No son pocos los órganos que nos constituyen, los cuales interactúan entre ellos para llevar a cabo sus funciones y mantenernos con vida.
En este artículo vamos a abordar los sistemas del cuerpo humano, sus funciones, sus características y cuales son los principales órganos que los constituyen.
¿Qué son los sistemas del cuerpo humano?
La unidad más pequeña que forma un organismo es la célula. Esta estructura se agrupa junto con otras células formando los tejidos que, a su vez, forman los órganos. Estos órganos interactúan entre ellos, llevando a cabo funciones de forma conjunta y formando los sistemas y aparatos del cuerpo humano.
Para poder coordinarse de forma eficiente y llevar a cabo sus funciones, los órganos reciben impulsos nerviosos procedentes del encéfalo y la médula espinal además de ser la llegada de las hormonas que inician diferentes procesos biológicos.
La medicina se ha encargado del estudio de los órganos y los sistemas que constituyen, especializándose en diferentes ramas que los abordan con mayor profundidad. Por poner algunos ejemplos, tenemos la cardiología, la oftalmología, la hepatología, entre otras muchas.
Una primera clasificación
Antes de entrar con más detalle sobre los diferentes tipos de sistemas, cabe explicar un poco cómo se clasifican. Aunque todos los sistemas son imprescindibles para mantener con vida al organismo, presentan cierto grado de jerarquía en función del papel que ejercen.
Grupo I: Sistemas somáticos
Son aquellos sistemas que dan forma al cuerpo humano, lo protegen y realizan funciones biomecánicas.
Grupo II: Sistemas viscerales
Realizan las funciones vegetativas como, por ejemplo, el metabolismo, la reproducción, la digestión...
Grupo III: Sistema circulatorio
Se encarga del transporte de fluidos como la sangre y la linfa.
Grupo IV: Sistema nervioso
Regula los impulsos nerviosos.
Sistemas del cuerpo humano: funciones y características
Veamos ahora cuáles son los sistemas del cuerpo humano y sus características.
1. Sistema nervioso
Se encarga de enviar impulsos nerviosos por todo el organismo, lo cual permite ejercer funciones como el control voluntario del movimiento, la toma de decisiones consciente, el pensamiento, la memoria y otros aspectos cognitivos.
Además de ser el responsable de que seamos conscientes de nuestro entorno exterior y de nosotros mismos, el sistema nervioso también se encarga de acciones que no se pueden controlar de forma voluntaria como lo son los reflejos, el mantenimiento de funciones biológicas básicas como el latido del corazón y la transmisión de la propia información nerviosa.
Este sistema se divide en dos subsistemas. Uno es el sistema nervioso central, constituido por la médula espinal y el cerebro, y el otro es el sistema nervioso periférico, constituido por nervios repartidos por todo el organismo.
Médula espinal: anatomía, partes y funciones
Una parte fundamental de nuestro sistema nervioso y que tiene múltiples roles
Centrarse en este órgano es lógico debido a su especial relevancia, pero a menudo se olvida que el sistema nervioso es precisamente un sistema, es decir un conjunto de elementos interrelacionados entre sí. Dicho de otro modo, no todo es el cerebro. Es más, dentro del sistema nervioso hay dos grandes divisiones, sistema nervioso central y sistema nervioso autónomo.
Además del órgano rey, en el sistema nervioso central podemos encontrar también otro gran componente: la médula espinal, por la cual pasan la mayor parte de inervaciones del cuerpo.
¿Qué es la médula espinal?
La médula espinal es la parte más caudal del sistema nervioso central, empezando en el bulbo raquídeo y terminando en la zona lumbar.
Se trata de la parte inferior del neuroeje, de forma cilíndrica levemente aplanada y asimétrica que, al igual que el cerebro, está fuertemente protegida al estar rodeada por la columna vertebral. Asimismo, también goza de la protección de las meninges y el líquido cefalorraquídeo, las cuales impiden la mayor parte de daños producidos por los elementos del entorno.
