0 mcg
Minerales de la Miel
Nutriente
Valor
Calcio
6.0 mg
Hierro
0.42 mg
Magnesio
2.0 mg
Fósforo
4.0 mg
Potasio
52.0 mg
Sodio
4.0 mg
Zinc
0.22 mg
Cobre
0.036 mg
Manganeso
0.08 mg
Selenio
0.8 mcg
Fluoruro
7.0 mcg
Proteínas y Aminoácidos de la Miel
Nutriente
Valor
Triptófano
0.004 g
Treonina
0.004 g
Isoleucina
0.008 g
Leucina
0.01 g
Lisina
0.008 g
Metionina
0.001 g
Cistina
0.003 g
Fenilalanina
0.011 g
Tirosina
0.008 g
Valina
0.009 g
Arginina
0.005 g
Histidina
0.001 g
Alanina
0.006 g
Ácido Aspártico
0.027 g
Ácido Glutámico
0.018 g
Glicina
0.007 g
Prolina
0.09 g
Serina
0.006 g
Colesterol de la miel
La miel no tiene colesterol.
Ácidos grasos de la Miel
La miel tiene un 0% de grasas y no aporta ácidos grasos.
La miel es un alimento que suele emplearse como endulzante. Sin embargo, hay
quienes se preguntan si es seguro para personas diabéticas o con otros
trastornos metabólicos. ¿Qué saber al respecto?
Muchos personas emplean la miel como endulzante natural o por sus
propiedades medicinales. Pero, ¿también eleva la glucosa en sangre? ¿Pueden
tomarla los diabéticos? El índice glucémico de la miel nos puede dar
alguna respuesta y abrir nuevos interrogantes.
El concepto de índice glucémico (IG) apareció hace unos 30 años y se emplea
para clasificar los alimentos que contienen carbohidratos, según la
velocidad con la que elevan la glucosa en sangre.
A partir de los valores de cada alimento, se crea una tabla para poder
compararlos. El alimento que sirve de referenciaes
la glucosa que tiene un índice glucémico de 100, y el resto se
clasifican en un rango que va de 0 a 100.
Índice glucémico bajo (por debajo de 55): aquí
entran gran parte de los lácteos, frutas, verduras, legumbres y algunas
variedades de pasta.
Índice glucémico medio (entre 55 y 69) : arroz, pan
y algunos cereales de desayuno.
Alto índice glucémico (más de 70): en este grupo
encontramos el pan blanco, las patatas o la bollería.
El índice glúcemico de la miel
La miel es un alimento formado, sobre todo, por carbohidratos (un 80 %) y
agua.La glucosa y la fructosa
son dos de los que encontramos en mayor cantidad. La proporción entre un
tipo de azúcar y el otro puede ser diferente según la variedad de miel de la
que estemos hablando.
Por lo general, las variedades florales son las que suelen ser más
abundantes en fructosa y, en consecuencia, tienen un IG menor.El índice glucémico de la miel es de alrededor de 61, aunque
puede variar 3 puntos arriba o abajo.
Como hemos visto, la variedad de miel y su porcentaje glucosa-fructosa
es lo que puede hacer disminuir este valor. Por lo tanto, este índice
posiciona la miel en los alimentos del grupo medio.
El índice glucémico, dietas y salud.
Muchos expertos y profesionales de la nutrición han defendido
durante mucho tiempo una dieta basada en el índice glucémico de los
alimentos. En ella deberían abundar los que se encuentran en el
grupo de menor IG y deberían ser eliminados o restringidos los que
pertenecen al grupo más alto.
Este tipo de dietas se han defendido porque son los alimentos con un IG
menor los que se digieren y absorben con más lentitud. Por lo tanto,
provocan unos picos de glucosa menores o más proplongados en el tiempo.
Esto sería beneficioso, por ejemplo, en el caso de personas con diabetes,
ya que tienen dificultad para procesar los azúcares de forma
efectiva. En estos casos, un buen control de la glucemia ayudaría a
retardar la aparición de complicaciones relacionadas con la enfermedad, como
son daños renales, daños en los nervios o mayor riesgo de enfermedad
cardiovascular.
