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diferentes Unidades de Educación Física
LA CONDICIÓN FÍSICA Y LA
SALUD, LAS CUALIDADES
FÍSICAS.
Llamamos condición
física al
conjunto de
capacidades y
cualidades que tiene
nuestro cuerpo para
reaccionar y
adaptarse al
ejercicio.
La condición
física y la salud están
muy relacionadas, a
medida que
desarrolles la
condición física
notarás que
disfrutas de mejor
salud. De tal forma
que si tienes buena
condición física:
Te cansas menos
Tienes menos
enfermedades
Descansas mejor
Tienes menos
lesiones
Te recuperas
mejor después de
u esfuerzo
Te concentras
mejor en tus
actividades
cotidianas
Igualmente si
llevas hábitos
de salud
correctos te
ayudará a
mejorar tu
codición
física.Los
principales hábitos
de salud que
inciden en la
condición física
son:
Llevar una
dieta
equilibrada
Descansar lo
suficiente
Mantener
hábitos
saludables:
el alcohol,
el tabaco
merman la
condición
física
Cuidar la
higiene
personal:
Ducharse
después del
ejercicio,
cambiarse de
ropa.
Evitar el
estrés:
Cuando estás
nervioso no
controlas
bien la
tensión y tu
cuerpo se
resiente.
El nivel de
condición
física
depende de
una serie
de factores:
Los genes:
características
heredadas de
los padres
que hace que
se tenga
mejor o peor
condición
física.
La edad:
El estado
del
organismo
mejora hasta
los 25-30
años, se
mantiene
hasta los 35
años para
empezar a
perderse
paulatinamente
con la edad.
El sexo:
las hormonas
propias de
cada sexo
condicionan
la capacidad
de responder
a ante el
esfuerzo,
así, por lo
general, las
chicas son
más
flexibles y
los chicos
están
dotados de
más fuerza.
El
entrenamiento:
la práctica
sistemática
de ejercicio
puede
mejorar las
capacidades
físicas.
Los
hábitos de
salud: relacionados
anteriormente.
¿Cómo
podemos
mejorar
nuestra
condición
física? Entrenando
y
desarrollando
las cualidades
físicas: resistencia,
fuerza,
flexibilidad
y velocidad.
RESISTENCIA
Es la
capacidad de
realizar
ejercicio
durante un
largo tiempo
retrasando
la aparición
de fatiga.
Tipos
de
resistencia:
Resistencia
aeróbica:
si la
práctica
del
ejercicio
se lleva
a cabo
con una
intensidad
media o
baja y
se
mantiene
la
actividad
durante
tiempos
prolongados
sin que
aparezca
la
fatiga.
Resistencia
anaeróbica: si
la
intensidad
del
esfuerzo
es muy
alta por
lo que
la
actividad
se
mantendrá
durante
un
tiempo
menor.
Beneficios:
Aumenta
el
tamaño
y
grosor
del
corazón
Mejora
la
capacidad
pulmonar.
Facilita
la
llegada
de
oxigeno
a la
sangre.
Somos
capaces
de
aguantar
cada
vez
más
tiempo
haciendo
ejercicio.
Actividades
recomendables para
el
desarrollo
de la
resistencia:
Carrera
continua
suave
durante
períodos
largos
de
tiempo.
Circuitos
de
ejercicios
practicados
durante
20-30
segundos
y dejar
otros 30
segundos
de
descanso.
Practicar
juegos y
deportes
de
equipo.
Montar
en
bicicleta,
nadar.
FUERZA
Es la capacidad para
vencer resistencias
o contrarrestarlas
por medio de la
acción muscular,
mover o levantar
pesos.
Tipos de
fuerza:
Fuerza
máxima: cuando
la oposición a
superar es muy
grande. Por
ejemplo empujar
o levantar un
peso excesivo.
Fuerza
resistencia: cuando
mueves cargas
ligeras
repentinamente y
durante un
tiempo más o
menos largo.