En cierto sentido, es una parte del sistema nervioso que no está totalmente separada anatómicamente del encéfalo, sino que muchos de los elementos que intervienen en este último trabajan a la vez en la médula espinal. De todos modos, es posible identificar el comienzo de esta estructura justo por debajo del tronco del encéfalo.
Esta parte del sistema nervioso es el punto de conexión entre el cerebro y el resto del organismo, pasando la gran mayoría de fibras nerviosas por la médula. La transmisión de la información no se da generalmente a través de una única neurona, sino que por norma general, las neuronas que configuran los diferentes nervios del cuerpo hacen una o varias sinapsis intermedias, sea dentro de la propia médula o fuera de ella (como con las neuronas de los ganglios nerviosos).
La médula espinal recibe tanto aferencias como eferencias, es decir, posee tanto neuronas que reciben información de los receptores de los diferentes órganos y estructuras como otras que envían información y órdenes a dichas zonas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la médula espinal no es simplemente una especie de conducto por la que viajan nervios de todas las partes del cuerpo en dirección al cerebro y viceversa; su composición y sus funciones son más complejas de lo que parecen, e incluso es posible encontrar elementos similares entre esta parte del sistema nervioso y el encéfalo. Por ejemplo, en ambas estructuras encontramos un envoltorio de meninges, líquido cefalorraquídeo y una diferenciación entre materia blanca y materia gris.
Configuración neuroanatómica
Si bien la división en vértebras tiene más que ver con la configuración de la columna vertebral, es decir, la protección ósea de la médula que a su vez sirve como sostenedor de la posición corporal, puede ser útil tenerla en consideración para localizar la situación de las partes de la médula que inervan los distintas zonas corporales.
La mayoría de seres humanos nacemos con un total de 33 vértebras, contando entre ellas siete vértebras cervicales, doce torácicas, cinco lumbares, cinco sacras y cuatro coxígeas. Según vamos desarrollandonos, el número se reduce al irse fusionando las más inferiores para formar los huesos sacro y coccígeo, pasando a considerarse vértebras solo las 24 primeras, acabando en la L5 o lumbar 5. El comienzo de la médula espinal se sitúa un poco antes de su recubrimiento por la columna vertebral, estando adherida al bulbo raquídeo. El punto donde termina la médula puede variar de una persona a otra, culminando generalmente entre las vértebras L1 y L3.
En general, las conexiones nerviosas corresponden de la médula corresponden a la zona donde se encuentran. Así, en la parte de la médula situada en entre las vértebras torácicas se encuentran las conexiones nerviosas que inervan el tórax, y así sucesivamente. En lo que se refiere a los nervios que se conectan con la médula, poseemos un total de treinta y un pares, siendo ocho cervicales, doce torácicos, cinco lumbares, cinco sacros y uno coccígeo. Un punto a destacar es la presencia de dos zonas en los que la médula es algo más ancha, debido a que en dichas zonas se encuentran las conexiones nerviosas con las extremidades.
Entre las vértebras C4 y T1 existe una zona algo más ancha que el resto de la médula. Esta zona, conocida como intumescencia cervical, es más gruesa debido a que en este lugar se encuentran las conexiones nerviosas que conectan con las extremidades superiores
Hacia el extremo inferior de la médula puede observarse un engrosamiento, entre las que va de la vértebra T11 a la L1, denominado intumescencia lumbosacra. Se trata de la parte de la médula que inerva las extremidades inferiores, y que junto a la denominada cola de caballo conecta con las partes del cuerpo localizadas en el extremo inferior.
Respecto a la recién mencionada cola de caballo, que recibe su nombre debido a la semejanza de su forma con la cola de dicho animal, es el conjunto de fibras nerviosas que conectan con los nervios espinales. Esta forma es debida a que la médula espinal es más corta que la columna vertebral, con lo que las zonas por debajo de la zona lumbar deben proyectar sus terminaciones nerviosas a los nervios espinales situados por debajo de ella.
