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   OSTEOPOROSIS   -  Osteoporosis: ¿Estas en riesgo? vamos a ver aqui

DEFINICIÓN


La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la disminución de la masa ósea. El hueso se vuelve más poroso y, por lo tanto, más frágil, existiendo una gran facilidad para desarrollar fracturas.

La densidad de la masa ósea varía a lo largo de la vida de una persona. Aumenta durante el período de crecimiento, alcanzando su valor máximo hacia los 30 años. A partir de ese momento, se iniciará la pérdida de masa ósea hasta la edad de 90 años aproximadamente.

Con el fin de facilitar la comprensión de los mecanismos que influyen en la aparición de esta enfermedad, pasamos a describir someramente como es la estructura ósea.

LA ESTRUCTURA ÓSEA

Como todos sabemos, el esqueleto tiene funciones estructurales y metabólicas. Hace que se mantenga la estructura corporal, protege los tejidos blandos, alberga la médula ósea y transmite las fuerzas de contracción muscular. Además, por su contenido mineral, contribuye a la regulación homeostática del organismo.

Existen dos tipos de estructura ósea, el tejido cortical o compacto y el tejido trabecular o esponjoso. El hueso cortical representa el 75% del esqueleto y forma la pared externa de los huesos, aunque se encuentra en mayor proporción en los huesos largos. El hueso trabecular constituye el 25% restante y se encuentra sobre todo en los huesos del esqueleto axial y en la diáfisis de los huesos largos.

El hueso es un tejido conjuntivo que se compone de minerales (en un 65%), de una matriz orgánica (en un 33%) y de un componente celular (en un 2%).

Componente mineral .-El componente inorgánico mayoritario es el calcio en forma de sales de carbonato y fosfato cálcico. En menor proporción hay magnesio, sodio, potasio, fluor, sulfatos y citratos.

Matriz orgánica.- Se compone fundamentalmente de colágeno, que tiene la capacidad de acumular minerales en forma ordenada. En su composición intervienen la hidroxilisina e hidroxiprolina, aminoácidos específicos de la estructura ósea. Además de colágeno hay pequeñas cantidades de mucopolisacáridos, algunas sialoproteinas y lípidos.

Componente celular.- El tejido óseo está constituido básicamente por tres tipos de células: osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. La formación ósea está regulada por el osteoblasto y la reabsorción ósea por los osteoclastos. Cuando existe un equilibrio entre la formación y la reabsorción del hueso, se produce un acoplamiento ideal.

Factores que influyen en el remodelado óseo

PTH o parathormona.- Segregada en las glándulas paratiroideas. Favorece la reabsorción osteoclástica con aumento del número de osteoclastos y de su capacidad de síntesis de RNA. Activa la osteolisis osteocítica y activa la modulación de la actividad osteoblástica. Hay una movilización del calcio, que es liberado desde el hueso a la sangre.

Vitamina D.- Procedente de la alimentación, en forma de provitamina D3 y de los depósitos de la piel estimulados por efectos lumínicos. Hay una activación hepática y renal. Se incrementa la absorción intestinal de calcio y fósforo y se aumenta la síntesis anabólica de matriz orgánica.

Calcitonina.- Polipéptido producido principalmente por las células C del tiroides. Provoca una disminución de la reabsorción ósea por inhibición de la actividad osteoclástica. El efecto es antagónico con la PTH y la vitamina D. Con ello se consigue la normalización de las cifras de calcio sérico.

Factores locales y sistémicos del crecimiento

Interleukinas.- Hormonas peptídicas que promueven la proliferación, diferenciación y activación celular. Por ejemplo, la IL1 estimula la reabsorción ósea e influye en la formación del hueso.

Prostaglandinas.- Estimulan también la reabsorción ósea, regulando el desarrollo, maduración y actividad de osteoclastos y osteoblastos.

Vitamina A.- Esencial para el normal crecimiento del hueso.