Además, existe evidencia científica que relaciona las dietas con
alimentos de bajo índice glucémico con los siguientes beneficios:
Reducción del colesterol LDL.
Pérdida de peso.
Menor riesgo de padecer algún tipo de cáncer (colorectal, mama,
endometrio).
Reduce el riesgo de enfermedad cardíaca.
El índice glucémico también tiene sus contras
Ahora bien, en la ciencia de la nutrición fijarnos solo en un
nutriente (por ejemplo el índice glucémico) no suele ser una buena
estrategia, pues olvidamos valorar los alimentos en su totalidad al
centrarnos solo en alguno de sus atributos. En el tema que nos ocupa sobre
el índice glucémico podemos citar los siguientes problemas:
Los valores de índice glucémico de un alimento son distintos según
los estudios consultados.
No todas las personas responden de la misma forma a todos
los alimentos, ya que la sensibilidad a la insulina es
cambiante en cada individuo.
Por lo general, nunca comemos alimentos aislados. Solemos mezclarlos
en una misma comida y de esta forma se alteran los índices glucémicos
que aparecen analizando los alimentos de manera aislada. Por ejemplo,
la presencia degrasas o
proteínas regula la absorción de la glucosa y su posterior aumento en
sangre.
Por último, si solo nos fijamos en este indicador, para incluir o
eliminar alimentos, dejamos de tener en cuenta otros aspectos
importantes como su densidad nutricional, un posible efecto probiótico,
o lacapacidad saciante, por
ejemplo.
¿Entonces qué nos indica el índice glucémico de la miel?
Desde hace miles de años, la miel ha sido usada como alimento por
su valor nutricional y terapéutico. Esto se debe a su composición
nutricional, la cual incluye antioxidantes, fenoles, ácidos orgánicos y
trazas de vitaminas y minerales.
Hoy en día, la miel se usa como edulcorante natural y para remedios
asociados a la medicina natural. Existe evidencia científica que sugiere que
una pequeña cantidad de miel puede tener beneficios para la salud. Sin
entrar en muchos detalles podemos resumir sus propiedades en lo siguiente:
Capacidad antioxidante.
Reducción de los indicadores analíticos de inflamación.
Protección de la salud cardiovascular, mejorando el colesterol en
sangre, reduciendo triglicéridos y con una ligera disminución de grasa
corporal.
Efectos antibacterianos que pueden ser positivos en
casos de gastroenteritis o Helicobater pylori.
Ahora bien, gracias a estas propiedades y al hecho de que posee un índice
glucémico medio, no podemos usar la miel sin control en el día a día.
En comparación con el azúcar refinado y algunos edulcorantes artificiales
puede ser una mejor opción, pero no debemos olvidar que los azúcares
añadidos en exceso también conllevan a problemas de salud a largo plazo. No
se recomienda que superen los 25-50 gramos al día.
El índice glucémico de la miel no es el único indicador de sus
beneficios
El índice glucémico es una medida para clasificar la respuesta de los
niveles de glucosa en sangre después de tomar alimentos abundantes en
carbohidratos. Uno de ellos es la miel, compuesta básicamente por dos tipos
de azúcares: la glucosa y la fructosa.
La miel tiene un IG medio, con lo que podría representar una mejor
alternativa para endulzar alguno de nuestros platos o bebidas preferidos.
Sin embargo, además de fijarnos en este indicador, debemos tener en
cuenta los problemas asociados a una elevada ingesta de azúcares en la
dieta.
¿Cómo podemos mejorar la digestión?
Los problemas digestivos pueden estar causados por varios factores. Sin
embargo, en general, hacer algunos ajustes en la dieta contribuye a promover
su alivio. ¿Qué debemos tener en cuenta?
Los problemas digestivos son muy frecuentes en toda la población. Tanto la
mala alimentación como el estrés, entre otros factores, pueden ser
desencadenantes de este tipo de trastornos. ¿Cómo mejorar la digestión?