Partes de la médula
Se ha podido observar que la médula tiene diferentes conexiones nerviosas que inervan distintas zonas del cuerpo. Sin embargo, puede ser de interés analizar la estructura interna de la médula espinal.
Al igual que en el cerebro, en la médula nos encontramos tanto con sustancia gris como con sustancia blanca. Sin embargo, la disposición es inversa, estando la sustancia blanca situada en una posición externa y la gris en la parte interna de la médula. Generalmente la transmisión de la información se da de manera ipsilateral, es decir el lado derecho del cuerpo es tratado por la parte izquierda de la médula espinal mientras que el lado izquierdo se trabaja con la parte derecha.
Sustancia gris
La sustancia gris tiene esta coloración debido a que se trata de un conjunto de somas o núcleos de neuronas, que proyectan sus axones a otras áreas. Es decir, es en estas zonas donde se acumulan los cuerpos de las neuronas, centros de procesamiento de la información (si bien al no estar en el encéfalo ese procesamiento es muy somero).
La sustancia gris se estructura en diferentes cuernos o astas, siendo las principales el asta ventral, el asta dorsal y la zona intermedia. Existe también el asta lateral, pero únicamente en en la zona torácica y el principio de la lumbar.
El asta dorsal es la encargada de recibir la información de los sistemas inervados por la médul****a. Dicho de otro modo, es la parte de la médula que se encarga de que la estimulación externa o interna detectada por los receptores pueda ser enviada al encéfalo.
El asta ventral de la médula, al contrario que la dorsal, tiene como principal función la de emitir información a los nervios, haciendo que el organismo reaccione a los estímulos exteriores o interiores. A través de ella se ejerce el movimiento voluntario.
En lo que respecta a la zona intermedia, en ella abundan las interneuronas, que son aquellas cuya principal función es la de servir de enlace entre otras dos neuronas. Son puentes de conexión entre zonas distales.
Si bien solo aparece en la zona torácica y parte de la lumbar, el asta lateral tiene una gran importancia, inervando diferentes estructuras y participando en los sistemas simpático y parasimpático del sistema nervioso autónomo. En este sentido, cumple un rol fundamental en la homeostasis, el proceso por el cual el organismo establece un equilibrio u armonía entre zonas diferentes del cuerpo para que el conjunto de órganos funcione de forma saludable y coordinada.
Sustancia blanca
La sustancia blanca está formada principalmente por los axones de las neuronas, interconectando médula y cerebro. Está organizada en diferentes fibras que reciben el nombre de las zonas con las que conectan, pudiendo ser ascendentes o descendentes. Además, esta agrupación de proyecciones de las neuronas es visible a simple vista, sobre todo debido al contraste entre su color más pálido comparado con las partes del sistema nervioso que están a su alrededor (de ahí el nombre de "sustancia blanca").
En la médula se pueden encontrar tres columnas, la dorsal, la lateral y la ventral, y se ven sin necesidad de microscopio. La columna dorsal está principalmente formada por fibras aferentes de tipo somático. Dicho de otro modo, al igual que ocurre con el asta dorsal en la sustancia gris, que se encargan de transmitir información sensorial, del cerebro a la médula y viceversa según si es ascendente o descendente.
Las columnas ventral y lateral son tractos y fascículos, que tienden a ser de tipo eferente, transportando las órdenes motoras otorgadas por el cerebro, por lo que van "de arriba a abajo".
Así pues, en general la distribución de la sustancia blanca y la sustancia gris de la médula espinal está invertida con respecto a lo que pasa en el encéfalo: mientras que en este último la sustancia blanca predomina en el interior y la gris lo hace en las capas más superficiales, aquí es al revés.