Ejemplo saltar a
la comba durante
un minuto.
Fuerza
explosiva: cuando
el movimiento
contra una
oposición es muy
rápido: Ejemplo
al impulsar para
realizar un
salto de
longitud.
Beneficios:
Aumenta
el grosor de
la
musculatura.
Fortalece
los músculos y
huesos por
lo que es
más difícil que
nos
lesionemos.
Mejora
nuestra
capacidad de
rendimiento
en la
práctica
deportiva.
Favorece el
crecimiento
y realizada
correctamente
evita
dolores de
espalda y
posturas
incorrectas.
Actividades
recomendables
para
desarrollarla:
Juegos de
arrastre y
tracción.
Juegos y
deportes de
lucha y
trepa.
Juegos y
deportes de
lanzamiento.
Multisaltos:
saltos
repetidos
con una o
las dos
piernas.
FLEXIBILIDAD
Es la capacidad
física que permite
realizar movimientos
con gran amplitud de
recorrido
interviniendo
músculos y
articulaciones.
Componentes de
la flexibilidad:
La movilidad
articular:
se refiere a las
posibilidades de
movimiento de
cada
articulación del
cuerpo.
La
elasticidad
muscular: es
la capacidad de
los músculos y
tendones para
elongarse.
Beneficios:
Mejora la
amplitud de
movimiento
de las
articulaciones.
Reduce la
tensión en
los músculos
y aumenta su
elasticidad.
Ayuda
aprevenir
lesiones
Reduce el
cansancio
muscular y
la aparición
de agujetas
después del
ejercicio.
Actividades
recomendables
para
desarrollarla:
Ejercicios
dinámicos:
realizar de
forma activa
ejercicios
cuando tu
mismo
contraes
músculos
para
provocar la
elongación
de otros.
Ejercicios
estáticos o
estiramientos:
se estira un
grupo o
grupos
musculares
manteniéndola
durante 10,
20 ó 30
segundos.
Ejercicios
de movilidad
articular
Ejercicios
de
estiramiento
solos o con
ayuda de
compañero.
VELOCIDAD
Es la capacidad para
hacer movimientos o
recorrer distancias
en un corto período
de tiempo.
Tipos de
velocidad:
Velocidad de
reacción: es
reaccionar ante
una determinada
señal o
estímulo.
Ejemplo: el
lapso de tiempo
que trascurrido
desde que el
portero observa
la trayectoria
del balón hacia
la portería y
decide lanzarse
a por él.
Velocidad de
movimiento: es
realizar un
movimiento
determinado con
la mayor rapidez
posible.
Ejemplo: saltar
o lanzarse al
suelo para
atrapar un
balón.
Velocidad de
desplazamiento:
es desplazarse
en el menor
tiempo posible
entre dos
distancias.
Ejemplo: cuando
tienes que
llegar antes que
otro jugador
corriendo hacia
el balón.
LA CONDICIÓN FÍSICA Y LA SALUD, LAS
CUALIDADES FÍSICAS.
EL FÚTBOL
ATLETISMO
La Condición
Física es la capacidad de realizar
esfuerzos físicos con vigor y
efectividad, retardando la aparición
de la fatiga (cansancio) y
previniendo las lesiones. Sin
embargo, tener una buena condición
física no consiste en ser un
superdeportista, sino en desarrollar
las capacidades y cualidades físicas
para realizar con éxito las
actividades físicas en las que se
participe.
La Condición Física de una persona
está deternimada por una serie de
factores: nos son
variables y se pueden
modificar, otros son
invariables y no permiten ser
modificados.
Factores invariables son, por
ejemplo, nuestra genética, edad o
género. De la misma manera que la
genética nos confiere un color de
piel determinado, también condiciona
la calidad de nuestros músculos,
huesos, tendones, etc. De manera que
unas personas son muy flexibles,
otras fuertes, otras veloces, otros
muy coordinados… o todo lo
contrario.