Actividad física.- Ejerce una influencia fundamental en la homeostasis ósea. El estímulo mecánico del hueso se traduce en la orientación de las fibras colágenas y en la actividad de los osteoblastos, por lo tanto, condiciona el crecimiento del hueso.

CAUSAS


Poco después de haberse alcanzado el valor máximo de masa ósea del esqueleto, hacia los 35 años, comienza una pérdida natural durante el resto de la vida. En muchos casos esta pérdida es muy lenta y gradual, no apareciendo los síntomas hasta que la enfermedad está avanzada.

Es la principal causa de fracturas óseas en mujeres después de la menopausia, pero no todas las mujeres desarrollarán la osteoporosis.

En el caso de los varones, la osteoporosis se puede desarrollar en aquellos individuos de mas de 65 años que, habiendo tenido un bajo pico de masa ósea en su juventud, hayan abusado de ciertas sustancias como el alcohol y el tabaco.

Además, existen otras causas que pueden producir la enfermedad, como por ejemplo las enfermedades endocrinas, las inflamatorias o las producidas por medicamentos, todas ellas menos frecuentes.

Se pueden determinar una serie de factores de riesgo, que servirán para identificar a los individuos con mayor probabilidad de llegar a padecer la enfermedad.

Factores de Riesgo:

·    Sexo femenino. Es cerca de 4 veces más frecuente en mujeres que en hombres.

·    Raza blanca. Tiene menos masa ósea.

·    Constitución física frágil. Por delgadez, poca masa muscular, escoliosis, etc.

·    Antecedentes de fases de amenorrea (no fisiológica) de más de un año de duración.

·    Menopausia precoz, ya sea natural o por extirpación quirúrgica de los ovarios. En esta etapa, disminuye la secreción de estrógenos, lo que hace que haya un aumento en el recambio óseo, ocasionando una aceleración de la pérdida de masa ósea.

·    Antecedentes familiares de la enfermedad.

·    Dieta pobre en calcio durante períodos prolongados, especialmente durante la adolescencia, que es cuando se necesita más calcio para incrementar la masa ósea y tener buenas reservas en el futuro.

·    Déficit de vitamina D, con lo que aumenta el riesgo de fractura.

·    Dieta rica en proteínas.

·    Intolerancia a la lactosa.

·    Padecer enfermedades de tiroides (hipertiroidismo), de las glándulas suprarrenales (síndrome de Cushing), de las glándulas paratiroides (hiperparatiroidismo), diabetes, hapatopatías crónicas, artritis reumatoide, espondilitis anquilosante o procesos que bloquean la absorción intestinal del calcio de la dieta.

·    Uso prolongado de algunos medicamentos, como los corticoides, los anticoagulantes y los anticonvulsivantes.

·    Abuso del alcohol y del café.

·    Tabaquismo.

·    Vida sedentaria con poco ejercicio físico, que implica poco desarrollo de la masa muscular. Esto hace que disminuyan la fuerza y resistencia musculares haciendo más frecuentes las caídas.

Conocer estos factores de riesgo, es vital para orientar a las personas, que están en esta situación, sobre las medidas preventivas que deben tomar para evitar un sufrimiento innecesario.

SÍNTOMAS


A veces, la enfermedad pasa prácticamente desapercibida, pero, en general, se manifiesta por dolores óseos y, cuando el proceso está más avanzado, se producen con cierta frecuencia roturas óseas espontáneas. Los síntomas principales son:

Dolor.- Producido por la fractura de los huesos o por aplastamientos vertebrales. A veces, el dolor se debe a la contractura mantenida en los músculos de la zona afectada.

Deformidad.- La acumulación de fracturas vertebrales provoca cambios en la disposición normal de la columna vertebral, dando como resultado una pérdida de estatura y la deformidad de la espalda (cifosis).

Pérdida de Movilidad.- El dolor y los aplastamientos vertebrales provocan una importante limitación de los movimientos, dificultando la función respiratoria, la postura y la marcha.

