GIMNASIO OLIMPO
RENDIMIENTO
Según los últimos
datos, los deportistas están dando demasiada importancia al hecho de reducir su
índice de grasa corporal para mejorar sus marcas. no obstante, perder demasiado
tejido adiposo puede ser dañino
Crece la obsesión entre los atletas por
reducir su proporción de grasa corporal
Si no adelgazas más, no tienes nada que hacer». Estas palabras de Hicham El Guerrouj, recordman mundial de los 1.500 metros, iban dirigidas al inglés Mayock, que se entrena a su lado. Éste afirma estar obsesionado con rebajar aún más su porcentaje de grasa corporal, algo difícil en un mediofondista que ya tiene muy poco tejido adiposo.
El parámetro es importante porque, entre dos
personas de igual peso, seguramente el que tenga un índice menor de grasa
rendirá más. Según Timothy Noakes, uno de los más eminentes fisiólogos del
ejercicio, «la grasa es lastre y cuanto más ligera sea esta carga, mejor».
La disminución de grasa corporal que se consigue gracias al ejercicio físico no
es siempre igual en todo el cuerpo. Según un trabajo de la Universidad de
Pensilvania (EEUU), la pérdida es mucho más rápida en los brazos que en las
piernas.
Los autores sometieron a un grupo de voluntarios a un programa de ejercicios
aeróbicos (carrera suave y fortalecimiento con pesas) de seis meses. Las
resonancias magnéticas mostraron una pérdida de grasa de un tercio en los
brazos, de un 10% en el tronco y absolutamente nada en las piernas.
Una obsesión que puede ser peligrosa
Sin embargo, la obsesión de los deportistas por bajar peso no está exenta de
riesgo. La gimnasia femenina ha estado siempre en el ojo del huracán por esta
cuestión, aunque la situación está mejorando gracias a medidas como la de
elevar la edad mínima para competir hasta los 16 años.
En muchas gimnastas la primera regla no aparecía hasta los 19 ó 20 años y la
amenorrea era frecuente entre ellas. El bajo nivel de grasa corporal y el
exceso de entrenamiento es el principal responsable de estos desarreglos
hormonales.
Los desórdenes alimenticios son la otra gran preocupación relacionada con el
peso. Las deportistas más jóvenes tienen mayor riesgo al someterse a dietas muy
hipocalóricas (por iniciativa propia o inducidas por sus entrenadores) que los
expertos consideran inadecuadas durante el crecimiento.
Cuidado
con la anorexia
La amenaza más grave es desarrollar anorexia. Un estudio noruego reveló que
casi un 40% de la selección de gimnasia rítmica del país estaba en tratamiento
por sufrir anorexia nerviosa en diferente grado. La paradoja es que, realmente,
la grasa es uno de los mayores depósitos de energía del organismo, mucho más
abundante que el glucógeno.
El tejido graso suele representar el 15% del peso en un varón normal y del 25%
en la mujer, una diferencia debida al efecto de los andrógenos masculinos
(potencian el desarrollo muscular) y de los estrógenos femeninos (que promueven
la acumulación de grasa, especialmente en caderas y en muslos).
Existe un índice para evaluar la normalidad del peso. Es el Índice de Masa
Corporal (IMC) que se calcula dividiendo el peso corporal entre la estatura
elevada al cuadrado. Un índice superior a 25 indica sobrepeso y uno mayor de 30
obesidad, pero lo importante es que el IMC está directamente relacionado con el
riesgo de mortalidad. Las complicaciones cardiovasculares, la diabetes y los
problemas renales se incrementan de forma paralela al aumento del IMC.
No obstante, en determinados casos, como el de los levantadores de peso,
ciertos atletas o algunos jugadores de fútbol americano, se superan a menudo
las cifras de 25 e incluso 30 sin que pueda hablarse de sobrepeso. Estos
deportistas pesan más de lo normal, pero en forma de masa muscular adicional.