Pero no nos olvidemos de los
factores variables. Aquí tendríamos
que hablar de la alimentación, el
descanso, la higiene… y, sobre todo,
del entrenamiento. De este modo
estaremos modificando nuestra
condición física.
Por lo tanto es posible que una
persona con una carga genética muy
buena tenga una mala condición
física porque no se cuida, ni
entrena. De la misma manera, una
persona con una mala carga genética
puede llegar a tener una buena
condición física gracias al
entrenamiento, la constancia y el
esfuerzo.
Para terminar este apartado
debemos resaltar que es importante
mejorar nuestra condición física
porque de este modo:
– Se realizan actividades físicas
con menor esfuerzo y mejor eficacia.
– Se evitan y previenen
enfermedades y lesiones.
– Se disfruta y hacemos amigos.
Para reflexionar un poco: ¿cómo
crees que es tu condición física:
buena, mala o regular; por qué?
¿Cómo puedes mejorar tu condición
física? ¿Qué significa vivir con un
estilo de vida activo; pon algún
ejemplo?
¿Qué es la
vida activa? La vida
activa es la forma por la cual la actividad física está integrada y valorada
como hábito del quehacer diario. La naturaleza, forma, frecuencia e intensidad
de la actividad están determinadas por cada individuo de acuerdo con sus
habilidades, necesidades, intereses y medio ambiente.
El estar activo compromete y afecta a la gente, emocional, mental, social y
físicamente. Oportunidades de estar físicamente activos pueden encontrarse en
nuestras rutinas diarias; la actividad física puede ser integrada dentro de las
muchas decisiones y necesidades que compromete lo que realizamos cada día.
Esto abarca una amplia gama de actividades que van desde caminatas, clases
aeróbicas, actividades recreacionales al aire libre y práctica regular de
diferentes deportes (de alto rendimiento y amateur) hasta labores como la
jardinería, las destrezas manuales, la danza, etc.
Finalmente la vida activa es un vehículo para el desarrollo y el mantenimiento
del bienestar y la salud individual.
¿Qué beneficios brinda para la salud una vida activa? Los beneficios para la salud de practicar actividad física, que
describiremos a continuación, están basados en datos y conclusiones obtenidas de
los más recientes y acreditados estudios científicos.
1) Enfermedades cardíacas coronarias:
Numerosos estudios de los EEUU y de Europa han demostrado que la vida sedentaria
está asociada con una alta incidencia de enfermedad cardiaca coronaria. Existe
casi unanimidad en que la actividad física provee protección contra este tipo de
patologías.
2) Diabetes:
El beneficio protector de la actividad física para disminuir el riesgo relativo
de la diabetes tipo II en hombres y mujeres ha sido demostrado en estudios
epidemiológicos sobre grandes poblaciones. Estas investigaciones han sido
avaladas por numerosos estudios descriptivos y transversales que mostraron que
la frecuencia en la frecuencia de la diabetes tipo II es mayor entre individuos
sedentarios que en aquellos con vida activa.
3) Cáncer de colon:
Investigación basada en casos-control y grupos de estudio, con diseños de
variada importancia, indican una asociación entre el aumento de la actividad
física y la disminución del riesgo de cáncer de colon.
4) Osteoporosis:
Hay amplia evidencia de que los individuos activos tienen una mayor densidad
ósea que aquellos que son sedentarios. Diferentes investigaciones avalan el
hecho de que aquellos individuos sedentarios pueden aumentar la masa ósea al
convertirse en individuos físicamente activos. El ejercicio puede ser muy
efectivo para maximizar la masa ósea en adultos jóvenes y en mantener la masa
ósea en adultos en edad madura. El efecto positivo del ejercicio sobre la masa
ósea en mujeres postmenopáusicas y hombres ancianos ha sido, así mismo, bien
demostrado en recientes investigaciones.