Funciones de la médula espinal
La importancia de esta parte del sistema nervioso central está fuera de toda duda. Solo hace falta observar los efectos que tienen daños en esta zona para comprender que se trata de una sección fundamental para el funcionamiento habitual. Y es que la médula espinal es más que el canal a través del cual el cerebro se comunica con el resto del cuerpo; también puede realizar ciertas actividades automatizadas, como por ejemplo los arcos reflejos (en los que pasa muy poco tiempo entre la captación de un estímulo y la emisión de una reacción motora, dado que este proceso no pasa por el cerebro, como veremos).
De manera resumida, las principales funciones que hacen de esta sección del sistema nervioso tan relevantes son las siguientes.
1. Transmisión de la información sensorial y motora
La médula espinal es el núcleo de relevo de las neuronas y fibras nerviosas presentes en la mayor parte del cuerpo. Esto quiere decir que tanto cuando el cerebro da la orden de que se realice una acción (por ejemplo dar una patada a un balón) como cuando una parte de nuestro cuerpo percibe algún estímulo (una caricia en el brazo), la información pasa primero a la médula, que enviará la información a los músculos o al cerebro para que lo procese.
Así, la médula espinal actúa como un ascensor para la información aferente y la información eferente.
2. Procesamiento de la información
Si bien es en el cerebro donde la estimulación se hace consciente, la médula hace un rápido juicio de la situación con el fin de determinar si únicamente enviar la información al cerebro o provocar una actuación de emergencia incluso antes de que llegue.
Así pues, en lo relativo a los procesos mentales, permite la aparición de un tipo de atajos en los que la información no tiene por qué esperar a ser procesada por instancias superiores para generar una respuesta.
3. Reacción inmediata: reflejos
Como acabamos de ver, en ocasiones la médula espinal produce por sí misma una actuación sin que la información haya sido aún transmitida al cerebro. Estas actuaciones son lo que conocemos como reflejos. Para ejemplificar podemos pensar en poner una mano en el fuego de forma accidental: la mano es retirada de forma inmediata, no planificada y sin que haya pasado aún la información al cerebro.
La función de los reflejos es clara: ofrecer una reacción rápida ante situaciones potencialmente peligrosas. Como la información sensorial ya produce una respuesta al llegar a la médula espinal, sin tener que esperar a ser captada por el cerebro, se gana tiempo, algo muy valioso en caso de ataque de un animal o cuando se puede recibir heridas por caída o por quemaduras. De esta manera, se realizan acciones programadas en el diseño de la médula espinal, y que siempre son ejecutadas de la misma manera.
Este tipo de funciones encajan con la lógica con la que se rige el sistema nervioso en general (y, por consiguiente, también la médula espinal): muchas veces, la rapidez es más importante que la precisión o las consideraciones sobre si realizar cierta acción encaja o no con las normas sociales. El tiempo que ganamos con esto nos puede ahorrar muchos problemas cuando está en juego nuestra integridad física.
Sin embargo, en el caso de los bebés también existen reflejos que se van perdiendo durante los primeros meses después del nacimiento y cuya función básica no es siempre reaccionar rápidamente, sino realizar actos que favorecen la supervivencia, como por ejemplo succionar leche materna. En este caso hablamos de reflejos primitivos, cuya ausencia puede ser signo de enfermedad.
Sus unidades más pequeñas son las células nerviosas, que son las neuronas y las células de la glía.
Tipos de neuronas: características y funciones
¿Qué clases de neuronas tenemos y qué papel juegan en nuestro sistema nervioso central?
Las diferentes clases de neuronas: una gran diversidad
El cuerpo humano está compuesto por 37 billones de células. Gran parte de las células del sistema nervioso son las células gliales, que de hecho son las que más abundan en nuestro cerebro y que curiosamente tendemos a olvidar, pero el resto de la diversidad corresponde a las llamadas neuronas. Estas células nerviosas que reciben y emiten señales eléctricas se interconectan formando redes de comunicación que transmiten señales por distintas zonas del sistema nervioso a través de impulsos nerviosos.