Si
bien es importante determinar su origen para obtener un tratamiento
adecuado, en general es conveniente hacer algunos ajustes en la
dietapara producir una mejora significativa en poco
tiempo. A continuación, detallamos algunas recomendaciones.
Probióticos para mejorar la digestión
La disbiosis intestinal o la alteración de la diversidad de la flora a
menudo se asocia con los problemas de digestión. Tratar este desequilibrio a
nivel de microbiota se suele traducir en una mejora de la sintomatología de
este tipo de patologías.
Para ello, es aconsejable aumentar el consumo de alimentos
basados en fermentaciones lácticas, como pueden ser el yogur o el
kéfir. A parte, se puede valorar la suplementación con probióticos, que
ofrece resultados positivos en este tipo de trastornos, tal y como afirma un
estudio publicado en la revista Current Protein & Peptide Science.
Dentro de los suplementos de probióticos, la mejor opción son aquellos
que incluyen pocas cepas distintas en su composición. Es necesario que
cuenten con un alto número de bacterias y que estén avalados por estudios
científicos que ratifiquen sus efectos.
Fibra para mejorar la digestión
La fibra es una sustancia que se encarga de mejorar el tránsito
intestinal. A su vez, produce una serie de fermentaciones que
estimulan el crecimiento selectivo de las bacterias que habitan en el
intestino, como lo explica un artículo publicado en la revista
Alimentary Pharmacology & Therapeutics.
Esta situación propicia la formación de ácidos grasos de cadena corta con
propiedades antiinflamatorias, que resultan beneficiosos a la hora de tratar
y prevenir varias patologías. Asimismo, incrementa la eficiencia digestiva,
lo que se traduce en un menor riesgo de padecer molestias gástricas o
intestinales.
Reducir el consumo de procesados
Del mismo modo que hay alimentos que mejoran los procesos digestivos,
existen otros capaces de interferir en su correcto funcionamiento. Se trata,
sobre todo, de los productos ultraprocesados que contienen azúcares
simples y grasas trans.
Esta clase de alimentos se relacionan con el empeoramiento de la
digestión y con la promoción de enfermedades complejas a mediano y largo
plazo. Restringir su aparición en la dieta supone un gran avance a nivel de
salud.
De hecho, se recomienda que cualquier plan de alimentación se
base en el consumo de alimentos frescos, dejando a los
ultraprocesados para momentos puntuales u ocasionales.
Evitar el consumo de alcohol
Además de los ultraprocesados, el alcohol consigue causar problemas a
nivel digestivo. A pesar de que algunos combinados alcohólicos cuentan con
el apodo de digestivos, las bebidas de esta índole se relacionan con la
promoción de la acidez gástrica.
Por otra parte, este tipo de sustancias contribuyen al desarrollo
de un estado de inflamación crónica e incrementan el riesgo de
varias patologías. Debido a esto, la recomendación respecto al consumo de
bebidas alcohólicas es siempre la restricción.
La dieta influye sobre los procesos digestivos
Los procesos digestivos se relacionan de manera directa con la clase de
alimentos que ingerimos. Por este motivo, es necesario aumentar el
consumo de aquellos productos con propiedades antiinflamatorias.
Apostar por los alimentos frescos supone un acierto al respecto.
Además, es primordial restringir la ingesta de ultraprocesados. Los
componentes de esta clase de productos inciden de forma negativa en la
salud, estimulan la inflamación y elevan el riesgo de enfermedades no
transmisibles.
Por otro lado, si los hábitos de alimentación no son suficientes, existe
la opción de suplementar con probióticos o fibra. Ambas sustancias
tienen la capacidad de mejorar la microbiota intestinal, lo que se
asocia con una mejor digestión.
Por último, es necesario destacar lo importante que resulta retirar el
alcohol de la dieta, ya que aumenta la inflamación y el riesgo de
desarrollar enfermedades complejas y metabólicas.
¿Cómo podemos mejorar la digestión?
Los problemas digestivos pueden estar causados por varios factores. Sin
embargo, en general, hacer algunos ajustes en la dieta contribuye a promover
su alivio. ¿Qué debemos tener en cuenta?
