El aceite de oliva tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que le confieren interesantes beneficios para la salud y el bienestar.
Los beneficios del aceite de oliva virgen extra para la salud se deben a sus componentes, entre los que destacan las grasas monoinsaturadas. Además, aporta vitamina E, y los siguientes ácidos:
Antes de comenzar a mencionar sus efectos beneficiosos, es importante aclarar que hay tres tipos diferentes de aceite de oliva:
A continuación expondremos una serie de beneficios obtenidos por el uso de este aceite.
En ocasiones, debido a lesiones o golpes el cuerpo, más precisamente el sistema inmune, reacciona con un proceso de inflamación. La inflamación es una barrera defensiva para evitar infecciones.
La inflamación puede producir dolor, enrojecimiento, calor y rigidez o pérdida de la movilidad. El aceite de oliva virgen extra es reconocido por sus propiedades antiinflamatorias, por lo tanto, puede ser de gran ayuda en el alivio del dolor.
El oleocanthal, una molécula presente en este aceite tendría un efecto en el organismo similar al ibuprofeno. Se aplica mediante un masaje en la zona afectada.
Ningún alimento conocido hasta ahora puede contrarrestar o acabar con el cáncer. No obstante, hay alimentos que al ingerirlos pueden ayudar a reducir las probabilidades de padecerlo. Tal es el caso del aceite de oliva virgen. Componentes como el ácido oleico presente en el aceite de oliva, disminuyen la probabilidad de sufrir cáncer.
Sumado a esto, el ingrediente en cuestión es uno de los mejores antioxidantes naturales que existe. Es decir que ayuda a neutralizar a los radicales libres que produce el cuerpo y que pueden dañar a las células.
Ante la pregunta de por qué son importantes los antioxidantes tenemos que contestar que:
Los antioxidantes están compuestos principalmente de células que están en los alimentos y que, al interactuar con otros elementos químicos, previenen y combaten los agentes que deterioran el daño natural ocasionado por el envejecimiento celular.
En otras palabras, los antioxidantes son moléculas que ayudan a prevenir la oxidación de otras al inhibir las reacciones de oxidación. La leche materna cuenta, entre sus múltiples propiedades, con antioxidantes en su constitución.
De lo anterior empieza a deducirse el por qué son importantes los antioxidantes. Aunque hay que destacar que no todos los alimentos presentes en una dieta contienen células antioxidantes. Debido a esto es donde proviene la importancia de la nutrición adecuada y balanceada.
Para poder ver y sentir lo efectos que tienen en el organismo los antioxidantes, lo único que debes hacer es consumir alimentos de varios tipos para poder obtenerlos de forma natural y completa. Se trata de algo muy simple y económico poder cumplir con este sistema dietético y nutricional. Las frutas y los vegetales tienen altos niveles de estos elementos concentrados en su composición celular. Lo que los hacen idóneos para este propósito.
Una dieta sana y equilibrada es recomendable en cualquier momento, pero las necesidades vitamínicas pueden variar en función de nuestra edad, ya que nuestro organismo va cambiando
A esta edad haces numerosas actividades físicas y, aunque tú no lo sepas, tu cuerpo empieza a prepararse para la maternidad.
Tanto si tomas demasiada bollería industrial como si te saltas comidas podrías acabar teniendo sobrepeso o a una pésima nutrición. Así que ten en cuenta que a los 20, es la etapa ideal para comenzar una rutina de buenos hábitos alimenticios.
A esta edad el propio cuerpo protege al organismo de enfermedades futuras. Al mismo tiempo mantiene la eficiencia de todos los sistemas.
En esta etapa de tu vida quizá empieces a ver en la báscula unos gramos de más que, poco a poco, irán aumentando. Si es tu caso, es el momento de actuar y de reducir la cantidad de comida que ingieres, ya que el organismo se va ralentizando.
Procura comer alimentos más sanos y naturales. Opta por:
Huye de los alimentos procesados y de ciertos condimentos, como las salsas y los alimentos fritos. Solo te proporcionarán calorías vacías.
A los 40 se da una etapa en la que sigues conservando tu juventud, pero es el momento de proteger tus puntos más débiles.
En esta etapa tu cuerpo comenzará a experimentar los primeros
cambios hormonales. La clave para combatir los posibles
cambios de peso está en los antioxidantes.