5) Obesidad:
La mayoría de las investigaciones sugieren que las personas obesas están
comprometidas con niveles de actividad física relativamente menores, comparados
con los no obesos. Mientras que no se puede afirmar definitivamente que el
sedentarismo sea causa de obesidad, algunos estudios indican que es muy probable
que la inactividad física contribuya a desarrollarla en algunos individuos y que
la actividad ayuda a prevenirla en otros. Además, el ejercicio es un factor de
éxito, en el largo plazo, para lograr la pérdida de peso.
6) Accidentes cerebrovasculares e hipertensión:
Diferentes estudios sugieren que la actividad física podría estar relacionada
con un menor riesgo de accidentes tromboembólicos o hemorrágicos en forma
directa o indirecta, al afectar otros factores que se cree aumentan el riesgo de
accidentes cerebrovasculares. El ejercicio moderado (aeróbico) disminuye los
valores de presión arterial y podría dar como resultado un menor riesgo de
padecerlos.
7) Fuerza muscular y flexibilidad articular:
Un considerable número de estudios demuestra que el entrenamiento de la
resistencia aumenta la fuerza y potencia muscular. Otras investigaciones indican
que el ejercicio aumenta la organización y la fuerza del tejido conectivo.
8) Bienestar psicológico:
Una abundante literatura científica nos muestra una relación positiva entre la
actividad física y el bienestar psicológico, autoeficacia y autoestima para
niños y adultos. También se ha establecido que una relación entre ejercicio y
niveles disminuidos de depresiones leves a moderados, mientras que otros
estudios además demuestran la natural reducción de la ansiedad por el ejercicio.
¿Qué grupos etáreos se benefician con una vida activa? · Niños y jóvenes: La actividad física regular es un importante contribuyente en muchas
dimensiones, para un correcto crecimiento y desarrollo de niños y jóvenes.
Los niños que realizan actividad física, generalmente muestran mejores
respuestas a tests motores estandarizados, pruebas de fuerza y potencia aeróbica
que los inactivos.
Además, los jóvenes con un alto nivel de preparación física están asociados a un
menor consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas, mejores hábitos alimenticios
y un aumento de su autoestima.
· Adultos: Con la actividad física reglada, en la población adulta se evita el
sedentarismo, se mejora el sueño y el estado de vida. Y por la vasodilatación se
produce neoformación capilar, es decir, crea verdaderos bypass microscópicos y
permite una mejor irrigación del tejido muscular, incluido el miocardio. Un
programa de vida activa para el sedentario tratará de acrecentar sus cualidades
físicas, de desarrollar las fuentes de producción de energía y los sistemas de
transporte de oxígeno, dará eficacia a los movimientos mejorando la destreza y
la coordinación, y facilitando la relajación muscular.
· Tercera edad: El porcentaje de la población mayor de 65 años se duplicará en los próximos
20 años. Ha sido claramente demostrado que una parte sustancial de la
declinación fisiológica asociada con el envejecimiento es función del estilo de
vida sedentario. Hay evidencia creciente que sugiere que un estilo de vida
activo, adoptado antes o durante la tercera edad , puede reducir el período de
debilitamiento y dependencia, mientras preserva y mejora la calidad de la vida.
· Discapacitados: La vida activa puede asistir a las personas discapacitadas a sobrellevar los
obstáculos asociados son su discapacidad y a integrar sus actividades con
aquellos que hacen al grueso de la población.
Según los
resultados de un pequeño estudio, publicado en la revista 'Arthritis Care and
Research' , un programa de actividad física basado en ejercicios aeróbicos y de
fortalecimiento alivia la fibromialgia.
Esta patología afecta casi siempre a las mujeres y se caracteriza,
fundamentalmente, por dolores y debilidad muscular y articular sin origen
específico, aunque también pueden presentarse otros síntomas como insomnio,
fatiga, depresión y síndrome de colon irritable.