Los problemas digestivos son muy frecuentes en toda la población. Tanto la
mala alimentación como el estrés, entre otros factores, pueden ser
desencadenantes de este tipo de trastornos. ¿Cómo mejorar la digestión?
Si
bien es importante determinar su origen para obtener un tratamiento
adecuado, en general es conveniente hacer algunos ajustes en la
dietapara producir una mejora significativa en poco
tiempo. A continuación, detallamos algunas recomendaciones.
Probióticos para mejorar la digestión
La disbiosis intestinal o la alteración de la diversidad de la flora a
menudo se asocia con los problemas de digestión. Tratar este desequilibrio a
nivel de microbiota se suele traducir en una mejora de la sintomatología de
este tipo de patologías.
Para ello, es aconsejable aumentar el consumo de alimentos
basados en fermentaciones lácticas, como pueden ser el yogur o el
kéfir. A parte, se puede valorar la suplementación con probióticos, que
ofrece resultados positivos en este tipo de trastornos, tal y como afirma un
estudio publicado en la revista Current Protein & Peptide Science.
Dentro de los suplementos de probióticos, la mejor opción son aquellos
que incluyen pocas cepas distintas en su composición. Es necesario que
cuenten con un alto número de bacterias y que estén avalados por estudios
científicos que ratifiquen sus efectos.
Fibra para mejorar la digestión
La fibra es una sustancia que se encarga de mejorar el tránsito
intestinal. A su vez, produce una serie de fermentaciones que
estimulan el crecimiento selectivo de las bacterias que habitan en el
intestino, como lo explica un
artículo publicado en la revista Alimentary Pharmacology & Therapeutics.
Esta situación propicia la formación de ácidos grasos de cadena corta con
propiedades antiinflamatorias, que resultan beneficiosos a la hora de tratar
y prevenir varias patologías. Asimismo, incrementa la eficiencia digestiva,
lo que se traduce en un menor riesgo de padecer molestias gástricas o
intestinales.
Reducir el consumo de procesados
Del mismo modo que hay alimentos que mejoran los procesos digestivos,
existen otros capaces de interferir en su correcto funcionamiento. Se trata,
sobre todo, de los productos ultraprocesados que contienen azúcares
simples y grasas trans.
Esta clase de alimentos se relacionan con el empeoramiento de la
digestión y con la promoción de enfermedades complejas a mediano y largo
plazo. Restringir su aparición en la dieta supone un gran avance a nivel de
salud.
De hecho, se recomienda que cualquier plan de alimentación se
base en el consumo de alimentos frescos, dejando a los
ultraprocesados para momentos puntuales u ocasionales.
Evitar el consumo de alcohol
Además de los ultraprocesados, el alcohol consigue causar problemas a
nivel digestivo. A pesar de que algunos combinados alcohólicos cuentan con
el apodo de digestivos, las bebidas de esta índole se relacionan con la
promoción de la acidez gástrica.
Por otra parte, este tipo de sustancias contribuyen al desarrollo
de un estado de inflamación crónica e incrementan el riesgo de
varias patologías. Debido a esto, la recomendación respecto al consumo de
bebidas alcohólicas es siempre la restricción.
La dieta influye sobre los procesos digestivos
Los procesos digestivos se relacionan de manera directa con la clase de
alimentos que ingerimos. Por este motivo, es necesario aumentar el
consumo de aquellos productos con propiedades antiinflamatorias.
Apostar por los alimentos frescos supone un acierto al respecto.
Además, es primordial restringir la ingesta de ultraprocesados. Los
componentes de esta clase de productos inciden de forma negativa en la
salud, estimulan la inflamación y elevan el riesgo de enfermedades no
transmisibles.
Por otro lado, si los hábitos de alimentación no son suficientes, existe
la opción de suplementar con probióticos o fibra. Ambas sustancias
tienen la capacidad de mejorar la microbiota intestinal, lo que se
asocia con una mejor digestión.
Por último, es necesario destacar lo importante que resulta retirar el
alcohol de la dieta, ya que aumenta la inflamación y el riesgo de
desarrollar enfermedades complejas y metabólicas.
El efecto yoyó: ¿cómo evitarlo?