Las localizaciones más importantes de las fracturas relacionadas con la osteoporosis son la muñeca, las vértebras y la cadera. No obstante, no son raras las fracturas de costillas, húmero y pelvis. La fractura vertebral a veces aparece después de un mínimo esfuerzo, o tras un golpe de tos o de un estornudo, produciendo un dolor intenso. A veces, la fractura de un hueso se produce de manera espontánea, provocando la caída posterior y otras, es a la inversa, el más mínimo traumatismo provoca la fractura.

DIAGNÓSTICO


El diagnóstico de la osteoporosis no suele realizarse hasta que se produce una fractura, ya que no aparecen síntomas específicos iniciales. No obstante, debemos identificar, lo más pronto posible, a las personas que tienen factores de riesgo para evitar, mediante la prevención, el progreso de la enfermedad y el desarrollo de fracturas. El diagnóstico se establece mediante:

Diagnóstico clínico.- Es esencial una buena exploración clínica por parte del reumatólogo. La historia clínica debe recoger datos exhaustivos sobre el dolor del paciente, sobre los hábitos de consumo, dieta, actividad física, edad, fecha de la última regla, presencia de síntomas generales y antecedentes familiares. Se incluirán además maniobras físicas capaces de revelar datos sobre el dolor, deformidad y movilidad en el momento de la exploración.

Analítica.- Los parámetros bioquímicos del metabolismo óseo pueden ayudar a enfocar el trastorno y a controlar el tratamiento. Las pruebas analíticas más usuales son las que determinan los niveles de calcio y fósforo en sangre y orina, la fosfatasa alcalina, la osteocalcina, la fosfatasa ácida tartrato resistente y las pruebas de función renal como el aclaramiento de creatinina. No obstante, estas pruebas de laboratorio solo juegan un papel secundario en el diagnóstico de la osteoporosis.

Radiología.- Es útil para el estudio de las fracturas, una vez que se han producido. No tiene gran valor para hacer un diagnóstico precoz, ya que la pérdida de tejido óseo ha de superar el 30% para que sea evidente en una radiografía.

Medición de la densidad ósea.- Es la base del diagnóstico de la osteoporosis y del control del paciente durante su tratamiento. Incluso es útil en el diagnóstico precoz de la enfermedad. Existen diversas técnicas para calcular la masa ósea para un sexo y edad determinados: Tomografía computarizada, absorciometría fotónica simple, absorciometría fotónica dual y absorciometría radiológica de doble energía.

Métodos invasivos.- Como la biopsia ósea transilíaca, realizada con anestesia local. Es una técnica sencilla.

TRATAMIENTO


La osteoporosis constituye un importante problema de salud pública, debido a su gran morbilidad. Aproximadamente uno de cada ocho individuos europeos mayores de 50 años, sufre una fractura de columna. Además, una de cada tres mujeres y uno de cada nueve hombres mayores de 80 años sufrirá una fractura de cadera a consecuencia de la osteoporosis. Una vez que una persona ha padecido una fractura osteoporótica seria, es poco probable que recupere plenamente la salud, lo que implica menor calidad de vida.

Las fracturas osteoporóticas y las discapacidades resultantes de ellas tienen un fuerte impacto en la salud de las personas de edad avanzada y requieren asistencia hospitalaria, rehabilitación y asistencia en el hogar. Esto trae consigo fuertes cargas financieras para los servicios sanitarios en toda la Comunidad Europea. Por ello, la detección precoz de las personas de riesgo es fundamental para prevenir la enfermedad y evitar el sufrimiento y el incremento de los costes sanitarios.

MEDIDAS PREVENTIVAS.