La investigación se llevó a cabo con 15 féminas que, durante cinco meses,
siguieron un programa que constaba de paseos, ejercicios acuáticos, trabajos en
máquinas, actividades de resistencia y levantamiento de pesas. Todas las
participantes experimentaron una mejoría notable en todos los síntomas que
padecían y se mostraban muy satisfechas con el tratamiento de su enfermedad,
para la que no se conoce una cura definitiva.
Aunque hacen falta trabajos más amplios, para los autores, del Instituto Harvard
de Medicina (EEUU), queda claro que el ejercicio es fundamental en la terapia de
la fibromialgia.
La obesidad acorta la vida
Mientras más de medio mundo se muere de hambre, la obesidad es un problema
sanitario de primer orden en sociedades avanzadas como la nuestra.
El
exceso de peso es cada vez más frecuente entre la población adulta y las
consecuencias de estos kilos de más sobre la salud empiezan a estar claros. Un
estudio científico publicado esta semana ha evidenciado que si estamos obesos a
los 40, viviremos 7 años menos.
Los obesos
y los sujetos con exceso de peso tienen más posibilidades que la población
normal de sufrir problemas crónicos de salud como hipertensión, diabetes o
artrosis. Es frecuente que en torno a los 40, a medida que nuestra vida se hace
sedentaria, se produzca un aumento de peso. Denominar a este cambio en nuestra
fisonomía como “la curva de la felicidad” es no llamar a las cosas por su
nombre.
Tal y como ha demostrado este estudio, realizado
entre casi 3500 sujetos que estaban obesos en la cuarentena, si además fumamos,
nuestra esperanza de vida se acorta entre 13 y 14 años dependiendo de si somos
mujeres o varones. Esta información se ha obtenido tras seguir entre 1948 y 1990
a este amplio grupo de población. Como al final de este período, la mayoría de
los individuos habían fallecido, los investigadores compararon cuánto habían
vivido los pacientes que estaban obesos o con sobrepeso a los 40, frente a los
que tenían un peso normal a esta edad.
Grandes diferencias
Los ajustes
realizados tomando en consideración el nivel de educación y la actividad física,
no modifican considerablemente estos cálculos ni tampoco hubo grandes
diferencias al analizar sólo a sujetos sin hipertensión o diabetes en el momento
de inclusión.
Aunque los investigadores reconocen que no han sido
capaces de identificar qué proporción de los años de vida perdidos serían
evitables mediante la prevención de la obesidad si parece claro que evitar el
sobrepeso cuando cumplimos los 40 consigue que vivamos más. Más Malas Noticias
Curiosamente, la semana pasada se publicaron en el prestigioso 'JAMA' los datos
sobre obesidad, diabetes y factores de riesgo relacionados en EE UU, para el año
2001 y los resultados no son precisamente optimistas. Continúa aumentando la
prevalencia de la obesidad que pasa del 19,8% al 20,9% (un incremento del 5,6%
respecto al año anterior). La evolución de esta verdadera plaga del mundo
desarrollado queda aún más patente si tenemos en cuenta que la obesidad en 1991
afectabas al 12% de la población general norteamericana, lo que indica un
incremento del 74% en estos 10 años.
Algo parecido ocurre con la diabetes que en el 2001
afecta ya al 7,9% de los estadounidenses (incremento del 61% desde 1990 en que
afectaba sólo al 4,9% de la población).
Este mismo estudio poblacional, realizado entre
195000 adultos, evidencia además un incremento considerable del riesgo de
padecer otras enfermedades entre la población obesa, en concreto, diabetes,
hipertensión, hipercolesterolemia, asma y artritis.
La conclusión está clara, la necesidad de luchar
contra el exceso de peso en la edad adulta debe ser considerado un problema
prioritario de salud pública en los países desarrollados. A estas edades, la
obesidad se asocia a una disminución de unos 7 años en la esperanza de vida
tanto en fumadores como en no fumadores, hombres o mujeres. Al igual que el
tabaco, los efectos de la obesidad sobre la mortalidad se manifiestan décadas
después de haberse presentado la primera.