El efecto yoyó es la consecuencia de las dietas excesivamente hipocalóricas
que se salen del contexto de alimentación saludable. ¿Cómo evitarlo? En esta
oportunidad detallamos algunas estrategias.
El efecto yoyó consiste en combinar bajadas y subidas pronunciadas
de peso en un intervalo corto. Es muy característico de las dietas
milagro, las cuales se caracterizan por ser hipocalóricas y poco
sostenibles en el tiempo.
Es decir, se produce un desequilibrio energético
grande a favor del gasto, mediante el cual es posible perder peso, para más
tarde volver al patrón alimenticio previo y, en consecuencia, a un peso
igual o superior al de antes de iniciar la dieta.
Para conseguir un cambio en la composición corporal sin padecer este
efecto yoyó es importante tener en cuenta algunos puntos
clave. En el siguiente espacio detallamos los más importantes para
quienes desean lograr el objetivo de un peso sano.
Una alimentación basada en productos frescos
Contar calorías puede ser eficaz, sin embargo, resulta mucho más práctico
observar la procedencia de las mismas. De este modo, aumentar el consumo de
alimentos frescos y reducir el de procesados es clave a la hora de perder
peso.
Además, este es un patrón de alimentación sostenible, es decir,
que se puede realizar durante toda la vida. Incluso, de vez en
cuando es válido permitirse un capricho.
Otro de los aspectos que hacen insostenibles las dietas milagro es que no
consiguen inducir saciedad. Por este motivo, se abandonan con
rapidez y la persona que las realiza suele sufrir ansiedad por la comida.
Así pues, resulta esencial aumentar el consumo de frutas y
verduras, que además son poco calóricas. A la hora de elegir la
procedencia de los carbohidratos, es necesario decantarse por los granos y
cereales integrales. Con estas recomendaciones no solo aumenta la sensación
de saciedad, sino que disminuyen los problemas de tránsito intestinal como
el estreñimiento.
Permitir caprichos para evitar el efecto yoyó
Al hablar de alimentación equilibrada y variada, también hay cabida para
aquellos productos que se consideran un capricho. Sin embargo, es
conveniente recordar que su consumo debe ser moderado y puntual.
Privar por completo la ingesta de alimentos deliciosos desde el punto de
vista organoléptico puede resultar perjudicial para la sostenibilidad de la
dieta. Además, ingerirlos de manera ocasional disminuye la ansiedad y hace
más llevadero el patrón alimenticio.
El ayuno intermitente
Algunas estrategias como el ayuno intermitente pueden resultar
beneficiosas para perder peso de manera progresiva, evitando el
efecto yoyó. Eliminar el desayuno no provoca, en la gran parte de
la población, un aumento del apetito, gracias a las leyes de la
cronobiología que regulan los ciclos hormonales.
Además, permite reducir de manera notable las calorías ingeridas cada
semana. Se puede iniciar un protocolo de este tipo eliminando el desayuno o
la cena, 3 días por semana, e ir aumentando poco a poco.
Incluso, para las personas que tienen un correcto manejo del ayuno
intermitente existe la posibilidad de realizar ayunos puntuales de
24 horas. No obstante, estas técnicas deben de estar supervisadas
por un profesional.
Evitar el efecto yoyó comiendo sano
Para evitar los rebotes y las subidas y bajadas de peso es necesario
plantear una alimentación equilibrada, variada y sostenible. Por lo tanto,
lo ideal es aumentar la ingesta de alimentos frescos y reducir la de
productos procesados.
Además, es necesario fijarse en la procedencia de las calorías
consumidas. Considerando esto, resulta conveniente realizar el
aporte de carbohidratos mediante granos enteros y cereales integrales, cuya
fibra permite inducir a la saciedad y mejorar el tránsito intestinal.
Por otra parte, se aconseja la práctica regular de ejercicio físico para
apoyar la pérdida de peso y las ganancias musculares. Esto, además,
contribuye a reducir el riesgo de un gran número de enfermedades complejas.