 Hay que poner todos los medios necesarios para alcanzar un buen pico de masa ósea al llegar a la época de madurez esquelética (30-35 años):

La dieta.- Se recomienda, durante la adolescencia y la juventud, tomar una cantidad adecuada de calcio (con los alimentos) La ingesta en esta fase debería ser de 1 gramo/día. Muchas personas de edad no alcanzan siquiera los 400 mg./día, debido a regímenes dietéticos inadecuados o a otras causas. En mujeres postmenopaúsicas se recomiendan hasta 1,5 gramos/día. Esta es, asimismo, la cantidad recomendable para cualquier persona con riesgo de osteoporosis. La fuente principal de calcio es la leche y sus derivados. También se encuentra en gran cantidad en los frutos secos. Cuando el aporte dietético sea insuficiente, se tomará el calcio en forma de suplementos de carbonato, fosfatos, citrato, lactato y gluconato cálcico.

CONTENIDO DE CALCIO EN LOS ALIMENTOS

Cantidad =  miligramos de calcio / 100 gramos de alimento

  CEREALES

Cantidad

 

  LÁCTEOS

Cantidad

Harina de trigo

25 - 187

 

Queso curado

800 - 1200

Chocolate

98

 

Queso blando

350 - 550

Pan trigo integral

98

 

Leche condensada

290 - 380

Pan trigo blanco

38

 

Leche de oveja

230

Arroz

16

 

Leche de cabra

146

Pan trigo tostado

13

 

Yogur

145

 

 

 

Lecha de vaca

120

 

 

 

 

 

  LEGUMBRES

Cantidad

 

  FRUTOS SECOS

Cantidad

Habas cocidas

103

 

Almendra y avellana

240

Judías blancas cocidas

87

 

Higos

212

Lentejas

67

 

Castaña seca

98

Garbanzos cocidos

35

 

Dátiles

68

Guisantes cocidos

18

 

Pasas y cacahuetes

61

 

 

 

 

 

 VERDURAS - TUBÉRCULOS

Cantidad

 

  FRUTAS

Cantidad

Perejil

240

 

Cereza

267

Berros

192

 

Limón

58

Brócoli

138

 

Mandarinas

49

Espinacas

98

 

Higo

44

Cardo

89

 

Kiwi

40

Endibias

80

 

Mora

40

Judías verdes

65

 

Naranja

36

Puerro

62

 

Fresón

31

Col

61

 

Chirimoya

25

Apio

52

 

Uva

19

Alcachofas

44

 

Piña

14

Zanahorias

44

 

Pera

12

Calabaza

39

 

Sandía

11

Tomate frito

11

 

 

 

Patata

10

 

 

 

 

 

 

 

 

 PESCADOS

Cantidad

 

  CARNES

Cantidad

Anguila de río

414

 

Aves y caza

20

Gambas

305

 

Jamón

12

Mariscos

30 - 300

 

Bovino

10

Calamar

263

 

Vacuno

10

Boquerón

203

 

Porcino

10

Ostras

117

 

 

 

Lenguado

93

 

  HUEVOS

Cantidad

Mejillón

88

 

Tortilla

190

Merluza

24

 

Fritos

81

Sardina

24

 

Hervidos

54

 

 

Ración diaria de calcio recomendada en las distintas edades

  EDAD

miligramos/día

0 - 0,5 años

360

0,5 - 1 años

540

1 - 10 años

800

10 - 24 años

1200

Adulto

800

Embarazo

1200 - 1400

Lactancia

1200 - 1400

La vitamina D.- Para la mayoría de los adultos, la exposición al sol y una alimentación adecuada son suficientes para atender las necesidades de vitamina D. No obstante, hay pacientes de edad avanzada que se ven obligados a estar recluidos en casa o que tienen una alimentación incorrecta, que necesitaran un suplemento adicional. Para calcular la cantidad recomendada, se deben valorar los niveles séricos de vitamina D3.

El ejercicio.- Durante la etapa de crecimiento y desarrollo, el ejercicio es fundamental para conseguir una adecuada masa ósea ya que estimula la actividad osteoblástica. Conforme la persona vaya haciéndose mayor, hay que ir adaptando la actividad física a cada edad, con ejercicios apropiados a la capacidad de cada uno.