Los alimentos ricos en antioxidantes previenen el efecto de los radicales libres sobre nuestro cuerpo. Estos son los culpables del envejecimiento prematuro de las células.
Cuidar tu dieta es esencial para mantener la salud y, como has visto, en cada etapa de la vida el organismo necesita unos nutrientes específicos. ¿Dispuesta a cuidarte?
Los antioxidantes son compuestos sintetizados por los vegetales que impiden el efecto perjudicial de los radicales libres y nos previenen de enfermedades.
La ingesta de antioxidantes es fundamental para mantener una buena salud. Su papel como reductores del estrés oxidativo es lo que ha hecho que se pongan tan de moda.
Los antioxidantes son compuestos sintetizados por los vegetales en sus diferentes partes, como frutos, hojas, ramas, raíces, etc. Se caracterizan por poseer grupos hidroxilos (OH) unidos entre sí por anillos bencénicos, que impiden el efecto perjudicial de los radicales libres.
Los antioxidantes en los alimentos son fundamentales, no solo porque activan las propiedades organolépticas naturales, sino porque, al ingerirlos, nos protegen de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurodegenerativas.
Llevar una dieta rica en antioxidantes nos ayudará a prevenir y a mejorar:
Para conocer cómo actúan los antioxidantes es necesario saber qué es el estrés oxidativo. En el metabolismo celular, en el que la glucosa reacciona con el oxígeno para producir energía en forma de ATP, se produce la liberación de una serie de compuestos reactivos de oxígeno. Estos compuestos son los radicales libres, cuyos efectos resultan perjudiciales para el organismo.
En un individuo joven y sano, los radicales libres de oxígeno son rápidamente eliminados del interior de la célula por antioxidantes naturales. Pero, en enfermos crónicos o en ancianos, esta eliminación es deficitaria, lo que conlleva la aparición de enfermedades crónicas, acelerando, al mismo tiempo, el envejecimiento.
Los antioxidantes pueden ser:
Aquí explicaremos cuáles son los antioxidantes más importantes procedentes de los alimentos:
Es un importante antioxidante que actúa potenciando el efecto de otros antioxidantes, tal como sucede con la vitamina E y el selenio.
Las principales funciones de la vitamina C son:
Esta vitamina contribuye principalmente a la síntesis de colágeno y elastina, componentes primordiales para el desarrollo y sostenimiento de los vasos sanguíneos, tendones, huesos y ligamentos. Además, es crucial para la síntesis de noradrenalina y carnitina, y también en la transformación del colesterol en sales biliares.
Cinco raciones diarias de frutas y verduras (3 frutas y 2 de verduras), aseguran un consumo mínimo de 200 mg de vitamina C. Las principales fuentes de vitamina C son:
Es un conjunto de compuestos fenólicos, conocidos como tocoferoles y tocotrienoles. El alfa tocoferol es el más común y, biológicamente, el que tiene mayor acción vitamínica.
La vitamina E se considera el protector más importante de las moléculas lipídicas, ya que su acción consiste en:
La dosis de vitamina E que se recomienda oscila desde 6 mg en los niños, hasta los 15 mg en la edad adulta. Se encuentra presente en alimentos como los aceites de oliva, maíz, soja, canola, cártamo o girasol. También está presente en la ingesta de pequeñas cantidades de frutos secos como almendras, cacahuetes, avellanas o nueces y en verduras crudas como zanahorias y espinacas.
Los polifenoles son un grupo muy numeroso de sustancias que incluyen familias de compuestos con estructuras diversas. Solo de flavonoides, que son los más importantes, se conocen más de 5000 compuestos diferentes en la naturaleza.
Muchos compuestos fenólicos son responsables de las propiedades organolépticas de los vegetales. Por ejemplo, las antocianinas son responsables de los tonos rojos, azules y violáceos de muchas frutas, hortalizas y del vino tinto.
Desde el punto de vista de su actividad biológica, muchos polifenoles tienen propiedades:
Se encuentran en abundantes frutas, verduras, cereales y legumbres, así como en algunas bebidas e infusiones, como el té, el café, el vino tinto y también el cacao.
Son pigmentos sintetizados por las plantas en el proceso de fotosíntesis cuya actividad principal es la neutralización de las especias reactivas de oxígeno (ROS). Estas especies reactivas tienen un papel determinante en el desarrollo y mantenimiento del estrés oxidativo celular.