Contraindicaciones y efectos secundarios
de la canela y la miel
La canela y la miel son dos extraordinarios productos naturales comúnmente
empleados en la cocina y como agentes medicinales.
Sin embargo, su uso
excesivo puede tener efectos nocivos y no deben emplearse en determinadas
condiciones y situaciones de salud. Por ello, aquí conocerás los beneficio
de la canela y miel y sus contraindicaciones y efectos
secundarios.
Canela y miel de abeja contraindicaciones
La canela con sus propiedades medicinales y contraindicaciones, es una
especie muy usada en gastronomía a nivel mundial. El consumo de este
producto junto a miel de abeja ha sido propuesto para diferentes problemas
como diabetes mellitus y control de la glicemia, bajar de peso, efectos
antimicrobianos y sobre el sistema inmune.
Las contraindicaciones conocidas están restringidas a alergias conocidas
bien sea a la canela, miel o el polen, y en embarazadas. Es un producto
bastante seguro.
¿Puedes tomar canela y miel en el embarazo?
No se recomienda tomar infusiones que contengan canela durante el
embarazo. Si bien los efectos se han visto en el primer trimestre, no se ha
demostrado en forma categórica que su consumo sea seguro.
En poblaciones donde la canela forma parte de la dieta normal como en
países árabes, no se ha relacionado la canela con problemas del embarazo.
¿Puedes tomar canela y miel en la lactancia?
No hay contraindicaciones ni riesgos conocidos para el consumo de canela
y miel en el periodo de lactancia.
¿Puedes tomar canela y miel en los niños pequeños?
No hay en la literatura ninguna evidencia de daño provocado por la canela
y miel en niños. Hasta ahora en toda la literatura un solo caso de
intoxicación ha sido reportado en 1998. (Referencia)
¿Puedes tomar canela y miel si tienes problemas de riñón?
No hay contraindicaciones en la literatura médica que impida el consumo
en personas con problemas renales.
¿Puedes tomar canela y miel si tienes problemas de hígado?
No hay ningún inconveniente en el consumo de canela y miel en personas
con problemas hepáticos. Siempre que el consumo sea razonable.
¿Quiénes no deben tomar canela y miel?
Las embarazadas, cardiópatas, así como algunos diabéticos con mucha
labilidad en sus cifras de glicemia y las personas que toman anticoagulantes
orales.
Té de canela y miel contraindicaciones
Las contraindicaciones de la canela y la miel, básicamente son:
Embarazo
Personas que toman anticoagulantes orales
Hipertensión arterial
Alergias al polen
¿Cuáles son las contraindicaciones de la infusión de canela y
miel?
La infusión de canela y miel está contraindicada en embarazadas, personas
con alergias a la canela, miel o polen, ya conocidos.
Se debe tener precaución con los efectos por su consumo elevado o
continuo por largo tiempo, debido a que los efectos son diferentes en cada
persona.
Canela y miel para bajar de peso contraindicaciones
La combinación de miel y canela ha sido propuesta y usada para bajar de
peso. Esto es debido a que se suman los efectos sobre el metabolismo y la
glicemia que tiene la canela y los antioxidantes de la miel.
Puede ser usado en combinación con una dieta balanceada y actividad
física para potenciar la pérdida de peso. Los efectos para adelgazar como
única medida es muy pobre.
Té de canela y miel efectos secundarios
Es importante tener con la canela precauciones si se está embarazada o se
sospecha del mismo y cuando se toman otros medicamentos como anticoagulantes
y medicamentos para bajar la glicemia
Los efectos secundarios son síntomas digestivos que ocurre con ingesta
altas y frecuentes y reacciones alérgicas a cualquiera de los dos
componentes.
¿Es malo consumir miel y canela todos los días?
Si no existe ninguna contraindicación (que son pocas) ni se presentan
efectos secundarios durante su consumo, no hay problema en tomar miel y
canela todos los días.
Como pasa con casi todos los productos naturales se deben tomar con
moderación ya que no se han medido las dosis máximas y los efectos son muy
variables de un individuo a otro.