Sólo las
actividades aeróbicas bajan la presión arterial
Un estudio
presentado en la última reunión de la Sociedad Americana de Hipertensión ,
celebrada esta semana en Nueva York, revela que sólo el ejercicio aeróbico
(correr, nadar, montar en bicicleta, bailar...) ejerce un efecto
antihipertensivo en los que tienen la presión sanguínea elevada.
En
cambio, los que combinan estos deportes con las actividades anaeróbicas
(levantar pesas, por ejemplo) no experimentan esta reacción de forma tan
significativa.
Los autores, que tomaron en cuenta los datos de más de 10.000 participantes del
National Health and Nutrition Examination Survey, aclaran que sus conclusiones
no quieren decir que el ejercicio anaeróbico sea perjudicial para estos
pacientes o que no sea útil; sino que se requieren más estudios para establecer
las razones de esta diferencia.
El estiramiento no previene
las lesiones musculares
Pese a lo
que muchos deportistas y médicos creen, hoy por hoy no existen datos que
demuestren que el estiramiento realizado antes o después del ejercicio evite el
dolor muscular o disminuya el riesgo de lesiones.
Los
datos derivan de una revisión sistemática publicada hoy por la revista
'British Medical Journal' y realizada por
investigadores australianos de la Escuela de Fisioterapia de la Universidad de
Sydney.
En la investigación se incluyeron siete estudios en
los que se había aleatorizado a los pacientes en dos grupos: uno que realizaba
estiramiento antes o después del ejercicio y otro que no lo realizaba. Todos los
estudios eran de moderada calidad, aunque los resultados fueron homogéneos.
Cinco estudios, que incluían a 77 atletas, valoraron
el riesgo de dolor muscular tras ejercicio con y sin estiramiento previo o
posterior, oscilando el tiempo de estiramiento entre 300 y 600 segundos. Los
participantes eran jóvenes y sanos.
Un beneficio escaso
El estiramiento produjo una reducción del dolor
muscular del 2% a las 72 horas del ejercicio, que no fue estadísticamente
significativa. Los autores consideran que es posible que la mayoría de los
deportistas consideren que esta disminución es demasiado pequeña como para
merecer la pena hacer los ejercicios de extensión.
En cuanto al riesgo de lesión, dos estudios
estudiaron este aspecto en 2.630 reclutas. Los soldados fueron divididos en dos
grupos: unos realizaban programas de estiramiento antes del ejercicio y otros
no. Se valoró a los individuos durante un periodo de entrenamiento de 12
semanas. Se consideró lesión cuando no podían volver a sus actividades
habituales o si tenían síntomas y signos durante más de tres días.
Los dos estudios mostraron que prácticamente no
existían diferencias entre el número de lesiones de los reclutas que hacían
estiramientos y los que no lo hacían, siendo la reducción del riesgo menor del
5%.
Si se tiene en cuenta que el riesgo de lesión en los
reclutas es alto (20% en un periodo de 12 semanas), una reducción del riesgo
relativo del 5% implica una reducción absoluta del 1%.
De este modo si 100 personas hicieran estiramientos
durante 12 semanas para prevenir daños, se necesitarían 23 años para prevenir
una herida. Dado que la mayoría de los atletas están expuestos a menor riesgo de
lesión, la reducción del riesgo sería todavía menor.
Se necesitan estudios mejores
Una de las conclusiones más importantes del estudio
es la ausencia de trabajos de buena calidad para concluir si debe realizarse o
no estos programas. Los datos existentes en la actualidad, basados en estudios
de moderada calidad, indican que el estiramiento no reduce las lesiones ni el
dolor muscular.
Sería necesaria, por tanto, la
realización de estudios de mejor calidad y que determinaran si estiramientos más
prolongados pueden ser útiles.