El cerebro humano tiene aproximadamente entre 80 y 100 mil millones de neuronas. Las redes neuronales son las encargadas de realizar las funciones complejas del sistema nervioso, es decir, que estas funciones no son consecuencia de las características específicas de cada neurona individual. Y, como en el sistema nervioso hay tantas cosas de hacer y el funcionamiento de las diferentes partes del cerebro es tan complejo, estas células nerviosas también tienen que adaptarse a esta multiplicidad de tareas. ¿Cómo lo hacen? Especializándose y dividiéndose en diferentes tipos de neuronas.
Pero antes de ponernos a explorar la diversidad de clases de neuronas, veamos qué es aquello que tienen en común: su estructura básica.
Estructura de la neurona
Cuando pensamos en el cerebro nos suele venir a la mente la imagen de las neuronas. Pero no todas las neuronas son iguales pues existen distintos tipos. Ahora bien, por lo general su estructura está compuesta de las siguientes partes:
- Soma: El soma, también llamado pericarion, es el cuerpo celular de la neurona. Es donde se se encuentra el núcleo, y desde el cual nacen dos tipos de prolongaciones
- Dendritas: Las dendritas son prolongaciones que proceden del soma y parecen ramas o puntas. Reciben información procedente de otras células.
- Axón: El axón es una estructura alargada que parte del soma. Su función es la de conducir un impulso nervioso desde el soma hacia otra neurona, músculo o glándula del cuerpo. Los axones suelen estar cubiertos de mielina, una sustancia que permite una circulación más rápida del impulso nervioso.
Una de las partes en las que se divide el axón y que se encarga de transmitir la señal a otras neuronas se llama botón terminal. La información que pasa de una neurona a otra se transmite a través de la sinapsis, que es la unión entre los botones terminales de la neurona emisora y la dendrita de la célula receptora.
Tipos de neuronas
Existen distintas formas de clasificación de las neuronas, y se pueden establecer en base a distintos criterios.
1. Según la transmisión del impulso nervioso
Según esta clasificación, existen dos tipos de neuronas:
1.1. Neurona presináptica
Como ya se ha dicho, la unión entre dos neuronas es la sinapsis. Pues bien, la neurona presináptica es la contiene el neurotransmisor y lo libera al espacio sináptico para que pase a otra neurona.
1.2. Neurona postsináptica
En la unión sináptica, ésta es la neurona que recibe el neurotransmisor.
2. Según su función
Las neuronas pueden tener funciones diferentes dentro de nuestro sistema nervioso central, por eso se clasifican de esta manera:
2.1. Neuronas sensoriales
Envían información de los receptores sensoriales al sistema nervioso central (SNC). Por ejemplo, si alguien pone un trozo de hielo en tu mano, las neuronas sensoriales envían el mensaje de tu mano a su sistema nervioso central que interpreta que el hielo es frío.
2.2. Neuronas motoras
Este tipo de neuronas envían información desde el SNC a los músculos esqueléticos (motoneuronas somáticas), para efectuar movimiento, o a al músculo liso o ganglios del SNC (motoneuronas viscerales).
2.3. Interneuronas
Una interneurona, también conocida como neurona integradora o de asociación, conecta con otras neuronas pero nunca con receptores sensoriales o fibras musculares. Se encarga de realizar funciones más complejas y actúa en los actos reflejos.
3. Según la dirección del impulso nervioso
En función de la dirección del impulso nervioso las neuronas pueden ser de dos tipos:
3.1. Neuronas aferentes
Este tipo de neuronas son las neuronas sensoriales. Reciben este nombre porque transportan el impulso nervioso desde los receptores u órganos sensoriales hacia el sistema nervioso central.
3.2. Neuronas eferentes
Éstas son las neuronas motoras. Se llaman neuronas eferentes porque transportan los impulsos nerviosos fuera del sistema nervioso central hacia efectores como músculos o las glándulas.