Los carotenoides se convierten en vitamina A, cuyo papel es fundamental para preservar la integridad de la retina y para mantener la actividad del sistema inmunitario, entre otras cosas.
Los alimentos que los contienen son:
Por lo tanto, no te olvides de incluir en tu dieta diariamente frutas y verduras variadas. Así, podrás conseguir todos los antioxidantes que tu organismo necesita.
Las naranjas están repletas de antioxidantes, además de la conocida vitamina C. Es más, casi todos los cítricos cuentan con este beneficio, salvo el maracuyá. Fresas, mandarinas, limones, piñas, pomelo.
Con respecto a los vegetales, se aplica el mismo principio. Es recomendado el consumo reiterado de coliflor, espinacas, pimientos, lechugas, acelgas, soja, entre muchísimos más que fácilmente podrás combinar en tu dieta diaria.
¿Gripes, resfriados, fiebres? Estas son afecciones que suelen atacar con frecuencia al organismo y de las que, al menos, a lo largo de un año te mantienen en cama con reposo. Cambiar lo que comes con alimentos ricos en antioxidantes es la clave.
Otras enfermedades que se pueden prevenir con la inclusión recurrente de antioxidantes son las enfermedades cardíacas y las del sistema circulatorio. Condiciones que a lo largo del mundo reportan gran incidencia y que debes anticipar cambiando tu alimentación.
Mantenerse joven es algo de actitud pero, en el aspecto biológico, son los antioxidantes los que marcan la diferencia. Estos refuerzan la capacidad que tiene tu cuerpo para fortalecer las células y conservarlas jóvenes y fuertes.
Los radicales libres son emisiones cargadas de radiación leve, que al mismo tiempo penetran la capa celular y aceleran el envejecimiento. Los compuestos antioxidantes contrarrestan la influencia de la exposición a los radicales libres y los combaten, previniendo el daño.
Otra forma de enfrentarse a la oxidación celular es la práctica regular de ejercicio físico moderado; así como generar hábitos saludables. Por lo tanto, evita el tabaco y las sustancias nocivas que contribuyan a la formación de radicales libres.
Ya has conocido todos las implicaciones que ganarías al consumir alimentos que sean ricos en antioxidantes para relentizar el envejecimiento. Por supuesto, ninguna medida hará verdaderamente efecto si no eres consecuente con tus hábitos. Asimismo, el sedentarismo es uno de los enemigos más preocupantes que hay que considerar para la salud. Por lo que se recomienda ejercitarse, por lo menos, 30 minutos al día.
Está directamente relacionado con ser el precursor de múltiples cuadros de enfermedad leves o crónicas. De esta manera, hacer ejercicios y llevar una vida sana va de la mano con una alimentación óptima con niveles altos de antioxidantes.
En conclusión, a lo largo del texto hemos hecho un repaso de aquellos datos que nos dicen por qué son importantes los antioxidantes. Puedes implementarlos fácilmente a tu dieta diaria y lograr obtener muchas de sus ventajas. La decisión está al alcance de tu mano.
Dentro de la protección ofrecida por el aceite de oliva extra virgen se conoce su capacidad para reducir el colesterol. Más precisamente, sus grasas monoinsaturadas estimulan al sistema circulatorio para eliminar el colesterol malo (LDL).
De tal manera, puede ayudar a prevenir enfermedades ligadas al sistema cardiovascular.
Dentro de los beneficios conocidos del aceite de oliva virgen extra sobresale el cuidado de la piel al usarlo de forma tópica.
Su aplicación humecta, hidrata y previene, mediante sus antioxidantes, el deterioro prematuro de las células de la piel. Es decir que retrasa el envejecimiento y también repara el tejido dañado.
El Alzheimer, uno de los padecimientos de demencia más común en todo el mundo, se encuentra dentro de las llamadas enfermedades neurodegenerativas. Es un tipo de trastorno que puede tratarse pero no curarse.
Al tratarse de un antioxidante natural, el consumo de aceite de oliva virgen extra ayuda a la eliminación de radicales libres que pueden dañar a las células del cerebro. Por supuesto, no cura la enfermedad, pero pueda ayudar a retardar su progreso.
Por lo tanto, el simple añadido a tu rutina de un producto simple, como el aceite de oliva extra virgen, aportará importantes beneficios a tu salud y bienestar. Pero, recuerda, no es lo mismo el aceite virgen extra que el aceite de oliva procesado.