El tiempo de reposo en cama debe ser lo más corto posible y sobre una cama firme. La puesta en carga debe ser precoz y segura y el ejercicio individualizado. Es importante realizar las tareas físicas usuales y caminar. Se puede hacer jogging o bailar pero los ejercicios que impliquen saltos o movimientos bruscos no son recomendables.

Es desaconsejable el exceso de ejercicios en carga, así como la marcha más allá del umbral del dolor. Es contraproducente la hiperflexión de la columna que conlleva un empeoramiento de la cifosis y riesgo de aplastamientos vertebrales.

Se debe recomendar a toda mujer un programa de actividad física que incluya caminar de 30 a 60 minutos, de 3 a 4 veces por semana, para mantener la masa ósea y un buen tono muscular.

Hábitos nocivos.- Reducir el consumo de alcohol, tabaco y café, que son factores de riesgo de osteoporosis.

Medidas farmacológicas.- Se utilizarán como medida preventiva de la pérdida de masa

ósea cuando existan factores de riesgo asociados.

·    Tratamiento de reemplazo hormonal. Estrógenos.- La menopausia provoca un elevado desequilibrio entre la formación y la destrucción ósea, incrementando la actividad osteoclástica. Los estrógenos actúan frenando la actividad y mejorando la absorción intestinal del calcio. Si se frena la pérdida de masa ósea durante los 5 años siguientes a la menopausia, pueden reducirse las fracturas de cadera hasta en un 50%. No obstante, el reumatólogo valorará si esta indicado este tratamiento hormonal, ya que existen una serie de contraindicaciones que no hacen posible el tratamiento con estrógenos. El especialista informará a los pacientes de las ventajas e inconvenientes del tratamiento en relación con las circunstancias de cada caso. Además, antes del tratamiento, la mujer deberá ser estudiada por un ginecólogo para descartar la existencia de enfermedades que podrían desaconsejar este tratamiento.

·    Calcitonina.- Sustancia producida por el tiroides y dotada de una gran actividad inhibidora de la función osteoclástica, actúa directamente sobre los receptores de la membrana celular del osteoclasto. Es una alternativa a los estrógenos, cuando éstos no pueden emplearse. Se puede emplear en inyección o mediante administración nasal durante ciclos de tratamiento alternando con períodos de descanso. Además la calcitonina tiene un potente poder analgésico con un alto grado de especificidad para el dolor óseo. Entre un 10% y un 15% de los enfermos presentan efectos secundarios de escasa trascendencia que suelen disminuir pasados los primeros días de tratamiento.

OSTEOPOROSIS YA ESTABLECIDA

Una vez diagnosticada la enfermedad, se deben seguir las mismas medidas higiénico-dietéticas expuestas en la prevención de la osteoporosis.

·    Se calmará el dolor del paciente, ya que así mejorarán las contracturas musculares y la movilidad.

·    Se deberá poner especial atención a la prevención de las fracturas tras caídas o golpes. En caso de que el paciente presente una fractura vertebral, el tratamiento incluirá reposo absoluto en cama, el uso de analgésicos para aliviar el dolor y la aplicación local de calor para relajar los músculos de la espalda. A veces es necesario el uso de un corsé para inmovilizar mejor la zona fracturada, pero solo durante el período agudo. Las fracturas de cadera serán intervenidas quirúrgicamente, lo más pronto posible, para su correcta resolución.

·    No disponemos todavía de ningún medicamento definitivamente eficaz y seguro capaz de recuperar la pérdida de masa ósea producida como consecuencia de la osteoporosis, pero lo que sí podemos conseguir es evitar que esta pérdida progrese. Para ello los reumatólogos emplean determinados medicamentos como la calcitonina, los difosfonatos y los estrógenos.