4. Según el tipo de sinapsis
Según el tipo de sinapsis podemos encontrar dos tipos de neuronas: las neuronas excitatorias y las inhibitorias. Alrededor del 80 por ciento de las neuronas son excitatorias. La mayoría de las neuronas tienen miles de sinapsis sobre su membrana, y cientos de ellas están activas simultáneamente. El que una sinapsis sea excitatoria o inhibitoria depende del tipo o tipos de iones que se canalizan en los flujos postsinápticos, que a su vez dependen del tipo de receptor y neurotransmisor que interviene en la sinapsis (por ejemplo, el glutamato o el GABA).
4.1. Neuronas excitatorias
Son aquellas en que el resultado de las sinapsis provoca una respuesta excitatoria, es decir, incrementa la posibilidad de producir un potencial de acción.
4.2. Neuronas inhibitorias
Son aquellas en las que el resultado de estas sinapsis provocan una respuesta inhibitoria, es decir, que reduce la posibilidad de producir un potencial de acción.
4.3. Neuronas moduladoras
Algunos neurotransmisores pueden desempeñar un papel en la transmisión sináptica diferente al excitatorio e inhibitorio, pues no generan una señal transmisora sino que la regulan. Estos neurotransmisores se conocen como neuromoduladores y su función consiste en modular la respuesta de la célula a un neurotransmisor principal. Suelen establecer sinapsis axo-axónicas y sus principales neurotransmisores son la dopamina, serotonina y acetilcolina
5. Según el neurotransmisor
Dependiendo del neurotransmisor que liberen las neuronas, reciben el siguiente nombre:
5.1. Neuronas Serotoninérgicas
Este tipo de neuronas transmiten el neurotransmisor llamado Serotonina (5-HT) que está relacionado, entre otras cosas, con el estado de ánimo.
5.2. Neuronas Dopaminérgicas
Las neuronas dopaminérgicas transmiten Dopamina. Un neurotransmisor relacionado con la conducta adictiva.
5.3. Neuronas GABAérgicas
El GABA es el principal neurotransmisor inhibitorio. Las neuronas GABAérgicas transmiten GABA.
5.4. Neuronas Glutamatérgicas
Este tipo de neuronas transmite Glutamato. El principal neurotransmisor excitatorio.
5.5. Neuronas Colinérgicas
Estas neuronas transmiten Acetilcolina. Entre otras muchas funciones, la acetilcolina desempeña un rol importante en la memoria a corto plazo y en el aprendizaje.
5.6. Neuronas Noradrenérgicas
Estas neuronas se encargan de transmitir Noradrenalina (Norepinefrina), una catecolamina con doble función, como hormona y neurotransmisor.
5.7. Neuronas Vasopresinérgicas
Estas neuronas se encargan de transmitir Vasopresina, también llamada la sustancia química de la monogamia o la fidelidad.
5.8. Neuronas Oxitocinérgicas
Transmiten Oxitocina, otro neuroquímico relacionado con el amor. Recibe el nombre de hormona de los abrazos.
6. Según su morfología externa
Según la cantidad de prolongaciones que tengan las neuronas, estas se clasifican en:
6.1. Neuronas Unipolares o Pseudounipolares
Son neuronas que poseen una sola prolongación de doble sentido que sale del soma, y que actúa a la vez como dendrita y como axón (entrada y salida). Suelen ser neuronas sensoriales, es decir, aferentes.
6.2. Neuronas bipolares
Tienen dos extensiones citoplasmáticas (prolongaciones) que salen del soma. Una actúa como dendrita (entrada) y otra actúa como axón (salida). Se suelen localizar en la retina, cóclea, vestíbulo y mucosa olfatoria
6.3. Neuronas multipolares
Son las que más abundan en nuestro sistema nervioso central. Poseen un gran número de prolongaciones de entrada (dendritas) y una sola de salida (axón). Se encuentran en el el cerebro o la médula espinal.