Contraindicaciones de la canela y miel para la cara
La canela con miel ha sido utilizada como mascarilla para aprovechar sus
beneficios en la piel, para el tratamiento del acné y con efecto reparados y
nutriente. No hay contraindicaciones para su uso tópico, salvo en casos
específico de alergias a alguno de los componentes.
¿Cuáles son las contraindicaciones de la canela?
La canela está contraindicada durante el embarazo ya que puede aumentar
el flujo sanguíneo y puede inducir contracciones uterinas y provocar
abortos. (Referencia)
La canela puede aumentar discretamente la frecuencia cardiaca y producir
cambios la presión arterial por lo que no está indicado en pacientes
cardiópatas salvo que su médico lo permita.
Evitar en casos de usar hipoglicemiantes orales por parte de los
diabéticos, ya que potencian el efecto hipoglicemiantes.
Contraindicaciones de la canela para la hipertensión
La canela puede regular en algunos pacientes las cifras de presión
arterial. Se han hecho estudios aislados en paciente con hipertensión
arterial y diabetes mellitus con buenos resultados, pero se necesitan más
estudios para hacer una recomendación general más sólida. (Referencia)
Efectos secundarios de la miel
La miel tiene escasos efectos secundarios. Prácticamente son solo las
reacciones alérgicas a algún componente de la miel o al polen.
Desventajas de consumir miel y canela
Las desventajas de consumir la combinación de miel y canela se limita a
las reacciones alérgicas y precauciones que se debe tomar cuando se
consumen otros medicamentos, en particular hipoglicemiantes y
anticoagulantes, así como en el embarazo.
Advertencias de la canela
Las advertencias para el consumo de la canela, son específicamente para
personas que toman hipoglicemiantes orales, diabéticos en tratamiento, que
pueden acentuar el efecto de estos medicamentos y provocar hipoglicemia.
También ocurre con las personas que consumen cumarina que es un
anticoagulante oral.
Como ya hemos dicho anteriormente, se debe evitar el consumo durante el
embarazo.
Canela contraindicaciones y toxicidad
Las contraindicaciones de la canela básicamente están restringidas al
embarazo y personas que ingieren anticoagulantes orales o hipoglicemiantes.
Por otra parte, los efectos adversos de la canela suelen observarse en
casos de ingestas elevadas y prolongadas, con diferentes síntomas
gastrointestinales o bien por reacciones alérgicas.
Es malo consumir canela todos los días
No hay una medida máxima para consumir canela que se haya establecido. Se
puede consumir a diario si hay buena tolerancia y no se presentan efectos
adversos ni hay contraindicaciones para consumirlo.
Precauciones y contraindicaciones
con la canela
La canela contiene un compuesto fitotóxico llamado cumarina que en dosis
excesivas puede causar problemas en el hígado y los riñones. (Referencia)
Esta sustancia se encuentra en mucha mayor proporción en la canela cassia,
que es la más corriente y barata y la que se vende en los supermercados.
La especia de primera calidad, llamada canela de Ceilán, contiene mucha
menos cumarina, por lo que los riesgos de intoxicación son mínimos.
La canela de Ceilán es más difícil de conseguir y por lo general sólo
está disponible en tiendas de productos gastronómicos a un precio varias
veces superior al de la especia corriente.
Las dosis máximas aconsejadas para evitar la posibilidad de
intoxicaciones con cumarina son de 2.5 cucharaditas de canela de Ceilán o
una de cassia al día.
La canela también está contraindicada o debe ser usada con precaución
después de consultar al médico en los siguientes casos:
Embarazo, ya que puede provocar un aborto espontáneo o un parto
prematuro.
Pacientes con afecciones hepáticas o renales severas.
Personas que estén tomando anticoagulantes o medicamentos para bajar
el azúcar en la sangre.
Precauciones y contraindicaciones
con la miel
El único riesgo con el uso tópico de la miel en estado natural para
tratar heridas y quemaduras es que contenga algún agente infeccioso, aunque
estos problemas son raros.
Estos riesgos pueden evitarse consumiendo miel previamente esterilizada
con rayos gamma. Este procedimiento elimina cualquier microorganismo sin
alterar las características antibacterianas del producto (Referencia).