·    El tratamiento médico tiene que ir acompañado de un programa adaptado de ejercicios que ayuden a recuperar la movilidad y la resistencia muscular y a reducir el dolor.

·    El contacto con sociedades de enfermos de osteoporosis puede ayudar a los pacientes a evitar otras fracturas y a tratar eficazmente su enfermedad, ya que el

·    Apoyo de un grupo hace que se realice un mejor seguimiento de las normas.

PREVENCIÓN  DE  LAS  FRACTURAS

En relación con los factores de riesgo.- La complicación más grave de la osteoporosis son las fracturas. Los factores de riesgo implicados en las caídas son:

Factores de riesgo personales:

1-     Disminución de la capacidad física.

2-     Deterioro psíquico por desorientación o hiperactividad (como ocurre en ciertas demencias seniles)

3-     Déficit sensorial, por ejemplo por disminución de la visión y de la audición.

Factores de riesgo ambientales:

1-     Entorno próximo. Es importante que no existan elementos que dificulten la deambulación, como las alfombras sueltas y las puertas de vaivén o de cristal transparente. Se facilitarán sistemas de apertura y cierre que eviten esfuerzos o movimientos forzados de muñeca. Y se dedicará especial atención a la seguridad en el baño y en la cocina, evitando el suelo resbaladizo e instalando barras auxiliares de sujeción.

2-     Medio urbano. Se eliminarán las barreras arquitectónicas, factor esencial para la seguridad. Se señalizarán los bordillos, los pasos de peatones y los sistemas acústicos y visuales. Los obstáculos accidentales así como la colocación de toldos, señales de tráfico o indicativos excesivamente bajos, pueden también provocar traumatismos.

En relación con la actividad física

Actitudes posturales: Orientadas a evitar los riesgos de aplastamientos y fracturas vertebrales y a la corrección de la hiperlordosis que favorece la aparición de lumbalgias. Hay que mantener posturas correctas en pie, sentado y tumbado, para evitar los dolores y mantener un buen tono muscular:

1-     En pie, se evitará la hiperlordosis lumbar apoyando un pie en un banco bajo y se alternará con el otro pie.

2-     Sentado, es preferible usar una silla recta, dura y no excesivamente baja. Las caderas se mantendrán en ligera flexión con los pies apoyados en el suelo y la espalda y cuello formando una línea recta. Es desaconsejable el uso de sillones o sofás bajos o muy mullidos. Tendrán apoyabrazos situados a una altura que permita el apoyo sin forzar la postura.

3-     Tumbado, se recomienda la utilización de un colchón duro y de una almohada baja. La postura ideal es el decúbito supino (mirando hacia arriba) o el decúbito lateral.

 

Higiene postural.- Hay una serie de normas para evitar fracturas de columna vertebral por aplastamiento:

1-     Al levantar un objeto del suelo, debe adoptarse una posición de flexión de caderas y rodillas, manteniendo la columna recta y el objeto próximo al cuerpo.

2-     No se deben coger objetos situados a una altura superior a la cabeza del sujeto, es preferible colocarse sobre una escalera o taburete que permita tener el objeto a la altura del pecho.

3-     Es preferible arrastrar o empujar un objeto que cargarlo. Ante un objeto voluminoso nos apoyaremos en él de espaldas y empujaremos con las piernas, para que la columna intervenga lo menos posible.

4-     En general, se deben evitar los ejercicios o deportes que puedan exigir un sobreesfuerzo o los que produzcan hipercifosis, hiperlordosis y rotaciones forzadas o bruscas de la columna.

Están absolutamente contraindicados los deportes que conllevan mayor riesgo de caídas o traumatismos, como los deportes de motor, el esquí o el rugby. Otros deportes que también presentan riesgos como la equitación, el ciclismo o el jogging, pueden seguir realizándose a menor intensidad y siempre y cuando ya se hayan practicado asiduamente con anterioridad.