7. Otros tipos de neuronas
Según la ubicación de las neuronas y según su forma, se clasifican en:
7.1. Neuronas espejo
Estas neuronas se activaban al realizar una acción y al ver a otra persona realizando una acción. Son esenciales para el aprendizaje y la imitación.
7.2. Neuronas piramidales
Éstas están ubicadas en la corteza cerebral, el hipocampo, y el cuerpo amigdalino. Tienen una forma triangular, por eso reciben este nombre.
7.3. Neuronas de Purkinje
Se encuentran en el cerebelo, y se llaman así porque su descubridor fue Jan Evangelista Purkyně. Estas neuronas se ramifican construyendo un intrincado árbol dendrítico y se encuentran alineadas como piezas de dominó colocadas una frente a la otra.
7.4. Neuronas retinianas
Son un tipo de neurona receptiva que toman señales de la retina en los ojos.
7.5. Neuronas olfatorias
Son neuronas que envían sus dendritas al epitelio olfatorio, donde contienen proteínas (receptoras) que reciben información de los odorantes. Sus axones no mielinizados hacen sinapsis en el el bulbo olfatorio del cerebro.
7.6. Neuronas en cesta o canasta
Éstas contienen un único gran árbol dendrítico apical, que se ramifica en forma de cesta. Las neuronas en canasta se encuentran en el hipocampo o el cerebelo.
En conclusión
En nuestro sistema nervioso existe una gran diversidad de tipos de neuronas que se adaptan y se especializan según sus funciones para que todos los procesos mentales y fisiológicos se puedan ir desarrollando en tiempo real (a una velocidad vertiginosa) y sin contratiempos.
El encéfalo es una máquina muy bien engrasada justamente porque tanto las clases de neuronas como las partes del cerebro realizan muy bien las funciones a las que se adaptan, aunque esto pueda suponer un quebradero de cabeza a la hora de estudiarlas y entenderlas.
2. Sistema endocrino
Se encarga de la regulación del organismo mediante las hormonas, las cuales son unas sustancias químicas que permiten controlar procesos de regulación del organismo, dándoles inicio, manteniéndolos o finalizándolos.
Entre las funciones que lleva a cabo el sistema endocrino está el metabolismo, el crecimiento del organismo, la producción de hormonas y células sexuales...
Por otro lado, el sistema endocrino está constituido por todas las glándulas del cuerpo humano: testículos, ovarios, hipófisis, hígado...
3. Sistema circulatorio
Se trata de una estructura hecha a base de venas y arterias, por las cuales viaja la sangre. Este líquido es de fundamental importancia para mantener vivo al organismo, dado que por él viajan nutrientes extraidos de la comida y el oxígeno captado del aire.
Estas sustancias van a parar a las células, donde se dan reacciones químicas que les otorgan energía para poderlas mantener vivas.
El principal órgano de este sistema es el corazón, que trabaja como si fuera un motor permitiendo a la sangre fluir por todo el cuerpo. Este órgano tiene unas cavidades especiales que impiden que la sangre que se encuentra en las venas se mezcle con la que está en las arterias.
4. Sistema digestivo
Se encarga de recoger y aprovechar nutrientes. Mediante procesos físicos y quimicos, este sistema asimila nutrientes de la comida, con los cuales se podrán mantener las funciones biológicas.
La digestión empieza en la boca, donde se mastica la comida y se mezcla con la saliva. Luego pasa al esófago para llegar hasta el estómago. Allí, mediante la acciones de los ácidos gástricos, la comida es descompuesta y reducida en elementos más simples.
Una vez la comida ha sido descompuesta esta pasa a los intestinos, primero al delgado y después al grueso, en donde las vellosidades de estos órganos absorben los nutrientes que pasan al torrente sanguíneo.
Lo que no se ha podido aprovechar de la comida pasa a las partes finales del intestino, las cuales son el colon, el ciego y el recto, esperando para recibir la señal para ser defecado.