Aunque estos métodos no son necesarios en la práctica.
Un riesgo con el uso oral de miel son las partículas de polen que
incorpora, las cuales pueden afectar a las personas alérgicas a este
componente presente en las flores libadas por las abejas. Sin embargo, estos
casos también son extraños.
La Asociación Americana de Pediatría recomienda no dar miel cruda a bebés
por debajo de un año para evitar riesgos de contraer botulismo infantil, una
rara pero grave enfermedad ocasionada por una espora (Referencia).
Las precauciones se extienden a
las bebidas de canela y miel
Las bebidas a base de miel y canela se han popularizado como complemento
dietético en los regímenes para bajar de peso.
Sin embargo, dado que estas bebidas deben hacerse sin someter a cocción a
sus ingredientes, los potenciales efectos secundarios que éstos pueden
ocasionar pasan íntegramente a la preparación, del mismo modo que si se
estuvieran usando por separado.
A pesar de sus beneficios para la pérdida de peso, no es conveniente
abusar de las bebidas a base de canela y miel.
Si al cabo de 4 meses de estarlas ingiriendo, la pérdida de peso es muy
baja o insignificante, suspende el uso y reevalúa tu estrategia para ganarle
la batalla a la báscula, porque es posible que otra cosa esté fallando.
Razones para no someter la miel a
cocción
Mucha gente se pregunta cuál es el mejor momento para añadir la miel a
una preparación y si este ingrediente debe agregarse a la cacerola que está
en el fuego o a la taza con una infusión hirviente.
Lo más recomendable es agregar la miel después que el líquido al que va
endulzar se haya entibiado o enfriado.
La razón es que el agua caliente (y mucho más el fuego) puede arruinar
las enzimas y otros nutrientes delicados presentes en el producto crudo.
La medicina ayurveda recomienda no calentar la miel más allá de 40 °C
(104 °F) para evitar cambios en su composición que pueden tornarla amarga.
La canela y la miel son dos superalimentos que deben estar presentes en
tu dieta en las cantidades adecuadas y siempre que no confrontes algún tipo
de contraindicación.
En dosis excesivas la canela puede ser tóxica, por ello lo más
conveniente para disfrutar a plenitud y con seguridad de esta especia es que
compres la de Ceilán o canela real.
Beneficios de la canela
Algunos estudios han determinado que esta especia reduce el nivel de
glucosa en la sangre y actúa como un moderador de la insulina, contribuyendo
también a disminuir la resistencia a la hormona.
Una revisión de 2015 publicada en el Diario de Nutrición
concluyó que la canela puede ser un tratamiento alternativo útil para las
personas con diabetes tipo 2 (Referencia).
Otras investigaciones en animales han establecido que los antioxidantes
de la canela tienen efectos anticancerígenos, lo que abre una ventana de
oportunidades para posibles tratamientos del cáncer en humanos basados en la
especia (Referencia).
Las propiedades antimicrobianas y antifúngicas de la canela también han
sido comprobadas por las investigaciones.
Un estudio de 2012 concluyó que las cápsulas de aceite de canela eliminan
los hongos que producen la candidiasis (Referencia).
Beneficios de la miel
Las propiedades tópicas de la miel para curar infecciones y quemaduras en
la piel son conocidas desde la antigüedad, así como sus atributos para
tratar problemas de garganta, fatiga, estreñimiento, infecciones y otras
afecciones. (Referencia)
Una recopilación de 2017 publicada en Pharmacognosy Research
sobre los atributos medicinales de la miel señala su potencial para el
tratamiento de distintas afecciones, gracias a sus componentes
antioxidantes, antiinflamatorios, antiproliferativos, antimicrobianos y
anticancerígenos, entre éstas (Referencia):
Tratamiento y control de heridas.
Afecciones cardiovasculares.
Asma y otros problemas respiratorios.
Trastornos gastrointestinales.
Enfermedades neurológicas.
Diabetes.
Cáncer.
La miel es rica en azúcares naturales, por lo que el endulzante es por
excelencia usada en las bebidas para perder peso, proporcionando un
conveniente aporte energético.