Fuente: El
Mundo Salud
El
'windsurf' es una práctica deportiva muy segura, según un trabajo reciente
El 'windsurf'
es un deporte seguro desde el punto de vista de la incidencia de lesiones. Ésta
es la conclusión principal de un estudio publicado en el último número de 'The
Physician and Sports Medicine' .
A pesar de que en este deporte se alcanzan velocidades superiores a los 50
kilómetros por hora y, en ocasiones, se llevan a cabo saltos de hasta cinco
metros de altura, se trata de una actividad poco peligrosa, siempre que el
material se encuentre en buenas condiciones.
El trabajo, dirigido por el doctor Rosenbaum, de la Universidad Western Carolina
(EEUU), indica que dicha actividad tan sólo genera, como media, una lesión por
cada mil horas de práctica. Las extremidades inferiores suelen ser las más
afectadas, con un 45% del total de los daños registrados, por delante de las
superiores (19%) y las de la cabeza y el cuello, que representan un 18%.
Los esguinces de tobillo suponen el problema más frecuente. Quizá el caso más
típico de lesión en este deporte consiste en que el que lo practica pierde el
equilibrio y cae, aunque sigue manteniendo el pie sujeto por la atadura a la
tabla.
Esta situación genera fuerzas que tiran de la articulación del tobillo en
sentido contrario y, en consecuencia, se produce el esguince. En cuanto a las
extremidades superiores, el traumatismo más habitual suele ser la luxación de
hombro.
Piel
La protección de la piel es uno de los aspectos que más debe cuidar el asiduo al
'windsurf'. Las laceraciones, sobre todo en las piernas y en la cabeza, suelen
producirse con cierta frecuencia, generalmente como consecuencia del roce con la
vela, aunque también pueden deberse a los choques contra las rocas.
En realidad, los problemas de dermis no se reducen a dichas rozaduras sino que
se extienden también al apartado de las quemaduras. La protección solar
recomendada para todos los aficionados a este deporte acuático se centra en la
utilización de cremas con índices de, como mínimo 30. Se recomienda que sean
aplicadas una hora antes de salir a navegar y que se repita la misma operación
cada dos horas, aproximadamente.
El trabajo estadounidense indica, además, que el 26% de los 'windsurfistas'
afirma haber sufrido picaduras de medusas. En estos casos, los autores
recomiendan como tratamiento aclarar bien la zona con agua del mar (no es
aconsejable utilizar agua corriente ni frotar la herida) y posteriormente
rociarla con vinagre. Más tarde se debe aplicar una pomada de hidrocortisona y
cubrir con una compresa estéril.
El 'windsurf' también genera lesiones de espalda debido a las diferentes fuerzas
que inciden sobre la columna vertebral, especialmente en la región lumbar, al
sujetar y manejar la vela. Suelen ser problemas que tienden a volverse crónicos
y, curiosamente, se dan con mayor frecuencia en los que acostumbran a realizar
salidas de larga duración y en zonas con vientos ligeros.
La explicación es que el mantenimiento de una postura estática en la zona lumbar
en posición de lordosis (es decir, concavidad posterior) termina por generar
sobrecargas y fatiga en la musculatura de esta parte de la espalda.
Como en cualquier otro deporte, la técnica es fundamental de cara a la
prevención de daños. En especial, la acción de traccionar para subir la vela
desde el agua (algo muy frecuente, especialmente en los principiantes) puede ser
una causa importante de traumatismo si se hace bruscamente o con métodos
deficientes.
De cara a la seguridad del que practica esta actividad, el equipamiento es la
parte más importante con vistas a su protección. Precisamente, los fabricantes
de material especializado para dicho deporte comienzan a tomar medidas para
reducir las lesiones: la primera de ellas ha consistido en variar los materiales
de atadura a las tablas. El objetivo es que la liberación sea más fácil y el pie
no quede atrapado.