5. Sistema respiratorio
Se encarga de captar oxígeno y eliminar dióxido de carbono. El oxígeno es introducido en el torrente sanguíneo para que la sangre lo lleve a las células y se pueda producir la respiración celular y el metabolismo.
El dióxido de carbono, el cual es el resultado de estos procesos celulares, es extraído de la sangre y expulsado a través de los pulmones y el resto del sistema respiratorio.
Las partes del cuerpo que participan en la respiración son los pulmones, los bronquios, la faringe, la tráquea, la nariz, el diafragma y la laringe.
La respiración es un proceso semirreflejo, es decir, podemos controlarla en parte, sin embargo, cuando estamos durmiendo por ejemplo, seguimos respirando.
6. Sistema excretor
Se encarga de eliminar del organismo aquellas sustancias que puedan ser perjudiciales, las cuales han sido introducidas mediante la comida o son el resultado de los procesos metabólicos.
Para eliminar las sustancias no aprovechables, el sistema excretor dispone de dos vías. Por un lado, mediante las glándulas sudoríparas, puede eliminar los patógenos y los residuos a través del sudor. Por el otro lado, mediante los riñones, los cuales filtran la sangre y extraen lo que puede ser tóxico, se forma la orina, a través de la cual se elimina lo que no es beneficioso para el cuerpo.
7. Sistema reproductor
Se encarga de la procreación de la especie. Hay diferencias en la morfología de este sistema en función del sexo.
El sistema reproductor masculino consta de testículos, los cuales se encargan de producir espermatozoides.
En el coito, primero se endurece el pene enviándole sangre y poniéndolo erecto. Una vez hecho esto, se introduce este órgano en la vagina de la mujer para poder expulsar semen, un líquido en el que se encuentran espermatozoides y sustancias nutritivas para mantenerlos con vida.
En el caso del sexo femenino, las principales glándulas sexuales son los ovarios, los cuales se encargan de producir óvulos.. Estos descienden por las trompas de Falopio una vez al mes, esperando ser fecundados. En caso de que no se dé la fecundación son eliminados durante la menstruación.
Si un espermatozoide logra llegar hasta el óvulo se da la fecundación. Se formará un cigoto que nueve meses después será un bebé plenamente formado.
8. Sistema muscular
Lo forman unos 600 músculos, divididos en tres tipos:
Músculos esqueléticos
Se unen al hueso y están implicados en el movimiento voluntario.
Músculos lisos
Se encuentran el los órganos, como el intestino y el estómago, permitiendo el desplazamiento de sustancias.
Músculos cardíacos
Permiten el transporte de la sangre mediante el movimiento del corazón.
9. Sistema esquelético
Lo compone unos 200 huesos y, junto con el sistema muscular, forma el sistema locomotor, implicado en el movimiento voluntario.
Los huesos, además de servir de soporte para el organismo, fabrican células sanguíneas y son un importante almacén de calcio.
10. Sistema inmunológico
Se encarga de la defensa del organismo frente a patógenos, es decir, virus, bacterias y otros elementos nocivos para el cuerpo.
Su objetivo es identificar a los intrusos, perseguirlos, atacarlos y eliminarlos mediante los glóbulos blancos, los cuales son producidos en los ganglios linfáticos, el timo, el bazo y la médula ósea.
Cuando se detecta un patógeno, se activan varios procesos biológicos a modo de alarma, como lo son inflamaciones y producción de mucosidades y pus.
11. Sistema linfático
Lo constituye los ganglios linfáticos, además de los conductos y vasos por donde viaja la linfa.
La linfa es una sustancia en la cual se encuentran los glóbulos blancos implicados en la defensa del organismo.
12. Sistema integumentario
Está constituido por el órgano más grande del cuerpo humano: la piel. Además, lo conforman las uñas y el vello.
Su función es la de proteger el cuerpo de los agentes externos, además de permitir mantener constante la temperatura. Mediante la transpiración, en verano permite bajar la temperatura, mientras que en invierno evita la pérdida de calor.